Resumen de Medio Oriente, 14 de mayo de 2021.
La barbarie bélica sionista ataca desde tierra, con fuerzas apostadas en la frontera, y aire a más de 150 objetivos, principalmente subterráneos, en la mayor escalada del conflicto de los últimos siete años
Soldados israelíes preparan munición cerca de la ciudad de Sderot para disparar hacia la Franja de Gaza, este jueves. En video, los bombardeos en la franja de Gaza. En vídeo, imágenes del ataque difundidas por las Fuerzas de Defensa de Israel.FOTO: AFP | VIDEO:
Un diluvio de fuego cayó durante más de 40 minutos sobre la franja de Gaza en el quinto día de hostilidades. Israel ha lanzado a primera hora de la madrugada de este viernes una ofensiva a gran escala por tierra y aire contra Hamás, en una intervención sin precedentes desde la guerra de 2014. Más de 550 andanadas de disparos de la artillería y los carros de combate concentrados en la frontera del enclave se sumaron a los bombardeos masivos de 160 aviones de combate con 450 misiles contra más de 150 posiciones de las milicias gazatíes. El principal objetivo del ataque coordinado fue la destrucción de gran parte de la red de túneles interna, formada por kilómetros de pasadizos, por la que se desplazan los combatientes de Hamás hasta las rampas de lanzamiento de cohetes y los puestos de ataque en las proximidades de la línea divisoria con Israel, según ha informado un portavoz militar a primera hora de esta mañana.
El Ejército había confirmado inicialmente la entrada de soldados al otro lado de la valla de separación con Gaza, pero poco después otra fuente oficial castrense aclaró que se había producido un fallo de comunicación y que las tropas no habían penetrado en el enclave palestino. “Hubo un malentendido por las imprecisiones”, ha reconocido el portavoz internacional de las Fuerzas Armadas, teniente coronel Jonathan Conricus. La ofensiva ha continuado durante la mañana de este viernes contra objetivos de Hamás, según ha informado el Ejército israelí en varios mensajes difundidos a los medios.
Medios de Gaza aseguraban en las redes sociales que a lo largo de una hora se habían registrado decenas de bombardeos terrestres y aéreos que causaron un número indeterminado de muertos y heridos. Hamás había advertido en un comunicado de que si las tropas israelíes irrumpían en cualquier parte de Gaza “la ofensiva terrestre ofrecerá la ocasión de aumentar el número de muertos y prisioneros entre el enemigo”.
El Gabinete de Seguridad, el órgano del Gobierno que toma las decisiones clave en caso de guerra, se había reunido la noche del jueves en el cuartel general de las Fuerzas Armadas en Tel Aviv para examinar los planes de la denominada Operación Guardián de los Muros. “Hamás va a pagar un alto precio por sus ataques a Israel”, dijo el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, a través de un comunicado difundido tras la reunión. “Aún no se ha dicho la última palabra en esta operación, que solo terminará cuando sea necesario”, remachó.
El jefe del Ejército, el general Avi Kochavi, ordenó el despliegue de tres brigadas en la frontera, mientras el Estado Mayor de la División Sur movilizó a más de 9.000 reservistas.
Al menos 119 palestinos —entre milicianos y civiles, incluidos 31 niños y 11 mujeres— han muerto en las incursiones aéreas israelíes desde el inicio de la ofensiva en la tarde del lunes, y más de 800 personas han resultado heridas, según informa el Ministerio de Sanidad palestino. El portavoz oficial del Ejército ha asegurado la mañana de este viernes que los disparos masivos de la artillería se han dirigido hacia objetivos precisos de Hamás para minimizar los daños colaterales a civiles.
Traslado del cuerpo de un niño palestino encontrado entre los escombros de una vivienda destruida por los ataques aéreos israelíes, en la ciudad de Beit Lahiya (franja de Gaza), el jueves.
Por el disparo de cohetes desde el enclave han perecido ocho personas en Israel, entre ellas dos menores y un soldado, y otras 200 han sufrido heridas. Muchos de los israelíes que viven en zonas colindantes con la Franja han permanecido toda la noche en los refugios antiaéreos, ante la caída de cerca de 200 proyectiles lanzados por las milicias. La fiscal del Tribunal Penal Internacional, Fatou Bensouda, ha manifestado este viernes que están monitoreando la actual escalada de violencia por posibles crímenes de guerra que serían incluidos en la investigación ya abierta en La Haya contra Israel y Hamás.
Los responsables de Hamás han enviado señales de su disposición a un alto el fuego en nombre de las milicias de Gaza, según informa Al Jazeera, pero Israel mantiene su rechazo a una tregua mientras sigan cayendo proyectiles sobre su territorio. Más de 1.700 cohetes han sido disparados desde el lunes, de los que 300 cayeron dentro de la Franja, sobre el sur y el centro del país.
“Ahora no es el momento de hablar”, terció según la prensa hebrea el jefe del Shin Bet (servicio de inteligencia interior), Nadav Argaman, quien dirige la estrategia de asesinatos selectivos de decenas de comandantes de Hamás y la Yihad Islámica. Hasta que la aviación y la artillería no hayan agotado la lista de los bancos de datos de objetivos militares en la franja de Gaza, con el fin de reforzar la capacidad de disuasión de Israel, no se espera que empiece a rebajarse la intensidad de las hostilidades.
Cuatro pisos ocupados por jefes de las milicias y un edificio de seis alturas fueron destruidos en ataques de la aviación, que ha concentrado el fuego de sus misiles contra los bloques más emblemáticos de la ciudad de Gaza.
Oficinas de los medios de comunicación
En muchos de ellos tienen dependencias los partidos y milicias islamistas, pero también acogen oficinas comerciales o de los medios de comunicación, 20 de los cuales han perdido sus sedes, según Reporteros sin Fronteras. En medio de este clima de incertidumbre, el Ejército anunció anoche que la milicia proiraní de Hezbolá amenazaba con abrir un nuevo frente tras haber lanzado tres cohetes desde Líbano hacia el mar frente a la costa de Israel. El primer ministro Netanyahu se ha puesto de forma decidida al frente de la dirección de las operaciones bélicas. En medio de la escalada de ataques con cohetes, que volvió a cebarse en el sur y el centro del país, el jefe del Gobierno parece haber recuperado la iniciativa política.
El líder conservador Naftali Bennett, que se había comprometido a sumarse a la coalición gubernamental con la oposición, rompió anoche el acuerdo a la vista de la ola de violencia en las ciudades con población árabe. Bennett anunció que iba a volver a negociar un acuerdo de Gobierno con el bloque de la derecha de Netanyahu, junto con ultraortodoxos y extrema derecha, que vuelve a así a rozar la mayoría.