Fidel ya ha advertido del riesgo de guerra en Corea e Iran y Juan, representante de la amistad con Corea en el estado español, nos da sus impresiones.
Juan Nogueira es el representante en el Estado Español , de la Asociacion de Amistad con Corea, o Corea del Norte…
El pais de Corea, esta dividido desde una cruel guerra que fue provocada por el imperialismo y que costo la vida a miles de ciudadan@s corean@s, y la situacion de guerra parada sigue hasta nuestros dias.
El sur capitalista, el norte socialista, creemos en Boltxe que nosotr@s no somos quien para decidir que modelo socialista es el adecuado para Corea y que solo l@s ciudadan@s de ese pais, estan en facultad de hacerlo. Es cierto que las peculiaridades son dificiles de entender para mentes occidentales, y que la sitacion del pais es tambien singular, es de recibo recordar que Corea Socialista se halla en el objetivo del imperialismo y que si fuese por los imperialistas al igual que la exRDA, hoy Corea sería la hermana pobre de la Corea capitalista del Sur
Sin prejuicios y sin apriorismos afrontamos esta entrevista apasionante e interesante..
Boltxe ‑Juan, ¿Cómo definirías la actual situación de tensión en la zona de las Coreas?
Actualmente, se vive un nuevo episodio de la larga historia de confrontación en la Península coreana.
Aunque el actual conflicto tiene un desarrollo y una coyuntura específica, debemos situarlo dentro del marco general del conflicto coreano. En Corea existen dos proyectos claramente diferenciados:
– La República Democráctica Popular de Corea, que nació de la lucha por la autodeterminación nacional en contra del imperialismo japonés y norteamericano y que pronto se encaminó hacia el socialismo como única base material para asegurar la independencia política del país. Las fuerzas que lo impulsaron fueron la guerrilla, el campesinado (mayoritario) y la clase obrera (minoritaria), así como la principal organización revolucionaria del pueblo coreano: los comités populares.
– La República de Corea, régimen nacido de la intervención norteamericana contra el proceso independentista hacia Japón. Se crea un régimen basado en los terratenientes y la élite urbana, manteniendo los antiguos órganos represivos del imperialismo japonés y a los colaboracionistas. Hoy día ha adoptado un sistema de democracia burguesa, con un notable éxito económico basado en el monopolismo y en el ilimitado apoyo económico y político externo por parte del imperialismo norteamericano, del que es el principal eje de penetración en Asia, con numerosas bases militares.
El actual conflicto nace con la llegada al poder de Lee Myong Bak, uno de los máximos jefes del monopolio Hyundai y antiguo alcalde de Seúl. La política de Lee Myong Bak ha estado en todo momento centrada en la confrontación contra la RPD de Corea. Recuperó gran parte de la práxis política de la época fascista de Corea del Sur, como las acusaciones a los sectores progresistas de estar organizados por “fuerzas en las sombras” (es decir, por Corea del Norte), la persecución de los comunistas y sus aliados y la definición del Norte como el principal enemigo de Seúl.
El actual problema en torno al Cheonan deben entenderse en la dinámica de confrontación del gobierno del Gran Partido Nacional. Es una fabricación dirigida a legitimar toda la política agresiva anterior y justificar la nueva. De hecho, los desencuentros han sido constantes desde que Lee Myong Bak asumió el poder, mucho antes del hundimiento del Cheonan. Pero la actual crisis ha servido para terminar con todo tipo de comercio entre las dos Coreas (por ejemplo, se rompió unilateralmente las importaciones de arena desde Corea del Norte), las inversiones en zonas conjuntas (aunque aún hay 120 empresas en la zona mixta de Kaesong), se han congelado los fondos norcoreanos en el Sur, Corea del Sur está presionando para que cese todo tipo de acuerdo que incluya ayudas hacia Pyongyang, al tiempo que pide a China que prohíba el turismo chino en una de las zonas más bellas de Corea del Norte: el monte Kumgang, y ‑finalmente- se van a intentar forzar nuevas sanciones desde Naciones Unidas.
Boltxe ‑pero..¿es realmente posible una guerra abierta en ese escenario del mundo?
No es totalmente descartable, pero no creo que sea el objetivo actual del imperialismo. Corea fue el centro de una guerra imperialista en los años 50 del siglo pasado debido a su posición geoestratégica: con frontera con la antigua Unión Soviética y con China Popular.
Esa posición de la Península Coreana no ha cambiado hoy, aunque los adversarios ya no es el socialismo en fase expansiva, sino rivales interimperialistas que lucha por los mercados. Además, la guerra ya no se hace de la misma forma que en los años 50. Los aviones tienen una autonomía de vuelo muy superior y no es estrictamente necesaria una frontera terrestre con China y Rusia como la que proporcionaría la invasión de Corea del Norte.
Boltxe – ¿Qué importancia tiene, entonces, la confrontación con Corea del Norte?
En mi opinión, demonizar a Corea sirve para justificar la presencia de bases norteamericanas en Corea del Sur, bases que aseguran un portaviones terrestre contra China. La confrontación con Corea del Norte no busca únicamente poner de rodillas a un pueblo de 24 millones de habitantes que resiste con dignidad y construye el socialismo, sino que esas amenazas esconden un objetivo mucho mayor: el gigante chino, de 1350 millones de habitantes y un poder económico y militar nada desdeñable.
Corea es, como en 1905 y en 1950, la base de la penetración imperialista en Asia y la lucha por la paz en Corea asegura la paz en Asia.
Demonizar a Corea del Norte y hacerlo pasar por un régimen tiránico y del que se puede esperar cualquier cosa, sirve también para mantener a Japón bajo la bota yanki. Varios analistas han relacionado la actual crisis del hundimiento del Cheonan con la dimisión del primer ministro japonés, que había prometido expulsar a los nortamericanos de la base de Okinawa, la mayor de la zona.
Sin embargo, tenemos que ver que la posibilidad de una guerra no es una quimera. Entre las dos Coreas, suman 2 millones de soldados, a los que hay que añadir los contigentes que Japón y Estados Unidos sumarían a una eventual agresión.
Todos los años se hacen un mínimo de dos ejercicios militares conjuntos (con participación norteamericana) en los que se despliegan decenas de miles de soldados, así como aviones de guerra, barcos de superficie y submarinos.
Boltxe ‑Se suele criticar desde sectores, incluso de izquierdas, el uso por parte de Corea Socialista del arma nuclear, ¿Qué nos dirias al respecto?
El conflicto nuclear en Corea no es unilateral: Corea no ha decidido dotarse del arma nuclear en una situación idílica de paz y armonía internacional, sino en medio de una agresión constante.
Precisamente, en los ejercicios anuales que hacen Estados Unidos y Corea del Sur, se ha ensayado el bombardeo nuclear de Corea del Norte. Estados Unidos convirtió en los años 60 a Corea del Sur en uno de los territorios con más cabezas nucleares del mundo.
Recientemente, hemos conocido por los papeles desclasificados del gobierno norteamericano, que en los años 60, Nixon quiso bombardear Corea del Norte con armas nucleares, en represalia por la captura de un barco espía yanki que se había infiltrado en aguas territoriales norcoreanas.
La amenaza de guerra nuclear en la Península Coreana no aparece en 2003 con el desarrollo de armas nucleares por parte de Corea del Norte, sino en los años 60 con las armas nucleares de Estados Unidos dentro de Corea del Sur. El desarrollo de este tipo de armamento a partir de 2003 por parte de Corea Socialista sólo equilibra en cierta manera la correlación de fuerzas y sirve como elemento disuasivo. Paradójicamente, el siglo XX ha demostrado que las armas nucleares aseguran la paz, a través del terrorífico principio de la Destrucción Mutua Asegurada (MAD).
He escuchado en boca de muchos norcoreanos frases contra las armas nucleares. En general, en Corea del Norte la opinión popular es contraria a ese tipo de armas, pero favorable a su desarrollo en las actuales circunstancias. Personalmente, soy de la misma opinión.
A los sectores más “puristas” dentro de la izquierda, les diría que este tipo de asuntos hay que tratarlos de una forma dialéctica. No podemos trasladar un esquema válido para nuestra situación a cualquier otra realidad.
Las armas nucleares no son aceptables para el Ejército Español y la OTAN y debemos oponernos a ellas, ya que son fuerzas imperialistas y las utilizan contra los pueblos. En el caso de Corea, sí son aceptables, pues contribuyen a la paz y están en manos de un pueblo para disuadir a sus enemigos imperialistas.
Es el mismo caso que la energía nuclear. No es lo mismo la energía nuclear en España que en Corea, debido a la existencia de un bloqueo en Corea y la falta de fuentes energéticas, situación que no se da en España.
Este análisis dialéctico es válido para cualquier realidad. Voy a poner un ejemplo más claro para nuestros debates en el Estado Español, aunque con ello me desvíe un poco: es el caso del nacionalismo: ¿o es lo mismo la lucha nacionalista de la nación opresora que la lucha nacional del pueblo oprimido? Una postura anti-dialéctica y que traslade mecánicamente un esquema de un sitio a otro, diría que todas las luchas nacionales son iguales y nos “ilustrarían” desde el purismo con la abolición de las naciones como única vía internacionalista.
Creo que esa contradicción entre posiciones dialécticas y posiciones metafísicas (puristas) es igual de dañina en el caso nacional que en el caso de la energía nuclear.
Boltxe ‑Las formas de vida en Corea chocan a menudo con nuestras mentes occientales y quizas a veces parece un escesivo culto a la personalidad de los dirigentes…¿Cómo nos trasladarias esa forma de relacionarse entre el pueblo y los dirigentes del pais y del partido?
Personalmente, creo que es un error hablar tanto de líderes deidificados. ¿Somos marxistas o hegelianos? ¿Miramos el proyecto político o miramos a la persona? A mí lo que realmente me importa de un líder político es que proyecto encabeza y no cómo sea él personalmente.
¿Preferimos a líderes a los que no se rinde culto, solo por el hecho de que no se les rinda culto? Bueno, pues tenemos un amplio espectro entre el que escoger: Gorbachov, el «camarada» Jiang Zemin y otros, aunque yo me identifico mas con Lenin, Fidel o Kim Il Sung, por mucho que sus pueblos los hayan admirado. De igual forma, hay líderes que por mucha admiración que recibieran, no tuvieron una línea política correcta. A lo que voy es que hay que mirar qué política impulsa un líder y no el lado folklórico del asunto. Si enfocamos este asunto desde las claves que lo manipula el imperialismo, tenemos el debate perdido de antemano.
Hay que entender toda una serie de claves politicas sobre la historia coreana para conocer la importancia que tiene el lider dentro de su revolucion.
Entre ellas destacaria:
– La Revolucion no se dio a traves de una direccion colectiva plasmada en un partido, ya que el PCC se extinguio en 1925 debido a la represion y a la lucha fraccional. Fue la guerrilla y su dirigente quienes fueron la cabeza visible del proceso.
– La idolatria hacia un lider mistico es tipico de las sociedades campesinas, asiaticas y tambien de las confucianas. En el caso coreano, coinciden estas tres circunstancias.
– En Corea, toda la oposicion renuncio, desaparecio o derivo en posiciones pactistas con el imperialismo japones. La guerrilla se convirtio en un referente aglutinante de todos los sectores combativos y supo gestionar la creacion de una esperanza mitica en la victoria. En este contexto, un lider joven y con carisma como Kim Il Sung se convirtio en una figura mitica de la resistencia.
– Esto se ha extendido mas alla, ya que ese mismo lider guio la revolucion coreana ante la guerra de Corea, la construccion del socialismo y la contrarrevolucion en el campo socialista.
Si esto es el origen de la importancia del lider dentro de la revolucion coreana, mas adelante tenemos que encontrar dos factores politicos.
a) Por un lado, en 1956 Kim Il Sung se pone a la cabeza del proyecto Chollima, visitando la Siderúrgica de Kangson. Allí se reune con los obreros y explica la situación política y económica del país. La consigna es cambiar todo lo que debiese ser cambiado, crear nuevas normas, participar, innovar, sentirse dueños del destino de la fábrica y del país.
A esta visita, siguieron otras muchas a los centros productivos más importantes del país. Estas visitas se convertirían en una constante del tipo de liderazgo norcoreano a todos los niveles y siguen practicándose hoy (por ejemplo, Kim Jong Il hizo mas de 200 visitas a importantes centros del país durante el año pasado).
Este tipo de visitas crea una nueva cultura de liderazgo. El movimiento Chollima tenía como bases las iniciativas y esfuerzos de la base. Esto chocó con la manera de dirigir y organizar la Economía que existía en Corea hasta el momento.
En 1960, Kim Il Sung decidió visitar por sí mismo una cooperativa, para vivir y trabajar con los cooperativistas y poder detectar los fallos de funcionamiento. Kim Il Sung permaneció 15 días en Chongsan-ri, supervisando el trabajo de dirección y corrigiendo algunos métodos incorrectos, para agilizar e incrementar la comunicación entre diferentes áreas de trabajo. Durante 1960, Kim Il Sung visitaría 39 veces Chongsanri, para comprobar cómo se aplicaban los cambios y para traer nuevas iniciativas.
Toda la metodología elaborada durante sus visitas pasó a denominarse el método y espíritu de Chongsan-ri y se sistematizó, creando un nuevo esquema de trabajo agrícola en el país.
No creo que sea necesario explicar toda la metodología en lo concreto, pero si quedarse con la idea de la cercania entre lideres y pueblo a la hora de desarrollar cualquier iniciativa politica. De hecho, la propia metodologia chongsan-ri exige que toda persona en puesto de responsabilidad lleven a cabo visitas y bajen a los propios centros productivos a trabajar y dirigir desde alli.
b) Ademas, en pleno periodo del “deshielo”y el ataque al culto a la personalidad en tiempos de Stalin, Corea ve que tras las criticas al culto a la personalidad en general (como aspecto formal) en realidad se estan modificando aspectos de fondo. Se esta atacando la misma idea de un centro de la revolucion, atacando el valor no solo de un lider, sino de los mismos partidos como vanguardia del proceso de cosntruccion del socialismo.
De hecho, es a partir de entonces cuando comienza toda una descentralizacion economica que hace a las empresas socialistas autonomas y convirte la planificacion en un aspecto tecnico (no un elemento de poder politico de la clase obrera) que dirige empresas aisladas y autonomas, tendentes al capitalismo. Falta un centro organizador, idea que se ha atacado.
Es tambien el momento de la coexistencia pacifica, en la misma tendencia de “deshielo”, elemento dificilmente digerible para un pais que hasta hacia solo tres años habia sufrido los bombardeos mas intensivos de la historia.
Todo esto hacen que en Corea vean la idea del liderazgo y del centro de la revolucion, como un elemento politico de lucha contra el revisionismo.
Boltxe – Falsymedia, a veces trata de vendernos una Corea semejante a un enorme campo de concentracion, pero tu que has estado alli, ¿Cómo es el dia a dia en Corea del Norte?
Pues realmente, esa imagen “carcelaria” y de “cuartel” del socialismo coreano es la que interesa a la burguesía. Debemos tener clara una cuestión: podemos refutar la versión de la burguesía, pero mientras sigamos usando sus temas y su lenguaje, tenemos la batalla perdida.
No debemos tratar los temas que nos impone la burguesía. Podemos refutarlos y dar la imagen real de lo que ocurre en Corea, pero una posición internacionalista y solidaria es la que reconstruye en su discurso la realidad socialista de Corea. Para ello, debemos tratar los temas que caracterizan al socialismo coreano, que no son los temas que trata la burguesía.
La burguesía habla de campos de concentración, derechos humanos, el líder norcoreano, militarismo, represión y hambrunas. ¡No perdamos demasiado tiempo hablando de eso, ni siquiera para refutarlo!
Hablemos de la Educación en Corea, de la sanidad, del ecologismo, del trato a los niños, del pleno empleo, de la participación social, de las labores solidarias, del trabajo voluntario, del entusiasmo de la población en la construcción del socialismo,… de mil y un realidades que constituyen el auténtico día a día de los norcoreanos y jamás llegan a los oídos del gran público: ni cuando la burguesía acusa, ni cuando nosotros respondemos.
¿Cómo es el día a día de un norcoreano? Pues un norcoreano vive en viviendas gratuitas y espaciosas (no existen los problemas de espacio de su vecino chino), tiene parte de su comida asegurada por el sistema público de abastecimiento y tiene asegurado el empleo.
El transporte es público, colectivo y eléctrico, con una extensa red de metro, trolleybus, tranvía y autobús. Esto se complementa con un medio de transporte individual: la bicicleta.
Las ciudades son muy verdes, no tienen problemas de tráfico, cuentan con avenidas espaciosas y muchos parques. Pyongyang es la capital del mundo con más zonas verdes por habitantes.
Los norcoreanos tienen una vida artística y deportiva muy activa y la conciencia política y el compromiso es bastante elevado.
En general, existe un consenso muy elevado en torno a las cuestiones básicas que caracterizan al socialismo coreano, aún con diferencias que incluso se expresan en la existencia de varios partidos políticos con representación parlamentaria. Virtualmente, no existe oposición anticomunista organizada. Esto no debe confundirse con una aprobación unánime de todo cuanto se dice y se hace en el país: existen numerosos espacios para el debate y la participación dentro del socialismo, reconocidos constitucionalmente.
La población carcelaria es muy baja y las penas son cortas. La pena de muerte es excepcional y apenas se aplica, circunscribiéndose a asuntos relacionados con la traición y la seguridad del Estado.
Además, Corea es actualmente el único país donde no existen impuestos.
Boltxe – ¿Definirias como socialista el Estado Coreano..lo digo porque sectores de la izquierda revolucionaria niegan ese cariz socialista a la RDP de Corea?
Creo que estos debates son un tanto estériles, sobre todo porque para analizar la realidad de un país se debe hacer de forma dialéctica. No podemos coger una fotografía estática de Corea y ver si encaja en el molde de país socialista o no, sino analizar las realidades cambiantes en Corea y ver si lo que se construye allí es el socialismo o no, dentro de las muchas contradicciones que existen en toda sociedad.
En este sentido, creo que es innegable que en Corea sí se construye el socialismo y el Estado, entendido como institución clasista y de naturaleza represiva, es utilizado por la clase obrera para mantener y hacer avanzar una orientación socialista y para protegerse de la intervención imperialista norteamericana.
La tierra es de propiedad cooperativa o pública y se explota en forma de granjas colectivas. A excepción de la zona de explotación conjunta de Kaesong y alguna otra experiencia concreta de cooperación con el extranjero para introducir tecnología punta, toda la industria es de propiedad pública.
La orientación de toda la política es hacia el colectivismo y hacia la construcción social.
Desde finales de los años 50, se ha trabajado por desburocratizar la estructura de gestión y dirección y optar por un modelo de participación. Esto se entiende mejor estudiando el movimiento Chollima y el sistema de gestión Chongsan-ri y Daean. En Corea las decisiones no se toman arriba y se aplican por decreto y bajo forma de ordeno y mando, sino a través de campañas de movilización política, donde el partido propone y la gente responde, debate y participa voluntariamente.
La medicina, la Educación y la vivienda son gratuitos, así como otras prestaciones del Estado. Además, la tendencia es a fortalecer el carácter colectivo de la economía, la cultura y la política, por lo que en mi opinión, no puede negarse la realidad socialista de Corea.
Boltxe ‑El modelo socialista coreano, ¿lo consideras posible fuera de Corea?
Creo que existe un error en la formulacion, ya que, en mi opinion, no existe un esquema «general» de Revolución. O al menos, podremos admitir que toda Revolucion es concreta y aporta tanto elementos propios y unicos para su proceso, como elementos universales y que enriquecen la teoria del socialismo cientifico.
¿Existe una forma «en general» o «universal» de hacer la Revolución? Obviamente, existen elementos objetivos y comunes, pero la revolución sólo es posible en un territorio si da respuestas a los problemas reales de ese territorio. En Corea, se consiguió hacer una revolución porque se concienció y se lanzó a la lucha a muchísima gente que veía toda una serie de problemas en su sociedad. La Revolución no puede triunfar como una serie de recetas generales.
¿Cuál era uno de los mayores problemas de Corea? La subyugación nacional, cultural y lingüística hacia Japón. Corea vivió durante 40 años bajo un régimen colonial que le se propuso borrar el carácter nacional de Corea.
Se destruyeron templos y tumbas de los reyes fundadores de Corea, se «descubrieron» reliquias japonesas en Corea, se obligó a todos los ciudadanos a niponizar su apellido (o cambiarlo a uno japonés, si era imposible hacerlo), se cambió el nombre a todas las ciudades, se desterró el coreano de la vida pública,…
La Revolución en Corea encontro en el socialismo un contenido sobre el que basar su lucha nacional, la Revolución allá da respuestas en ambos sentidos. Es socialista, porque es el futuro de la humanidad y el mejor y más humano de los sistemas. Es nacional, porque la liberación nacional era una tarea pendiente en 1945 y sigue siéndolo en 2010. Por lo tanto, Corea tiene ciertos elementos utiles como modelo de revoluciones socialistas en paises sometidos a regimen colonial y que quieran lograr la independencia politica total ‑de ahi, la importancia que otorga el socialismo coreano a la autosuficiencia economica.
Creo que, en cualquier caso, no tenemos que ver en Corea el modelo para hacer nuestra Revolución, ni en el Estado Español ni en ninguna de las naciones oprimidas por el. ¿Por qué? Porque ellos no están tratando de proyectarse como modelo revolucionario, sino que están construyendo su revolución, que ya es mucho más de lo que la mayoría de pueblos hacemos.
Corea puede ser modelo de revolución para países con una situación de dependencia colonial o para países subdesarrollados que necesitan autosuficiencia económica para huir de la subyugación política al imperialismo.
Pero Corea no puede ser el modelo de revolución para los países avanzados del capitalismo central, porque los problemas que aquí existen, no tienen nada que ver con los que existen allí, ni son las mismas clases las que encabezan la lucha ni las condiciones de lucha se parecen.
Corea, obviamente, en la construcción del socialismo ha desarrollado un modelo propio del que quizás se puedan aprovechar elementos. Pero nuestro modelo de Revolución tiene más que ver con un modelo europeo, en un país imperialista, donde lo que se busca no es ‑como en Corea- recuperar la patria, sino superarla y desterrar buena parte de la cultura y sociedad del momento para construir algo distinto. En este sentido, nuestro modelo de revolucion probablemente tiene mas que ver con el modelo ruso que con el coreano, aunque las circunstancias son muy distintas.
En el caso del independentismo vasco, tampoco creo que la situacion sea similar a la coreana, ya que el problema nacional en la Europa del siglo XXI no tiene muchas realidades comunes con el problema colonial en Asia a principios del siglo XX.
Eso se parece más a lo que necesitamos aquí. En Corea, la situación pre-revolucionaria, en cuanto a estructura de clases, dominación política y agentes del cambio, necesitaba recetas distintas. Y, por cierto, durante 65 años han demostrado que han sabido interpretarlas correctamente.
Hay elementos universales de su Revolucion que creo que pueden ser utiles: Corea aporta bastante al debate sobre la relación entre la conciencia del individuo, las fuerzas productivas y la construcción del socialismo. El Juche señala a la persona como el centro de la construcción del socialismo, haciendo que lo prioritario sea la formación de una conciencia de hombre y mujer nueva como elemento político prioritario. Sobre esto, hay bastante escrito y no creo que pueda cerrar ese debate ahora.
Boltxe ‑Ya para terminar Juan, agradecerte tus respuestas a Boltxe, nosotros jamás nos atreveremos a juzgar ninguna experiencia socialista y menos en base de datos que facilitan los medios de comunicación burgueses y capitalistas, creemos en la autodeterminacion y por supuesto tambien en la del pueblo de Corea que es él y solo él, quien debe decidir su forma de vivir. Hacemos votos porque se haga realidad la unificacion del pais, en coordenadas socialistas y solo que nos digas algo que consideres de interes a nuestr@s lector@s
Gracias a vosotros por ofrecer a la solidaridad con Corea un espacio y por el interés por difundir esta información. Creo que el internacionalismo es un principio, lo cual quiere decir que, para los revolucionarios, es un compromiso abstracto con la construcción del socialismo en Corea y no se basa en coyunturas ni en intereses.
Debemos defender a Corea como principio general, independientemente de que en una ocasión concreta podamos estar en desacuerdo con una medida o política impulsada por su gobierno o aunque no compartamos el 100% de su proceso revolucionario. Tras más de 62 años de construcción socialista, Corea ha dado numerosos ejemplos de su validez como modelo revolucionario.
Boltxe – eskerrik asko, pues, Juan y suerte a ti y al pueblo de Corea.