Resumen de Medio Oriente, 13 de mayo de 2021.
Israel está atacando intencionalmente recintos civiles densamente poblados, escuelas, hospitales, edificios públicos y los sistemas de electricidad y agua de Gaza. El elevado numero de victimas y el impresionante nivel de destrucción confirma que la ofensiva israelí tiene por objetivo sembrar el terror entre la gente.
Esta noche se ha informado que el número de víctimas de la agresión israelí a la Franja de Gaza ascendió a 67 mártires y 388 heridos.
El Ministerio de Salud en Gaza informó que 67 civiles murieron, incluidos 17 niños, 6 mujeres y una persona mayor, y 388 civiles resultaron heridos, incluidos 115 niños y 50 mujeres.
Israel apunta a objetivos civiles en sus ataques
Aviación militar israelí atacó con sus misiles a la torre Al-Shorouq en el centro de la ciudad de Gaza, siendo la tercera torre derrumbada en 24 horas.
Ayer fueron bombardeadas otras 2 torres. La aviación israelí lanzó misiles sobre un edificio habitacional, Torre Hanadi de 14 pisos y 80 apartamentos, dejando a las familias sin techo. Otros edificios están siendo bombardeados. Horas mas tarde la aviación militar israelí bombardeó y destruyó otro edificio: la Torre Al-Jawhara en Gaza que alberga a viviendas y oficinas de 14 medios de comunicación.
La UNRWA condena asesinato de niños
En un comunicado la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA, por sus siglas en inglés) condenó este martes de forma enérgica el asesinato de refugiados palestinos en la zona de Beit Hanoun, Gaza. “Condenamos en los términos más enérgicos el asesinato ayer de cuatro menores refugiados de #Palestina cerca del campamento de refugiados de Palestina de Beit Hanoun, Gaza. Eran de la misma familia. Tenían menos de 12 años y asistían a nuestras escuelas”.
Israel ultima los planes para una operación militar terrestre en Gaza tras cuatro días de ofensiva
Israel se prepara para un escenario de operación militar terrestre en la franja de Gaza tras cuatro días de ofensiva contra Hamás, sin precedentes desde la guerra de 2014. La concentración de tropas, artillería y carros de combate se ha intensificado en las últimas horas, según confirmó este jueves un portavoz del Ejército sionista citado por Reuters, que señaló que el despliegue de tropas de combate se está llevando “en varias etapas de preparación de las operaciones terrestres”. El Gabinete de Seguridad, el órgano del Gobierno que toma las decisiones clave en caso de guerra, tiene previsto reunirse a las 21.00 (las 20.00, hora peninsular española) en el cuartel general de las Fuerzas Armadas en Tel Aviv para examinar los planes de la denominada Operación Guardián de los Muros, desencadenada en la tarde del lunes.
El jefe del Ejército, el general Avi Kochavi, ha ordenado hasta el momento el despliegue de tres brigadas en la frontera, mientras el Estado Mayor de la División Sur ultima los planes de contingencia. Al menos 83 palestinos —entre milicianos y civiles, incluidos 17 niños— han muerto en las incursiones aéreas israelíes desde el lunes. Por el disparo de más de un millar de cohetes desde el enclave han perecido siete personas en Israel, entre ellas dos menores y un soldado.
Los responsables de Hamás parecen estar dispuestos a un alto el fuego en nombre de las milicias islámicas de Gaza, según informa Al Jazeera, pero Israel mantiene su rechazo a una tregua mientras siguen cayendo cientos de cohetes (1.600 han sido disparados en poco más de tres días) sobre el sur y el centro del país. “Ahora no es el momento de hablar”, ha citado la prensa hebrea las palabras del jefe del Shin Bet (servicio de inteligencia interior), Nadav Argaman, quien dirige la estrategia de asesinatos selectivos de decenas de comandantes de Hamás y la Yihad Islámica. Hasta que la aviación no haya agotado la lista de su banco de datos de objetivos militares en la franja de Gaza, con el fin de reforzar la capacidad de disuasión de Israel, no se espera que se rebaje el nivel de las hostilidades.
Pagar el precio
La escalada desatada tras el disparo de cohetes sobre Jerusalén, que se atribuyó Hamás el lunes, entró en la madrugada de este miércoles en una espiral descontrolada. Las operaciones militares arrasaron edificios de varias alturas que albergaban dependencias de partidos y milicias islamistas, y cuyos vecinos habían sido evacuados. Medio centenar de inmuebles, entre ellos las comisarías, quedaron destruidos por los misiles de la aviación israelí. Este jueves, un nuevo bombardeo ha destrozado las oficinas del Banco Nacional Islámico, la principal entidad bancaria de Hamás, según el Ejército israelí.
Fue una noche de asesinatos selectivos de 16 mandos clave de las milicias de Hamás y la Yihad Islámica. Guiados por el Shin Bet (el servicio de inteligencia interior), drones y cazas de la Fuerza Aérea liquidaron a Bassem Issam, comandante de las Brigadas Ezzedin Al Qassam, brazo militar de Hamás, en la ciudad de Gaza, y a otros jefes de unidades y directores técnicos de la producción y lanzamiento de cohetes, así como a Hasan Kaogi, responsable del servicio de contraespionaje en la Franja. Según ha informado el ejército israelí, la aviación alcanzó los domicilios del comandante de Jan Yunis (en el sur del enclave), Rafah Salameh, y del jefe del aparato de inteligencia de la milicia, Mohamed Yizuri.
“Esto es solo el principio. Les vamos a golpear como nunca habían imaginado”, advirtió el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. El jefe del Gobierno había llamado la víspera a “hacer pagar el precio” a los responsables de la oleada de ataques con cohetes en el sur del país, que se han extendido desde la zona periférica de la franja de Gaza hasta la ciudad de Beersheva, y en el centro, que han golpeado al área metropolitana de Tel Aviv.
El líder máximo de Hamás, Ismail Haniya, ha convocado “una cruzada por Jerusalén”. “Si los israelíes quieren intensificar su ofensiva, la resistencia islámica está preparada. Y si quieren parar la escalada, también estamos listos”, aseguró Haniya en un comunicado que exigía a cambio el fin de los bombardeos sobre Gaza y la salida de las fuerzas de seguridad de la mezquita de Al Aqsa de Jerusalén, donde el pasado viernes se desencadenó una ola de violencia.
La retórica bélica hace presagiar que las hostilidades se van a prolongar, sin perspectivas de alcanzar una tregua a corto plazo, a pesar de los intentos de mediación internacional. El jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, reclamó este miércoles el fin inmediato de la escalada de violencia para evitar un conflicto generalizado. “Es necesario tomar medidas para que el conflicto no afecte a la población de ambos bandos”, advirtió.
En Lod, en la zona central, murieron un hombre de 52 años y su hija, de 16, ambos miembros de la minoría árabe israelí, al recibir el impacto directo de un proyectil en su coche. La única víctima israelí no civil es un soldado cuyo vehículo sufrió el ataque de un misil antitanque lanzado por la Yihad Islámica junto a la frontera de Gaza. Un niño de seis años pereció también anoche tras una salva de disparos de misiles contra la ciudad de Sderot, en las inmediaciones de la Franja.
ESTADO DE EMERGENCIA POR LA PROTESTA DE LOS ÁRABES ISRAELÍES
Tras una noche de disturbios con más de 150 árabes detenidos, en la que ardió una sinagoga y varios vehículos quedaron calcinados en Lod (a 15 kilómetros de Tel Aviv), el Gobierno israelí declaró este miércoles el estado de emergencia en una ciudad con población árabe por primera vez desde 1966. Hasta entonces, los palestinos que permanecieron en el territorio de Israel tras su nacimiento como Estado, en 1948, estuvieron sometidos a un régimen de excepción. El estallido de Lod, una de las llamadas ciudades mixtas en Israel, se desató tras la muerte a tiros de un joven árabe ocurrida el lunes en una reyerta con un grupo de judíos. Las protestas que se desencadenaron en la noche del martes, tras el entierro del joven, fueron reflejo del malestar de una quinta parte de la población del país que aún se sigue considerando sometida a una ciudadanía de segunda clase.
Otras ciudades de la minoría árabe israelí como Acre, Nazaret y Um al Fahm (norte) y Jaffa (en la periferia de Tel Aviv) fueron también escenario de enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y manifestantes que querían mostrar solidaridad con los palestinos de Jerusalén y de la franja de Gaza con una misma bandera nacional.
“Hemos perdido el control de la situación por completo”, dijo en televisión el alcalde de Lod, Yair Revivo. El primer ministro, Benjamín Netanyahu, y el ministro de Defensa, Benny Gantz, se trasladaron a la ciudad para participar en una reunión de evaluación de seguridad. El presidente del Estado de Israel, Reuven Rivlin, equiparó el estallido de violencia a un “pogromo” como los que sufrieron los judíos en Europa oriental hasta el siglo XX.
La policía de fronteras (cuerpo militarizado) ha desplegado 16 batallones de refuerzo en Lod, donde anoche entró en vigor un toque de queda desde las 20.00 hasta el amanecer para contener la revuelta.
La crisis se ha extendido también a Cisjordania, donde se han producido enfrentamientos con el Ejército en puestos de control fronterizos, y donde se ha producido la muerte de tres palestinos en choques con el ejército desde el lunes. En Jerusalén, según anticipó un portavoz policial, se ha reforzado el despliegue de las fuerzas de seguridad en previsión de incidentes en las festividades que siguen al mes sagrado musulmán del Ramadán.
En Israel, el conflicto de Gaza ha afectado a infraestructuras críticas, como el aeropuerto internacional de Ben Gurion, al sureste de Tel Aviv, que ha visto limitadas sus operaciones.
Fuente: Corresponsal de PalestinaLibre.org en Jerusalén ocupada, Agencias y fuentes propias.