- Resumen Latinoamericano, 3 de noviembre de 2020.
Mientras el pueblo estadounidense define quién será el presidente que durante los próximos cuatro años habite la Casa Blanca, el hijo de Donald Trump publicó en Twitter una provocadora predicción sobre un eventual triunfo de su padre, que a la vez alude un mensaje colonialista.
“Finalmente pude hacer mi predicción del mapa electoral”, escribió Donald Trump Junior y posteó un planisferio con todos los países coloreados con un rojo republicano, frente a siete ciudades y naciones pintadas de azul demócrata: Cuba, China, México, India y Liberia, más California y Nueva York.
Las respuestas y burlas en la red social giraron en torno al inexplicable criterio que el hijo del presidente utilizó para acomodar el escenario internacional a favor de su padre. Por ejemplo, incluyó a toda Europa y hasta a Rusia entre los países favorables a los republicanos.
La confianza que tiene Donald Trump
En tanto, su padre no fue menos. Luego del cierre de campaña y al comenzar la jornada electoral, el presidente Donald Trump dijo sentirse «muy bien» sobre sus chances de ser reelegido en los comicios presidenciales que cierran hoy.
«Nos sentimos muy bien», dijo Trump con voz ronca a Fox News en una entrevista telefónica. «Creo que tendremos la victoria», arriesgó y vaticinó un triunfo «en grande» en Arizona, Florida y Texas.
Además, estimó que le irá «muy bien» en Carolina del Norte y Pensilvania, todos estados clave para ganar la Casa Blanca. «Creemos que nos está yendo muy bien en todas partes», afirmó, asegurando además que tendrá una muy buena votación entre los afroestadounidenses y los hispanos.
A pesar de estar rezagado en la mayoría de las encuestas de opinión, Trump fustigó a su rival demócrata Joe Biden, a los medios «sesgados» y a la «extrema» izquierda, reiterando sus argumentos en busca de otros cuatro años en la Casa Blanca.
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«Joe no la está pasando bien», lanzó. «No está en su mejor momento. En realidad, nunca lo estuvo», provocó y volvió a sembrar sospechas por los votos anticipados, que llegaron a cifras récord.
Calificó de «terrible» y «peligroso» que millones de votos por correo no puedan ser contabilizados el miércoles. Pero minimizó las afirmaciones de que planeaba declarar victoria en forma prematura el martes, incluso antes de que el escrutinio marque un ganador.
«Creo que vamos a tener una victoria, pero solo cuando haya una victoria», afirmó. «No hay motivos para juegos.»