Estado español. Carlos Gómez Gil: “Dinero de la cooperación española se ha destinado a fondos privados con sede en paraísos fiscales”

Esta­do espa­ñol. Car­los Gómez Gil: “Dine­ro de la coope­ra­ción espa­ño­la se ha des­ti­na­do a fon­dos pri­va­dos con sede en paraí­sos fiscales”

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Enric Llopis/​10 diciem­bre 2020.- 

Entre­vis­ta a Car­los Gómez Gil, autor de Deba­tes y con­tro­ver­sias en la coope­ra­ción al desa­rro­llo. Fon­dos pri­va­dos de ayu­da, acuer­dos neo­co­lo­nia­les y ayu­da a refu­gia­dos (Uni­ver­si­dad de Ali­can­te).

El deno­mi­na­do Fon­do Afri­cano para la Agri­cul­tu­ra (AAF), radi­ca­do en el paraí­so fis­cal de las Islas Mau­ri­cio, reci­bió 40 millo­nes de dóla­res en 2010 de la Agen­cia Espa­ño­la de Coope­ra­ción Inter­na­cio­nal para el Desa­rro­llo (AECID), depen­dien­te del Minis­te­rio de Asun­tos Exte­rio­res. Se tra­ta­ba, en teo­ría, de “fomen­tar los sis­te­mas de pro­duc­ción sos­te­ni­bles y el apo­yo a peque­ños pro­duc­to­res des­de un enfo­que terri­to­rial (…) en las zonas rura­les afri­ca­nas”. En la prác­ti­ca el pro­yec­to se cen­tró en la pro­duc­ción de acei­te de pal­ma para la expor­ta­ción, afir­ma el soció­lo­go Car­los Gómez Gil en el libro Deba­tes y con­tro­ver­sias en la coope­ra­ción al desa­rro­llo. Fon­dos pri­va­dos de ayu­da, acuer­dos neo­co­lo­nia­les y ayu­da a refu­gia­dos (Uni­ver­si­tat d’Alacant, 2020).

Dife­ren­tes estu­dios y ONG han denun­cia­do que –con la ayu­da ofi­cial espa­ño­la inver­ti­da en el pro­yec­to de AAF- se pro­du­je­ron abu­sos con­tra las comu­ni­da­des y situa­cio­nes de explo­ta­ción labo­ral (sala­rios de un dólar dia­rio) en la Repú­bli­ca Demo­crá­ti­ca del Con­go. Otro caso men­cio­na­do por Gómez Gil son los 12,5 millo­nes de dóla­res de la coope­ra­ción espa­ño­la apor­ta­dos en 2012 a Latin Rene­wa­bles Infra­es­truc­tu­re Fund, ubi­ca­do en el paraí­so fis­cal de Dela­wa­re (Esta­dos Uni­dos). Este fon­do de inver­sión es uno de los finan­cia­do­res de la repre­sa hidro­eléc­tri­ca San­ta Rita, en el nor­te de Gua­te­ma­la, recha­za­do por comu­ni­da­des indí­ge­nas y defen­so­res ambien­ta­les. Car­los Gómez Gil impar­te docen­cia sobre coope­ra­ción al desa­rro­llo en la Uni­ver­si­dad de Ali­can­te y es autor de El colap­so de los micro­cré­di­tos en la coope­ra­ción al desa­rro­llo (Cata­ra­ta, 2016). La entre­vis­ta se reali­zó por correo electrónico. 

-En la déca­da de los 90 del siglo XX comen­zó a expan­dir­se el mode­lo de empre­sas pri­va­das que inver­tían en paí­ses del Sur con recur­sos de la Ayu­da Ofi­cial al Desa­rro­llo (AOD), pro­ce­den­tes de los paí­ses donan­tes u orga­nis­mos como el FMI o el Ban­co Mun­dial. En el caso de la coope­ra­ción espa­ño­la, apun­tas el caso del Fon­do para la Pro­mo­ción del Desa­rro­llo (FONPRODE) –ads­cri­to al Minis­te­rio de Asun­tos Exte­rio­res- y sus apor­ta­cio­nes a fon­dos de inver­sión pri­va­dos radi­ca­dos en paraí­sos fis­ca­les. ¿Qué ejem­plos destacarías?

Una vez más, los recur­sos públi­cos des­ti­na­dos a la ayu­da al desa­rro­llo se ponen al ser­vi­cio de los intere­ses pri­va­dos y de sus inver­so­res a tra­vés de estas empre­sas, crea­das con fre­cuen­cia al ampa­ro de paraí­sos fis­ca­les como socie­da­des offsho­re. Has­ta tal pun­to que a estas com­pa­ñías que reco­lec­tan recur­sos públi­cos de la ayu­da al desa­rro­llo para sus nego­cios pri­va­dos se las deno­mi­na con el elo­cuen­te nom­bre de “inter­me­dia­rios finan­cie­ros”, reci­bien­do cada vez más recur­sos de ins­ti­tu­cio­nes bila­te­ra­les como mul­ti­la­te­ra­les así como de agen­cias de desarrollo.

En el caso de Espa­ña, el suce­sor de los polé­mi­cos cré­di­tos FAD, el Fon­pro­de (Fon­do de Pro­mo­ción para el Desa­rro­llo), crea­do en el año 2010, que se pre­sen­ta­ban reple­tos de bon­da­des, han abier­to la puer­ta a un mag­ma de acti­vi­da­des pri­va­das muy dañi­nas y sin prác­ti­ca­men­te con­trol, como hemos vis­to en estos años. No son solo mis artícu­los y estu­dios los que están dejan­do tes­ti­mo­nio de ello, sino la pro­pia audi­to­ría del Tri­bu­nal de Cuen­tas del año 2016 la que ha cons­ta­ta­do estos hechos.

Entre los casos más lla­ma­ti­vos y dañi­nos que se han finan­cia­do con recur­sos de la Ayu­da Ofi­cial al Desa­rro­llo de Espa­ña pode­mos men­cio­nar el Fon­do REGMIFA radi­ca­do en Luxem­bur­go y cons­ti­tui­do como SICAV (Socie­dad de Inver­sión de Capi­tal Varia­ble) para elu­dir el pago de impues­tos, que ha reci­bi­do 55 millo­nes de dóla­res; al igual que el Fon­do Pri­va­do de Capi­tal en Ango­la, tam­bién radi­ca­do en Luxem­bur­go como SICAV, que ha reci­bi­do 6 millo­nes de dóla­res; el Fon­do de Capi­tal Pri­va­do Pro­gre­sa, cons­ti­tui­do como una Limi­ted Part­neship, con sede en Alber­ta (Cana­dá) que ha reci­bi­do tam­bién 20 millo­nes de dóla­res; el Fon­do Afri­cano para la Agri­cul­tu­ra, con sede en el paraí­so fis­cal de las Islas Mau­ri­cio y que ope­ra tam­bién des­de las Islas Cai­mán, que ha reci­bi­do 40 millo­nes de dóla­res; el Fon­do Afri­cano de Garan­tías, cons­ti­tui­do como una Socie­dad de Res­pon­sa­bi­li­dad Limi­ta­da que ha reci­bi­do otros 20 millo­nes de dólares.

O el Fon­do Morin­ga, con la for­ma de Socie­dad Coman­di­ta­ria de Accio­nes, con sede en Luxem­bur­go como SICAV, que reci­bió 15 millo­nes de euros; el Fon­do de Infra­es­truc­tu­ra de Ener­gía Reno­va­ble para Amé­ri­ca Lati­na, una Socie­dad Limi­ta­da con sede en el paraí­so fis­cal de Dela­wa­re, en los Esta­dos Uni­dos, que reci­bió de la coope­ra­ción espa­ño­la 12,5 millo­nes de dóla­res; y el Fon­do de Inclu­sión Finan­cie­ra Glo­bal, cons­ti­tui­do en Luxem­bur­go como Socie­dad Coman­di­ta­ria por Accio­nes, recep­tor de 12,5 millo­nes de euros.

-¿Cuál es la conclusión?

Cuan­do tene­mos una coope­ra­ción espa­ño­la que lle­va años ale­ja­da de la lucha con­tra la pobre­za y de apo­yar el acce­so a bie­nes esen­cia­les en las pobla­cio­nes más des­fa­vo­re­ci­das, resul­ta que se dedi­ca a regar de dine­ro a estas oscu­ras socie­da­des de inver­sión pri­va­das que pro­ta­go­ni­zan la elu­sión fis­cal a tra­vés de paraí­sos fis­ca­les opa­cos uti­li­zan­do una sofis­ti­ca­da inge­nie­ría finan­cie­ra. No habla­mos úni­ca­men­te de la recha­za­ble finan­cia­ción a estas empre­sas opa­cas, sino que, con el Códi­go de Finan­cia­ción Res­pon­sa­ble de la Coope­ra­ción Espa­ño­la, estas ope­ra­cio­nes nun­ca debe­rían de haber reci­bi­do finan­cia­ción, sien­do una irre­gu­la­ri­dad muy importante.

-¿Dine­ro de la AOD espa­ño­la para estos fon­dos se ha con­cre­ta­do en pro­yec­tos con impac­to muy nega­ti­vo, a los que se haya denun­cia­do por vio­la­cio­nes de los dere­chos huma­nos o agre­sio­nes ambientales?

Así es, resul­ta toda­vía más impac­tan­te el hecho de que algu­nas de estas empre­sas han pro­mo­vi­do, finan­cia­do o inver­ti­do en pro­yec­tos extrac­ti­vis­tas en paí­ses empo­bre­ci­dos en con­tra de las pobla­cio­nes loca­les, apro­pián­do­se de sus tie­rras, dañan­do de mane­ra irre­ver­si­ble sus valio­sos eco­sis­te­mas, impi­dién­do­les acce­der con su gana­do a las zonas de pas­to­reo ances­tra­les; y lle­gan­do inclu­so a uti­li­zar a la poli­cía y a las fuer­zas mili­ta­res para repri­mir con dure­za algu­nas de las pro­tes­tas con­tra algu­nos de estos pro­yec­tos, que lle­va­ban el apo­yo de la coope­ra­ción espa­ño­la, inclu­so con indí­ge­nas dete­ni­dos, muer­tos, heri­dos y perseguidos.

-En el libro men­cio­nas tres de los casos más “escan­da­lo­sos”…

La actua­ción del Fon­do GEF Áfri­ca sus­ta­nai­ble Forestry Part­ners, en Ugan­da, que según el infor­me anual del Movi­mien­to Mun­dial sobre Bos­ques Tro­pi­ca­les, es uno de los más con­flic­ti­vos del mun­do debi­do a las mul­tas, deten­cio­nes arbi­tra­rias, con­fis­ca­ción de gana­do a la pobla­ción local y la prohi­bi­ción de abas­te­cer­se de las fuen­tes de agua que han uti­li­za­do toda la vida, agra­va­do por la actua­ción vio­len­ta de los agen­tes de segu­ri­dad de la plan­ta­ción que impo­nen san­cio­nes arbi­tra­rias muy ele­va­das a los cam­pe­si­nos de la región; han lle­ga­do a denun­ciar­se, inclu­so, vio­la­cio­nes de mujeres.

Tam­bién des­ta­ca­ría el pro­yec­to pro­mo­vi­do en la Repú­bli­ca Demo­crá­ti­ca del Con­go por el Fon­do Afri­cano para la Agri­cul­tu­ra (AAF) a tra­vés de la empre­sa Fero­nia Inc., median­te un hol­ding radi­ca­do en las Islas Cai­mán, que ha sido muy bien estu­dia­do por dife­ren­tes ONG de Espa­ña y de otros paí­ses; sobre el terreno y con eva­lua­cio­nes ejem­pla­res. En ellas, se reco­gen minu­cio­sa­men­te los abu­sos come­ti­dos por esta empre­sa en las plan­ta­cio­nes que posee, como la denun­cia de 61 per­so­nas a las que se ha des­po­ja­do de 14.000 hec­tá­reas de tie­rra median­te enga­ños, a cam­bio de sacos de sal, man­tas y taba­co, con situa­cio­nes de explo­ta­ción labo­ral extre­mas e inclu­so el des­vío de fon­dos a diri­gen­tes del gobierno con­go­le­ño median­te un com­ple­jo entra­ma­do socie­ta­rio que ha sido denun­cia­do por Wikileaks.

Aun­que qui­zás, el caso más gra­ve haya sido el pro­ta­go­ni­za­do por el Fon­do de Infra­es­truc­tu­ra de Ener­gía Reno­va­ble en Amé­ri­ca Lati­na (LRIF) en Gua­te­ma­la; es el pro­yec­to hidro­eléc­tri­co San­ta Rita, situa­do en el depar­ta­men­to de Alta Vera­paz, que des­de sus ini­cios con­tó con una impor­tan­te opo­si­ción de la pobla­ción indí­ge­na local y defen­so­res del terri­to­rio. Des­de que comen­za­ron las movi­li­za­cio­nes con­tra el pro­yec­to, que vio­la­ba los acuer­dos de paz en mate­ria de iden­ti­dad y dere­chos de los pue­blos indí­ge­nas, las fuer­zas poli­cia­les actua­ron dura­men­te, con deten­cio­nes, ase­si­na­tos, heri­dos y órde­nes de cap­tu­ra con­tra nume­ro­sas personas.

-¿Hubo reac­cio­nes con­tra la cons­truc­ción de esta repre­sa hidroeléctrica?

Me pare­ce des­ta­ca­ble el hecho de que en su día, dife­ren­tes colec­ti­vos del país remi­tie­ron una car­ta a la Agen­cia Espa­ño­la de Coope­ra­ción Inter­na­cio­nal (AECID) en la que infor­ma­ban de estos hechos y pedían la reti­ra­da de los fon­dos de la coope­ra­ción espa­ño­la para no par­ti­ci­par en una dura repre­sión que has­ta el momen­to se había cobra­do la vida de sie­te per­so­nas, seten­ta civi­les heri­dos, trein­ta deten­cio­nes arbi­tra­rias y otras tan­tas casas incen­dia­das, jun­to a la per­se­cu­ción de líde­res comu­ni­ta­rios, inva­sión de tie­rras y orde­nes de cap­tu­ra con­tra más de cua­ren­ta per­so­nas. Esta car­ta nun­ca fue con­tes­ta­da por la coope­ra­ción española.

Creo que son ejem­plos más que con­tun­den­tes de inter­ven­cio­nes que nun­ca debían de haber reci­bi­do finan­cia­ción de la coope­ra­ción espa­ño­la, aun­que lo peor es que, al tener cono­ci­mien­to de estas gra­ves actua­cio­nes, la AECID man­tu­vo el apo­yo a las mis­mas a pesar del sufri­mien­to gene­ra­do a las pobla­cio­nes loca­les, lo que hace toda­vía más recha­za­ble la actua­ción de la coope­ra­ción espa­ño­la en todos ellos.

-El pasa­do 12 de noviem­bre el Par­la­men­to Euro­peo dio el vis­to bueno al acuer­do pes­que­ro entre la UE y la Repú­bli­ca de Sene­gal, cen­tra­do en las cap­tu­ras de atún y mer­lu­za negra por bar­cos espa­ño­les, por­tu­gue­ses y fran­ce­ses. ¿Se tra­ta de acuer­dos –el pri­me­ro se fir­mó en 1979- de carác­ter neo­co­lo­nial y que han ter­mi­na­do por arra­sar las eco­no­mías locales?

Des­gra­cia­da­men­te, el balan­ce sobre estos acuer­dos de pes­ca de la UE con Sene­gal des­de que se pusie­ron en mar­cha es muy nega­ti­vo para la pobla­ción sene­ga­le­sa, con impac­tos des­truc­ti­vos múl­ti­ples, a cam­bio de la depre­da­ción sal­va­je de sus ricos ban­cos de pes­ca y la gene­ra­ción de efec­tos muy nega­ti­vos de carác­ter trans­ver­sal en la socie­dad y en su eco­no­mía que per­du­ra­rán duran­te déca­das. Son acuer­dos basa­dos en el extrac­ti­vis­mo sal­va­je, con carac­te­rís­ti­cas que, en efec­to, podría­mos deno­mi­nar de neo­co­lo­nia­les, que en nin­gún momen­to han hecho un diag­nós­ti­co pre­vio de sus posi­bles impac­tos sobre el país ni sobre sus habitantes.

Así lo demues­tro en el estu­dio que he lle­va­do a cabo, con una revi­sión exhaus­ti­va de infor­mes, artícu­los cien­tí­fi­cos y estu­dios publi­ca­dos en los últi­mos años. De tal for­ma que, fren­te a la pro­pa­gan­da hue­ca y enga­ño­sa de la UE que ha pasa­do a deno­mi­nar a estos acuer­dos como Acuer­dos de Aso­cia­ción de Pes­ca Sos­te­ni­ble (AAPS), afir­man­do que cum­plen los Obje­ti­vos de Desa­rro­llo Sos­te­ni­bles (ODS) de las Nacio­nes Uni­das y en con­so­nan­cia con las prio­ri­da­des de la FAO, las mis­mas Nacio­nes Uni­das, en sus infor­mes, han des­ta­ca­do cómo su eva­lua­ción es cla­ra­men­te nega­ti­va, tan­to des­de el pun­to de vis­ta ambien­tal como social, afir­man­do que los ban­cos de pes­ca se han ago­ta­do, dañan­do a la pes­ca arte­sa­nal y al con­jun­to de la pobla­ción senegalesa.

-¿Obser­vas una rela­ción entre los con­ve­nios en mate­ria de pes­ca con la UE, los ajus­tes pro­mo­vi­dos por el FMI y el Ban­co Mun­dial ‑déca­da de los 80 y 90 del siglo XX- y las migra­cio­nes de la pobla­ción sene­ga­le­sa a Euro­pa, inclui­da la deno­mi­na­da cri­sis de los cayu­cos de 2006 en las Islas Canarias?

En paí­ses como Sene­gal se veri­fi­ca esta rela­ción tan per­ver­sa con extre­ma cla­ri­dad, y así lo he ana­li­za­do en mi libro. Años de crue­les polí­ti­cas de ajus­te del FMI y el BM apli­ca­das en Sene­gal que empo­bre­cie­ron a agri­cul­to­res y tra­ba­ja­do­res, cau­sa­ron el cie­rre de explo­ta­cio­nes agrí­co­las y gran­jas aví­co­las en todo el país, impul­san­do pro­ce­sos de libe­ra­li­za­ción comer­cial y finan­cie­ra asi­mé­tri­cos que exten­die­ron la des­re­gu­la­ción de los mer­ca­dos. Así, se abrió el camino para la impor­ta­ción masi­va des­de la UE de los mis­mos pro­duc­tos cuyas expor­ta­cio­nes hacia los mer­ca­dos euro­peos se cor­tó, a pre­cios mucho más bajos de los de pro­duc­ción en el país afri­cano. Al mis­mo tiem­po, el impac­to de déca­das de acuer­dos pes­que­ros con la UE y con otros paí­ses, que han sobre­ex­plo­ta­do sus cala­de­ros y daña­do sus eco­sis­te­mas mari­nos, crea­ron las con­di­cio­nes per­fec­tas para des­en­ca­de­nar una explo­sión migra­to­ria en el país, con unas con­se­cuen­cias iné­di­tas para España.

-¿Cómo resu­mi­rías las con­se­cuen­cias socio­eco­nó­mi­cas de estos ajus­tes y pactos?

Agri­cul­to­res y tra­ba­ja­do­res arro­ja­dos al paro por las polí­ti­cas eco­nó­mi­cas impul­sa­das por el FMI, jun­to a pes­ca­do­res obli­ga­dos a dejar de fae­nar ante la ausen­cia de cap­tu­ras en las cos­tas por el expo­lio al que se vie­nen some­tien­do los cala­de­ros des­de hace años por los acuer­dos de pes­ca sus­cri­tos con la UE, uni­do a los cons­truc­to­res y pro­pie­ta­rios de cayu­cos que tenían que dejar sus embar­ca­cio­nes vara­das y sin poder salir al mar ante la fal­ta de ocu­pa­ción, pro­por­cio­na­ron los ingre­dien­tes para que des­de Sene­gal se vivie­ra un pro­ce­so migra­to­rio sin­gu­lar, como res­pues­ta a todos estos des­ajus­tes socia­les y económicos.

Los cala­de­ros siguen esquil­ma­dos y toda la cade­na vin­cu­la­da a un sec­tor tan impor­tan­te como la pes­ca sigue pro­fun­da­men­te daña­da, al tiem­po que las eco­no­mías agra­rias han sido seria­men­te gol­pea­das, por lo que las migra­cio­nes se man­tie­nen como una vál­vu­la de esca­pe al males­tar social exis­ten­te. En mi opi­nión, una polí­ti­ca eco­nó­mi­ca y comer­cial más jus­ta hacia estos paí­ses afri­ca­nos sal­va­ría nume­ro­sas vidas y fre­na­rían unas pul­sio­nes migra­to­rias ali­men­ta­das por déca­das de polí­ti­cas de ajus­te tan fra­ca­sa­das como dañinas.

-El Minis­te­rio del Inte­rior espa­ñol infor­ma que, entre enero y media­dos de noviem­bre, la lle­ga­da de per­so­nas migran­tes a Cana­rias por mar ha aumen­ta­do un 1.019% res­pec­to al mis­mo perio­do de 2019. Mien­tras, la minis­tra de Asun­tos Exte­rio­res, Aran­cha Gon­zá­lez Laya via­jó el 22 de noviem­bre a Sene­gal para –según la nota de pren­sa ofi­cial- “refor­zar la coope­ra­ción” con este país. ¿En qué medi­da se tra­ta de una exter­na­li­za­ción poli­cial y mili­tar de las fronteras?

Hay un error impor­tan­te al creer que las migra­cio­nes se van a dete­ner apli­can­do solu­cio­nes poli­cia­les o mili­ta­res, sin com­pren­der los fac­to­res que las ori­gi­nan ni arti­cu­lar medi­das lega­les y segu­ras para faci­li­tar unas migra­cio­nes orde­na­das. Esto ya se hizo duran­te la cri­sis de los cayu­cos, en el año 2006, cuan­do se lle­gó a uti­li­zar dine­ro de los fon­dos reser­va­dos a tra­vés del Cen­tro Nacio­nal de Inte­li­gen­cia (CNI), inclu­so, para pagar a pro­pie­ta­rios de cayu­cos con el vano pro­pó­si­to de dete­ner a los inmi­gran­tes, o emplean­do dine­ro de la ayu­da al desa­rro­llo para fre­nar las migraciones.

Muchos nos pre­gun­ta­mos dón­de que­dan los tan cacarea­dos Obje­ti­vos de Desa­rro­llo Sos­te­ni­bles (ODS), que nues­tros diri­gen­tes polí­ti­cos afir­man cum­plir sin cono­cer su sig­ni­fi­ca­do, cuan­do, por ejem­plo, en su meta 10.7 se reco­ge faci­li­tar la migra­ción y la movi­li­dad orde­na­da, segu­ra, regu­lar y res­pon­sa­ble: ¿qué se está hacien­do para ello? En el mis­mo sen­ti­do, en el año 2018 Espa­ña sus­cri­bió el “Pac­to mun­dial para la migra­ción segu­ra, orde­na­da y regu­lar” de Marra­kech, que tam­bién se com­pro­me­te a lo mis­mo, y creo que debe­mos pre­gun­tar a nues­tros diri­gen­tes públi­cos qué están hacien­do para que Espa­ña y la UE avancen.

-¿Cuál es la ten­den­cia, duran­te los últi­mos años, de las par­ti­das pre­su­pues­ta­rias e inver­sio­nes en la coope­ra­ción espa­ño­la al desarrollo?

Tras atra­ve­sar la polí­ti­ca de coope­ra­ción espa­ño­la en la últi­ma déca­da el perío­do más oscu­ro de su his­to­ria, lo que la ha con­du­ci­do a un pro­ce­so de dete­rio­ro impa­ra­ble, aho­ra tie­ne que enfren­tar­se a la mayor cri­sis eco­nó­mi­ca, sani­ta­ria y social de los últi­mos tiem­pos. El esta­do tan pre­ca­rio en el que se encuen­tra, la irre­le­van­cia a la que ha sido con­du­ci­da, los pro­fun­dos recor­tes pre­su­pues­ta­rios, téc­ni­cos y huma­nos que ha teni­do que afron­tar, jun­to a la situa­ción de debi­li­dad cró­ni­ca que atra­vie­sa, la sitúan en muy malas con­di­cio­nes para afron­tar los gigan­tes­cos desa­fíos sis­té­mi­cos que tie­ne por delante.

El esta­do coma­to­so de la coope­ra­ción espa­ño­la, que ha veni­do sien­do sis­te­má­ti­ca­men­te nega­do e igno­ra­do por sus máxi­mos res­pon­sa­bles des­de hace años, es algo que ha sido reco­gi­do en dife­ren­tes estu­dios mun­dia­les por ins­ti­tu­cio­nes de dis­tin­ta natu­ra­le­za. El hecho de que, duran­te los gobier­nos del PP pre­si­di­dos por Mariano Rajoy, la coope­ra­ción espa­ño­la retro­ce­die­ra a nive­les de los años 80, sien­do redu­ci­da a su míni­ma expre­sión, no impi­dió que sus máxi­mos res­pon­sa­bles polí­ti­cos defen­die­ran públi­ca­men­te ante foros tan solem­nes como las Nacio­nes Uni­das que Espa­ña era un impor­tan­te donan­te mun­dial y que su polí­ti­ca de coope­ra­ción al desa­rro­llo era un impor­tan­te acti­vo. Tan­tas men­ti­ras se han veni­do des­ple­gan­do sobre la coope­ra­ción espa­ño­la que ha lle­ga­do a un pun­to cari­ca­tu­res­co de hacer­la irre­co­no­ci­ble, lo que ha ayu­da­do muy poco a su mejo­ra y reorientación.

-¿Hay, a tu jui­cio, tam­bién expe­rien­cias posi­ti­vas en la coope­ra­ción española?

Natu­ral­men­te que el sis­te­ma espa­ñol de coope­ra­ción y ayu­da al desa­rro­llo ha acu­mu­la­do expe­rien­cia y capa­ci­da­des, ali­men­tan­do bue­nas prác­ti­cas y expe­rien­cias exi­to­sas, cons­tru­yen­do estruc­tu­ras y dis­po­si­ti­vos impor­tan­tes, pero muchas de ellas no han sido reco­no­ci­das sufi­cien­te­men­te por nues­tros res­pon­sa­bles polí­ti­cos y en otros casos, a base de difun­dir dis­cur­sos gran­di­lo­cuen­tes y auto­elo­gio­sos, se ha aca­ba­do por hacer pura pro­pa­gan­da hueca.

-Dedi­cas un capí­tu­lo del libro a un aspec­to poco cono­ci­do: la uti­li­za­ción de la AOD para finan­ciar la aten­ción a las per­so­nas refu­gia­das y soli­ci­tan­tes de asi­lo en los paí­ses occi­den­ta­les. ¿Cómo ha evo­lu­cio­na­do este gas­to con car­go a las ayu­das y por qué te pare­ce criticable?

Des­de hace años, espe­cial­men­te a par­tir de la mal lla­ma­da “cri­sis de los refu­gia­dos” de 2015, me venía preo­cu­pan­do el empleo de impor­tan­tes par­ti­das de la Ayu­da Ofi­cial al Desa­rro­llo dedi­ca­das a la aten­ción a los refu­gia­dos por los pro­pios paí­ses occi­den­ta­les, en su mis­mo territorio.

Aho­ra bien, el avan­ce de estas par­ti­das de gas­tos para la aten­ción a refu­gia­dos en los pro­pios paí­ses donan­tes de aco­gi­da, espe­cial­men­te duran­te los años en los que Euro­pa ha vivi­do la mayor cri­sis de refu­gia­dos des­de la Segun­da Gue­rra Mun­dial, no se corres­pon­de con un avan­ce en las polí­ti­cas de aco­gi­da, en mejo­res pro­ce­sos de incor­po­ra­ción social e inclu­so en un mejor reco­no­ci­mien­to del dere­cho al asi­lo y a la pro­tec­ción internacional.

Por el con­tra­rio, los recur­sos dedi­ca­dos a soli­ci­tan­tes de asi­lo y refu­gio duran­te su pri­mer año de estan­cia en los paí­ses donan­tes han teni­do una volun­tad de refor­zar las capa­ci­da­des ins­ti­tu­cio­na­les en polí­ti­cas migra­to­rias y de asi­lo, nada que ver con la mejo­ra del desa­rro­llo y el bien­es­tar en los paí­ses ori­gen de esos refu­gia­dos, en todos los casos, paí­ses pobres, con fre­cuen­cia azo­ta­dos por gue­rras, ham­bru­nas, con­flic­tos y pri­va­cio­nes. Ni siquie­ra se han impul­sa­do des­de la AOD vías para impul­sar patro­nes nue­vos que vin­cu­len las migra­cio­nes y el desa­rro­llo, que algu­nos paí­ses han tra­ta­do de tra­ba­jar por medio de orga­ni­za­cio­nes de la socie­dad civil con comu­ni­da­des del Sur en dife­ren­tes paí­ses, con­tri­bu­yen­do a reno­var una Ayu­da Ofi­cial al Desa­rro­llo decadente.

-En el tex­to te refie­res, asi­mis­mo, a un polé­mi­co infor­me que con­clu­yó, en febre­ro, con la renun­cia en el car­go de la eco­no­mis­ta jefe del Ban­co Mun­dial. ¿Cuál era el con­te­ni­do, a gran­des ras­gos, del docu­men­to? ¿Apun­ta un modus ope­ran­di usual en la AOD?

Este caso ejem­pli­fi­ca algu­nas de las dis­fun­cio­nes en el sis­te­ma de ayu­da que deben corre­gir­se, con el aña­di­do de ser reco­gi­do en un polé­mi­co Wor­king Paper publi­ca­do por el Ban­co Mundial.

El estu­dio, con el títu­lo: “Eli­te Cap­tu­re of Foreign Aid: Evi­den­ce from Offsho­re Bank Accounts”, rea­li­za­do por los eco­no­mis­tas Jør­gen Juel Ander­sen, pro­fe­sor de la Nor­we­gian Busi­ness School; Niels Johan­ne­sen, pro­fe­sor de la uni­ver­si­dad de Copenha­gen, y Bob Rij­kers, eco­no­mis­ta del pro­pio Ban­co Mun­dial, gene­ró una enor­me polé­mi­ca que lle­vó a que el Ban­co Mun­dial tra­ta­ra de evi­tar su publi­ca­ción, por lo que se le deno­mi­nó como “Paper­ga­te”.

El estu­dio reve­la que exis­te una corre­la­ción ine­quí­vo­ca entre aque­llos paí­ses que mayo­res volú­me­nes de ayu­da al desa­rro­llo reci­ben, con el aumen­to en los depó­si­tos ban­ca­rios en paraí­sos fis­ca­les por par­te de sus éli­tes. Para ello se estu­dia una mues­tra de los 22 paí­ses más depen­dien­tes de la ayu­da, ana­li­zan­do los des­em­bol­sos que reci­ben, jun­to a su secuen­cia tem­po­ral, cons­ta­tan­do que en los perío­dos en que un país reci­be más flu­jos de ayu­da aumen­tan de mane­ra sus­tan­cial las trans­fe­ren­cias a depó­si­tos opa­cos en paraí­sos fis­ca­les, fren­te a aque­llos otros paí­ses simi­la­res que no reci­ben ayu­da y cuyas trans­fe­ren­cias per­ma­ne­cen cons­tan­tes. De esta for­ma, los tres inves­ti­ga­do­res han deter­mi­na­do que, por cada 100 dóla­res de ayu­da reci­bi­da en los 22 mayo­res paí­ses recep­to­res, 7,5 se con­ver­ti­rían en trans­fe­ren­cias ocul­tas des­via­das a cen­tros finan­cie­ros extraterritoriales.

Los pro­fe­so­res Juel, Johan­ne­sen y Rij­kers afir­man que aque­llos paí­ses que depen­den más de la ayu­da, como Afga­nis­tán o Bur­ki­na Faso, sue­len ser tam­bién los peor ges­tio­na­dos y don­de más corrup­ción exis­te. Según los resul­ta­dos del docu­men­to, la ayu­da al desa­rro­llo podría mejo­rar la vida de la gen­te y res­pon­der a sus nece­si­da­des inme­dia­tas, pero tam­bién ayu­da a los polí­ti­cos corrup­tos loca­les a acu­mu­lar rique­za per­so­nal que trans­fie­ren a cuen­tas opa­cas en paraí­sos fis­ca­les con las que poder con­so­li­dar su poder. Al mis­mo tiem­po, seña­lan que, si los polí­ti­cos loca­les se vuel­ven cada vez más ricos y pode­ro­sos, cuan­ta más ayu­da reci­ban, menos incen­ti­vos ten­drán para redu­cir la pobre­za en su país. Un buen ejem­plo lo cons­ti­tu­ye el país más depen­dien­te de la ayu­da en el mun­do, Afga­nis­tán, que reci­be el 33,5 por cien­to de su PIB en ayu­da exte­rior, sien­do tam­bién uno de los paí­ses más corrup­tos del mun­do y con un impor­tan­te volu­men de dine­ro en paraí­sos fis­ca­les, a pesar de su pobreza.

-Por últi­mo, escri­bes, “la lógi­ca de las agen­cias, de los orga­nis­mos inter­na­cio­na­les y finan­cia­do­res se ha ido ale­jan­do cada vez más de los pobres y des­he­re­da­dos, con­ver­ti­dos en sim­ples cifras”, a lo que se agre­ga “toda la aris­to­cra­cia téc­ni­ca y aca­dé­mi­ca de la AOD”. ¿Hay actual­men­te mode­los o ejem­plos de ONG que pro­mue­van una soli­da­ri­dad alter­na­ti­va?

Por supues­to, y no son una excep­ción, sino que en todo el mun­do muchas ONG lle­van años tra­ba­jan­do con esfuer­zo para cam­biar y mejo­rar unas socie­da­des reple­tas de injus­ti­cias. En el esta­do espa­ñol exis­ten orga­ni­za­cio­nes ejem­pla­res que, des­de hace déca­das, impul­san cam­bios, luchas y diná­mi­cas de soli­da­ri­dad capi­lar de una enor­me rique­za que han sido tras­cen­den­ta­les en nume­ro­sos sec­to­res. Y muchas de ellas son peque­ñas orga­ni­za­cio­nes, con una fuer­te implan­ta­ción terri­to­rial, que lle­van años ponien­do en mar­cha valio­sas expe­rien­cias de soli­da­ri­dad inter­na­cio­nal en comu­ni­da­des y poblaciones.

Recor­de­mos que las ONG han sido un fenó­meno de la socie­dad glo­bal y un expo­nen­te más de las pro­fun­das trans­for­ma­cio­nes que se han pro­du­ci­do en los esta­dos, en la gober­nan­za y en el con­jun­to de la socie­dad, impul­san­do cam­bios eco­nó­mi­cos y socia­les de un gran cala­do. Pre­ci­sa­men­te por ello, se han pro­du­ci­do impor­tan­tes reajus­tes en las fun­cio­nes y com­pe­ten­cias de los Esta­dos y de la socie­dad civil, lle­van­do a las ONG a ocu­par un lugar des­ta­ca­do, pero sien­do uti­li­za­das por gobier­nos y admi­nis­tra­cio­nes como pro­vee­do­ras de ser­vi­cios bara­tos espe­cia­li­za­dos y agen­tes pro­pa­gan­dís­ti­cos de polí­ti­cas ofi­cia­les. Ahí es don­de otro buen núme­ro de estas ONG han renun­cia­do a la inde­pen­den­cia y al poten­cial de trans­for­ma­ción que acu­mu­lan, para poner­se al ser­vi­cio de los pode­res públi­cos. Sin olvi­dar aque­llas otras que han sur­gi­do del poder polí­ti­co o eco­nó­mi­co, con­vir­tién­do­se en sus mam­po­rre­ros, dañan­do enor­me­men­te al sector.

Así las cosas, se plan­tea la exi­gen­cia de una pro­fun­da revi­sión en el sec­tor de las ONG, que lle­ve a que el mode­lo de orga­ni­za­cio­nes enten­di­das úni­ca­men­te como pro­vee­do­res de ser­vi­cios bara­tos a las admi­nis­tra­cio­nes públi­cas o de pro­pa­gan­da y difu­sión de sus polí­ti­cas, pue­da dar paso a una nue­va gene­ra­ción de ONG, mucho más com­pro­me­ti­das, mucho más mili­tan­tes, mucho más poli­ti­za­das, dota­das de un cor­pus crí­ti­co y ana­lí­ti­co de mayor cala­do. Y para ello, el rear­me ideo­ló­gi­co de las ONG es una con­di­ción nece­sa­ria para arti­cu­lar res­pues­tas efec­ti­vas a los cam­bios que se están gene­ran­do y a sus efec­tos, así como para refor­zar su legi­ti­mi­dad social.

Itu­rria /​Fuen­te

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