Brasil. La privatización postal en Argentina: un ejemplo a no seguir

Bra­sil. La pri­va­ti­za­ción pos­tal en Argen­ti­na: un ejem­plo a no seguir

Por Fer­nan­da Pai­xão, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano /​Brasil de Fato, 6 de agos­to de 2021.

La con­ce­sión otor­ga­da al Gru­po Macri repre­sen­tó una sali­da de capi­tal del país y gene­ró una pér­di­da de $ 300 millo­nes en el estado.

El tema de la pri­va­ti­za­ción pos­tal en Argen­ti­na es anti­guo, pero sigue sien­do una his­to­ria inter­mi­na­ble. La con­ce­sión del ser­vi­cio esta­tal a Soc­ma (Socie­dad Macri) ‑que duró has­ta la rena­cio­na­li­za­ción de la ofi­ci­na de correos, en el gobierno de Nés­tor Kirch­ner, en 2003- resul­tó en una pér­di­da de US $ 300 millo­nes. El Esta­do bus­ca reci­bir esta suma des­de hace 20 años. El lar­go pro­ce­so judi­cial con­tra Soc­ma, cuyo líder es Fran­co Macri, padre del expre­si­den­te Mau­ri­cio Macri, aún demo­ra­rá mucho.

El pasa­do 14 de julio, los abo­ga­dos del gru­po finan­cie­ro logra­ron, con un recur­so de ape­la­ción, recu­pe­rar la deci­sión de la jue­za Mar­ta Ciru­lli, quien decla­ró lla quie­bra de Correo Argen­tino S.A. «No sub­es­ti­mo la capa­ci­dad de los abo­ga­dos [de Soc­ma] para encon­trar res­qui­cios y la capa­ci­dad mediá­ti­ca del gru­po Cla­rín para pro­te­ger­los», dijo el abo­ga­do de Hacien­da, Car­los Zan­ni­ni, en una entre­vis­ta con la radio El Des­ta­pe, lue­go de la decla­ra­ción de quie­bra de la empre­sa Correo Argen­tino SA , que no ha ope­ra­do des­de la rena­cio­na­li­za­ción. «Estoy muy con­ten­to con la decla­ra­ción de quie­bra. Estas per­so­nas han demos­tra­do una gran capa­ci­dad para exten­der el cum­pli­mien­to de sus obli­ga­cio­nes», afir­mó Zannini.

De una empre­sa que fun­cio­na bien a un recur­so para el reti­ro de dóla­res del país, lo suce­di­do con el ser­vi­cio pos­tal en Argen­ti­na es una lec­ción para Bra­sil, que bus­ca seguir los mis­mos pasos. «¿Qué sig­ni­fi­ca pri­va­ti­zar algo que da fru­tos para el Esta­do?”, pre­gun­ta el his­to­ria­dor Ale­jan­dro Olmos Gao­na, espe­cia­lis­ta en dere­cho inter­na­cio­nal. «La influen­cia de los lob­bies inter­na­cio­na­les nos hace pen­sar lo que ellos quie­ren en fun­ción de sus intere­ses, y no de los intere­ses del país», agregó.

His­tó­ri­ca­men­te, los ser­vi­cios pos­ta­les de pro­pie­dad esta­tal, como en Bra­sil, fue­ron pri­va­ti­za­dos en 1997, jun­to con una serie de otros ser­vi­cios, como los de agua, elec­tri­ci­dad y telé­fono, duran­te el gobierno neo­li­be­ral de Car­los Menem. Las empre­sas, aun­que ren­ta­bles y bien ges­tio­na­das por el esta­do, se some­tie­ron a la lla­ma­da refor­ma estatal.

Correo Argentino |

Olmos dice que inves­ti­gó a la fami­lia Macri y cola­bo­ró​con infor­ma­ción para el pro­ce­so en el caso de Correos, en este perío­do encon­tró tres docu­men­tos de 1992 que demues­tran el fun­cio­na­mien­to de este sis­te­ma de pri­va­ti­za­ción. «Encon­tré tres car­tas con­fi­den­cia­les en el archi­vo del Minis­te­rio de Eco­no­mía envia­das a la comu­ni­dad finan­cie­ra en 1992 por el direc­tor geren­te del FMI, el pre­si­den­te del Ban­co Inter­ame­ri­cano y el pre­si­den­te del Ban­co Mun­dial, alen­tan­do el apo­yo al gobierno argen­tino, por­que se había com­pro­me­ti­do a ven­der empre­sas esta­ta­les, refor­mar la ley de jubi­la­cio­nes y modi­fi­car la legis­la­ción labo­ral, por­que era res­tric­ti­va para las inver­sio­nes extran­je­ras ”, dice. Así, el Gru­po Macri reci­bió la con­ce­sión del ser­vi­cio pos­tal, a tra­vés de la empre­sa Correo Argen­tino S.A., e ini­ció un pro­ce­so de down­si­zing. Se cerra­ron al menos 100 sucur­sa­les en todo el país y el núme­ro de emplea­dos se redu­jo a casi la mitad: de los 20.000 tra­ba­ja­do­res, 10.500 fue­ron des­pe­di­dos. En 1999, el Gru­po Macri tam­po­co pagó al Esta­do su par­ti­ci­pa­ción en el con­tra­to de con­ce­sión, en res­pues­ta a un acuer­do no cum­pli­do por el gobierno para otor­gar a Soc­ma el con­trol total de la dis­tri­bu­ción, admi­nis­tra­da por otras dos empre­sas en ese momento.

En 2001, el Gru­po Macri pre­sen­tó a la empre­sa Correo Argen­tino S.A. en un con­cur­so pre­ven­ti­vo con acree­do­res, ale­gan­do que no podía pagar sus obli­ga­cio­nes con el Esta­do. «Se pre­sen­ta­ron a con­cur­so, sin decir que deja­ron de pagar lo adeu­da­do al Esta­do», dice Olmos, quien indi­có a la ins­pec­to­ra del caso, Gabrie­la Bas­quin, el infor­me que reve­la el enri­que­ci­mien­to ilí­ci­to de la fami­lia Macri encar­ga­da del Correo. “Con el ser­vi­cio pos­tal saca­ron del país 4.800 millo­nes de dóla­res”, dice. En 2002, la Comi­sión Inves­ti­ga­do­ra de Fugas de Capi­tal de la Cáma­ra de Dipu­tados reve­ló que las empre­sas del Gru­po Macri se lle­va­ron al exte­rior más de 50 millo­nes de dóla­res. Esta es una vie­ja prác­ti­ca de los gru­pos empre­sa­ria­les: tomar el dine­ro, no inver­tir, obte­ner la mayor can­ti­dad de los bene­fi­cios de los gobier­nos de la épo­ca ”, apun­ta Olmos.

El pro­ce­so de este con­cur­so aún está en cur­so. «En con­di­cio­nes nor­ma­les, el trá­mi­te de un examen pre­ven­ti­vo dura, como máxi­mo, unos tres años. Este se ini­ció en 2001 y con­ti­núa has­ta la actua­li­dad. Des­pués de nego­cia­cio­nes, pre­sen­ta­ción de escri­tos, trá­mi­tes lega­les: cuan­do lo lle­van a cabo abo­ga­dos capa­ci­ta­dos, las cosas pue­den cam­biar expan­dir­se amplia­men­te ”, enfa­ti­za Olmos.

Con la lle­ga­da de Nés­tor Kirch­ner como pre­si­den­te, el Esta­do reto­mó los ser­vi­cios pos­ta­les con el Correo Ofi­cial de la Repú­bli­ca Argen­ti­na S.A. (CORASA). «Tene­mos que par­tir de la base de por qué se pri­va­ti­za algo. ¿La empre­sa es una pér­di­da? ¿Por qué no pue­de ser admi­nis­tra­da por el Esta­do en bue­nas con­di­cio­nes? ¿Por qué cree­mos que va a fun­cio­nar al tras­la­dar­la al sec­tor pri­va­do?», son pre­gun­tas deja­das por el his­to­ria­dor e inves­ti­ga­dor de la deu­da argen­ti­na. «Este vie­jo con­cep­to de que el Esta­do es un mal admi­nis­tra­dor debe cam­biar. No creo que la pri­va­ti­za­ción en sí sea una fata­li­dad, pero la teo­ría es una cosa. En la prác­ti­ca, cuan­do se pri­va­ti­za algo, el Esta­do pier­de el poder. por supues­to, para maxi­mi­zar las ganan­cias de la empre­sa y des­man­te­lar­la. El sis­te­ma de pri­va­ti­za­cio­nes no es trans­pa­ren­te, bene­fi­cia al sec­tor pri­va­do, per­ju­di­ca al sec­tor públi­co y tam­po­co bene­fi­cia a los usua­rios ”, concluye.

Edi­ción: Rebe­ca Cavalcante

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