Esta­dos Uni­dos. Resur­ge deba­te sobre pode­res de gue­rra del presidente

Por Rober­to Gar­cía Her­nán­dez, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 27 de febre­ro de 2021. 

El recien­te ata­que del Pen­tá­gono con­tra obje­ti­vos en terri­to­rio sirio, con­de­na­do por el gobierno de Damas­co, avi­vó el deba­te en Esta­dos Uni­dos sobre las facul­ta­des pre­si­den­cia­les para el uso de la fuer­za.
Al menos 22 per­so­nas murie­ron en los bom­bar­deos con­tra lo que el man­do mili­tar nor­te­ame­ri­cano deno­mi­nó ‘mili­cias proira­níes en el este de Siria’, en la pri­me­ra ope­ra­ción mili­tar de la admi­nis­tra­ción de Joe Biden, con el pre­tex­to de res­pon­der a un gol­pe cohe­te­ril con­tra tro­pas esta­dou­ni­den­ses en Iraq.

Las agru­pa­cio­nes ata­ca­das per­te­ne­cen a enti­da­des des­ple­ga­das en el desier­to de Al Badi­ya, área colin­dan­te en el nor­te con Iraq, que coope­ran con las fuer­zas arma­das sirias sobre la base de acuer­dos para com­ba­tir al gru­po terro­ris­ta Esta­do Islámico.

El ata­que ali­men­tó el deba­te sobre la lla­ma­da Auto­ri­za­ción para el Uso de la Fuer­za Mili­tar (AUMF), una legis­la­ción apro­ba­da por el Con­gre­so en 2002, y con­si­de­ra­da obso­le­ta por muchos especialistas.

La AUMF da luz ver­de ‘legal­men­te’ al pre­si­den­te para ata­car a ‘aque­llas nacio­nes, orga­ni­za­cio­nes o per­so­nas’ que ayu­da­ron o lle­va­ron a cabo los ata­ques del 11 de sep­tiem­bre’, facul­tad que aún sigue vigen­te a pesar de los años transcurridos.

Des­de los pri­me­ros meses del man­da­to de Donald Trump, el Depar­ta­men­to de Esta­do y el de Defen­sa, soli­ci­ta­ron ‑sin éxi­to- al Con­gre­so que apro­ba­ra una nue­va legis­la­ción de ese tipo que via­bi­li­za­ra los pla­nes beli­cis­tas del pre­si­den­te, pero sin incluir res­tric­cio­nes de tiem­po o geo­grá­fi­cas para el empleo del pode­río béli­co, con el pre­tex­to de ‘la metás­ta­sis’ de las orga­ni­za­cio­nes terro­ris­tas extranjeras.

Esta­mos en una era de fre­cuen­tes enfren­ta­mien­tos, y no pode­mos decir­les a nues­tros adver­sa­rios que pre­ten­de­mos dete­ner los com­ba­tes en una fecha deter­mi­na­da, seña­ló el enton­ces secre­ta­rio de Defen­sa, James Mat­tis en el Sena­do el 30 de octu­bre de 2017.

En el tras­fon­do de todo este deba­te sobre las facul­ta­des del jefe de la Casa Blan­ca para ini­ciar una con­tien­da béli­ca o inter­ve­nir en uno u otro país, está la Reso­lu­ción de Pode­res de Gue­rra, una ley fede­ral des­ti­na­da a con­tro­lar las facul­ta­des del pre­si­den­te para com­pro­me­ter al país en un con­flic­to arma­do sin el con­sen­ti­mien­to del Con­gre­so; que entró en vigor el 7 de noviem­bre de 1973.

El esta­tu­to requie­re que el pre­si­den­te noti­fi­que al Capi­to­lio en un pla­zo de 48 horas el uso de agru­pa­cio­nes arma­das en un con­flic­to deter­mi­na­do, prohí­be que dichas uni­da­des per­ma­nez­can en esas accio­nes por más de 60 días, y pre­vé un perio­do pos­te­rior de un mes para su reti­ra­da total.

Exper­tos seña­lan que para que el pre­si­den­te Joe Biden pue­da ter­mi­nar las gue­rras sin fin en que se invo­lu­cró el país en los últi­mos años, su admi­nis­tra­ción debe dero­gar la AUMF, lo cual sería una opor­tu­ni­dad para mejo­rar la estra­te­gia de Esta­dos Unidos.

Al res­pec­to, Geoff LaMear, espe­cia­lis­ta de la con­sul­to­ra esta­dou­ni­den­se Defen­se Prio­ri­ties, seña­la que si Biden quie­re la uni­dad en estos asun­tos, debe comen­zar por poner fin a esas gue­rras eternas.

‘En medio de las amar­gas divi­sio­nes en nues­tro país, resul­ta más impor­tan­te que nun­ca hacer que la polí­ti­ca exte­rior de Esta­dos Uni­dos refle­je las opi­nio­nes del públi­co nor­te­ame­ri­cano’, aco­tó LaMear.

En su inter­ven­ción el 10 de febre­ro pasa­do en la sede del Depar­ta­men­to de Defen­sa, Biden dejó cla­ro que uti­li­za­rá la fuer­za como ‘ins­tru­men­to de últi­mo recur­so’, en la medi­da en que su obje­ti­vo es poner fin a los con­flic­tos arma­dos actua­les en los que está invo­lu­cra­do Esta­dos Unidos.

No obs­tan­te, el man­da­ta­rio demó­cra­ta espe­ci­fi­có que nun­ca vaci­la­rá en usar el pode­río mili­tar esta­dou­ni­den­se cuan­do con­si­de­re que resul­ta imprescindible.

En su con­di­ción de coman­dan­te en jefe de las fuer­zas arma­das, el gober­nan­te demó­cra­ta seña­ló que ‘nues­tro país es más segu­ro y más fuer­te cuan­do lide­ra­mos no solo con el ejem­plo de nues­tro poder, sino con el poder de nues­tro ejemplo’.

En esa oca­sión, jun­to con la vice­pre­si­den­ta Kama­la Harris y el secre­ta­rio de Defen­sa Lloyd J. Aus­tin, Biden dijo que la ‘misión cen­tral de los ser­vi­cios arma­dos es disua­dir la agre­sión de nues­tros enemi­gos y, si es nece­sa­rio, luchar y ganar gue­rras para man­te­ner segu­ros a los estadounidenses’.

Fuen­te: Pren­sa Latina

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