Gonzalo García Núñez, ingeniero /Resumen Latinoamericano, 11 de febrero de 2021
Víctor Feijoo, en su memoria
Sin vacunación mundial no hay garantías de vencer al Coronavirus. El problema que enfrenta la humanidad es lograr que la distribución de la vacuna se haga por todo el planeta…advierte Oswaldo de Rivero, quien fuera representante del Perú ante las Naciones Unidas.
El acontecimiento de la semana fue la llegada a Lima de las primeras 300 mil dosis de la vacuna SINOPHAM proveniente de las fábricas-laboratorio de Pekín.
El domingo fueron recibidas protocolarmente en el aeropuerto Jorge Chávez y por todo lo alto: El presidente, la primera ministra, la ministra de salud y altos funcionarios públicos especializados, militares y policías.
No se vió correr a ningún representante empresarial en el agitado atardecer.
Celosamente custodiadas, las cajas refrigeradas, que contenían pequeños frasquitos de colores diferentes se llevaron del avión a los almacenes del CENARE para su pronta distribución gratuita entre el personal seleccionado. Después del primer control aduanero, las dosis se fueron a las asistenciales cadenas de frio de los grandes hospitales metropolitanos de Lima y de las regiones.
¿Prioridad? A los trabajadores que arriesgan todo al pie de los enfermos y garantizan la provisión de los servicios de emergencia y urgencia. Y así sucesivamente, ya van tres días, a medida que lleguen más suministros, la vacuna se repartirá y cubrirá a toda la gente- en progresión- desde los esforzados servidores públicos de la salud hasta el segmento de la población entre 18 a 59 años. (menos el 33.1% MINSA de 0 a 18)
Gran contento por la señal potente de resultado.
Por ahora se sabe que, en la próxima semana, la empresa china abastecerá nuevas 700 mil dosis. Adicionales. Y, a fines de mes, quedará por entregar un saldo de 500 mil, lo que hace un total de 1.5 millones.
Como se necesitan dos dosis consecutivas por cápita cada tres semanas, es de suponer que las existencias cubren las demandas de 750 mil personas, a lo largo del mes de la amistad. Siempre en febrero llegarán luego 117 mil dosis Pfizer provenientes de la así llamada Facilidad COVAX de la OMS. Y, en marzo, entrarían otras 250 mil dosis de la misma firma y 400 mil de Astra Zeneca, británica, ambas por el mismo canal.
Otros contratos se negocian, conversan o se piensan con Johnson&Johnson, MODERNA, CUREVAC, Seneca, rusa Gamaleya… Entonces, habría comprometidos y con plazo de entrega un total de 11.567 millones de dosis.
¿Alcanza? No. Para 33 millones de peruanos se requieren 66 y, no menos, de 44 millones de dosis, calculan algunos expertos en dosaje de vacunas. Se anuncia la suscripción de un contrato por 20 Millones de dosis con Pfizer con entrega en los meses siguientes. Si se asume un reparto de dos millones por mes, ¿el plazo total llegaría a los dos años?
Culminadas que estarán las etapas del suministro mediante las cadenas logísticas como la que trajo las dosis chinas al aeropuerto y de allí al resto del territorio, cabe interrogarse sobre la economía política de la vacunación. Intrigada, mucha gente se interroga por la modalidad de la llegada de las vacunas en el contexto de una segunda ola contagiosa y letal enfermedad mundial.
A ver.
LA MERCANCIA VACUNA
La demanda mundial bruta es un poco más de 14, 000 millones de dosis para atender a todos los ciudadanos del planeta, en la idea que la pandemia no tiene reinfección ni variantes del tipo inglés, sudafricanas, brasileñas (hasta ahora). Y, que se aplican dos dosis por cabeza.
¿Como atenderlas en tiempo oportuno? Urge resolver puesto que, a nivel mundial, ya van 107,212,708 contagiados y 2,342,647 fallecidos, según cifras del Worldometer del 9/02/2021. Solo en esta tierra del sol hay 1,191,221 contagios y 42,467 muertos, oficialmente.
En efecto, la vacunación urge por la opacidad del mercado: ¿cuántos ofertantes, cuantos demandantes? ¿Quiénes son, dónde están? ¿Cuándo y cómo se les abastecerá de un bien común ‑vacunas-que nos defiende a cada uno del ataque más bien global del coronavirus-19 y sus variantes, mutaciones?
¿Cuál es la mejor entre las vacunas? ¿Serán comparables? O, como los automóviles, se admiten marcas, diferencias, ¿unidades producidas en distintas plantas de calidades distintas sin que por ello dejen de ser útiles vehículos?
Un bien común que enfrenta el dilema de saber si la vida humana tiene precio.
¿Cuál es, entonces, si lo hay, cual es el precio, calidad, plazo y cantidad de las dosis en los contratos suscritos entre los países y las empresas ofertantes de la vacuna?
Todavía no se sabe, es reservado, según cuentan algunos responsables.
Sobre el calendario de envío del pedido ya se sabe que es discrecional. Eso fue lo que sucedió con el incumplimiento de plazo de entrega del prometido anuncio de fecha de arribo de las vacunas. Cayó la derrengada popularidad presidencial. Bajó muchos puntos en realidad por causa ajena.
¿Se podrá saber si hubo pago adelantado? ¿Cuanto? ¿Con que garantía y responsabilidad si pasara algo como en Sudáfrica en que la vacuna entregada solo tuvo el diez por ciento de efectividad, según agencias? Mas allá ¿podrá conocerse el contenido integral de los contratos?
COMPLICADAS ESTRATEGIAS
Como ha sido el caso de nuestro país, hay varias estrategias de negociación en el mercado de vacunas entre las grandes firmas farmacéuticas abastecedoras y los 192 países del globo, (potencialmente todos demandantes salvo aquellos que tienen capacidad instalada propia en sus fab-labs domesticas):
- Gobierno con las empresas, directo; otro es entre
- Gobiernos y empresas de gobierno; y
- Estados – Fondo de acceso global para vacunas (COVAX) que, a su vez. le compra en cooperativa a las firmas, a costo inescrutable. ¿Porque el mecanismo COVAX para países pobres?
Responde a la extrema concentración de la demanda inicial en países afluentes lo que crea escasez mundial. Toda la disponibilidad de los stocks y la producción comprometida va a esa demanda afluente.
Veamos:
Primero: EE.UU. mandó reservar 400 millones de dosis a la alianza PFIZER-Bion*Ntech y Moderna; anunció su intención (léase potencial orden de compra) de adquirir 200 millones de dosis más y hasta un monto de 500 millones de acá a setiembre 2021.
Mientras espera por algunas licencias confirmatorias, USA ha previsto una compra anticipada de 1,000 millones de dosis a otras firmas, según fuentes especializadas. Los pedidos y requerimientos son varias veces el tamaño de la población de los EE.UU.
Mientras unos pocos asumen el riesgo de exceso de existencias, otros apenas se abastecen y como es nuestro caso, desprovistos de oxigeno y brazos, corren el gravísimo riesgo de aumentar la letalidad de sus internados.
Segundo: La Unión Europea tiene casi contratadas 2300 millones de dosis y busca 300 millones adicionales, que cubre la con creces a la población de los 27 Estados que la conforman (aunque Hungría se les ha salido de la malla para tomar el suministro de SPUTNIK V socio de Gamaleya, antiguo laboratorio ruso).
Tercero: COVAX tiene acuerdos por 2500 millones de dosis. no todos del grado de transparencia que solicitan varios países (pobres), según nos informa un excelente texto de Matt Appuzo y Selam Gebreikidan (New York Times 12.2021)
¿Como empresas y países avanzados lograron elaborar y ofertar tan rápido las vacunas ‑en menos de un año-?
Al parecer la capacidad de las firmas en USA, GB, etc. para generar ciencia, tecnología e innovación ha sido decisiva para atraer la inversión pública del gobierno federal, incentivo que le permitió apurar el desarrollo de pruebas y sustancias indispensables para las vacunas. Todos los analistas subrayan el rol decisivo de las transferencias del gobierno Federal norteamericano o de los grandes Estados, plata publica, a las iniciativas de estas calificadas firmas Biológicas mundiales y, a menudos, privadas.
Lo hicieron de manera directa o en APPS mediante organizaciones no lucrativas. direccionadas hacia la investigación de frontera, pero sobre todo diseñadas para el desarrollo de investigaciones aplicadas.
Hay numerosos casos de firmas que fueron auspiciadas y subvencionadas con importantes aportes que sirvieron para acelerar el uso de las pruebas, comprobar la eficacia, asegurar la efectividad y los resultados de las dosis.
Así han obtenido una respuesta al letal COVID-19 en cerca de un año o menos.
EL DUEÑO DEL CONOCIMIENTO
De esa manera, gracias a la investigación financiada por el Estado y, una vez en posesión de patentes certificadas, las firmas han suscrito contratos de uso con terceros, cuyos pagos a su vez financian con amplitud la amortización de los fondos iniciales.
¿Quién se queda con este conocimiento patentado y nuevo sobre el Covid y las vacunas? Las firmas.
¿Dónde, quien, como, cuando y a qué precio hay que fabricar las vacunas?
Dependerá de la decisión de la junta de administración de las empresas que son las dueñas absolutas de las patentes. India pidió a la OMC que se le facilitara la información necesaria para fabricar vacunas con sus lanzadores de medicamentos genéricos del que es líder mundial. Nones.
Fuerte resistencia de los grandes que hasta ahora impiden el abaratamiento masivo de la cadena de suministro, estrategia ideal para países-continente y la necesaria difusión mundial de la cura.
La cuestión del precio es de lo más secretosa. No conviene (a quien) que los países sepan entre ellos cuales son las condiciones de la venta. Inclusive, se comenta, se blanden sanciones de suspensión de suministro a los países que revelen los datos sobre costos y precios.
Por una misma dosis del producto, se especula en un portal que un cliente cercano pagó 2,19 dólares y otro “menos importante”, 6.25 dólares. Amén de las diferencias de precios, si bien la vacuna llega gratis al público no por ello deja de tener un costo para el Estado comprador. Hay también complementarias “primas de acceso y velocidad de entrega”.
Una solución esperada es que los abastecedores envíen saldos excedentarios a precios mínimos a los países receptores. Prohibida a la fecha. Ni revender ni exportar ni donar sin autorización de las firmas Tampoco delivery de vacunas.
Estamos frente a un mercado de abrupta escasez, los ofertantes las tiene todas, el consumidor esta inerme. Otra vez.
En suma, un mundo, sire, el de la ley de la competencia en que La Fontaine nos recuerda que, para los lobos, la ley del más fuerte es siempre la mejor.
FUENTE: Otra Mirada