El Partit dels Socialistes y Esquerra Republicana se disputan la victoria en las elecciones catalanas de este domingo según los primeros sondeos publicados tras el cierre de las urnas. La encuesta de Gad3 para Televisión Española y TV3 da como vencedor a ERC en número de escaños (36−38) y el PSC se quedaría con 34 o 36, aunque los socialistas ganarían en número de votos. Junts per Catalunya se quedaría con entre 30 y 33 representantes. Los independendentistas sumarían mayoría absoluta, situada en los 68 escaños, lo que les permitiría mantenerse en el Gobierno si llegan a un acuerdo.
El independentismo confirma y amplía su mayoría en el Parlament en unas elecciones marcadas por la pandemia y la bajísima participación consiguiente. Sumará más diputados que en 2017 y supera por vez primera el 50% del voto. El PSC releva a Cs en el campo unionista, pero para nada.
Pasó antes del «procés», durante y también después; ha ocurrido con alta participación y también en una jornada de desplome por la pandemia. El independentismo mantiene su liderazgo claro en Catalunya sin que la apuesta española, focalizada este vez en el PSC y más «blanda», le haga mella. Es más, lo amplía con nuevos objetivos cumplidos.
En la recta final del escrutinio se ha confirmado la superación del 50% del voto emitido entre las cuatro listas independentistas principales: ERC, JxCat, CUP y PDeCat alcanzan casi el 51%, que se supera con otras candidaturas menores.
En cuanto a electos, sumará cuatro escaños más escaños que en 2019, sobre todo gracias al avance de la CUP, que más que dobla su representación actual(de 4 a 9).
A falta de medio punto para el 100%, los y las diputadas independentistas suman 74 frente a 53 escaños netamente unionistas, con los 8 escaños de los comunes como bisagra. Hasta ahora, la mayor representación independentista había sido la de 2015 con la coalición Junts pel Sí, que fue la que lanzó el referéndum del 1 – 0, y la CUP, que totalizaron 72 (ahora son dos más y la mayoría absoluta está en 68).
A falta del último punto del recuento (casi 99%), el PSC suma 33 diputados al igual que ERC, por 32 de JxCat, Vox 11, CUP 9, En Comú Podem 9, Cs 6 y PP 3. Aunque el más votado es el primero e Illa anuncie que se postulará, no se le atisban opciones reales de llegar a la presidencia de la Generalitat.
La distancia entre los dos bloques no varía lo suficiente como para provocar un giro radical de guión, pero confirma que cada elección da un impulso nuevo al independentismo, sea cual sea el contexto y sin olvidar la falta de acuerdo estratégico que supone un lastre en este momento para el soberanismo.
También la relación interna en ambos campos se modifica y puede tener sus efectos. JxCat ganó por sorpresa en el campo independentista en 2017 con la tracción emocional del exilio de Carles Puigdemont y ahora acaba por delante la ERC del aquel año vicepresident y hoy preso político Oriol Junqueras. Pere Aragonès será president, ahora electo y antes eventual por la inhabilitación de Quim Torra, salvo acontecimientos nuevos en el proceso postelectoral. La llave final vuelve a tenerla la CUP con su reforzado grupo; le bastaría abstenerse, como en 2017 con Torra tras una compleja y tensa sucesión de candidaturas.
Las dos sensibilidades mayoritarias del independentismo de este último lustro van, en cualquier caso, codo con codo. Si JxCat tuvo hace cuatro años solo dos escaños más, ahora tiene apenas uno menos. No hay más que 35.000 votos de diferencia entre ambas opciones. Mientras, la CUP ha repuntado con fuerza alcanzando casi 200.000 apoyos.
Apenas 35.000 votos de diferencia hay entre ERC y JxCat, lo que complica la negociación postelectoral ya tensada por la discrepancia estratégica
En el bloque unionista gana más Vox que el PSC
En el bloque unionista la implosión de Ciudadanos, que entonces aglutinó voto de todo tipo, tiene un doble efecto paradójico: devuelve el dominio al PSC pero deja también en el Parlament la corrosiva entrada de Vox.
El resultado tendrá repercusión a nivel estatal por el sorpaso ‑mejor dicho, zarpazo en toda regla– de Vox al PP. Pone en entredicho la posición del partido hasta ahora mayoritario en la derecha y quizás comprometa el liderazgo de Pablo Casado. Por encima de ello, que Vox haya amasado más de 220.000 votos en Catalunya es un factor de análisis inquietante.
El PSOE no puede estar satisfecho con el rédito obtenido si se recuerda que había jugado muy duro sacrificando a un ministro de Sanidad en plena pandemia para intentar laminar el voto independentista con un discurso de diálogo y puentes tendidos. Salvador Illa no solo no lo ha conseguido, sino que tampoco ha alcanzado el porcentaje que amasó la anterior gran apuesta española con Inés Arrimadas: Cs tuvo el 25% de voto e Illa se ha quedado en el 23%.
Illa no ha conseguido laminar el voto independentista ni alcanzado el porcentaje que aglutinó Arrimadas hace tres años
PDeCat, la fracción de la antigua CiU que ha contado con el apoyo del PNV en campaña, no ha llegado al Parlament, aunque aporta un 2,6% del sufragio al histórico 50% independentista.
En Comú Podem ha mantenido su representación en el Parlament pero no tendrá relevancia en principio. En un escenario de tanta abstención (del 21% al 46%) ha perdido casi la mitad del voto. Aunque en realidad solo al PSC le ha votado este domingo, en unos colegios electorales que más parecían unidades sanitarias, más gente que en diciembre de 2017.
Borràs emplaza ERC y la CUP a avanzar juntos hacia la independencia
Por Marta Lasalas
Una vez se han confirmado los resultados electorales que deja la candidatura de Laura Borràs en tercera posición, la respuesta de Junts ha sido poner el acento en la victoria «histórica» del independentismo y la derrota del 155. Tanto el presidente del partido, Carles Puigdemont, como la presidenciable han emplazado a ERC y la CUP a trabajar juntos para que esta mayoría permita avanzar hacia la república catalana.
Antes de comparecer, Borràs ha felicitado telefónicamente a Pere Aragonès y Dolors Sabater y les ha emplazado a trabajar unidos. «La ciudadanía es tozuda y nos lanza un mensaje de unidad. Escuchemos de una vez a la ciudadanía y seamos capaces de avanzar juntos», ha reclamado.
JxCat ha limitado su respuesta a este llamamiento. No ha analizado el resultado obtenido por la candidatura, a pesar de lamentar la división del independentismo y la pérdida de votos que han comportado listas que no han obtenido representación. Con Borràs ha comparecido en la primera planta del hotel Barceló Sants, el comité político de la campaña, el secretario general, Jordi Sànchez, y los vicepresidentes del partido, Jordi Turull, Elsa Artadi y Josep Rius. Puigdemont ha intervenido por videoconferencia desde Waterloo.
Puigdemont ha subrayado que «el independentismo ha ganado otra vez las elecciones» y ha conseguido vencer de nuevo a «las fuerzas del 155, que continúa sin capacidad de tener un gobierno en Catalunya.»
Superar el 50% de votos
Ha recordado que en el 2017 el independentismo ya consiguió, contra pronóstico, alcanzar la victoria, pero ha añadido que esta noche la situación es todavía mejor porque se ha superado el 50% de los votos y hay más escaños independentistas que en toda la historia.
El líder de Junts ha reprochado que el independentismo ha ido a las elecciones dividido y «se ha perdido miles de votos en opciones que no han tenido representación parlamentaria» pero no obstante, ha asegurado que el mensaje de la gente es persistente. «Sólo el independentismo puede constituir una alternativa de gobierno y estará en condiciones de dar la respuesta que reclama la ciudadanía a partir la lectura política«.
«Tenemos el deber de intentar traducir este mensaje de una forma explícita porque ahora tenemos la fuerza para hacerlo. Para nosotros este objetivo de demostrar al mundo que el independentismo se ha sobrepuesto a esta durísima represión de tres años incrementando su potencia es nuestro deber», ha advertido.
Puigdemont ha emplazado a demostrar a Madrid y a Europa que «a pesar de todos los esfuerzos de toda la campaña del Estado español por presentar el movimiento independentista como prescindible, es imposible hacer política sin hablar de independencia, que no pase por los grupos independentistas, que no pase por un Parlament que tiene una voz autorizada por las urnas para hablar de independencia y república catalana». «Lo haremos. Este será nuestro deber», ha asegurado Puigdemont.
«Tiene que tener consecuencias políticas»
Como el líder del partido, Borràs ha subrayado que esta noche se ha producido una victoria del independentismo, a pesar de las «peleas internas y represión», y se ha superado el 50% de los votos. «Y hemos dicho que tiene que tener consecuencias políticas», ha recordado.
Borràs ha contrastado el hecho de que el independentismo ha ganado en escaños y votos, con la pérdida de fuerza del constitucionalismo. «Es una oportunidad histórica para el independentismo. Tenemos que gestionar esta heroicidad que ha hecho el pueblo de Catalunya», ha asegurado.
Con todo ha admitido que la victoria del PSC ha aportado la «lección más amarga»: «la desunión del independentismo vuelve a permitir que un partido del 155 pase delante».
La conclusión para Borràs, es que el independentismo no pasa página, y estos resultados permiten avanzar decididamente hacia la independencia, porque «Catalunya ha demostrado es más independentista que nunca y por lo tanto tenemos que ir más lejos que nunca». «Hay que perseverar», ha remachado.