Colom­bia. La recu­la­da de Petro

Por Fer­nan­do Rubio. Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 11 de junio de 2021.

En momen­tos en que el Paro y la huel­ga de masas nacio­nal des­bor­da al régi­men y en que la sen­sa­ción de caos se hace mani­fies­ta por la pará­li­sis del gobierno y del apa­ra­to pro­duc­ti­vo, el señor Petro, uno de los prin­ci­pa­les refe­ren­tes del cam­po polí­ti­co y social, sale a plan­tear una serie de absur­das ini­cia­ti­vas para des­mo­vi­li­zar a los jóve­nes, los tra­ba­ja­do­res, los indí­ge­nas, los afros y las muje­res que de mane­ra com­ba­ti­va han rea­li­za­do vibran­tes bata­llas en las últi­mas 7 semanas.

Petro ha pre­sen­ta­do una alo­cu­ción por las redes socia­les para ata­car los blo­queos de ciu­da­des, los cor­tes de carre­te­ras y para con­de­nar la “Pri­me­ra línea”, los más impor­tan­tes y efec­ti­vos reper­to­rios de lucha en la actual huel­ga gene­ral de masas que ocu­rre en toda Colombia.

Tre­men­do sal­va­vi­das para el gobierno de Duque y para el uri­bis­mo que vive el aco­so y el ase­dio de la insu­rrec­ción de masas.

A Petro pare­ce haber­lo inva­di­do un trans­for­mer tipo Kerensky, el per­so­na­je ruso que sal­to en ple­na revo­lu­ción sovié­ti­ca de 1917 para inten­tar sal­var con aren­gas libe­ra­les los pri­vi­le­gios de la agó­ni­ca cla­se domi­nan­te zarista.

Para quie­nes no logran cap­tar el giro regre­si­vo de Petro en la coyun­tu­ra, es bueno que sepan que son los votos lo que tras­no­cha a este impor­tan­te líder colom­biano. Por estar pen­san­do en lo votos y por hacer cálcu­los elec­to­ra­les hacia el 2022, cuan­do se ele­gi­rá el nue­vo pre­si­den­te de la Repu­bli­ca, Petro ha dado un paso en fal­so des­co­nec­tán­do­se del “aquí y el aho­ra”, en que la acción direc­ta de las masas ha alcan­za­do tras­cen­den­ta­les conquistas.

Las pre­gun­tas que nos hace­mos son las siguien­tes: ¿Se reu­nión pre­via­men­te Petro en pri­va­do con algu­nos empre­sa­rios, ban­que­ros, mili­ta­res y polí­ti­cos de “bien” antes de hacer su alo­cu­ción? ¿Tie­ne meti­das las manos en todo esto el mega espe­cu­la­dor y ex comu­nis­ta GSo­ros? No hay que olvi­dar que Soros fun­ge como espe­cie de alma vigi­lan­te de los intere­ses del neo­li­be­ra­lis­mo glo­bal, y Colom­bia y su rebe­lión en cur­so no es un esla­bón que se deba descuidar.

Por la mis­ma ruta de Petro pare­ce estar cami­nan­do el Coman­do Nacio­nal del Paro que a veces pare­ce tener dig­ni­dad y reso­pla con algo de fuer­za, para pos­te­rior­men­te caer en la depre­sión y el fata­lis­mo peque­ño­bur­gués, ansio­so de la pre­ben­da y el pri­vi­le­gio sindical.

Por con­tras­te hay una sub­je­ti­vi­dad que cobra cada vez más fuer­za y valor en estos momen­tos. Me refie­ro a la Min­ga indí­ge­na y a la comu­ni­dad de los Misak.

Asom­bra su ente­re­za y ani­mo resuelto.

La Min­ga y el Misak con su fuer­za y dis­po­si­ción com­ba­ti­va, ha sido defi­ni­ti­va en la insu­rrec­ción del pue­blo cale­ño. Has­ta Cali lle­go la Min­ga para dar apo­yo a la “Uni­dad de resis­ten­cias” urba­nas y hacer fren­te a las ban­das para­mi­li­ta­res que acom­pa­ñan al ESMAD, a la Poli­cía y al Ejer­ci­to en su vio­len­ta arre­me­ti­da con­tra los jóve­nes com­ba­tien­tes de las barria­das populares.

La Min­ga es la pre­cur­so­ra de los blo­queos en la Pan­ame­ri­ca­na, herra­mien­ta con la que han logra­do impor­tan­tes con­quis­tas. El blo­queo y cor­te de vías sigue sien­do su prin­ci­pal arma de com­ba­te, la mis­ma que des­ca­li­fi­ca Petro en su actual desvirole.

Al con­tra­rio del Coman­do del Paro, la Min­ga des­car­ta el exte­nuan­te dia­lo­go y la falaz nego­cia­ción bogo­ta­na que dis­trae la ener­gía popu­lar; por eso ha pedi­do el tras­la­do del minis­tro de la Defen­sa y del Fis­cal has­ta Piendamo/​Cauca, para que res­pon­dan por el ase­si­na­to de jóve­nes, por las lesio­nes ocu­la­res hechas por el Esmad a los mucha­chos, por los des­apa­re­ci­dos, y por las masa­cres que van que­dan­do en la impunidad.

Mien­tras Petro bus­ca la glo­ria del voto y sue­ña con ser pre­si­den­te, los valien­tes Misak lle­gan a Bogo­tá a derri­bar las ultra­jan­tes y colo­nia­les esta­tuas de la Rei­na Isa­bel y de Cris­tó­bal Colon, ver­gon­zo­sa­men­te pro­te­gi­das por una poli­cía abyec­ta y criminal.

La his­to­ria sigue su cur­so y será impla­ca­ble con aque­llos que, como Petro, per­die­ron el rum­bo. La poten­cia de las masas deja­rá sen­tir su gol­pe, y aun­que pue­dan suce­der replie­gues y momen­tos de caí­da, todo indi­ca que el pue­blo colom­biano no dará des­can­so a su noble y heroi­ca bata­lla con­tra la domi­na­ción oli­gár­qui­ca y san­gui­na­ria del fas­cis­mo repre­sen­ta­do en el uribismo.

Al res­pec­to bien con­vie­ne recor­dar la pro­lon­ga­da pau­sa entre noviem­bre de 2019 y el 28 de abril del 2021, con momen­tos de dura explo­sión como la de sep­tiem­bre del 2020.

Seña­lo lo ante­rior para resal­tar que el reflu­jo opor­tu­nis­ta de Petro pue­de tener algún impac­to, pero no logra­ra des­man­te­lar el des­co­mu­nal esta­lli­do del pue­blo colom­biano que bus­ca nue­vos rum­bos para la nación.

Nada ni nadie logra­ra arro­di­llar al pue­blo colom­biano en este alza­mien­to que es defi­ni­ti­vo para la cons­truc­ción de otra socie­dad en la que pre­va­lez­can los dere­chos y las liber­ta­des civi­les. Ha sido mucho el sufri­mien­to como para que una sim­ple alo­cu­ción elec­to­re­ra de al tras­te con 43 días de recias bata­llas antifascistas.

Lo que esta ocu­rrien­do en Colom­bia no es cosa menor. Es casi una revo­lu­ción que aun no logra­mos inter­pre­tar en todos sus alcances.

Nada de raro que Petro o uno de sus Hol­man ter­mi­ne al lado del gobierno de Duque. El des­ca­che del señor per­mi­te hacer ese tipo de infe­ren­cias. Pero allá ellos con sus cálcu­los y su mani­pu­la­ción opor­tu­nis­ta de la rabia popu­lar y la lucha de las masas populares.

Dicho lo ante­rior y para no des­ani­mar a cier­tas almas cán­di­das y en plan de ascen­der, es muy pro­ba­ble que has­ta con el vis­to bueno de Duque y del esta­ble­ci­mien­to empre­sa­rial y mili­tar, Petro sea el pró­xi­mo pre­si­den­te en el 2022, para que todo cam­bie y al mis­mo tiem­po siga igual, con el pue­blo en la inmun­da y resistiendo.

Fuen­te: Rebelión

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