Nues­tra­mé­ri­ca. Méxi­co y Perú: elec­cio­nes entre cam­pa­ñas nega­ti­vas, mie­do y violencia

Por Mar­cel Lher­mit­te. Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 11 de junio de 2021.

Una de las últi­mas cosas que hago antes de apa­gar la luz para dor­mir es revi­sar el telé­fono, che­quear el WhatsApp, el correo elec­tró­ni­co y dar una fugaz mira­da a las redes socia­les. Des­de hace una sema­na al menos me sor­pren­de que cuan­do pon­go el bus­ca­dor en Ins­ta­gram, entre las suge­ren­cias me apa­re­cen dis­tin­tas publi­ci­da­des que me advier­ten que si Cas­ti­llo es elec­to pre­si­den­te peli­gra­rá mi eco­no­mía, mi segu­ri­dad y has­ta mi salud.

Soy víc­ti­ma de la publi­ci­dad elec­to­ral, a pesar de que estoy en Mon­te­vi­deo, a más de 3 mil kiló­me­tros de Perú, don­de el domin­go 6 de junio se cele­bró el balo­ta­je entre Pedro Cas­ti­llo y Kei­ko Fuji­mo­ri, dos can­di­da­tos que en pri­me­ra vuel­ta obtu­vie­ron muy bajo apo­yo elec­to­ral, que con­ci­tan mucho recha­zo ciu­da­dano y que han logra­do pola­ri­zar el país ante la incer­ti­dum­bre y el mie­do que pro­vo­ca, en el ima­gi­na­rio, un futu­ro gobierno de cual­quie­ra de los postulantes.

Des­de tien­das de Cas­ti­llo se ha resal­ta­do el pro­ce­sa­mien­to judi­cial de Kei­ko, vin­cu­la­da a casos de lava­do de acti­vos y orga­ni­za­ción cri­mi­nal, lo que la lle­vó a estar entre rejas, tam­bién duran­te la cam­pa­ña se la ha aso­cia­do con el gobierno de su padre, el dic­ta­dor Alber­to Fuji­mo­ri –actual­men­te en pri­sión – ; mien­tras que des­de Fuer­za Popu­lar se acu­sa al maes­tro que aspi­ra a la Pre­si­den­cia de ser sim­pa­ti­zan­te de Sen­de­ro Lumi­no­so, se lo liga al cha­vis­mo y se agi­ta la ban­de­ra del anticomunismo.

Una cam­pa­ña que ha esta­do más cen­tra­da en lo nega­ti­vo del adver­sa­rio que en las pro­pues­tas pro­pias, con deba­tes de can­di­da­tos –y tam­bién de equi­pos téc­ni­cos – , que han sido de los más pobres en cuan­to a con­te­ni­do si los com­pa­ra­mos con los últi­mos que se han rea­li­za­do en otros paí­ses de la región. Tam­bién los medios de comu­ni­ca­ción han juga­do su papel, fun­da­men­tal­men­te los más pode­ro­sos, los repre­sen­tan­tes del esta­blish­ment, apor­tan­do sus espa­cios para incli­nar la balan­za por el mode­lo con­ser­va­dor, que es el que bene­fi­cia sus intere­ses polí­ti­cos y empresariales.

Todo apun­ta a que el pró­xi­mo pre­si­den­te de Perú será el maes­tro Pedro Cas­ti­llo, lue­go de una reñi­da segun­da vuel­ta que no esta­rá exen­ta de pedi­dos de recon­teo de votos y denun­cias de frau­de que serán maxi­mi­za­das ante la asom­bro­sa pari­dad que exis­te entre los can­di­da­tos. El gran desa­fío del novel jefe de Esta­do será dar­le gober­na­bi­li­dad a un país que des­de 2016 has­ta la fecha ha teni­do cua­tro pre­si­den­tes, y que ade­más no con­ta­rá con mayo­ría legis­la­ti­va: de los 120 dipu­tados el maes­tro solo posee 42 ofi­cia­lis­tas –sis­te­ma uni­ca­me­ral– (Perú Libre con­si­guió 37 ban­cas y Jun­tos por el Perú 5).

Otras lec­tu­ras que no deben pasar des­aper­ci­bi­das de este pro­ce­so elec­to­ral es la rati­fi­ca­ción de una nue­va, exa­ge­ra­da y noto­ria pola­ri­za­ción polí­ti­ca –o grie­ta– en otro país del con­ti­nen­te y la reite­ra­ción del uso de cam­pa­ñas del mie­do por par­te de los can­di­da­tos, con la carac­te­rís­ti­ca de que los con­ser­va­do­res siguen uti­li­zan­do metó­di­ca­men­te al comu­nis­mo y al cha­vis­mo para asus­tar a los votan­tes, aun­que en su bene­fi­cio hay que reco­no­cer que, en deter­mi­na­dos seg­men­tos pobla­cio­na­les, sigue dan­do casi el mis­mo resul­ta­do que en la déca­da del 70.

Se afian­za la 4T

Mien­tras Perú ele­gía su pre­si­den­te, a ocho mil kiló­me­tros de Mon­te­vi­deo se cele­bra­ban las elec­cio­nes inter­me­dias en Méxi­co. Las elec­cio­nes más gran­des de la his­to­ria segu­ra­men­te: a nivel fede­ral 500 dipu­tacio­nes, a nivel local quin­ce gober­na­tu­ras y 1.063 dipu­tacio­nes, ade­más de otros casi 20 mil car­gos vin­cu­la­dos a gobier­nos locales.

Es difí­cil ana­li­zar lo acon­te­ci­do en estas elec­cio­nes sin poner arri­ba de la mesa un fac­tor pre­do­mi­nan­te y deter­mi­nan­te en la vida de los mexi­ca­nos: la violencia.

Al caer la noche del domin­go me lle­gó una noti­cia estre­me­ce­do­ra. Duran­te la vota­ción, en una mesa elec­to­ral en Tijua­na habían entre­ga­do una caja de car­tón cerra­da, en su inte­rior había una cabe­za huma­na. Poco des­pués, en otro cir­cui­to del país acon­te­ció un hecho simi­lar, esta vez entre­ga­ron un híga­do –apa­ren­te­men­te de un ani­mal – . Lue­go lo que algu­nos dicen que es lo coti­diano: robo de urnas cerra­das, enfren­ta­mien­tos a bala­zos, can­di­da­tos y auto­ri­da­des par­ti­da­rias dete­ni­das por com­pra de votos o ejer­ci­cio de accio­nes vio­len­tas, etc.

Solo en el trans­cur­so de esta cam­pa­ña hubo 90 ase­si­na­tos, 33 inten­tos de homi­ci­dio, 40 secues­tros y 963 agre­sio­nes a can­di­da­tos. Vio­len­cia, corrup­ción y para mi sor­pre­sa la nor­ma­li­za­ción ciu­da­da­na de ambos esta­dos. “Bien­ve­ni­do a Méxi­co”, me con­tes­tó un ami­go cuan­do reali­cé este comen­ta­rio en un gru­po de WhatsApp vin­cu­la­do a una cam­pa­ña local.

Más allá de varias impug­na­cio­nes que se darán por las irre­gu­la­ri­da­des men­cio­na­das –y por muchas otras – , des­de lo estric­ta­men­te polí­ti­co par­ti­da­rio se pue­de afir­mar que el pre­si­den­te Andrés Manuel López Obra­dor man­ten­drá la mayo­ría legis­la­ti­va, ya que entre More­na y sus alia­dos del Ver­de y PT obten­drán entre 269 y 292 curu­les, por lo que la Cuar­ta Trans­for­ma­ción sigue en marcha.

En el debe que­da pues la nor­ma­li­za­ción de la vio­len­cia y de los actos de corrup­ción de un sis­te­ma polí­ti­co que está enfer­mo y que lle­va­rá mucho tiem­po sanar; las víc­ti­mas siguen sien­do las per­so­nas de a pie, que día a día con­ti­núan per­dien­do la fe en la demo­cra­cia y acen­túan su des­crei­mien­to hacia los polí­ti­cos y las instituciones.

* Mar­cel Lher­mit­te es con­sul­tor en comu­ni­ca­ción polí­ti­ca y cam­pa­ñas elec­to­ra­les. Perio­dis­ta, licen­cia­do en Cien­cias de la Comu­ni­ca­ción y magís­ter en Comu­ni­ca­ción Polí­ti­ca y ges­tión de Cam­pa­ñas Elec­to­ra­les. Ha ase­so­ra­do a can­di­da­tos y colec­ti­vos pro­gre­sis­tas en Uru­guay, Chi­le, Repú­bli­ca Domi­ni­ca­na, Méxi­co, Fran­cia y Espa­ña fundamentalmente.

FUENTE: Rebe­lión

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