Resumen Medio Oriente, 24 de octubre de 2020-.
Arabia Saudí y el régimen sionista temen que con la derrota de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, sus logros en los últimos cuatro años en la Casa Blanca sean destruidos.
El príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammed bin Salman, y el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, persiguen un objetivo común en las elecciones presidenciales de EEUU. Esto es lo que Marc Champion, corresponsal internacional de Bloomberg, habla en un artículo.
Según Bloomberg, a pesar de sus diferencias sobre intereses regionales e internacionales, Arabia Saudí y el régimen sionista quieren que el presidente saliente Donald Trump sea elegido para un segundo mandato en la Casa Blanca porque la derrota de Trump significa el fracaso de sus planes y complots.
“Muchos gobiernos en el mundo celebrarán la derrota del presidente estadounidense, si se produce; mientras que para otros las cosas podrían ser muy tristes, dado que Trump ha tenido un historial brillante en el apoyo a sus intereses y sus crímenes. Arabia Saudí e “Israel” se encuentran entre los mayores perdedores de un posible revés de Trump en las elecciones de noviembre”, dijo Marc Champion.
Lo que tienen en común los partidos pro-Trump es su tiranía, Arabia Saudí y el régimen sionista temen la derrota de Trump porque marcaría la pérdida de sus logros de los últimos cuatro años en la Casa Blanca, agrega el artículo.
El régimen sionista está preocupado por una posible victoria de Biden en las elecciones, debido a la suspensión de los programas de cooperación entre Tel Aviv y Washington y el cese de los logros obtenidos durante cuatro años de la presidencia de Trump. A Arabia Saudí también le preocupa la creciente presión en los asuntos de derechos humanos, la reducción de los acuerdos de armas y el fin de la intervención estadounidense en la guerra contra Yemen. Una preocupación común sobre la llegada al poder de los demócratas en la Casa Blanca es el regreso de EEUU al acuerdo nuclear de 2015 con Irán, según la misma fuente.
Bloomberg agrega que Trump tuvo una relación profunda con Arabia Saudí durante los cuatro años de su mandato, tanto que eligió Riad para su primer viaje oficial al extranjero en 2017, donde fue recibido por los saudíes frente a un suntuoso hotel donde se hospedaba su delegación.
Trump también ofreció apoyo personal y vetó las sanciones del Congreso cuando MBS fue asediado por las acusaciones de haber ordenado el asesinato en 2018 del destacado crítico del régimen Yamal Khashoggi. Si Joe Biden gana las elecciones presidenciales, Mohammad bin Salman tendrá motivos de preocupación especialmente dado que Joe Biden se pronunció contra Arabia Saudí en el aniversario del asesinato de Yamal Khashoggi. Biden también dijo que si ganaban, no apoyaría la agresión saudí contra Yemen. Está claro que el anuncio de tales posiciones por parte de alguien que podría estar a cargo de la Casa Blanca está provocando el pánico en el régimen de Riad.
Arabia Saudí jugó un papel importante en la decisión de Trump de retirar a EEUU del acuerdo nuclear. Riad había incluido una alianza con Tel Aviv en su agenda para obstaculizar el progreso de las negociaciones nucleares iraníes, aunque no pudo impedir al final el acuerdo.
En lo que respecta a los sionistas, Trump ha violado repetidamente las viejas posiciones estadounidenses: reconoció la anexión de los Altos del Golán ocupados por Israel en 1967 y trasladó la embajada estadounidense de Tel-Aviv a Al Quds.
A pesar del fracaso de los planes sionistas de anexionar partes de Cisjordania, el “acuerdo del siglo” podría relanzarse si Trump consigue un segundo mandato, y EEUU trataría de implementarlo bajo el pretexto de restaurar la paz en Oriente Medio.
Trump también promovió los acuerdos de normalización entre los Emiratos Árabes Unidos y Bahrein con el régimen sionista. Muchos israelíes temen que el régimen de Tel Aviv sea sometido a un mayor escrutinio bajo la administración de Biden, y el régimen de Netanyahu se preocupa por el posible regreso de EEUU al acuerdo nuclear de Irán.
La publicación de las propuestas del Partido Demócrata y los comentarios de Biden generaron preocupaciones dentro del régimen israelí, especialmente porque los funcionarios sionistas jugaron un papel importante en la retirada de Trump del acuerdo nuclear.
Benyamin Netanyahu también fue uno de los principales instigadores de la retirada de Trump del PAIC y el endurecimiento de las sanciones contra Irán. Netanyahu ha admitido repetidamente que fue responsable de la decisión de Trump de retirarse del acuerdo nuclear. El embajador de Israel en Washington, Ron Dermer, también dijo en la reunión de la principal organización del lobby sionista, el AIPAC, en 2019 que el llamamiento para que EEUU se vuelva a unir al acuerdo nuclear era inaceptable para “Israel”.
Fuente: Al Manar en Español