La feli­ci­dad impo­si­ble- Fidel Castro

Pro­me­tí que sería el hom­bre “más feliz del mun­do si esta­ba equi­vo­ca­do” y des­gra­cia­da­men­te mi feli­ci­dad dura­ría muy poco.

Toda­vía no ha con­clui­do la Copa Mun­dial de Fút­bol. Fal­tan aún seis días para el par­ti­do final.

¡Qué extra­or­di­na­ria opor­tu­ni­dad se per­de­rán posi­ble­men­te el impe­rio yan­ki y el Esta­do fas­cis­ta de Israel para man­te­ner apar­ta­das las men­tes de la inmen­sa mayo­ría de los habi­tan­tes del pla­ne­ta de sus pro­ble­mas fundamentales!

¿Quién se habrá per­ca­ta­do de los sinies­tros pla­nes del impe­rio con rela­ción a Irán y sus bur­dos pre­tex­tos para agredirlo?

Al mis­mo tiem­po me pre­gun­to: ¿qué hacen por pri­me­ra vez los buques de gue­rra israe­li­tas en los mares del Gol­fo Pér­si­co, el Estre­cho de Ormuz y las áreas marí­ti­mas de Irán?

¿Es posi­ble ima­gi­nar que de allí se mar­cha­rán los por­ta­avio­nes nuclea­res yan­kis y los buques de gue­rra israe­li­tas con el rabo entre las pier­nas, cuan­do se cum­plan los requi­si­tos con­te­ni­dos en la Reso­lu­ción 1929 del 9 de junio de 2010 apro­ba­da por el Con­se­jo de Segu­ri­dad de Nacio­nes Uni­das, que man­tie­ne la auto­ri­za­ción para la ins­pec­ción de los buques y aero­na­ves ira­níes con la posi­bi­li­dad de lle­var­la a cabo en el terri­to­rio de cual­quier Esta­do y que esta vez auto­ri­za a hacer­lo a los buques en altamar?

La Reso­lu­ción esta­ble­ce tam­bién que no se rea­li­za­ría la ins­pec­ción de los buques ira­níes sin el con­sen­ti­mien­to de Irán. En ese caso, la dene­ga­ción sería obje­to de análisis.

Otro ele­men­to aña­di­do es la posi­bi­li­dad de con­fis­car lo ins­pec­cio­na­do, si se con­fir­ma que incum­ple lo dis­pues­to por la Resolución.

Un Irán des­ar­ma­do fue víc­ti­ma de aque­lla cruel gue­rra con Iraq en la que masas de Guar­dia­nes de la Revo­lu­ción lim­pia­ban los cam­pos de minas avan­zan­do sobre las mismas.

Este no es el caso de hoy. Expli­qué en Refle­xio­nes ante­rio­res que Mah­mud Ahma­di­ne­yad fue jefe de los Guar­dia­nes de la Revo­lu­ción en el Oes­te de Irán, que lle­vó el peso prin­ci­pal de aque­lla guerra.

Años más tar­de, un gobierno de Iraq enva­len­to­na­do envió el grue­so de su Guar­dia Repu­bli­ca­na y se ane­xó el Emi­ra­to Ára­be de Kuwait rico en petró­leo, que fue pre­sa fácil.

El gobierno de Iraq man­te­nía con Cuba estre­cha amis­tad y se le pres­ta­ba, des­de los tiem­pos en que no esta­ba en gue­rra con nadie, impor­tan­tes ser­vi­cios de salud. Nues­tro país tra­tó de per­sua­dir­lo de que aban­do­na­ra Kuwait, y pusie­ra fin a la gue­rra que había pro­vo­ca­do a par­tir de pun­tos de vis­ta erróneos.

Hoy se cono­ce que una medio­cre emba­ja­do­ra yan­ki, que sos­te­nía con el Gobierno de Iraq exce­len­tes rela­cio­nes, lo indu­jo al error cometido.

Bush padre ata­có a su anti­guo ami­go diri­gien­do una poten­te coa­li­ción con una fuer­te com­po­si­ción ára­be-musul­ma­na-suni­ta de paí­ses que abas­te­cen de petró­leo a gran par­te de las nacio­nes indus­tria­li­za­das y ricas, la cual avan­zó des­de el Sur de Iraq para cor­tar la reti­ra­da a la Guar­dia Repu­bli­ca­na que se reple­ga­ba hacia Bag­dad, la que por pru­den­cia de la Infan­te­ría de Mari­na y las Fuer­zas Arma­das de Esta­dos Uni­dos ‑bajo la direc­ción de Colin Powell, gene­ral con pres­ti­gio, y pos­te­rior­men­te Secre­ta­rio de Esta­do de Geor­ge W. Bush- esca­pó hacia la capi­tal de Iraq.

Por pura ven­gan­za, con­tra ella uti­li­za­ron los pro­yec­ti­les con­ta­mi­na­dos con ura­nio empo­bre­ci­do con los que por pri­me­ra vez expe­ri­men­ta­ron el daño que podrían oca­sio­nar en los sol­da­dos adversarios.

El Irán al que en este momen­to ame­na­zan, con sus ejér­ci­tos de aire, mar y tie­rra, de reli­gión musul­ma­na-chií­ta, en nada se pare­ce a la Guar­dia Repu­bli­ca­na que ata­ca­ron impu­ne­men­te en Iraq.

El impe­rio está a pun­to de come­ter un impa­ga­ble error sin que nada lo pue­da impe­dir. Avan­za inexo­ra­ble­men­te hacia un sinies­tro destino.

Lo úni­co que pue­de afir­mar­se es que hubo cuar­tos de final en la Copa Mun­dial de Fút­bol. De ese modo los faná­ti­cos del depor­te pudi­mos dis­fru­tar los emo­cio­nan­tes par­ti­dos en que vimos cosas increí­bles. Se afir­ma que, en 36 años, el equi­po de Holan­da no per­día un vier­nes en par­ti­dos de la Copa Mun­dial de Fút­bol. Úni­ca­men­te gra­cias a las compu­tado­ras podría sacar­se esa cuenta.

El hecho real es que Bra­sil fue eli­mi­na­do de los cuar­tos de final de la Copa.

Un juez dejó a Bra­sil fue­ra de la mis­ma. Al menos esa fue la impre­sión que no se can­só de repe­tir un exce­len­te narra­dor de la tele­vi­sión cuba­na. Des­pués la FIFA decla­ró que era correc­ta la deci­sión arbitral.

Más ade­lan­te, el mis­mo juez dejó a Bra­sil con 10 juga­do­res en un momen­to deci­si­vo, cuan­do fal­ta­ba toda­vía más de la mitad del segun­do tiem­po del par­ti­do. Con segu­ri­dad que esa no fue nun­ca la inten­ción del árbitro.

Ayer fue eli­mi­na­da Argen­ti­na. En los pri­me­ros minu­tos el equi­po ale­mán, a tra­vés del medio­cam­pis­ta Müller, sor­pren­dió a la con­fia­da defen­sa y al por­te­ro argen­tino logran­do obte­ner un gol.

Con pos­te­rio­ri­dad, no menos de 10 veces los delan­te­ros argen­ti­nos, por una del equi­po ale­mán, no logra­ron un gol.

Por el con­tra­rio, el equi­po ale­mán ano­tó tres más, y has­ta Ange­la Mer­kel, Can­ci­ller Fede­ral de Ale­ma­nia, aplau­día rabiosamente.

Así, nue­va­men­te, uno de los equi­pos favo­ri­tos per­dió. De ese modo, más del 90% de los faná­ti­cos del fút­bol en Cuba que­da­ron estupefactos.

La inmen­sa mayo­ría de los aman­tes de ese depor­te ni siquie­ra saben en qué con­ti­nen­te está Uru­guay. Un final entre paí­ses euro­peos será lo más des­co­lo­ri­do y anti­his­tó­ri­co des­de que nació ese depor­te en el mundo.

En cam­bio, ocu­rrie­ron hechos en la esfe­ra inter­na­cio­nal que no tie­nen nada que ver con los jue­gos de azar y sí con la lógi­ca ele­men­tal que rige los des­ti­nos del imperio.

Una serie de noti­cias vie­ron la luz los días 1, 2 y 3 de julio.

Todas giran en torno a un hecho: las gran­des poten­cias repre­sen­ta­das en el Con­se­jo de Segu­ri­dad de Nacio­nes Uni­das con dere­cho al veto, más Ale­ma­nia, ins­ta­ron el dos de julio al Gobierno de Irán a dar “una pron­ta res­pues­ta” a la invi­ta­ción que se le hicie­ra para retor­nar a las nego­cia­cio­nes por su pro­gra­ma nuclear.

El Pre­si­den­te Barack Oba­ma fir­mó el día ante­rior una Ley que amplía las medi­das exis­ten­tes con­tra los sec­to­res ener­gé­ti­co y ban­ca­rio de Irán, y podría pena­li­zar a com­pa­ñías que reali­cen nego­cios con el Gobierno de Tehe­rán. Es decir, el blo­queo rigu­ro­so y el estran­gu­la­mien­to de Irán.

El Pre­si­den­te Mah­mud Ahma­di­ne­yad afir­mó que su país reto­ma­rá las con­ver­sa­cio­nes a fines de agos­to y des­ta­có que en las mis­mas deben par­ti­ci­par paí­ses como Bra­sil y Tur­quía, los dos úni­cos miem­bros del Con­se­jo de Segu­ri­dad que se opu­sie­ron a las san­cio­nes el 9 de junio.

Un fun­cio­na­rio de alto ran­go de la Unión Euro­pea advir­tió, des­pec­ti­va­men­te, que ni Bra­sil ni Tur­quía serán invi­ta­dos a par­ti­ci­par en las conversaciones.

No hace fal­ta más para sacar las con­clu­sio­nes pertinentes.

Nin­gu­na de las dos par­tes cede­rá; una, por el orgu­llo de los pode­ro­sos, y otra, por la resis­ten­cia al yugo y la capa­ci­dad para com­ba­tir, como ha ocu­rri­do tan­tas veces en la his­to­ria del hombre.

El pue­blo de Irán, una nación de mile­na­rias tra­di­cio­nes cul­tu­ra­les, se defen­de­rá sin duda algu­na de los agre­so­res. Es incom­pren­si­ble que Oba­ma crea seria­men­te que se ple­ga­rá a sus exigencias.

El Pre­si­den­te de ese país y sus líde­res reli­gio­sos, ins­pi­ra­dos en la Revo­lu­ción Islá­mi­ca de Ruho­llah Jomei­ni, crea­dor de los Guar­dia­nes de la Revo­lu­ción, las Fuer­zas Arma­das moder­nas y el nue­vo esta­do de Irán, resistirán.

A los pue­blos pobres del mun­do, que no tene­mos la menor cul­pa del colo­sal enre­do crea­do por el impe­ria­lis­mo, ubi­ca­dos en este hemis­fe­rio al Sur de Esta­dos Uni­dos, los demás situa­dos al Oes­te, Cen­tro y Sur de Áfri­ca, y los otros que pue­dan que­dar indem­nes de la gue­rra nuclear en el res­to del pla­ne­ta, no nos que­da otra alter­na­ti­va que enfren­tar las con­se­cuen­cias de la catas­tró­fi­ca gue­rra nuclear que en bre­ví­si­mo tiem­po estallará.

Des­di­cha­da­men­te no ten­go nada que rec­ti­fi­car y me res­pon­sa­bi­li­zo ple­na­men­te con lo escri­to en las últi­mas Reflexiones.

Fidel Cas­tro Ruz

Julio 4 de 2010

5 y 36 p.m.

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