Por Kanis Dursin, Resumen Latinoamericano, 23 de diciembre de 2020.
Foto: Agricultores de la provincia de Java Occidental de Indonesia. El sector agrícola de este país del sudeste asiático enfrenta a dos problemas importantes: la disminución del número de agricultores y de los campos irrigados de arroz. Kanis Dursin/IPS
YAKARTA, 14 dic 2020 (IPS) – Cuando sus amigos lo presionaron para que usara una aplicación agrícola en julio, el agricultor de arroz Mustafa descargó a regañadientes RiTx Bertani en su teléfono inteligente. Cuatro meses después, se siente feliz de haber probado la tecnología.
«Comencé a usar la aplicación a principios de septiembre cuando planté arroz en 0,7 hectáreas de tierra irrigada», dijo a IPS el hombre de 41 años en una entrevista telefónica desde la regencia (distrito rural) de Bondowoso en la provincia de Java Oriental, a casi 1000 kilómetros al este de Yakarta, la capital.
“Todavía no puedo decir si ayuda a impulsar la producción o no, pero estoy muy contento con la tecnología. Me ayudó a detectar e identificar una enfermedad del arroz a fines de septiembre.
Antes, comentó este padre de dos niños, “siempre habíamos llamado a las enfermedades del arroz ‘saltaplanta’ y usábamos los mismos medicamentos para controlar la enfermedad. Gracias a la tecnología, ahora conocemos diferentes enfermedades del arroz y podemos usar los insecticidas adecuados para tratarlas”.
RiTx Bertani, desarrollada por la empresa de tecnología emergente PT Mitra Sejahtera Membangun Bangsa (MSMB), está diseñada para ayudar a los agricultores a enfrentar el cambio climático y otros problemas que puedan tener a través de la tecnología digital. RiTx proviene de las palabras “tecnología agrícola”, mientras que Bertani significa literalmente “cultivo”.
Paralelamente, otro agricultor, Kurlufi, dijo que descargó la aplicación en 2018, pero la desinstaló poco después porque le pareció menos útil para su cultivo de chiles (pimentones). A principios de este año, decidió reinstalarlo cuando el precio del chile cayó repentinamente.
“El precio del chile ha caído drásticamente desde que el coronavirus azotó el país en marzo. Busqué cultivos alternativos cuando la aplicación sugirió que mi campo era apto para pepinos”, dijo a IPS este productor de 42 años y también con dos hijos, que vive en la regencia de Banyuwangi, a unos 1100 kilómetros al este de Yakarta y también en la provincia de Java Oriental.
La pandemia de coronavirus, que ha matado a 18 366 personas hasta el 10 de diciembre, ha obligado a las personas a trabajar desde casa y plantar verduras en sus patios traseros, lo que ha hecho bajar el precio de los cultivos alimentarios debido a la baja demanda.
Kurlufi posee 0,95 hectáreas de tierras agrícolas. Desde que la pandemia de covid azotó el país, ha plantado pepino en 0,6 hectáreas de su campo durante dos temporadas sucesivas, cosechando ocho kilogramos de semillas de pepino en la primera temporada y 18 kilogramos en la segunda. Cada temporada dura casi tres meses.
“Vendí las semillas por 450 000 rupias indonesias (unos 32 dólares) el kilogramo a una empresa local”, señaló.
“Me parece que la tecnología es muy útil para las personas que tienen poca o nada de experiencia previa en la agricultura. En mi caso, me ayuda a decidir qué cultivos plantar y cuándo contratar trabajadores para la polinización, ya que brinda pronósticos meteorológicos para los próximos seis a siete días”, agregó Kurlufi.
Mustafa y Kurlufi son dos de los 11 000 agricultores de ocho provincias de Indonesia que utilizan RiTx Bertani, una de las docenas de aplicaciones agrícolas disponibles actualmente, mientras el gobierno promueve Smart Farming 4.0 o agricultura digitalizada.
El gerente de proyectos de MSMB, Rizal Dwi Prastyo, dijo que tienen hardware, a través de sensores en el campo, que están conectados a Internet, y software, mediante la aplicación RiTx Bertani.
“Los usuarios deben enviar información detallada sobre sus campos, incluido el tamaño, los límites, la latitud y la longitud para que los sensores los ubiquen. Una vez que los sensores detectan los campos, inmediatamente miden la humedad del suelo y la temperatura del aire y transmiten esa información a Internet», indicó Prastyo a IPS desde Yogyakarta, un vuelo de 50 minutos al este de Yakarta.
Un sensor, que cuesta aproximadamente 2700 dólares, cubre un área de 10 hectáreas de tierra.
Con base en la humedad actual del suelo, sostuvo Prastyo, los expertos en agricultura de la compañía brindan sugerencias a los agricultores a través de la aplicación sobre qué cultivos se adaptan mejor a sus tierras para la próxima temporada de siembra.
“Durante toda la temporada, los sensores miden la humedad del suelo y del aire cada 10 minutos y cargan los datos en Internet. Los usuarios pueden leer las fuentes a través de la aplicación en el menú del sensor. Los agricultores necesitan este tipo de información para aplicar fertilizantes o rociar pesticidas, si es necesario”, continuó.
La aplicación, indicó Prastyo, también permite a los agricultores registrar toda la actividad agrícola y guardarlas en un menú de registro para que sepan exactamente cuándo deben aplicar fertilizantes o rociar pesticidas o insecticidas. Los agricultores también pueden solicitar asistencia adicional a través del foro en línea.
El activista Said Iqbal, de la organización no gubernamental Coalición Popular para la Soberanía Alimentaria, dio la bienvenida al uso de aplicaciones en la agricultura, pero dijo que dudaba de que la agricultura digitalizada mejorara el bienestar de los agricultores y ayudara al país a lograr la soberanía alimentaria en el futuro inmediato.
“La digitalización del sector agrícola es inevitable ahora, pero la raíz del problema es que los agricultores no encuentran incentivos para impulsar la producción. ¿Por qué? Porque controlan solo las actividades en la granja, mientras que las actividades ascendentes y descendentes están controladas por las grandes empresas. Se ha vuelto de público conocimiento que los intermediarios o comerciantes ganan más del doble que los agricultores”, señaló.
También dijo que la mayoría de los agricultores en Indonesia eran pequeños propietarios, cada uno de los cuales poseía un promedio de 0,2 hectáreas de tierra irrigada. “Debido a esa condición, muchos agricultores optan por vender su tierra productiva y trabajar como mano de obra barata, lo que reduce aún más los campos irrigados, especialmente en la isla de Java”, sostuvo Iqbal.
Otro activista, Tejo Wahyu Jatmiko de la Alianza para las Aldeas Prósperas, estuvo de acuerdo con Iqbal y dijo que el sector agrícola de Indonesia enfrentaba dos problemas importantes: La disminución tanto del número de agricultores como de los campos irrigados de arroz.
Citando un informe de la Agencia Central de Estadísticas, Jatmiko dijo en un seminario web en Yakarta que el país tenía solo 33,4 millones de agricultores en 2019, frente a 35,6 millones en 2015, mientras que los campos irrigados se situaron en 10,68 millones de hectáreas en 2019, 700 hectáreas menos que en 2018.
Estas condiciones han provocado fluctuaciones en la producción de arroz, lo que ha obligado al gobierno a importar arroz para satisfacer las necesidades de más de 270 millones de personas.
Los informes del BPS muestran que el país importó 444 508 toneladas de arroz en 2019, frente a 2,25 millones de toneladas en 2018, 305 270 toneladas en 2017 y 1,28 millones de toneladas en 2016.
En un intento por aumentar el bienestar de los agricultores, desde 2017 el presidente Joko «Jokowi» Widodo ha promovido la corporación de agricultores, donde estos se organizan en empresas comerciales, fundadas y financiadas por los mismos agricultores, con el objetivo de controlar actividades en el sector agrícola tanto dentro como fuera de la finca.
Syahyuti, investigador del Centro de Política Socioeconómica y Agrícola del Ministerio de Agricultura de Indonesia, señaló que bajo el concepto de corporación, los agricultores también participan en el suministro de semillas, fertilizantes, máquinas agrícolas y capital con actividades dentro de la finca, y en la compra, molienda y venta de arroz en actividades fuera de la finca.
Basado en experiencias en algunos subdistritos, Syahyuti dijo que las corporaciones aumentaron los ingresos de los agricultores en 72 por ciento.
Mientras el gobierno está trabajando para organizar a los agricultores en grupos empresariales, Mustafa se muestra optimista de que la agricultura digitalizada ayudará a aumentar el número de agricultores en Indonesia.
“Me doy cuenta de que el número de personas que cultivan la tierra en el distrito ha aumentado desde que (usaron) la (aplicación) RiTx Bertani. Muchos de ellos son jóvenes y sin experiencia. Tengo la impresión de que con la tecnología, cultivar ya no es un trabajo sucio, sino un estilo de vida que cada vez más personas adoptan”, sostuvo Mustafa.
T: MLM /RV: EG