Por Alberto Pinzón Sánchez. Resumen Latinoamericano, 20 de diciembre de 2020.
Vamos a suponer un maravilloso escenario general en la región norte de sur América; un escenario rosa-rosa edulcorado o “pink” para que me entiendan quienes hablan castizo actual. A imaginarnos que las enseñanzas de Marx y Engels sobre el principio esencial de las contradicciones objetivas, aquellas que mueven la realidad material han dejado de existir. Que al contrario de lo que demostraron científicamente y nos enseñaron con su praxis esos dos geniales maestros del pensamiento crítico; no Existe ni hay unidad y lucha de contrarios, donde el aspecto principal de esa unión es la lucha entre ellos, que lleva a esa unida a su superación (aufhebung) en otro nivel, al cual se asciende mediante cambios de cantidad en calidad y en un movimiento en espiral o en Tornillo, (para usar el símil de un gran teórico exguerrillero colombiano pontífice de las enseñanzas dialécticas de Engels).
Supongamos (en un grado extremo de simplificación que Ud amable lector me excusará), la burguesía no necesita al obrero para que le trabaje en su fábrica y le produzca mercancías para vender y obtener ganancias, y a su vez, este obrero no necesita al dueño de la fábrica, al burgués que lo empleó, para que le pague un salario por “su trabajo”. Es decir, no hay unidad productiva entre ellos. Tampoco hay lucha entre burgueses y obreros, unos por alargar el tiempo de trabajo del obrero y estos por acortarlo y además porque le paguen las horas robadas o no pagadas o plus-valor, transmitido con su trabajo a la mercancía producida para la venta; ni resistencia a las golpizas y muertes que le dan las fuerzas militares de los patrones por protestar y exigir mejores condiciones de vida: Una arcadia altamente productiva ad infinitum, feliz, sin lucha de clases pero neoliberal, como la quieren algunos teólogos del reformismo y la unidad de las clases sociales.
Aceptemos también que como nos lo han enseñado actualmente los medios de comunicación adictos o de propiedad de los señores burgueses o propietarios, no existe la realidad objetiva sino la percepción que cada persona se haga de ella. Por ejemplo, que las elecciones presidenciales en los EEUU acabadas de ocurrir no han sucedido en la realidad con unos votos materiales numerables, sino que lo que hay son noticias (unas aproximadas, y otras francamente falsas) sobre estas elecciones y, según cada noticia hay un ganador Mr. Biden o un perdedor Mr. Trump, en la presidencia de los EEUU. Aceptemos también que la consigna de Mr. Monroe de “América para los americanos» (obvio, del norte) ha dejado de existir.
Que el nuevo y amable ocupante de la Casa Blanca en Washington, llevará a la humanidad sonriente a un paraíso de unión de naciones donde fluyen riachuelos de leche y miel; sin más luchas antagónicas entre el Centro depredador Imperialista y las periferia sometida y depredada, pues esta contradicción objetiva también ha dejado de existir. Recordemos que hemos supuesto que no existe la dialéctica material. Así mismo, aceptemos también como lo dijo la “cruella” y terrorífica señora Blum, actual canciller de Colombia y sus ciento-un dálmatas que la siguen con fidelidad perruna”. Qué:
Las elecciones legislativas del 6 D en Venezuela no ocurrieron, no existieron; que lo que hubo fue una gran abstención del 68%, cifra negativa cuantificable por exclusión de la cifra positiva del 32% de quienes sí votaron, y por lo tanto, el gobierno colombiano “no reconoce la existencia de la asamblea legislativa de Venezuela. No existe este cuerpo legislativo elegido en Venezuela este 6 D, como tampoco existe el gobierno de Venezuela en su conjunto para efectos diplomáticos, y para otros efectos.
Y, que como la nada no produce nada, según enseña la escolástica; ese cuerpo legislativo venezolano no podrá emitir ninguna ley para la firma del presidente Maduro, ni para resolver la cuestión económica venezolana, ni para propiciar el diálogo electoral tanto interno (con la oposición electoral o abstencionista según sea), ni externo con el “posible” nuevo inquilino de la Casa Blanca en Washington. Por consiguiente (miren la lógica) la sociedad venezolana seguirá hundiéndose en la pobreza que provoca la criminal agresión imperialista y, como tampoco podrá llegar a acuerdos internacionales seguirá sometida a un mayor aislamiento internacional. Así el presidente de la ficción unitaria representante autodesignado del interés general de toda la sociedad venezolana, apoyado en sus rastrojos podrá reemplazar al presidente actual, representante del chavismo autoritario, hambreador y clientelar. Pues treinta años de lucha de clases popular antioligárquica y antiimperialista del Chavismo y Bolivarismo (contados desde “el Caracazo” y desarrollados a ambos lados de la frontera) han sido evaporados. ¡No existirán más! Solo existirá la unidad
Entonces, el viejo rencor del patronato antioqueño contra el presidente Chávez representado en el nuevo odio de AUV /Duque contra lo que llaman el “castrochavismo”, por haber roto la dependencia de la sociedad venezolana a las exportaciones colombianas y, a las exportaciones de cocaína del cartel de Medellín vía Venezuela, volverán a su nivel anterior pero cualitativamente superior y el odio nuevo de Duque y la cruella, será reemplazado por el amor, la unión y la felicidad del comercio justo entre los dos pueblo hermanos, ambos hijos de Bolivar.
Y, el viejo plan imperialista de apropiarse del petróleo venezolano y el del Pentágono en convertir la frontera colombo venezolana en una Zona Temporalmente Autónoma, ya no preocuparán a nadie, porque según lo supusimos, ambos han sido cancelados por aquello de que como la dialéctica no existe. Ya no hay lucha entre los contrarios, sino unidad entre ellos y de haber lucha dejaría de existir el escenario rosa que nos imaginamos al principio. Lo que bien miradas las cosas, puede ser otra posibilidad.
Fuente: Rebelión