Resumen Latinoamericano, 20 de abril de 2021.
Es su propia naturaleza, la razón misma de ser y sucede aunque, como en el caso de las campañas electorales, no se hable de él. ¿Escuchan estos días a algún candidato/a en Madrid decir que la responsabilidad de las colas del hambre, de millones de personas pasándolo mal, soportando injusticias como sueldos basura, empleos precarios y alquileres imposibles es responsabilidad del sistema? ¿Y decir que el objetivo es destruir el capitalismo? No. Se dice que Ayuso, que Vox, pero no se va a la razón del problema: al cómo se organiza una sociedad con un sistema basado en la explotación y la desigualdad, y como destruirlo.
En el deporte que acumula el consumo de ocio mayoritario en el país, no podía suceder otra cosa. El grande y millonario arrasando al resto. Es su lógica. Si tienes dinero quitas jugadores buenos a otros clubs más pobres, y la competición se limita a quién ‑entre los poderosos- obtiene títulos y más dinero, en un bucle que no admite peros. Los equipos ricos pagan millones de euros a los suyos para tener sus favores, sin que casi nadie mencione aquello de que se vive por encima de las posibilidades (esto es aplicable solo a la gente normal para responsabilizarla de la crisis).
Y la fiesta iba bien hasta que no. Hasta que se descubre que es un burbuja y que con los derechos de TV, quinielas, pago de los socios, camisetas y merchandising varios, no es suficiente para mantener el monstruo, y esos mismos grandes se juntan para disputar entre ellos otro campeonato al margen de la clase media y la clase trabajadora. Son los ricos, los grandes, y no hay quien les tosa.
Lo que está sucediendo es un reflejo exacto de, como decíamos al principio, la naturaleza misma del sistema. A la clase dominante solo le importa defender sus intereses y va a destrozar para ello a quien se ponga por delante. Es una jugada que deja a las claras que el país soportaba una burbuja ajena a la realidad económica de la mayoría. El propio presidente mafioso Florentino Pérez, lo confesaba hace unas horas: «estamos arruinados» y han decidido un intento de salvamento europeo entre ellos. El resto de clubs quedan tocados y hundidos. El sistema es implacable y su pervivencia cuestión de tiempo. Una oportunidad para volver al fútbol como deporte.
Fuente: Insurgente