Resumen Latinoamericano, 23 de octubre de 2020
Nos ha quedado claro que un pueblo con memoria es un pueblo al que no se le puede engañar y mucho menos callar en tiempos de violencia.
Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal
Tierra Sagrada de los Mártires de Acteal
Chenalhó, Chiapas, México.
22 de octubre de 2020.
Al Congreso Nacional Indígena
Al Concejo Indígena de Gobierno
A las y los defensores de los derechos humanos
A los medios libres y alternativos
A los medios de comunicación nacional e internacional
A la Sociedad Civil Nacional e Internacional
Hermanas y hermanos:
La memoria de Acteal, la de nuestra lucha, la de nuestro caminar y la de nuestra identidad, nunca se mueren, gracias a la esperanza.
Aquí, donde los paramilitares de gobiernos criminales sirvientes del capitalismo y de la muerte masacraron a nuestras 45 hermanas y hermanos más los 4 bebés, nunca se cansarán de denunciar nuestras palabras que nos quisieron exterminar. Cada día 22 del mes, con cada sol y cada luna que se suceden, como un acto de dignidad y de justicia, recordaremos siempre esa masacre.
Nos ha quedado claro que un pueblo con memoria es un pueblo al que no se le puede engañar y mucho menos callar en tiempos de violencia, de represiones y de imposiciones de megaproyectos disfrazados de “desarrollos” y “de progreso”.
Hermanas y hermanos, en estos días varios pueblos y comunidades organizadas en el Congreso Nacional Indígena (CNI), del Concejo Indígena de Gobierno (CIG) y de organizaciones sociales independientes, están siendo atacados y golpeados, violentando sus derechos a la libre determinación y autonomía por defender su tierra y territorio.
Desde Acteal, sede de la Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal, miembros del CNI, nos solidarizamos con la comunidad Otomí residente en la Ciudad de México, que desde el 12 de octubre en el marco de los 528 Años de Resistencia y Rebeldía de los pueblos originarios, tomó las oficinas del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) para exigir vivienda digna y respeto a sus derechos como pueblos. Es así que saludamos la digna lucha de nuestras hermanas y hermanos y pedimos sean respetados y escuchados por el director del Instituto Nacional de Pueblos Indios (INPI) y que el gobierno no recurra a la violencia y la represión, como lo hizo con el pueblo maya tseltal de Chilón, Chiapas, en vez de entablar un diálogo verdadero y digno.
También nos unimos a la campaña por la liberación del compañero Fidencio Aldama Pérez del pueblo yaqui de Loma de Bácum, que desde el 27 de octubre del 2016 fue detenido ilegalmente, acusado de un homicidio que no cometió. Su delito fue luchar junto con su pueblo en contra de la construcción de un gasoducto que atravesaría por 90 kilómetros de la región, en su tramo Guaymas-Oro. http://www.congresonacionalindigena.org/2020/10/21/campana-total-por-la-liberacion-de-fidencio-aldama-perez/ ¡¡Libertad para el guardián tradicional de Loma de Bácum, Fidencio Aldama Pérez!!
Del mismo modo, nos hacemos parte de la campaña de difusión “El PIM no es desarrollo es despojo y destrucción”, convocada por el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y Agua Morelos, Puebla, Tlaxcala http://www.congresonacionalindigena.org/2020/10/21/convocatoria-a-la-campana-de-difusion-el-pim-no-es-desarrollo-es-despojo-y-destruccion/
Ante todo lo anterior, es urgente que el gobierno de López Obrador cancele sus planes de construcción de megaproyectos en territorios de los pueblos, quienes han afirmado que el Proyecto Integral Morelos (PIM) no es un proyecto de desarrollo, sino de muerte. Así mismo como el proyecto Transístmico y el mal llamado “Tren Maya”.
Sólo invocando la memoria de cómo hemos luchado, resistido y sufrido, podemos sostenernos para seguir enfrentando la muerte que están preparando para nosotros.
Ahora que se acerca la celebración de″ la memoria de las almas (Día de Muertos), estamos preparando flores, candelas y comidas que son las ofrendas que necesitamos para invitar a nuestras ánimas a que nos visiten los días 1 y 2 de noviembre, de manera que en esos instantes estén de nuevo con nosotros y compartan nuestras alegrías y dolores, para que nos ayuden e intercedan por nosotros para que pare la violencia en nuestros pueblos.
Para nuestros 45 hermanas y hermanos más los 4 bebés no nacidos que dieron su vida en la Masacre de Acteal, así como para otros hermanas y hermanos asesinados por el Estado mexicano como Digna Ochoa y Plácido, como Maricela Escobedo, como muchas otras mujeres y niñas víctimas de feminicidios, como los 43 desaparecidos de Ayotzinapa y las más de 73 mil personas desaparecidas en todo México ‑la lista de los asesinatos y masacres en México es extensa y pedimos no olvidarnos de ellas y ellos, porque tienen nombre y apellidos- que en los pétalos y aroma de cempasúchil, en las llamas de las candelas, en el aire, en el viento, en la luz del sol y en las gotas de la lluvia los palpemos y nos comuniquemos con ellas y ellos.
Sólo con la memoria viva, además de la esperanza, podemos evidenciar la impunidad sembrada por los jueces corruptos, por los malos gobiernos que dieron las órdenes para que seamos desaparecidos, asesinados, masacrados, para que con nuestro corazón grande, nuestra conciencia grande, traspasemos la barrera de la impunidad, de la mentira, de la burla, del desprecio y de la muerte impuesta.
Hermanas y hermanos: Alonso Vázquez, María Luna, Manuel Sántiz Culebra, Victorio, Ignacio, Miguel, Susana y todas y todos los 45 y más ustedes los 4 bebés que fueron ultrajados dentro del vientre de sus madres, aquí seguimos resistiendo en este lugar donde partieron, donde el 22 de diciembre les fueron arrebatados sus vidas por el grupo paramilitar priísta de Chenalhó, por órdenes de Ernesto Zedillo Ponce de León. Les queremos platicar que los malos gobiernos no han dejado de hostigarnos, no cesan sus políticas de desgaste en nuestra Organización Las Abejas, ahora que lograron dividirnos ofreciendo dinero, muchos hermanos que antes estaban en la organización y luchaban por justicia para ustedes, ahora han tomado otro camino. Algunos de sus familiares prefirieron aceptar la dichosa “solución amistosa”, pero nosotros aquí seguimos luchando porque se castigue a los responsables de su crimen.
Otros hermanos han actuado como los paramilitares que destruyeron en 1997 las casas de varios de ustedes, persiguiendo hoy a 5 familias del barrio “Río Jordán”, miembros de Las Abejas de Acteal que hoy siguen viviendo en el Campamento de Desplazados “Los Naranjos”, que ustedes fundaron y habitaron antes de ser masacrados. Otros hermanos se han aliado a los paramilitares que llegaron a matarles, y ahora ellos se encargan de encubrir la reaparición de nuevos grupos paramilitares que se ponen al servicio de quienes están interesados en que haya miedo y violencia en las comunidades, para que no se puedan organizar.
Aprovechan viejos conflictos por tierras entre nuestros pueblos y los hacen más graves con sus discursos falsos y de odio, se autoproclaman como los únicos que pueden solucionar los problemas y así ganar puestos en el gobierno.
Apenas hace unos días, recordamos cómo cumplimos 20 años de la Reubicación del campamento de los desplazados de Nuevo Yibeljoj, a los que ustedes tanto apoyaron con oraciones, con comida y pozol para que fuera menos duro su sufrimiento. Esa violencia que ustedes atestiguaron, dando su vida para que fuera frenada, ha regresado hoy con más poder destructivo. Son más los hermanos que ahora creen más en el dinero y el poder que en el Dios de la Justicia.
Pero, como estamos convencidos en que es la memoria y la esperanza que nos dan fuerza y nos dan claridad en nuestro caminar en la búsqueda de la justicia, nos apoyamos en ustedes, 45 hermanas y hermanos, ustedes los 4 hermanitos nuestros, pues sentimos que desde donde están nos miran.
Y sabemos que le piden a Dios Padre y Madre, al Dios de la Justicia y de la Verdad que no abandonemos esta lucha que iniciamos con ustedes, que no traicionemos su memoria, que no cambiemos por dinero y migajas su sangre derramada aquí en Acteal.
Les pedimos que en estos tiempos en los que se han reactivado los paramilitares tanto en la zona Norte como en los Altos de Chiapas, no suceda otra masacre y que intercedan por todas las mujeres y hombres y niñas y niños y ancianas y ancianos de Aldama, Santa Martha, Chalchihuitán que están viviendo, como lo hicieron muchos de ustedes, en las montañas bajo la lluvia y el frío y con hambre y miedo de ser asesinados por los paramilitares. Intercedan por ellas y ellos a Dios Padre y Madre, pídanle por su vida y el pronto retorno con justicia a sus casas.
La memoria y la esperanza de Las Abejas de Acteal, nunca mueren.
Hermanas y hermanos quienes nos miran y leen desde sus espacios de lucha y desde sus casas, estemos pendientes de toda la situación de los derechos humanos y de la vida de las comunidades y pueblos en riesgo, nosotras y nosotros desde Acteal Casa de la Memoria y Esperanza, aunque somos pequeñas y pequeños, sepan que nuestro corazón está con ustedes.
Atentamente
La Voz de la Organización de la Sociedad Civil Las Abejas de Acteal
Por la Mesa Directiva:
Simón Pedro Pérez López
Hilario Jiménez Pérez
Francisco López Sántiz
FUENTE: Pozol