Abdel Nasser Farawana, ex detenido y director del Departamento de Estadística de la Autoridad Nacional Palestina, participó el 24 de junio en Gaza de la Conferencia “La situación de los detenidos palestinos en las cárceles israelíes” promovida por el Alto Comité para los derechos humanos de Naciones Unidas y entes locales. Farawana llevó el testimonio de la propia experiencia en las prisiones israelíes y presentó a la prensa los contenidos del encuentro. “La tortura practicada en las prisiones israelíes no busca sólo el abatimiento psico-físico del detenido sino sobre todo la destrucción de los sentimientos nacionales. La tortura se hizo posible por medio de un sistema de leyes y procedimientos arbitrarios. En las prisiones israelíes, todos forman parte de este sistema: médicos y enfermeros, guardias carcelarios y seguridad”. En 1987 la Corte Suprema israelí aprobó el uso de la tortura en las prisiones con la fórmula: adopción de ‘presiones psicológicas y físicas moderadas’. Se trataba de la Comisión Landau con la que Israel echó las bases ‘legales’ para autorizar la tortura sobre los prisioneros y ‑sobre todo- para proteger a sus oficiales y servicios de seguridad, de la justicia. “Israel practica la tortura con método y coherencia, en cada fase de la detención, a partir del arresto y las humillaciones a las que nuestros familiares son sometidos cuando vienen a visitarnos, quedan comprendidos en esta política. Se trata de medidas que buscan provocar impactos psicológicos y a sembrar rabia y frustraciones entre los detenidos palestinos”. Es un sistema político estudiado y aprobado por el gobierno de Israel y en el cual todos están involucrados: los abusos y los malos tratos a los que son sometidos los prisioneros no son casuales. Los detenidos palestinos doloridos o enfermos que son conducidos al hospital, para atención urgente o intervenciones, son atados de pies y manos a las camas por todo el período de internación. “Para que esto sea tolerado es necesaria la complicidad del personal médico”. Farawana suministra las cifras actualizadas de la presencia y las categorías de los detenidos. Los prisioneros palestinos en cárceles israelíes son 6800, entre los cuales hay 300 menores, 34 mujeres y 231 en detención administrativa (indefinidamente prorrogable). 7, provenientes de la Franja de Gaza están sometidos a la ‘ley de combatientes ilegales’, y son 11 los diputados palestinos secuestrados por Israel. 309 se hallan en cárceles israelíes desde antes de [los acuerdos de] Oslo (entiéndase desde el primer acuerdo firmado en 1993, conocido como Declaración de Principios para el mutuo reconocimiento entre las partes). 117 palestinos están detenidos desde hace más de veinte años y 19 desde hace más de un cuarto de siglo. A continuación, la lista de este último grupo de detenidos, con la fecha de detención: Nael Al-Barghouthi (Ramallah) 04-04-1978 Farawane concluyó invitando a todos los que trabajan en el campo de los derechos humanos a organizarse por la liberación de los detenidos palestinos y crear alternativas prácticas para socorrer a las víctimas palestinas de la tortura israelí. “El estado del sujeto que sufre prácticas de tortura no puede encontrar rehabilitación válida exclusivamente a través de servicios de base que las dos autoridades palestinas (Cisjordania y Gaza) suministran, sino que debe ser monitoreado y denunciado en su mismo curso. Porque una vez liberado, quien sufre la tortura, puede ser fácilmente víctima de resentimiento, ostracismo, desconfianza y exclusión social”. Traducción: Beatriz Esseddin Fuente: www.infopal.it |