Lucero Ascarza /Resumen Latinoamericano, 14 de diciembre de 2020
A un mes de las protestas del 14 de noviembre contra el golpe de Estado, las víctimas de la violencia policial aún no reciben justicia. Los manifestantes heridos y sus familiares se han unido para reclamar al Estado por reparaciones.
Hoy una placa en el Centro de Lima conmemora a los jóvenes del Bicentenario «quienes nos dejaron la esperanza del ideal de la patria justa, libre, fraterna y democrática». Después de un mes de las denuncias por la represión policial en las protestas del 14 de noviembre, eso es todo lo que han recibido las víctimas: homenajes.
Además de los dos jóvenes asesinados –Inti Sotelo y Jack Pintado– se estima que más de 200 personas resultaron heridas. Alrededor de 20 sufrieron heridas de gravedad. Aunque ya hay investigaciones en marcha, aún no se han identificado responsables en la Policía Nacional.
Este lunes, reunidos en la Plaza de la Democracia, los heridos en las protestas y sus familiares anunciaron la creación de la asociación Víctimas del 14N, para reclamar al Estado por justicia y reparaciones.
La ‘generación del bicentenario’ no recibe apoyo del Estado
Albert Ñahui, joven ayacuchano de 22 años, fue herido por un proyectil de arma de fuego en las protestas del 14 de noviembre. El resultado fue un traumatismo encefalocraneano grave que inicialmente lo mantuvo en coma. «Hasta ahora no se recupera, está en reserva su caso y podría perder el ojo izquierdo», explica su madre.
Frine Pérez viajó a Lima para atender a su hijo y actualmente trabaja en lo que puede, pues no cuenta con una carrera profesional. Para ella, como a otros familiares de las víctimas, es necesario que el Estado cumpla con darle a los jóvenes heridos una indemnización. «Mi hijo estaba preparándose en la CEPRE de la Villarreal. Yo quisiera que cuando salga de ahí (del hospital), estudie», señala.
El más joven de los manifestantes heridos por la Policía es Junior Bandenay, de 19 años. El 14 de noviembre, al regresar a casa luego de las protestas, empezó a convulsionar. Fue dado de alta el 23 de noviembre, pero su salud continúa afectada. «Hasta el día de hoy, mi hijo no puede llevar una vida normal. Tiende a tener convulsiones todavía «, cuenta su madre, Vanessa Ramírez.
Este lunes también estuvieron presentes dos manifestantes heridos por la Policía hace un mes. Personas que salieron a protestar en defensa de la democracia, y con quienes el Gobierno mantiene una deuda.
Gustavo Moreno, de 39 años, se encuentra en muletas. Recibió siete perdigones de plomo y hasta el momento solo le han podido extraer tres. «Estoy por empezar rehabilitación, con las otras cuatro balas aún en el cuerpo. Por su ubicación, son más difíciles de sacar», comenta.
También Percy Pérez, de 27 años, lleva en el cuerpo las evidencias de la represión policial. La herida de bala que recibió en el abdomen lo obliga a llevar una bolsa de colostomía. «Varios afectados van a tener discapacidad por un largo tiempo y no van a poder trabajar. Necesitamos una reparación civil para solventar nuestros gastos, medicamentos o fisioterapia que algunos van a tener«, indica.
Investigación por muertes
El asesinato de Inti Sotelo y Jack Pintado es investigado en distintas instancias, pero no se han difundido de forma oficial resultados de ninguna de ellas. Pacha Sotelo, hermano de Inti, explica que no hay nada público sobre las pesquisas que realiza la Policía. Sin embargo, saben que el Ministerio Público tiene avances, aunque no lo hayan compartido con ellos. «Lo respetamos pero eso no nos quita el derecho a exigir la verdad», señala.
Las circunstancias de la muerte de Inti han sido reconstruidas gracias a material audiovisual enviado por redes sociales y recopilado por medios de comunicación. «Gracias al pueblo, pues del Estado poco o nada hemos podido recibir», asegura. Como se recuerda, las cámaras de la Municipalidad de Lima no resultaron un gran aporte pues justamente aquellas que habrían captado las muertes, no estaban operativas.
Para Pacha Sotelo, la importancia de esta asociación de Víctimas del 14N que unifica sus demandas. Le parece además, una continuación de la solidaridad que se vivió durante las protestas contra el golpe de Estado. «Nunca había visto esa unión entre manifestantes. Así no te conocieran, trataban de ayudarte. Acá estamos tratando de hacer es muy similar», explica.
Actualmente, confirman la asociación unas 50 personas, entre heridos y familiares. Pacha Sotelo será uno de los representantes de los afectados el 14 de noviembre, para llevar sus voces ante autoridades del Gobierno y obtener la justicia que merecen.
FUENTE: Wayka.pe