Bra­sil. La des­truc­ción de la escue­la qui­lom­bo­la en San­ta Cata­ri­na está vin­cu­la­da a la lucha por la tierra

Por Elai­ne Tava­res. Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 9 de abril de 2021.

Sos­pe­chan de la Empre­sa Ima­ri­bo, empre­sa made­re­ra res­po­sa­ble de las plan­ta­cio­nes de pinos en la región, y con la que exis­te una vie­ja dispu­ta.

Duran­te el feria­do de sema­na san­ta, veci­nos del qui­lom­bo Inver­na­da dos Negros, ubi­ca­do en el lími­te entre los muni­ci­pios Cam­pos Novos y Abdon Batis­ta, en San­ta Cata­ri­na, fue­ron sor­pren­di­dos por la noti­cia de la des­truc­ción de la escue­la esta­tal José Faria Neto, en la que rea­li­zan acti­vi­da­des edu­ca­ti­vas más de 100 estu­dian­tes y tam­bién miem­bros de las orga­ni­za­cio­nes comu­ni­ta­rias. Todo ha suce­di­do muy rápi­do, lle­gó una máqui­na gran­de y des­tru­yó el edi­fi­cio. Todo el mate­rial edu­ca­ti­vo que­dó inu­ti­li­za­ble. Sin embar­go dicen que nadie lo sabe, que nadie lo vio. El gobierno esta­tal, res­pon­sa­ble del patri­mo­nio públi­co, dice que no hizo que lo demo­lie­ran, pero seña­ló en una nota que se cons­tru­yó una nue­va escue­la a 500 metros de la derruí­da, sugi­rien­do que los qui­lom­bo­las (cam­pe­sinxs) se adap­ta­rían y comen­za­rían a uti­li­zar el nue­vo edi­fi­cio. El hecho ha esta­do rela­cio­na­do con la inves­ti­ga­ción del caso, regis­tra­do como daño a la pro­pie­dad pública,

La pre­gun­ta que sur­ge es: si no fue el esta­do el que orde­nó el colap­so de la escue­la, ¿quién se atre­vió a hacer tal acto? ¿Des­truir una escue­la en el terreno que es patri­mo­nio del pue­blo de San­ta Cata­ri­na? La sos­pe­cha de los qui­lom­bo­las recae sobre la Empre­sa Ima­ri­bo, una empre­sa made­re­ra que plan­ta pinos en la región y que inclu­so tie­ne una vie­ja dispu­ta con el qui­lom­bo (cam­pa­men­to), ya que está ins­ta­la­da en al menos cua­tro mil hec­tá­reas que per­te­ne­cen a Inver­na­da dos Negros. En otras pala­bras: la bata­lla es por la tie­rra. La des­truc­ción de la escue­la fue un paso más para rom­per la colum­na ver­te­bral de los qui­lom­bo­las, qui­tán­do­les un espa­cio con­quis­ta­do con mucha lucha con la Secre­ta­ría de Edu­ca­ción para garan­ti­zar la edu­ca­ción a la comunidad.

La his­to­ria del quilombo

Las tie­rras don­de viven los res­tos de negros escla­vi­za­dos de hoy, cono­ci­das como Qui­lom­bo Inver­na­da dos Negros, a dife­ren­cia de muchos otros qui­lom­bos que no tie­nen regis­tro de pro­pie­dad, fue­ron deja­das como tes­ta­men­to en 1877 por el enton­ces pro­pie­ta­rio Matheus José de Sou­za y Oli­vei­ra, a ocho per­so­nas aún escla­vas. y tres libe­ra­dos. Como en esos días era mucho más difí­cil para un negro garan­ti­zar sus dere­chos en los tri­bu­na­les, las tie­rras no se regu­la­ri­za­ron. Aun así, las fami­lias con­ti­nua­ron vivien­do su vida en la zona has­ta que, a par­tir de la déca­da de 1940, empe­za­ron a ver inva­di­do su terri­to­rio. Des­de enton­ces, la lucha con­tra los aca­pa­ra­do­res de tie­rras ha sido sis­te­má­ti­ca, con los negros siem­pre en desventaja.

El terri­to­rio ori­gi­nal del qui­lom­bo es de 7,950 hec­tá­reas, pero solo una par­te de ese total fue titu­la­do y regu­la­ri­za­do en 2014 (alre­de­dor de 639 hec­tá­reas), con al menos cua­tro mil hec­tá­reas aún en manos de la empre­sa Ima­ri­bo, que afir­ma ser due­ña de la tie­rra y sigue plan­tan­do pino sobre el terreno. Como se sabe, el pino es una cul­tu­ra aje­na que inclu­so pro­vo­ca la des­truc­ción del sue­lo para otras cul­tu­ras. Esto sig­ni­fi­ca que cuan­to más los pinos con­ti­núen infes­tan­do el cam­po, menos posi­bi­li­da­des ten­drá la comu­ni­dad de recu­pe­rar la fer­ti­li­dad del sue­lo. La par­te ocu­pa­da por qui­lom­bo­las, en cam­bio, con­ser­va la vege­ta­ción autóc­to­na y bus­ca garan­ti­zar una cul­tu­ra de existencia.

En 2014, cuan­do el Incra final­men­te reco­no­ció el terri­to­rio qui­lom­bo­la, las tie­rras que esta­ban bajo la ocu­pa­ción de Ima­ri­bo fue­ron regis­tra­das como per­te­ne­cien­tes al qui­lom­bo y suje­tas a indem­ni­za­ción por par­te del Esta­do. Pero, a día de hoy, no se cono­cen avan­ces en esta direc­ción y la empre­sa sigue com­por­tán­do­se como si fue­ra su due­ña. Tan­to es así que aho­ra pue­de haber derro­ca­do la escue­la que hay en esas tierras.

En 2019, apro­ve­chan­do que la empre­sa cor­tó pino en uno de los espa­cios del terreno, fami­lias qui­lom­bo­las ocu­pa­ron el lugar, con el obje­ti­vo de obli­gar al Esta­do a resol­ver de una vez por todas el tema de la expro­pia­ción. En ese momen­to, la empre­sa Ima­ri­bo acu­dió a los tri­bu­na­les soli­ci­tan­do la recu­pe­ra­ción, lo que fue acep­ta­do por el Poder Judi­cial. A pun­to de ser des­alo­ja­dos de su pro­pia tie­rra, los qui­lom­bo­las acu­die­ron al Minis­te­rio Públi­co Fede­ral, que reco­no­ció que las cua­tro mil hec­tá­reas están a nom­bre de Ima­ri­bo, par­te del terri­to­rio qui­lom­bo­la. El juz­ga­do de San­ta Cata­ri­na enten­dió que como la empre­sa tenía títu­lo de pro­pie­dad inmo­bi­lia­ria, los qui­lom­bo­las debían irse. El caso final­men­te lle­gó a la jus­ti­cia fede­ral, lo que final­men­te evi­tó el des­alo­jo vio­len­to. Pos­te­rior­men­te, el tri­bu­nal tam­bién deci­dió que los qui­lom­bo­las podrían que­dar­se en la zona,

Así ha sido la lucha coti­dia­na de lxs qui­lom­bo­las de Inver­na­da dos Negros, enfren­tan­do a la empre­sa made­re­ra para recu­pe­rar las cua­tro mil hec­tá­reas que les per­te­ne­cen. Entien­den que la empre­sa pue­de haber com­pra­do el terreno de bue­na fe, pero es el gobierno quien debe resol­ver el con­flic­to indem­ni­zan­do a Imaribo.

Edu­ca­ción quilombola

Otra bata­lla libra­da por los qui­lom­bo­las es la edu­ca­ción qui­lom­bo­la, un dere­cho que con­quis­ta­ron en 2003, cuan­do el gobierno fede­ral apro­bó la ley que defi­nía que tan­to los indí­ge­nas como los qui­lom­bo­las tenían sus sin­gu­la­ri­da­des cul­tu­ra­les y podían tra­ba­jar la edu­ca­ción den­tro de estos pará­me­tros. Fue así como a par­tir de 2004, como dice María de Lour­des Mina, del Movi­mien­to Negro Uni­fi­ca­do de San­ta Cata­ri­na, comen­zó a tra­ba­jar con los qui­lom­bo­las y el gobierno del Esta­do para garan­ti­zar este dere­cho. Se rea­li­za­ron nume­ro­sas reunio­nes y semi­na­rios con las admi­nis­tra­cio­nes regio­na­les de edu­ca­ción para infor­mar y capa­ci­tar a los admi­nis­tra­do­res, pero para 2010 no se había abor­da­do nada. Era nece­sa­rio acu­dir a los tri­bu­na­les con­tra el Esta­do para ase­gu­rar que los qui­lom­bos pudie­ran tener una edu­ca­ción acor­de a su cul­tu­ra y tradición. 

En Inver­na­da dos Negros esta labor edu­ca­ti­va se ini­ció prin­ci­pal­men­te con jóve­nes y adul­tos, ya que había muchas per­so­nas que no sabían leer ni escri­bir. Per­so­nas de 60, 70 años que tenían el sue­ño de apren­der a leer el mun­do. Inclu­so hubo una pro­me­sa del gobierno esta­tal de que el qui­lom­bo ten­dría su pro­pia escue­la físi­ca, ya que es una de las más pobla­das del esta­do. Así empe­za­ron a uti­li­zar la escue­la públi­ca José Faria Neto, aho­ra demo­li­da. El esta­do afir­ma que cons­tru­yó una nue­va escue­la a 500 metros de la escue­la que se fue al sue­lo, pero para los qui­lom­bo­las eso no sig­ni­fi­ca nada. La escue­la, si deja­ra de aten­der al res­to de alum­nos de la región, debe­ría haber sido ads­cri­ta al qui­lom­bo, por­que allí, ade­más de las cla­ses, se rea­li­zan acti­vi­da­des de for­ma­ción comu­ni­ta­ria, reunio­nes de orga­ni­za­ción y acti­vi­da­des culturales.

Edson Camar­go, líder del qui­lom­bo, con­fir­ma que no hubo con­ver­sa­ción, ni con el Depar­ta­men­to de Edu­ca­ción ni con la Com­pa­ñía Ima­ri­bo, sobre lo que iba a pasar con la escue­la. Se cerró debi­do a la pan­de­mia, pero la comu­ni­dad inclu­so cele­bró una reu­nión a prin­ci­pios de año para pre­pa­rar el regre­so al tra­ba­jo. Se des­tru­yó todo el patri­mo­nio: lo físi­co y lo inma­te­rial, por­que la escue­la, mucho más que un edi­fi­cio, sig­ni­fi­có una vic­to­ria sobre los pre­jui­cios y una garan­tía para que la his­to­ria del qui­lom­bo siguie­ra su camino den­tro de la for­ma de ser qui­lom­bo­la. Derri­bar el edi­fi­cio es tam­bién lograr este logro. Echar a niños y adul­tos a la nue­va escue­la es des­truir todo el pro­ce­so que se había cons­ti­tui­do des­de 2004. “El edi­fi­cio de la escue­la exis­te des­de hace 40 años como escue­la públi­ca. ¿Cómo se con­vir­tió en pro­pie­dad de Ima­ri­bo de la noche a la maña­na? ¿Cómo des­tru­ye una máqui­na los bie­nes públi­cos y no pasa nada? ¿Cómo no lo supo el esta­do? ¿Has­ta cuán­do nos ata­ca­rán y tra­ta­rán de des­truir­nos, inclui­dos nues­tros sueños? ”.

El Movi­mien­to Negro Uni­fi­ca­do (MNU) reali­zó un encuen­tro vir­tual este mar­tes, reu­nien­do a repre­sen­tan­tes del qui­lom­bo con sim­pa­ti­zan­tes de diver­sos seg­men­tos, sin­di­ca­lis­tas, movi­mien­tos socia­les, con­ce­ja­les, dipu­tados esta­ta­les y fede­ra­les. La inten­ción es hacer que todos estos espa­cios actúen para exi­gir al gobierno esta­tal que expli­que lo suce­di­do y que garan­ti­ce un espa­cio digno para que Inver­na­da dos Negros pue­da con­ti­nuar con su tra­ba­jo den­tro de la lógi­ca de la edu­ca­ción quilombola.

Inten­ta­mos poner­nos en con­tac­to con la empre­sa Ima­ri­bo para cono­cer su ver­sión de los hechos, pero no pudi­mos. Se soli­ci­tó mi núme­ro de telé­fono para una devo­lu­ción, ya que solo una per­so­na de la empre­sa está auto­ri­za­da para hablar sobre el caso. Pero, has­ta el cie­rre de la his­to­ria, a nadie le importaba.

La lucha con­ti­núa en Inver­na­da dos Negros.

Fuen­te: Del Blog Eteia – Pala­bras insur­gen­tes /​/​MST

Tra­duc­ción. Resu­men Latinoamericano

Itu­rria /​Fuen­te

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