Por Geraldina Colotti, Resumen Latinoamericano, 30 octubre 2020.-
Las investigaciones “colectivas” vuelven a estar de moda: grupos de periodistas que, desde diversas redacciones, revelan entrelazamientos internacionales, interceptando los negocios sucios de banqueros y oligarcas. El resultado es un trabajo de excavación meticulosamente documentado, aderezado con algún truco estilístico como guarnición.
Hay, sin embargo, por así decirlo, impuestos a pagar sobre el altar de la información domesticada, que sirve para darle «credibilidad» al producto: siempre y en todo caso meter a la Venezuela bolivariana en el caldero, incluso cuando a ser estafados son el gobierno de Maduro y el pueblo venezolano. De lo contrario, existe el riesgo de terminar como Julián Assange, el fundador del sitio Wikileaks esperando ser extraditado a los EE. UU. .
El mecanismo se repite en la grandes editoriales donde, como sucedió después de la caída del muro de Berlín, fue imposible encontrar una novela o un ensayo que no repitiera como un mantra la historia de los «dos totalitarismos» (fascismo y comunismo), pintados como dos extremos igualmente peligrosos a evitar. Quién ganó y quién perdió, después de 1989, y cuánto espacio se ha dejado a la extrema derecha es bien conocido, sobre todo ante la presencia del coronavirus, que ha desenmascarado con fuerza la crisis sistémica del capitalismo y la hipocresía de la democracia burguesa.
Sin embargo (precisamente por esta razón), incluso el «socialismo del siglo XXI» da miedo. Entonces, si no usas la categoría de «populismo», obviamente en un sentido despectivo, si no defines a Venezuela como un «régimen» y a Maduro como un «dictador», si intentas presentar algunos datos que niegan los esquemas mediáticos que le gustan a Estados Unidos, te miran como si fuera un marciano. Irremediablemente fuera.
¿Tiene Venezuela una de las tasas de mortalidad más bajas del mundo por coronavirus? «Ellos falsifican las estadísticas», responde el «periodista». ¿La OMS dice esto? No importa. Los datos solo son válidos si consolidan los propios prejuicios. La propaganda palpitante tiene sus efectos. Representa a un país fallido, totalmente corrupto, narcotráficante y financiador del «terrorismo» del que hay que mantenerse alejado, esperando respirar un suspiro de alivio cuando, finalmente, la «democracia» también se importe allí.
Ahora, luego de la promulgación de la Ley antibloqueo, aprobada por el gobierno bolivariano para romper el círculo asfixiante de las medidas coercitivas unilaterales impuestas por el imperialismo estadounidense y sus vasallos, es necesario ampliar esta interpretación: especialmente cerca de las elecciones parlamentarias de la 6D, que sea a Trump que a la Unión Europea le gustaría sabotear.
Las redes de la derecha venezolana amplifican las declaraciones de la administración estadounidense a pocos días de la votación presidencial del 3 de noviembre, y también las de los demócratas estadounidenses que ‑aseguran- no cambiarán en ningún caso su actitud hacia Cuba y Venezuela. «Continuaremos apoyando a Guaidó», dijo la hija de Donald Trump, Ivana, en nombre de su padre.
¿Tendrá Venezuela que resignarse a soportar en su interior una especie de doble poder 2.0? ¿Y por qué la ley contra el bloqueo podría oponerse a las «sanciones»? Le preguntamos al canciller venezolano Jorge Arreaza durante una entrevista en el programa @en linea con Brics-Psuv, concebido por Beverly Serrano y dirigido por la vicepresidenta de la ANC, Tania Díaz. Un episodio que, esta vez, tuvo a la periodista brasileña Fania Rodríguez como principal interlocutora.
Estados Unidos no puede controlar el narcotráfico – respondió Arreaza – pero controla, chantajea y persigue a los inversionistas que pretenden venir a Venezuela. La ley ‑explicó- va a garantizar la seguridad y el secreto antes, durante y después de las negociaciones económicas y comerciales. Y, mientras tanto, luego de la victoria del Mas en las elecciones en Bolivia, Venezuela está tratando de restablecer las alianzas de solidaridad en el continente latinoamericano, comenzando por Unasur. “Un organismo inclusivo ‑recordó Arreaza- que contó con la amplia aprobación de todos los países involucrados, incluida Colombia en ese momento encabezada por Uribe”.
El producto de las nuevas inversiones favorecidas por la ley antibloqueo, dijo el canciller, se destinará, como siempre, a planes sociales.
Un compromiso que nunca ha fallado en los últimos años, ni siquiera después de la brutal caída de ingresos, provocada por el feroz bloqueo. Así lo confirma el presupuesto de la nación para 2021, presentado a la Asamblea Nacional Constituyente por la vicepresidenta Delcy Rodríguez.
Maduro garantizó esto durante una reunión virtual con los Consejos Productivos de trabajadores y trabajadoras, acompañado por el ministro Eduardo Piñate: «La clase trabajadora debe saber que, en medio de esta guerra brutal, en 2021 el 76,4% se destinará a inversiones social en educación, salud, cultura, recreación, vivienda: inversión social para recuperar los salarios de los trabajadores y las trabajadoras. Un equilibrio de redistribución equitativa e igualitaria de la riqueza del país”, explicó Maduro.
El mandatario dijo que confiaba en que, para el 2021, gracias a la planificación y apoyo de los Consejos Productivos de la Clase Obrera, será posible recuperar la producción nacional y que, tras el triunfo de las fuerzas populares en las parlamentarios de la 6D, el próximo presupuesto será presentado a una Asamblea Nacional renovada, como lo requiere la constitución.
El ministro Piñate por su parte dijo que distintos sectores del país han preparado propuestas para presentar al presidente, y entre estos se encuentran los sectores petrolero y petroquímico, que se han unificado para ser más eficientes. Hasta el momento hay 108 proyectos de recuperación para empresas paralizadas o problemáticas, 13 de los cuales ya han comenzado. Propuestas importantes ‑agregó el ministro- provienen de los sectores manufacturero, el sector agroindustrial, el sector eléctrico y las empresas básicas de Guayana y el sector farmacéutico.
Mientras tanto, hasta las elecciones, el máximo órgano plenipotenciario, expresión del poder popular, la ANC, sigue cumpliendo su tarea. Gracias al Poder Plenipotenciario, recordó Maduro, la paz regresó al país en 2017 luego de meses de violencia desatada por la derecha golpista. Pero los planes de quienes quisieran hacer retroceder el reloj a los tiempos de la Cuarta República y al pleno dominio de las multinacionales sobre la economía venezolana, no han cambiado.
Un ejemplo de esto lo constituye el ataque a la refinería Amuay, complejo petrolero venezolano ubicado en la costa oeste de la península de Paraguaná, en el municipio de los Taques, en el estado Falcón. Una refinería de PDVSA, la impresa petrolera estatal. El doble impacto, interior y exterior ‑explicó el vicepresidente del Área Económica, Tareck El Aissami en rueda de prensa- sugiere que se trata de «un acto terrorista deliberado», probablemente realizado con un misil remoto controlado por un dron, que afortunadamente no causó daños a los trabajadores.
Un atentado ‑reveló el ministro- precedido de algunas advertencias: numerosos sabotajes a la red eléctrica de la zona (87), y a la red idrica y, el 11 de septiembre, por la detención de un hombre de nacionalidad estadounidense, Hill Jhon, hallado en posesión de lanzagranadas, explosivos C4, teléfonos satelitales y otras armas de gran calibre.
El presidente Maduro, a su vez, habló sobre el ataque en una conferencia de prensa internacional vía web en la que respondió a las preguntas de los periodistas también sobre la compra de misiles por parte de Venezuela a Irán. Maduro respondió reivindicando la soberanía de Venezuela en la elección de sus aliados que, en el caso de Irán, tienen una larga duración.
Alianzas que, mientras Venezuela está asediada por un feroz bloqueo económico y financiero, le han permitido eludir las medidas coercitivas unilaterales impuestas por el imperialismo estadounidense y sus vasallos, recibiendo gasolina y repuestos.
Incluso el embajador de Irán en Venezuela, Hojjatollah Soltani, en un seminario web realizado en la Universidad Internacional de Comunicaciones, titulado «Irán, mecanismos legales y resistencia frente al bloqueo», reiteró la voluntad de su país de ayudar a la resistencia de Venezuela.
Tras explicar cómo Irán ha logrado hacer frente a las sanciones impuestas por Estados Unidos construyendo su propia independencia económica, el embajador dijo: «Con el imperialismo no debemos mostrarnos débiles, sino combatirlo con dignidad». Una dignidad que el pueblo venezolano ha demostrado durante veinte años en su resistencia diaria a los múltiples ataques contra su soberanía y su derecho a vivir en paz eligiendo su propio destino.
A pesar de los daños en una de las principales plantas de la refinería de Amuay, gracias a la pronta intervención y la tenacidad de los trabajadores, el complejo petrolero no ha parado de producir, y de hecho – explicó Tareck El Aissami – el país está reconstruyendo sus reservas. Por tanto, no hay alarma para escasez de gasolina, pero sí máxima vigilancia. A la vista del 6D, la extrema derecha quiere jugarlo todo, a pesar del evidente fracaso de la farsa de las «consultas» que, como sucedió antes de la votación del ANC en 2017, aprobada por más de 8 millones de personas, apareció por lo que era: otra oportunidad para malgastar el dinero robado al pueblo venezolano.
Mientras, con la complicidad de la embajada de España en Caracas donde había encontrado refugio tras el intento de golpe de Estado del 30 de abril de 2019, el líder del Voluntad Popular Leopoldo López, logró huir a Madrid, otro líder de su partido, Roland Carreño fue detenido por tráfico de armas de guerra y financiación del terrorismo.
Así lo anunció en rueda de prensa el Fiscal General de la República, Tarek William Saab, precisando que Carreño, capturado in fraganti el 26 de octubre en Valle Abajo, también llevaba consigo 12.000 dólares en efectivo y se considera que es el principal operador financiero de VP en el país.
Carreño ‑afirmó el Fiscal General- se encargó de «distribuir el dinero robado a la República entre operadores nacionales e internacionales no sólo de su partido, sino también de otros grupos de oposición que forman parte de la conspiración contra el país». El mismo Carreño confesó esto a las autoridades venezolanas, explicando que el dinero robado al pueblo venezolano se utiliza para desestabilizar el país, tanto interna como externamente. Parte del botín se utiliza para pagar a periodistas y políticos para influir en la opinión pública contra Nicolás Maduro y el gobierno bolivariano.
Durante la 317 edición de su programa Con El Mazo Dando, el presidente de la ANC Diosdado Cabello volvió a sacar los trapos sucios de la extrema derecha venezolana, que tanto gusta a la Unión Europea. Leopoldo López, dijo, junto a su padre Leopoldo López Gil (el primer diputado venezolano-español electo al Parlamento Europeo) lideró «una mafia dedicada a extorsionar a quien quisiera construir en el municipio de Chacao» durante su mandato como alcalde de ese municipio de Caracas, ubicado en las zonas más acomodadas de la capital. “Cuando su hijo era alcalde de Chacao – dijo Cabello – tenía un restaurante en el Centro Comercial Tamanaco en el que todo el que quisiera mover una piedra en esta jurisdicción tenía que pasar y pagar el soborno. La llamaron ‘la mina de oro de Chacao’. Un estafador de la vieja escuela de la IV República, que fue presidente de la Fundación Ayacucho y que terminó incapacitado como ladrón ”. La mafia de Chacao, agregó Diosdado, desalojó a familias y las dejó en la calle para demoler edificios y construir centros comerciales comprando permisos.
Según las últimas estadísticas inmobiliarias, los venezolanos en España parecen ser los principales compradores de vivienda. Viviendas de lujo, como aquella en la que se fue a vivir Leopoldo López. Pero los juegos sucios de la extrema derecha venezolana no interesan a los medios internacionales.