El candidato de Perú Libre, Pedro Castillo, ha rechazado las acusaciones de fraude en las elecciones peruanas y ha animado a sus simpatizantes a defender el voto en una “vigilia histórica”. Vigilia que en la noche del lunes mostró las calles del centro de Lima llenas de seguidores del profe Castillo, que agitando banderas y coreando «el pueblo unido jamás será vencido» dieron una muestra de ejemplar disciplina y compromiso con el nuevo Perú que se avecina.
Por otro lado, la narco-corrupta candidata Keiko Fujimori, en su desesperación por una derrota que al pasar de las horas se torna inevitable denunció en la noche del lunes algo que ni el más fanático de sus partidarios se lo cree; un “fraude sistemático”, para lo que no aportó ninguna prueba consistente. De todos modos, en las filas de la izquierda peruana que hoy arropa a Castillo, se encendió la luz de alarma ya que saben las mañas de la señora K, que no actúa sola sino que cuenta con todo el andamiaje político ultra derechista, macartista y corrupto que se hizo con la gobernanza en Perú desde hace décadas. De allí que Castillo, con buen tino, insistió que los votos se defienden en las calles e insistió en que sus personeros (fiscales) cuiden que «no se pierdan o tergiversen actas electorales» como suele hacer la mafia conservadora.
Está claro que la denuncia de la señora K coincide con la ampliación de la ventaja obtenida hasta ahora por el profe Castillo, según datos del escrutinio oficial difundidos por la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE). Castillo suma el 50,3% de los votos, contra el 49,7% de Fujimori, una diferencia que se traduce en menos de 100.000 votos, según la última actualización. La ONPE insiste en llamar a la paciencia, ante un escrutinio que puede demorarse varios días. El conteo ya refleja el 99% del voto emitido en Perú, pero aún queda por escrutar gran parte del voto exterior.
Capítulo aparte en la puesta en marcha de un fraude para evitar la segura victoria de Castillo es la ONPE, dirigida por un personaje llamado Piero Corvetto Salinas, quien fuera integrante del tristemente célebre SIN (Servicio de Inteligencia Nacional) cuando este estamento represor que hizo asesinar a miles de peruanos era dirigido por el ahora encarcelado Vladimir Montesinos. O sea, el fujimorismo tiene una pata importante en la ONPE y de alli las demoras en el conteo y la novedad de que por los votos del exterior «se alargará el resultado final varios días», como confesara Corvetto.
Sin embargo,miles de personas en las calles, en todas las ciudades y pueblos saben que Castillo ha vencido, que nada ni nadie podrá arrebatarles el triunfo, de allí las vigilias constantes y las manifestaciones exigiendo el resultado final. Como ocurre en todo el continente en circunstancias difíciles, por estas horas la consigna que corre de boca en boca en todas las movilizaciones da en el clavo de lo que piensan las mayorías que dieron el voto a Castillo: Solo el pueblo salvará al pueblo. Y nadie tiene dudas que se aproxima el gran festejo.
Por Carlos Aznárez.
Fuente: Resumen Latinoamericano.