Este 28 de febrero el españolismo autonomista en sus distintas versiones (liberal o socialdemócrata) vuelve a celebrar la sumisión de Andalucía a los intereses de la oligarquía española con una fiesta que oculta el proceso que convirtió la victoria popular andaluza sobre la oligarquía del 4 de Diciembre de 1977 en la derrota en favor de la oligarquía plasmada en el Estatuto de 1981 y reafirmada en el segundo Estatuto de 2007
La institución que representa los valores del 28‑F de sumisión y de prevalencia política de la burguesía sobre el Pueblo Trabajador Andaluz la Junta ‑que deberíamos llamar “contra Andalucía”- cada día actúa más sin la careta que tenía el PSOE. Pocas diferencias hay entre unos gobiernos y otros mientras aumenta la precariedad laboral, sigue avanzando la desindustrialización del país y se continúa destruyendo nuestro medio ambiente. El último ejemplo ha sido la utilización de fondos públicos de las andaluzas para difundir más españolismo cuando publicitan el 28‑F con un anuncio en el que no se habla como hablan las andaluzas, sino en un “perfecto castellano”. Y para más inri, ceden un espacio en el Parlamento andaluz a la ultraderecha de Falange, siendo visibles los símbolos que acompañaban al criminal Queipo de Llano en el genocidio cometido contra el Pueblo Trabajador Andaluz el siglo pasado. Un proceso de retroceso autonómico que se visibiliza en estos gestos contra nuestros marcadores lingüísticos e históricos.
El PSOE y sus socios (IU, C’s o el regionalismo del PA), utilizaron esta fecha para desarmar al Pueblo Andaluz que el 4 de diciembre de 1977 llenó las calles andaluzas de dignidad para exigir autogobierno y soberanía, herramientas imprescindibles para solucionar los problemas de “dependencia” que provocaron siglos de emigración, hambre, desempleo, explotación, etc. La clase política española consiguió reconducir el movimiento popular del 4‑D hacia posiciones que no pusieran en peligro el ordenamiento territorial pactado, ni los intereses de las oligarquías española y andaluza, sacando el proceso de las calles para alejarlo de las reclamaciones populares, y a través de las instituciones volver al punto de partida de la sumisión y la dependencia.
Este trabajo de apropiación de los símbolos andaluces que el PSOE con el apoyo de sus socios (IU, C’s, PA) ha venido haciendo durante 40 años para que nada pudiera cambiar en Andalucía, tapando la corrupción política y económica con la bandera blanca y verde, adormeciendo al pueblo andaluz, manipulando, mintiendo y engañando para que el espíritu de rebeldía del 4‑D quedara desarmado y olvidado, ha posibilitado que la Junta de Andalucía sea gobernada por el españolismo más radical y más antiandaluz, y que desde esa institución se denigren los mismos símbolos que ya prostituyó el PSOE.
Por estos motivos y otros, la izquierda independentista andaluza no celebra el 28‑F; porque este parte del bochornoso “Pacto de Antequera” donde la clase política española diseñó la ruta por la que se hurtó al pueblo andaluz un proceso, constituyente y rupturista con la legitimidad franquista, que le posibilitara la construcción de una verdadera “Andalucía Libre” basada en la soberanía política del pueblo andaluz y en la soberanía económica de la clase trabajadora andaluza. En el Pacto de Antequera, las fuerzas políticas españolas y autonomistas fijaron los límites de la Andalucía estatutaria, con los principios del respeto a la legalidad neofranquista basada en un neofranquismo sin Franco, la unidad de España, la continuidad del modo de producción capitalista, la vinculación al imperialismo estadounidense y la aceptación de la renuncia a la soberanía del Pueblo Andaluz en favor de las Cortes españolas. Este pacto fue ratificado en el Estatuto de 1981 tras el 28‑F.
Celebrar el 28‑F es celebrar el triunfo de la oligarquía sobre el Pueblo Andaluz, es renunciar al 4 de diciembre del 77 y al proceso de ruptura democrática con el Estado español y su Régimen neo-franquista; es aceptar una Andalucía española y españolizada, sumisa y dependiente política y económicamente, sin herramientas para construir un futuro desde Andalucía y para las clases populares andaluzas.
Frente al 28‑F el 4‑D.
Frente a la dependencia política, consigamos la independencia nacional.
Frente al capitalismo, construyamos una nueva economía socialista.
Frente al patriarcado, impongamos una Andalucía feminista.
Permanente de la C.N. de Nación Andaluza.
Andalucía 27 de febrero de 2020.
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