México. EZLN: «Siete zapatistas, la fracción marítima que visitará Europa»

Méxi­co. EZLN: «Sie­te zapa­tis­tas, la frac­ción marí­ti­ma que visi­ta­rá Europa»

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 18 de abril de 2021

ESCUADRÓN 421.
(La dele­ga­ción marí­ti­ma zapatista).

Abril del 2021.

¿Calen­da­rio? Una madru­ga­da del cuar­to mes. ¿Geo­gra­fía? Las mon­ta­ñas del sur­es­te mexi­cano. Un silen­cio repen­tino se impo­ne a los gri­llos, al ladri­do dis­per­so y lejano de los perros, al eco de una músi­ca de marim­ba. Aquí, en las entra­ñas de los cerros, un susu­rro más que un ron­qui­do. Si no estu­vié­ra­mos don­de esta­mos, podría pen­sar­se que es un rumor de mar abier­to. No las olas reven­tan­do con­tra la cos­ta, la pla­ya, el acan­ti­la­do aco­ta­do con un tajo capri­cho­so. No, algo más. Y enton­ces… un lar­go que­ji­do y un tem­blor intem­pes­ti­vo, breve.

La mon­ta­ña se alza. Se arre­man­ga, con pudor, un poco las naguas. No sin tra­ba­jos, arran­ca sus pies de la tie­rra. Da el pri­mer paso con un ges­to de dolor. Aho­ra le san­gran las plan­tas a esta mon­ta­ña peque­ña, leja­na de los mapas, los des­ti­nos turís­ti­cos y las catás­tro­fes. Pero aquí todo es com­pli­ci­dad, así que una llu­via ana­cró­ni­ca le lava los pies y, con lodo, le cura las heridas.

“Cuí­da­te hija”, le dice la Cei­ba madre. “Áni­mo”, habla el hua­pác como con­si­go mis­mo. El pája­ro tapa­ca­mino la guía. “Al orien­te, ami­ga, al orien­te”, dice mien­tras brin­ca de un lado a otro.

Ves­ti­da de árbo­les, aves y pie­dras, cami­na la mon­ta­ña. Y a su paso, se aga­rran a los bor­des de su nagua, hom­bres, muje­res, quie­nes no son ni las unas ni los otros, niñas y niños som­no­lien­tos. Van tre­pan­do por su blu­sa, coro­nan la pun­ta de sus pechos, siguen a sus hom­bros y, ya sobre lo alto de su cabe­lle­ra, despiertan.

Al orien­te el sol, ape­nas aso­ma­do al hori­zon­te, detie­ne un poco su necia y coti­dia­na ron­da. Le ha pare­ci­do ver que una mon­ta­ña, con una coro­na de seres huma­nos, cami­na. Pero más allá del sol y de unas nubes gri­ses que la noche dejó olvi­da­das, nadie aquí pare­ce sorprenderse.

“De por sí así esta­ba escri­to”, dice el Vie­jo Anto­nio mien­tras afi­la el mache­te de doble filo, y la Doña Jua­ni­ta asien­te con un suspiro.

En el fogón hue­le a café y a maíz coci­do. En la radio comu­ni­ta­ria se escu­cha una cum­bia. La letra habla de una leyen­da impo­si­ble: una mon­ta­ña nave­gan­do a con­tra­pe­lo de la historia.

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Sie­te per­so­nas, sie­te zapa­tis­tas, for­man la frac­ción marí­ti­ma de la dele­ga­ción que visi­ta­rá Euro­pa. Cua­tro son muje­res, dos son varo­nes y unoa es otroa. 4, 2, 1. El escua­drón 421 se encuen­tra ya acuar­te­la­do en el lla­ma­do “Cen­tro de Adies­tra­mien­to Marí­ti­mo-Terres­tre Zapa­tis­ta”, ubi­ca­do en el Semi­lle­ro Coman­dan­ta Ramo­na de la zona Tzotz Choj.

No fue fácil. Más bien, ha sido tor­tuo­so. Para lle­gar a este calen­da­rio, hubi­mos de enfren­tar repa­ros, con­se­jos, des­alien­tos, lla­ma­dos a la mesu­ra y a la pru­den­cia, fran­cos sabo­ta­jes, men­ti­ras, mal­ha­bla­das, recuen­tos deta­lla­dos de las difi­cul­ta­des, chis­mes e inso­len­cias, y una fra­se repe­ti­da has­ta el asco: “eso que quie­ren hacer es muy difí­cil, por no decir impo­si­ble” Y, cla­ro, dicién­do­nos, orde­nán­do­nos, lo que debía­mos y no hacer. Todo eso, en este y el otro lado del océano.

Cla­ro, todo eso sin con­tar los obs­tácu­los del supre­mo gobierno y su buro­cra­cia igno­ran­te, necia y racista.

Pero de todo eso ya les pla­ti­ca­ré en otra oca­sión. Aho­ra debo con­tar­les un poco de nues­tra fla­man­te dele­ga­ción zapa­tis­ta marítima.

Las 4 muje­res, los dos varo­nes y loa otroa son seres huma­nos. Se les apli­có el Test de Turing, con algu­nas modi­fi­ca­cio­nes que con­si­de­ré per­ti­nen­tes, para des­car­tar que algún@ de ell@s, o tod@s, fue­ran un orga­nis­mo ciber­né­ti­co, un robot pues, capaz de bai­lar la cum­bia del Sapi­to equi­vo­can­do el paso. Ergo, los 7 seres per­te­ne­cen a la raza humana.

Los 7 son naci­dos en el con­ti­nen­te que lla­man “Amé­ri­ca”, y el hecho de que com­par­tan dolo­res y rabias con otros pue­blos ori­gi­na­rios de este lado del océano, los hace Lati­no­ame­ri­ca­nos. Son, tam­bién, mexi­ca­nos de naci­mien­to, des­cen­dien­tes de los pue­blos ori­gi­na­rios mayas, según se cons­ta­tó con sus fami­lias, veci­nos y cono­ci­dos. Son tam­bién zapa­tis­tas, con docu­men­tos de los muni­ci­pios autó­no­mos y las Jun­tas de Buen Gobierno que así lo ava­lan. No tie­nen deli­tos que se les hayan demos­tra­do y que no hayan sido san­cio­na­dos en su opor­tu­ni­dad. Viven, tra­ba­jan, enfer­man, se curan, aman, des­aman, ríen, llo­ran, recuer­dan, olvi­dan, jue­gan, se ponen seri@s, toman apun­te, bus­can pre­tex­to, en suma, viven en las mon­ta­ñas del Sur­es­te Mexi­cano, en Chia­pas, Méxi­co, Lati­noa­mé­ri­ca, Amé­ri­ca, Pla­ne­ta Tie­rra, etcétera.

L@s 7, ade­más, se ofre­cie­ron de voluntari@s para hacer la tra­ve­sía por mar ‑algo que no pro­vo­ca mucho entu­sias­mo en la vas­ta varie­dad de zapa­tis­tas de todas las eda­des-. O sea que, para poner­lo en cla­ro, nadie que­ría via­jar en bar­co. ¿Qué tan­to con­tri­bu­yó a eso la cam­pa­ña de terror des­ata­da por Espe­ran­za y toda la ban­da de Defen­sa Zapa­tis­ta, que se sin­te­ti­za en el céle­bre algo­rit­mo de “tod@s van a morir mise­ra­ble­men­te”? No lo sé. Pero el hecho de haber derro­ta­do a las redes socia­les, whatsapp inclui­do, sin nin­gu­na ven­ta­ja tec­no­ló­gi­ca (vaya, sin siquie­ra señal rural de celu­lar), me moti­vó a poner mi gra­ni­to de are­na de playa.

Así que, movi­do por mi sim­pa­tía por la ban­da de Defen­sa Zapa­tis­ta, pedí per­mi­so con el Sub­Moy para hablar­le a la dele­ga­ción que, entre gri­tos, chi­lli­dos y risas de niñ@s, se pre­pa­ra­ba para la inva­sión que no es inva­sión… bueno, sí es, pero es algo, diga­mos, con­sen­sua­do. Algo así como un inter­na­cio­na­lis­mo sado-maso­quis­ta que, por supues­to, no será bien vis­to por la orto­do­xia hecha van­guar­dia, la cual, como se debe, va tan delan­te de las masas, que no se alcan­za a ver.

Me pre­sen­té en la asam­blea y, ponien­do mi mejor cara de tra­ge­dia, les con­té cosas horri­bles de alta­mar: los “gómi­tos” inter­mi­na­bles; la monó­to­na vas­te­dad del hori­zon­te; la ali­men­ta­ción pobre en maíz, sin palo­mi­tas y -¡horror!- sin sal­sa Valen­ti­na; el encie­rro con otras per­so­nas por varias sema­nas –con las que, las pri­me­ras horas, inter­cam­bias son­ri­sas y aten­cio­nes, y un poco des­pués mira­das que matan-; des­cri­bí tam­bién, con lujo de deta­lles, tor­men­tas terri­bles y ame­na­zas des­co­no­ci­das; me refe­rí al Kra­ken y, por uno de esos resa­bios lite­ra­rios, les hablé de una gigan­tes­ca balle­na blan­ca que bus­ca­ba, furio­sa, a quien arran­car­le la pier­na, lo que anu­la­ría a la víc­ti­ma de un papel deco­ro­so en la cum­bia más len­ta. Fue inú­til. Y debo con­fe­sar­les, no sin mi orgu­llo de géne­ro mal heri­do, que fue­ron muje­res las más que dije­ron: “en bar­co”, cuan­do se les pre­sen­ta­ba la opción de via­je por mar o via­je por aire.

Así que se ano­ta­ron no 7, ni 10, ni 15, sino más de 20. Has­ta la peque­ña Veró­ni­ca, de 3 años, se apun­tó cuan­do escu­chó la his­to­ria de la balle­na ase­si­na. Sí, incom­pren­si­ble. Pero ya que la conoz­can (a la niña, no a la balle­na), la com­pa­de­ce­rán. Quie­ro decir, com­pa­de­ce­rán a Moby Dick.

Enton­ces, ¿por qué sólo 7? Bueno, les pue­do hablar de los 7 pun­tos car­di­na­les (el fren­te, el tras, el un lado, el otro lado, el cen­tro, el arri­ba y el aba­jo), de los 7 dio­ses pri­me­ros, los que nacie­ron el mun­do, y así. Pero la ver­dad es que, lejos de sím­bo­los y ale­go­rías, la can­ti­dad se debe a que la mayo­ría no ha con­se­gui­do aún el pasa­por­te, y toda­vía se está bata­llan­do para con­se­guir­lo. Ya les con­ta­ré de eso después.

Bueno, pero a usted de segu­ro no le intere­san esos pro­ble­mas. Usted lo que quie­re es saber quié­nes van a nave­gar en “La Mon­ta­ña”, cru­zar el Océano Atlán­ti­co, e inva­dir… err, qui­se decir, visi­tar Euro­pa. Así que aquí le pon­go sus fotos y una muy bre­ve semblanza:

Lupi­ta. 19 años. Mexi­ca­na de naci­mien­to. Tzotzil de los Altos de Chia­pas. Habla su len­gua natal, el tzotzil, y la cas­ti­lla con flui­dez. Sabe leer y escri­bir. Ha sido coor­di­na­do­ra local de jóve­nes, coor­di­na­do­ra regio­nal de jóve­nes, y admi­nis­tra­do­ra local de tra­ba­jo colec­ti­vo. Músi­ca que le gus­ta: pop, román­ti­cas, cum­bias, bala­das, elec­tró­ni­ca, rap, hip hop, músi­ca andi­na, músi­ca chi­na, revo­lu­cio­na­rias, clá­si­cas, rock de los 80´s (así dije­ron), maria­chis, músi­ca tra­di­cio­nal de su pue­blo… y el regue­tón (nota de la redac­ción: si eso no es “un mun­do don­de que­pan muchos mun­dos”, no sé qué lo sea. Fin de la nota). Colo­res favo­ri­tos: negro, rojo, guin­da y café. Expe­rien­cia marí­ti­ma: cuan­do niña via­jó en lan­cha. Se pre­pa­ró duran­te 6 meses para ser dele­ga­da. Volun­ta­ria para via­jar en bar­co a Euro­pa. Se desem­pe­ña­rá como Ter­cia Com­pa en la tra­ve­sía por mar.

Caro­li­na. 26 años. Mexi­ca­na de naci­mien­to. Ori­gi­na­ria tzotzil de los Altos de Chia­pas, aho­ra Tzel­tal de la sel­va Lacan­do­na. Habla su len­gua natal, el tzotzil, ade­más del tzel­tal y la cas­ti­lla con flui­dez. Sabe leer y escri­bir. Madre sol­te­ra de una niña de 6 años. Su madre le ayu­da a cui­dar a la infan­ta. Ha sido coor­di­na­do­ra de “como muje­res que somos” y alum­na de cur­sos de vete­ri­na­ria. Actual­men­te es Coman­dan­ta en la direc­ción polí­ti­co-orga­ni­za­ti­va zapa­tis­ta. Músi­ca que le gus­ta: pop, román­ti­ca, cum­bias, rock de los 80´s (así dije­ron), gru­pe­ras y revo­lu­cio­na­rias. Colo­res favo­ri­tos: cre­ma, negro y guin­da. Expe­rien­cia marí­ti­ma: lan­cha algu­na vez. Se pre­pa­ró duran­te 6 meses para ser dele­ga­da. Volun­ta­ria para via­jar en bar­co a Europa.

Xime­na. 25 años. Mexi­ca­na de naci­mien­to. Cho´ol del nor­te de Chia­pas. Habla su len­gua natal, el cho´ol, y la cas­ti­lla con flui­dez. Sabe leer y escri­bir. Madre sol­te­ra de una niña de 6 años. Su madre la apo­ya cui­dan­do a la niña. Ha sido coor­di­na­do­ra de jóve­nes y actual­men­te es Coman­dan­ta en la direc­ción polí­ti­co-orga­ni­za­ti­va zapa­tis­ta. Músi­ca que le gus­ta: cum­bias, tro­pi­ca­les, román­ti­cas, revo­lu­cio­na­rias, rock de los 80´s (así dije­ron), elec­tró­ni­ca y ran­che­ras. Colo­res favo­ri­tos: mora­do, negro y rojo. Expe­rien­cia marí­ti­ma: algu­na vez en lan­cha. Se pre­pa­ró duran­te 6 meses para ser dele­ga­da. Volun­ta­ria para via­jar en bar­co a Euro­pa. Segun­da al man­do en la dele­ga­ción marí­ti­ma, des­pués de Darío.

Yuli. 37 años. Cum­pli­rá 38 años, en mayo, en alta­mar. Ori­gi­na­ria Tojo­la­bal de Sel­va fron­te­ri­za, aho­ra Tzel­tal de la sel­va Lacan­do­na. Habla la cas­ti­lla con flui­dez. Sabe leer y escri­bir. Madre de dos cria­tu­ras: una niña de 12 años y un niño de 6 años. Su com­pa­ñe­ro la apo­ya cui­dan­do a los hijos. Su com­pa es tzel­tal, así que se quie­ren, pelean y se vuel­ven a que­rer en cas­ti­lla. Ha sido pro­mo­to­ra de edu­ca­ción, for­ma­do­ra de edu­ca­ción (pre­pa­ran a l@s promotor@s de edu­ca­ción) y coor­di­na­do­ra de colec­ti­vo local. Músi­ca que le gus­ta: román­ti­cas, gru­pe­ras, cum­bia, valle­na­to, revo­lu­cio­na­rias, tro­pi­cal, pop, marim­ba, ran­che­ras y rock de los 80´s (así dije­ron). Colo­res favo­ri­tos: negro, café y rojo. Expe­rien­cia marí­ti­ma nula. Se pre­pa­ró duran­te 6 meses para ser dele­ga­da. Volun­ta­ria para via­jar en bar­co a Europa.

Ber­nal. 57 años. Tojo­la­bal de la zona sel­va fron­te­ri­za. Habla su len­gua natal, el tojo­la­bal, y la cas­ti­lla con flui­dez. Sabe leer y escri­bir. Padre de 11 hij@s: el más gran­de de 30 años y la más peque­ña de 6. Su fami­lia apo­ya cui­dan­do a las crías. Ha sido mili­ciano, res­pon­sa­ble local, maes­tro de la escue­li­ta zapa­tis­ta y miem­bro de la Jun­ta de Buen Gobierno. Músi­ca que le gus­ta: ran­che­ras, cum­bias, hui­chol musi­cal, marim­ba y revo­lu­cio­na­rias. Colo­res favo­ri­tos: azul, negro, gris y café. Expe­rien­cia marí­ti­ma: cayu­co y lan­cha. Se pre­pa­ró duran­te 6 meses para ser dele­ga­do. Volun­ta­rio para via­jar en bar­co a Europa.

Darío. 47 años. Cho´ol del nor­te de Chia­pas. Habla su len­gua natal, cho´ol, y la cas­ti­lla con flui­dez. Sabe leer y escri­bir. Padre de 3 hij@s: uno de 22 años, otro de 9 años y la menor de 3 años. El niño y la niña van con su madre a Euro­pa por vía aérea en julio. Ha sido mili­ciano, res­pon­sa­ble local, res­pon­sa­ble regio­nal y, actual­men­te, es Coman­dan­te en la direc­ción polí­ti­ca-orga­ni­za­ti­va zapa­tis­ta. Músi­ca que le gus­ta: ran­che­ras de Ber­tín y Lalo, tro­pi­ca­les, marim­ba, músi­ca regio­nal y revo­lu­cio­na­rias. Colo­res favo­ri­tos: negro y gris. Expe­rien­cia marí­ti­ma: cayu­co. Se pre­pa­ró duran­te 6 meses para ser dele­ga­do. Volun­ta­rio para via­jar en bar­co a Euro­pa. Será el coor­di­na­dor de la dele­ga­ción zapa­tis­ta marítima.

Mari­jo­se. 39 años. Tojo­la­bal de la zona sel­va fron­te­ri­za. Habla la cas­ti­lla con flui­dez. Sabe leer y escri­bir. Ha sido mili­cia­noa, pro­mo­to­roa de salud, pro­mo­to­roa de edu­ca­ción, y for­ma­do­roa de edu­ca­ción. Músi­ca que le gus­ta: cum­bias, román­ti­cas, ran­che­ras, pop, elec­tró­ni­ca, rock de los 80´s (así dije­ron), marim­ba y revo­lu­cio­na­rias. Colo­res favo­ri­tos: negro, azul y rojo. Expe­rien­cia marí­ti­ma: cayu­co y lan­cha. Se pre­pa­ró duran­te 6 meses para ser dele­ga­doa. Volun­ta­rioa para via­jar en bar­co a Euro­pa. Se le ha desig­na­do como loa pri­me­roa zapa­tis­ta que des­em­bar­que y, con elloa, ini­cie la inva­sión… ok, la visi­ta a Europa.

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Así que la pri­me­ra plan­ta que se posa­rá sobre sue­lo euro­peo (cla­ro, si es que nos dejan des­em­bar­car) no será de un hom­bre, tam­po­co de una mujer. Será de unoa otroa.

En lo que el fina­do Sup­Mar­cos hubie­ra cali­fi­ca­do como “cache­ta­da con media negra para toda la izquier­da hete­ro­pa­triar­cal”, se ha deci­di­do que quien pri­me­ro des­em­bar­que sea Marijose.

En cuan­to pon­ga sus dos pies sobre el terri­to­rio euro­peo y se recu­pe­re del mareo, Mari­jo­se gritará:

“¡Rín­dan­se cara páli­das hete­ro patriar­ca­les que per­si­guen lo diferente!”

Nah, es bro­ma. Pero, ¿a poco no esta­ría bien que dije­ra eso?

No, al pisar tie­rra, loa com­pa zapa­tis­ta, Mari­jo­se, dirá, con voz solemne:

“A nom­bre de las muje­res, niños, hom­bres, ancia­nos y, cla­ro, otroas zapa­tis­tas, decla­ro que el nom­bre de esta tie­rra, a la que sus natu­ra­les lla­man aho­ra “Euro­pa”, de aquí en ade­lan­te se lla­ma­rá: SLUMIL K´AJXEMK´OP, que quie­re decir “Tie­rra Insu­mi­sa”, o “Tie­rra que no se resig­na, que no des­ma­ya”. Y así será cono­ci­da por pro­pios y extra­ños mien­tras haya aquí alguien que no se rin­da, que no se ven­da y que no claudique”.

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Doy fe.
Sup­Ga­leano.
Abril del 2021.

(Con­ti­nua­rá…)

FUENTE:
http://​enla​ce​za​pa​tis​ta​.ezln​.org​.mx/​2​0​2​1​/​0​4​/​1​7​/​e​s​c​u​a​d​r​o​n​-​4​2​1​/​?​f​b​c​l​i​d​=​I​w​A​R​2​B​V​7​i​p​B​6​W​V​m​-​U​j​h​X​6​Q​l​1​h​t​1​_​7​r​P​C​m​T​e​9​O​0​4​C​8​0​e​x​D​o​h​9​L​i​M​J​L​A​1​c​h​n​mb4

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