Resumen Latinoamericano, 12 de marzo de 2021.
Venezuela revisará relación con la Oficina del Alto Comisionado Michelle Bachelet a la luz de declaraciones desacertadas. Su informe desequilibrado está ordenado por una resolución politizada del Consejo de Derechos Humanos, promovida por el Gobierno de los Estados Unidos a través del autoproclamado Grupo de Lima, en clara violación de las normas y principios que rigen el tratamiento de las cuestiones de derechos humanos
La República Bolivariana de Venezuela lamenta y rechaza las declaraciones poco acertadas realizadas hoy por la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, durante el 46º período ordinario de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Su informe desequilibrado está ordenado por una resolución politizada del Consejo de Derechos Humanos, promovida por el Gobierno de los Estados Unidos a través del autoproclamado Grupo de Lima, en clara violación de las normas y principios que rigen el tratamiento de las cuestiones de derechos humanos.
Es de gran preocupación que la Alta Comisionada ceda a la presión de actores anti-venezolanos y haga declaraciones sesgadas lejos de la verdad, haciéndose eco de campañas mediáticas y presentando especulaciones ideologizadas como hechos. A pesar de la presencia de su Oficina en el terreno y de los fluidos mecanismos de diálogo que existen con el Estado venezolano, derivados de la recientemente renovada Carta de Entendimiento sobre asistencia técnica y cooperación, la información que maneja y presenta la Alta Comisionada no es muy diferente a la la difundida por gobiernos y medios de comunicación que aspiran a un escenario de violencia en Venezuela.
Ante las infundadas imputaciones realizadas, el Gobierno Bolivariano de Venezuela someterá a revisión la relación con la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos y la próxima renovación de la Carta Compromiso, a fin de garantizar el estricto y necesario cumplimiento de las los principios de objetividad, no selectividad, imparcialidad, no injerencia en los asuntos internos y diálogo constructivo. En este sentido, Venezuela aspira a un mayor rigor y objetividad por parte de la Alta Comisionada y sus equipos técnicos.
Fuente: Kaos en la Red