Resumen Latinoamericano, 2 de septiembre de 2020.
El fiscal Deltan Dallagnol, coordinador de la operación Lava Jato, la mayor investigación anticorrupción de la historia de Brasil, renunció a su cargo por motivos familiares. El sorpresivo anuncio se produjo en un momento de tensión entre los procuradores que conforman la operación y el fiscal general de Brasil, Augusto Aras, quien recientemente criticó la poca transparencia del grupo.
Dallagnol es objeto de una serie de investigaciones internas en el Consejo Nacional del Ministerio Público que ya amenazaban con apartarlo del cargo. Algunas de esas investigaciones están relacionadas con su falta de imparcialidad en las investigaciones de la Lava Jato, que a lo largo de los últimos seis años llevó a la cárcel a decenas de empresarios y políticos, entre ellos el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003−2010), quien ahora responde en libertad luego de pasar 19 meses preso.
«Sí, es verdad que estoy de salida de la coordinación de Lava Jato. Es una decisión difícil, pero lo correcto es obrar por mi familia», escribió en su cuenta de Twitter el fiscal de 40 años, que llevaba seis al frente de la operación. A través de un video, Dallagnol explicó que su hija, de un año y diez meses, presenta desde hace semanas «señales de regresión en su desarrollo» y que su tratamiento «va a exigir una dedicación nuestra muy intensa como padres, y eso no puede esperar».
Considerados héroes por una parte de la sociedad, Deltan Dallagnol y Sergio Moro, quien fuera también ministro de Justicia del presidente Jair Bolsonaro, son fuertemente cuestionados por su labor, que llevó a la cárcel a decenas de empresarios y políticos de casi todo el arco político. Su juicio de mayor repercusión fue el que culminó con la detención del expresidente Lula da Silva por un supuesto caso de corrupción. Pero sus detractores afirman que la «cruzada anticorrupción» debilitó la garantía de presunción de inocencia y destruyó el sistema político, favoreciendo las chances de Bolsonaro en 2018.
Los cuestionamientos contra los fiscales se acrecentaron cuando el portal The Intercept Brasil publicó en junio de 2019 un intercambio de mensajes que levantarpn la sospecha de que la Fuerza de Tarea de Curitiba y Moro obraron coordinadamente para llevar a Lula a la cárcel. Dallagnol tiene pendientes dos procesos en su contra en el Consejo Nacional del Ministerio Público. El ahora exfiscal será reemplazado por el fiscal Alessandro Oliveira, colaborador desde hace años de la operación Lava Jato.
El fiscal general Augusto Aras tiene tiempo hasta el próximo 10 de septiembre para decidir si prorroga por un año más la labor de la Fuerza de Tarea de Curitiba, tal como piden los fiscales. «No se puede imaginar que una unidad institucional tenga una caja de secretos, una institución de la república no se puede servir de la extorsión, de espiar, no puede valerse de ningún propósito no republicano», había dicho el fiscal en una videoconferencia con abogados del sitio web Prerrogativas a fines de julio. Aras reo de esa forma el accionar de los fiscales que, al mando de Dallagnol, entregaron documentación secreta de forma ilegal al FBI y al Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Fuente: Página 12
Foto principal: AFP