Vene­zue­la. Otra vez Leopoldo

Por Mariel Carri­llo Gar­cía. Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 1 de noviem­bre de 2020.

Siem­pre recuer­do la mar­cha y acto de cie­rre de cam­pa­ña de Hen­ri­que Capri­les en 2012, por­que me tocó cubrir­los y hacer una cró­ni­ca. Aún sien­to aque­lla impre­sión por el carác­ter gene­ral de los opo­si­to­res, su nega­ción del otro, su cla­sis­mo, su fana­tis­mo, su des­li­gue de la reali­dad y, sobre todo, su vacui­dad. Pre­gun­té a muchas per­so­nas y nin­gu­na pudo real­men­te argu­men­tar por qué pen­sa­ba que Capri­les era un buen can­di­da­to, ni men­cio­nar cuál de las pro­pues­tas de gobierno era su favo­ri­ta. Nada. Vota­ban con­tra Chávez.

A pesar de todo, la mar­cha fue fes­ti­va y ale­gre. Había ado­les­cen­tes que mira­ban las calles del cen­tro con una cara de des­cu­bri­mien­to que era dig­na de obser­va­ción, me dije­ron que era su pri­me­ra vez en esa par­te de Cara­cas. ¡Qué emo­ción! Tenían ban­de­ras de Volun­tad Popu­lar (VP) y Pri­me­ro Jus­ti­cia (PJ). Me los ima­gino “fren­tean­do” en las gua­rim­bas de años pos­te­rio­res, ardien­do en fie­bre liber­ta­ria y des­tru­yén­do­lo todo a su paso; aun­que algo me dice que pro­ba­ble­men­te las vie­ron por tv, des­de Madrid o Mia­mi. ¿Quién sabe? Guai­dó en sus años mozos mos­tró el tra­se­ro y des­pués logró ser “pre­si­den­te”. VP y PJ ofre­cían esos cami­nos al cie­lo a cam­bio de entre­gar la Patria.

Otro deta­lle memo­ra­ble fue la cua­si vene­ra­ción por Leo­pol­do López, jefe de aque­lla cam­pa­ña. (¿Cómo olvi­dar­te Capol­do?). Varios anun­cios de que se acer­ca­ba en un camión hicie­ron esta­llar a gru­pos ente­ros en gri­tos de emo­ción. Venía aquel prín­ci­pe de tele­no­ve­la, el papi ruki con la novia cati­ri­ta, el de la son­ri­sa con dien­tes per­fec­ta­men­te ali­nea­dos, el bello que debe­ría estar en Mira­flo­res – lás­ti­ma la inha­bi­li­ta­ción – en fin, uno que sí los repre­sen­ta­ba a ellos, la gen­te decen­te, pen­san­te y boni­ta de este país. Lo que­rían más que a Capri­les, segu­ro. Aún lo quie­ren más.

Con los años, tan­to Leo­pol­do como sus fans “evo­lu­cio­na­ron”. El tiem­po les demos­tró que tenían razón, el prín­ci­pe tenía guá­ra­mo. Esta­ba dis­pues­to a todo para sacar a esa gen­tu­za del poder. Leo, su con­sor­te Lilian y sus segui­do­res cre­cie­ron en odio y frus­tra­ción, pues no impor­ta­ba cuán­to com­plo­ta­ran, cuán­to que­ma­ran, cuán­to roba­ran ni a quién mata­ran, la chus­ma des­den­ta­da seguía man­dan­do. Aque­llos oji­tos que arran­ca­ban sus­pi­ros ya no podían disi­mu­lar la chis­pa que nun­ca fue de ale­gría sino de demen­cia. Por­que Leo­pol­do López es un ora­te y de los malos.

Inclu­so duran­te su estan­cia en Ramo Ver­de, por deli­tos de ins­ti­ga­ción públi­ca, incen­dios, daños a la pro­pie­dad y aso­cia­ción para delin­quir, siguió sien­do ído­lo. Lilian decía que pasa­ba ham­bre, pero cuan­do al hom­bre lo lle­va­ron a su casa por cár­cel esta­ba más papea­do (muscu­loso) que Johnny Bra­vo. Aplau­sos del públi­co. Héroe de la Patria. Espe­ran­za escuá­li­da acti­va­da. Ni hablar de la ope­ra­ción con la que lo lle­va­ron a la emba­ja­da de Espa­ña. Hoy, 18 meses des­pués, vuel­ve a hacer de las suyas y se esca­pa del país, con la venia y rego­ci­jo de los acó­li­tos y de los jefes. Todos están a la espe­ra de la pró­xi­ma gran juga­da del des­cen­dien­te del Liber­ta­dor (¿se acuer­dan?). Ellos están feli­ces, noso­tros no.

Los cha­vis­tas, que la úni­ca aso­cia­ción con prín­ci­pe y López que pode­mos hacer ter­mi­na en infierno, no pode­mos sino indig­nar­nos ante la faci­li­dad con la que este delin­cuen­te va sal­van­do el pelle­jo y aumen­tan­do en peli­gro­si­dad. Nos dirán nue­va­men­te que no enten­de­mos de juga­das maes­tras, y qui­zá sea cier­to, pero lo que sí tene­mos cla­ri­to es que el cri­mi­nal no se va a que­dar quie­to, y que sea lo que sea que se inven­te, quie­nes vamos a pagar somos noso­tros. Dicen que la jus­ti­cia es cie­ga, pero pare­ce que a la de aquí se le cayó la ven­da y tuvo un fle­cha­zo con el prin­ci­pi­to del mal. Ya bas­ta. Esta­mos har­tos de la impu­ni­dad con la dere­cha y su dirigencia.

Fuen­te: Rebelión

Itu­rria /​Fuen­te

Artikulua gustoko al duzu? / ¿Te ha gustado este artículo?

Twitter
Facebook
Telegram

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *