La Aste Nagusia o las fiestas de Bilbao, que comenzaron el 21, terminaron el 29 de agosto. Una semana larga de música, calle, fiesta, conversación y disfrute. A juicio de Bilboko Konparsak “unas buenas fiestas, muchísima participación, muchísimos actos…, ésta ha sido la Aste Nagusia más limpia de la historia. Y especialmente gracias a la implantación de los vasos reutilizables de las comparsas”.
La verdad es que las grandes fiestas entre nosotros, san Fermín, la Blanca, Aste Nagusia, los san Antolines, la semana grande donostiarra… rebosan alegría y buen rollo, hay participación popular, en gran parte los propios grupos locales llevan la manija y el timón de la fiesta. Son fiestas ensudadas, propias. Pero también aquí se observa ese distanciamiento social provocado: el que se hace con unos elegidos, el equipo dirigente a tiempo, la directiva con una misión, en definitiva los iluminati del ordeno, mando y cobro. Uno no sabe de dónde han salido porque antes no estaban y de pronto son todo. Luego muchos desaparecen en nichos económicos buscados y muy pocos, tras su expolio, terminan encerrados. Son los fantasmas de la sociedad actual, los dictadores impermeables, a veces hasta refinados. Les duele a menudo el hígado y alumbran mala leche cuando no se acata o se discute su proyecto y su orden. No admiten la rebeldía ni el que se levante la mano o el dedo acusador. Les gusta mandar, no participar y cooperar en la fiesta y para la fiesta.
En este nagusia les he visto en su salsa, que a menudo es la televisión con periodista amañado a su lado, que les ríe las gracias, les da coba y les pone peana a su baba. Son ese grupito de ilustres, políticos y sumisos al poder, que forman bola pegajosa ante los medios, extendiendo consignas viejas, de acatamiento, sumisión y mezcolanza. Un tutti fruti caducado.
Nada extraño que Konparsak en esta Aste Nagusia:
1.- Se “lamente del papel que juegan algunos políticos, precisamente aquellos que deberían ser los colaboradores de que la fiesta transcurriera en paz. Algunos, como por ejemplo el pepero Carlos David Garcia, que siendo miembro de la Comisión Mixta de Fiestas, tratan de desvirtuar constantemente la imagen de la Aste Nagusia, y otros, por el contrario, cuando surgen los problemas, cuando hay que dar la cara y currar, o desaparecen en estampida o sufren sorderas temporales, de esas que solo se curan una vez pasado el vendaval”.
2.- Nada raro que la Comisión de Comparsas, en su análisis postfestivo, afirme que: “tan grave como lo anterior resulta el papel de algunos medios de comunicación (destacado El Correo) bajo salario de los citados políticos, que en vez de potenciar la fiesta, de defenderla, se dedican a torpedearla”.