Ita­lia. Un bar­co de res­ca­te de migran­tes, bajo la lupa de la Jus­ti­cia ita­lia­na: «Antes nos ala­ba­ban, aho­ra nos tra­tan como delincuentes»

Por Gabrie­le Cata­nia, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 12 de mar­zo de 2021.

La Fis­ca­lía de Ragu­sa inves­ti­ga a cua­tro per­so­nas rela­cio­na­das con las acti­vi­da­des de la ONG Medi­te­rra­nea Saving Humans por «favo­re­ci­mien­to de la inmi­gra­ción ile­gal» tras haber reco­gi­do a 27 náu­fra­gos, que per­ma­ne­cie­ron un mes atra­pa­dos en el petro­le­ro que los rescató.

La Jus­ti­cia ita­lia­na cues­tio­na las accio­nes de cua­tro per­so­nas rela­cio­na­das con la acti­vi­dad del buque de res­ca­te de migran­tes Mare Jonio. Des­de 2018, el remol­ca­dor es un sím­bo­lo para los pro­gre­sis­tas ita­lia­nos, por sus ope­ra­cio­nes de sal­va­men­to en el Medi­te­rrá­neo. Como la de agos­to de 2019, cuan­do sal­vó a un cen­te­nar de per­so­nas, entre ellas ocho muje­res emba­ra­za­das y vein­ti­dós niños meno­res de diez años. O la del 11 de sep­tiem­bre de 2020, cuan­do reco­gió a 27 náu­fra­gos afri­ca­nos a bor­do del Maersk Etien­ne, un petro­le­ro del gigan­te del trans­por­te marí­ti­mo danés Maersk que había loca­li­za­do a los migran­tes 38 días antes, pero al que nin­gún puer­to per­mi­tía su desembarco.

Aquel 11 de sep­tiem­bre, una vez hecho el tras­bor­do de res­ca­ta­dos al bar­co Mare Jonio, los migran­tes fue­ron des­em­bar­ca­dos en el puer­to de Poz­za­llo (Sici­lia), a unos 30 kiló­me­tros de la ciu­dad de Ragu­sa. Los perió­di­cos de toda Euro­pa habla­ron de la inter­ven­ción del Mare Jonio, y ACNUR (la agen­cia de Nacio­nes Uni­das para los refu­gia­dos) elo­gió a Ita­lia por «aco­ger» a unas «per­so­nas extre­ma­da­men­te vul­ne­ra­bles» y «poner fin a una cri­sis huma­ni­ta­ria de cin­co sema­nas, demos­tran­do una vez más su cara huma­na de acuer­do con la letra y el espí­ri­tu del dere­cho inter­na­cio­nal. Con el deseo que pue­da ser un ejem­plo para otros esta­dos europeos».

A pesar de los elo­gios de orga­nis­mos inter­na­cio­na­les, esta inter­ven­ción del 11 de sep­tiem­bre pue­de cos­tar­le muy cara a dos miem­bros de la tri­pu­la­ción del Mare Jonio, así como al pre­si­den­te y al vice­pre­si­den­te del arma­dor, Idra Social Ship­ping, con sede en Tries­te. La Fis­ca­lía de Ragu­sa acu­sa a esas cua­tro per­so­nas de «favo­re­ci­mien­to de la inmi­gra­ción ile­gal con agra­van­tes», un deli­to muy gra­ve que el orde­na­mien­to jurí­di­co ita­liano cas­ti­ga con penas de pri­sión de has­ta trein­ta años, sos­tie­ne un comu­ni­ca­do de la defen​sa​.La aso­cia­ción Medi­te­rra­nea Saving Humans se apo­ya en este peque­ño arma­dor para lle­var a cabo la prác­ti­ca del res­ca­te civil en el Medi­te­rrá­neo con el Mare Jonio. Según la web de la aso­cia­ción, des­de octu­bre de 2018 el bar­co ha sal­va­do a 374 personas.

La tri­pu­la­ción de Medi­te­rra­nea Saving Humans con algu­nas de las per­so­nas rescatadas.

Idra Social Ship­ping tra­ba­ja prin­ci­pal­men­te para Medi­te­rra­nea y fue fun­da­da para crear su «bra­zo naval». Ade­más, rea­li­za peque­ños tra­ba­jos para sobre­vi­vir eco­nó­mi­ca­men­te, expli­ca a elDia​rio​.es Luca Casa­ri­ni, vene­ciano de 53 años, sobre­car­go del buque y, duran­te mucho tiem­po, líder del movi­mien­to no glo­bal ita­liano. Hoy Casa­ri­ni es la cara más cono­ci­da de la asociación.

Ade­más de Casa­ri­ni, están inves­ti­ga­dos el pre­si­den­te de Idra Social Ship­ping y tra­ba­ja­dor social ori­gi­na­rio de Tries­te, Ales­san­dro Metz; el vice­pre­si­den­te Bep­pe Cac­cia, aca­dé­mi­co y ex con­ce­jal de Vene­cia; y el capi­tán del bar­co, Pie­tro Marro­ne. Casa­ri­ni, Metz y Cac­cia tam­bién figu­ran entre los fun­da­do­res de la aso­cia­ción Medi­te­rra­nea. La Fis­ca­lía de Ragu­sa pre­ci­só que la aso­cia­ción Medi­te­rra­nea no está impli­ca­da, sino que «podría inclu­so ser par­te perjudicada».

La ope­ra­ción de la Fis­ca­lía de Ragu­sa comen­zó el lunes 1 de mar­zo y con­tó con la par­ti­ci­pa­ción de varias fuer­zas poli­cia­les, que efec­tua­ron regis­tros por dis­tin­tas par­tes de Ita­lia. No sólo en Tries­te y Vene­cia, en el nores­te del país, sino tam­bién en Bolo­nia, Mon­te­di­no­ve y Lape­dona (cen­tro de Ita­lia), Paler­mo, Maza­ra del Vallo y Augus­ta (Sici­lia). Según la defen­sa, los cua­tro inves­ti­ga­dos no hicie­ron nada ile­gal: el ingre­so del bar­co con los migran­tes a bor­do en Ita­lia se habría rea­li­za­do de acuer­do con los pro­ce­di­mien­tos esta­ble­ci­dos por la ley y con la asig­na­ción de un puer­to de des­em­bar­co por par­te de las auto­ri­da­des competentes.

Según la Fis­ca­lía de Ragu­sa, los migran­tes a bor­do del Maersk Etien­ne fue­ron car­ga­dos por el Mare Jonio «tras la cele­bra­ción de un acuer­do comer­cial entre las com­pa­ñías arma­do­ras de los dos buques» por el cual la empre­sa arma­do­ra del Mare Jonio «ha reci­bi­do una impor­tan­te suma como con­tra­pres­ta­ción por el ser­vi­cio pres­ta­do». La suma, indi­ca, es de 125.000 euros. Esta supues­ta trans­fe­ren­cia es una de las cir­cuns­tan­cias agra­van­tes del deli­to de favo­re­ci­mien­to de la inmi­gra­ción ile­gal que se impu­ta a Casa­ri­ni y sus tres compañeros.

Nin­gu­na de las par­tes dis­cu­te que Idra Social Ship­ping reci­bió una trans­fe­ren­cia de 125.000 euros de Maersk. Pero, según un comu­ni­ca­do de Idra Social Ship­ping, «nun­ca ha exis­ti­do un acuer­do pre­vio [a la ope­ra­ción del 11 de sep­tiem­bre], y mucho menos de carác­ter eco­nó­mi­co, entre direc­ti­vos y emplea­dos de Idra Social Ship­ping, por un lado, y la empre­sa dane­sa Maersk Tan­kers, por otro, en rela­ción con la inter­ven­ción rea­li­za­da por el bar­co Mare Jonio el 11 de sep­tiem­bre de 2020».

El gabi­ne­te de pren­sa de Medi­te­rra­nea expli­ca a elDia​rio​.es que la pri­me­ra reu­nión entre Maersk e Idra Social Ship­ping tuvo lugar el 6 de octu­bre de 2020 duran­te una con­fe­ren­cia públi­ca (orga­ni­za­da por Danish Ship­ping, la aso­cia­ción de arma­do­res dane­sa, para tra­tar el tema de los res­ca­tes en el mar). Un tuit de la direc­to­ra gene­ral de Danish Ship­ping, del 6 de octu­bre de 2020, indi­ca: «Un gus­to encon­trar a Bep­pe Cac­cia hoy en Copenha­gue y dis­cu­tir del inte­rés mutuo en la bús­que­da de solu­cio­nes sos­te­ni­bles para las ope­ra­cio­nes SAR en el mar – para todas las par­tes involucradas».

La trans­fe­ren­cia de 125.000 euros

La deci­sión de asig­nar los 125.000 euros fue toma­da por Maersk el 30 de noviem­bre, según el gabi­ne­te de pren­sa de Medi­te­rra­nea. «Sobre la base del Con­ve­nio de Lon­dres de 1989 acer­ca de asis­ten­cia entre buques en aguas inter­na­cio­na­les, Maersk ha reco­no­ci­do así par­cial­men­te los gas­tos adi­cio­na­les en que incu­rrió Idra Social Ship­ping por los ser­vi­cios pres­ta­dos en el mar, como for­ma de apo­yo a nues­tra acti­vi­dad», sos­tie­ne un comu­ni­ca­do de Idra Social Ship­ping. La suma, sos­tie­nen des­de la aso­cia­ción, «ha sido deci­di­da y valo­ra­da por ellos [Maersk]», y el recur­so al Con­ve­nio de Lon­dres «ha sido deci­di­do por su depar­ta­men­to jurídico».

Des­de Copenha­gue, Maersk Tan­kers, que has­ta la fecha no ha sido con­tac­ta­da por la fis­ca­lía de Ragu­sa, sos­tie­ne que, meses des­pués de la ope­ra­ción de res­ca­te, la com­pa­ñía se reu­nió con repre­sen­tan­tes de Medi­te­rra­nea para «agra­de­cer­les su ayu­da huma­ni­ta­ria». A raíz de esta reu­nión, «deci­di­mos hacer una con­tri­bu­ción a Medi­te­rra­nea para cubrir algu­nos de los gas­tos que sufrie­ron como resul­ta­do de la ope­ra­ción. Esto se hizo por un impor­te de 125.000 euros y con el pleno apo­yo de la direc­ción de Maersk Tan­kers», indica.

Según Luca Casa­ri­ni, sobre­car­go en el Mare Jonio, la apor­ta­ción se pro­du­jo des­pués de que, en la reu­nión con Idra Social Ship­ping en octu­bre, los res­pon­sa­bles de Maersk supie­sen que las acti­vi­da­des de res­ca­te del peque­ño arma­dor habían sido blo­quea­das tras el tras­bor­do de los migran­tes res­ca­ta­dos por el petro­le­ro: «Deci­die­ron ayu­dar­nos. Y deci­die­ron hacer­lo, bajo indi­ca­ción de su depar­ta­men­to jurí­di­co, a tra­vés del Con­ve­nio de Lon­dres: cuan­do un bar­co inter­vie­ne soco­rrien­do a otro bar­co que está soli­ci­tan­do ayu­da, el Con­ve­nio esta­ble­ce que el arma­dor que reci­bió la ayu­da pue­de dar una com­pen­sa­ción al arma­dor que le ayudó».

En una entre­vis­ta con el Corrie­re della Sera, Casa­ri­ni comen­ta­ba que, cuan­do alguien insi­núa que la acti­vi­dad de Idra Social Ship­ping es un nego­cio, él com­prue­ba su cuen­ta ban­ca­ria y ve que es tan «pobre» como antes: «Nin­guno de noso­tros se ha lle­va­do un solo cén­ti­mo» dice Casa­ri­ni a eldia​rio​.es. «Ade­más no pode­mos, por­que Idra tie­ne que rein­ver­tir todo en su misión, al ser una empre­sa reco­no­ci­da por el Fon­do Social Europeo».

La dura situa­ción de los rescatados

Casa­ri­ni recuer­da el esta­do en el que se encon­tra­ban los migran­tes cuan­do fue­ron reco­gi­dos por su buque de res­ca­te: «Duran­te más de un mes, esas 27 per­so­nas dur­mie­ron a la intem­pe­rie, en la cubier­ta del petro­le­ro: duran­te el día pasa­ban todo el tiem­po bajo el sol, por la noche se pro­te­gían con unas man­tas. Debi­do al ries­go de con­ta­gio de COVID-19, la tri­pu­la­ción del petro­le­ro tuvo, por supues­to, que man­te­ner­se a dis­tan­cia de ellos».

Los náu­fra­gos, aña­de Casa­ri­ni, «esta­ban com­pren­si­ble­men­te muy can­sa­dos y frus­tra­dos, tres de ellos se habían lan­za­do al mar por deses­pe­ra­ción y la tri­pu­la­ción del Maersk Etien­ne tuvo que res­ca­tar­los. Muchos lle­va­ban las mar­cas de las tor­tu­ras sufri­das en Libia. Ni siquie­ra tenían telé­fo­nos móvi­les, por­que los equi­pos elec­tró­ni­cos están prohi­bi­dos en un petro­le­ro, por razo­nes de seguridad».

Y aña­de: «Solo inter­ve­ni­mos aquel 11 de sep­tiem­bre por­que el capi­tán del Maersk Etien­ne nos envió un correo elec­tró­ni­co pidien­do ayu­da. Duran­te más de un mes, el petro­le­ro había hecho lla­ma­mien­tos a toda Euro­pa, sin resul­ta­dos». Bas­ta con leer los perió­di­cos de la épo­ca para encon­trar la con­fir­ma­ción de las pala­bras de Casa­ri­ni. En par­ti­cu­lar, las auto­ri­da­des mal­te­sas se nega­ron a dejar des­em­bar­car a los 27 náu­fra­gos, a pesar de que el Maersk Etien­ne estu­vie­ra ancla­do a sólo 20 millas náu­ti­cas del puer­to mal­tés de Marsaxlokk.

Casa­ri­ni dice no tener mie­do. Su tra­ba­jo en el Mare Jonio ya fue exa­mi­na­do cui­da­do­sa­men­te por la jus­ti­cia ita­lia­na en el pasa­do. En diciem­bre de 2020 el juez de Agri­gen­to (Sici­lia) soli­ci­tó que se archi­va­ra el caso, dán­do­le la razón tan­to a él como al coman­dan­te del Mare Jonio, Pie­tro Marro­ne, ambos acu­sa­dos de favo­re­ci­mien­to de la inmi­gra­ción irre­gu­lar: haber res­ca­ta­do a cin­cuen­ta náu­fra­gos trans­por­tán­do­los a la isla de Lam­pe­du­sa, duran­te el mal tiem­po, fue una «nece­sa­ria acti­vi­dad de res­ca­te», decla­ró el juez.

Los par­ti­dos ita­lia­nos de dere­cha y de extre­ma dere­cha lle­van años man­te­nien­do pos­tu­ras muy duras hacia los migran­tes que inten­tan cru­zar el mar Medi­te­rrá­neo para lle­gar a Ita­lia, y hacia las ONG que los res­ca­tan en el mar. «¿Inves­ti­ga­cio­nes sobre las ONG? No es más que el prin­ci­pio», dijo Mat­teo Sal­vi­ni, líder del par­ti­do ultra­de­re­chis­ta Liga. En la mis­ma línea, Gior­gia Melo­ni, líder del par­ti­do nacio­na­lis­ta y de dere­cha Her­ma­nos de Ita­lia (el ter­cer par­ti­do de Ita­lia según las encues­tas), escri­bió en Face­book: «Her­ma­nos de Ita­lia irá a fon­do con este asun­to, y pide res­pues­tas urgen­tes al minis­tro del Inte­rior Lamor­ge­se. Como siem­pre, segui­re­mos luchan­do con­tra el nego­cio que gira en torno al trá­fi­co de seres huma­nos hacia nues­tra Nación, a menu­do enmas­ca­ra­do tras un velo de fal­so humanitarismo».

En los últi­mos días, muchos miem­bros de la izquier­da ita­lia­na han expre­sa­do su soli­da­ri­dad hacia Casa­ri­ni y sus com­pa­ñe­ros. El dipu­tado de izquier­das Eras­mo Palaz­zot­to, entre los polí­ti­cos pro­gre­sis­tas que en 2018 hicie­ron posi­ble la pues­ta en mar­cha de la ini­cia­ti­va, indi­có: «Se res­pi­ra un ambien­te car­ga­do, des­de hace unos días se ha reini­cia­do una cam­pa­ña de cri­mi­na­li­za­ción de la solidaridad».

Amnis­tía Inter­na­cio­nal: «Hay un ambien­te de cri­mi­na­li­za­ción de la solidaridad»

Orga­ni­za­cio­nes de defen­sa de dere­chos huma­nos tam­bién han mos­tra­do su preo­cu­pa­ción. Ric­car­do Noury, por­ta­voz de Amnis­tía Inter­na­cio­nal Ita­lia, lo des­cri­be como un ambien­te de «cri­mi­na­li­za­ción de la soli­da­ri­dad». Todo se remon­ta, cuen­ta a eldia​rio​.es, a 2017, «cuan­do empe­zó a cir­cu­lar la expre­sión ‘taxi del mar’, con acu­sa­cio­nes nun­ca pro­ba­das a las ONGs de con­ni­ven­cia con gru­pos cri­mi­na­les en Libia para ges­tio­nar con ellos las salidas».

«En el asun­to Mare Jonio, se hace hin­ca­pié en la supues­ta ven­ta­ja eco­nó­mi­ca por par­te del arma­dor, y se está pasan­do por alto el hecho de que vein­ti­sie­te per­so­nas per­ma­ne­cie­ron esta­cio­na­das en un bar­co duran­te más de un mes», recal­ca Noury. «Cono­ce­mos a las per­so­nas que tra­ba­jan en Medi­te­rra­nea, que siem­pre han tra­ba­ja­do con abso­lu­ta trans­pa­ren­cia» dice a elDia​rio​.es Ste­fano Tro­va­to, direc­tor de migra­cio­nes del CNCA (Coor­di­na­men­to Nacio­nal Comu­ni­da­des de Aco­gi­da). «Para el pro­yec­to, algu­nos de ellos inclu­so apor­ta­ron recur­sos eco­nó­mi­cos per­so­na­les, endeudándose».

Luca Giom­mo­ni es un escri­tor de la Tos­ca­na, y has­ta hace poco era pro­fe­sor de ita­liano y ope­ra­dor en un cen­tro de aco­gi­da. Él tam­bién cree que se está pro­du­cien­do una cri­mi­na­li­za­ción de la soli­da­ri­dad: «En los últi­mos años se han difun­di­do algu­nos men­sa­jes real­men­te dema­gó­gi­cos hacia quie­nes pres­tan ser­vi­cios de res­ca­te en el mar. Algu­nos polí­ti­cos han que­ri­do ata­car a la soli­da­ri­dad, ofre­cien­do una repre­sen­ta­ción sim­pli­fi­ca­da e inade­cua­da del fenómeno».

«Hacer ope­ra­cio­nes de res­ca­te en el mar se ha con­ver­ti­do en un cal­va­rio. En 2015 los que sal­va­ban vidas en el mar eran ala­ba­dos por las auto­ri­da­des, hoy son tra­ta­dos como delin­cuen­tes. Pero esto no nos deten­drá», con­clu­ye Casarini.

Fuen­te: Eldia­rio.

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