Migran­tes. Lxs expul­sadxs de Esta­dos Uni­dos y Méxi­co nece­si­tan asis­ten­cia humanitaria

Por Regi­na Pérez, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 24 de agos­to de 2021.

Des­de hace varias sema­nas, los gobier­nos de Esta­dos Uni­dos y Méxi­co han expul­sa­do a cien­tos de migran­tes, entre hom­bres, muje­res, niños y núcleos fami­lia­res, a la fron­te­ra de El Cei­bo, en La Liber­tad, Petén, don­de no hay con­di­cio­nes para aten­der­los. Estas per­so­nas nece­si­tan asis­ten­cia de todo tipo, des­de un alber­gue don­de que­dar­se, has­ta ali­men­tos y trans­por­te a sus luga­res de origen.

Entre las per­so­nas expul­sa­das ade­más de gua­te­mal­te­cas, tam­bién hay sal­va­do­re­ñas, hon­du­re­ñas, cuba­nas y haitianas.

De acuer­do con la infor­ma­ción del Ins­ti­tu­to Gua­te­mal­te­co de Migra­ción (IGM), en los últi­mos tres días han “ingre­sa­do” por esa fron­te­ra 500 per­so­nas que han sido loca­li­za­das de mane­ra irre­gu­lar en Esta­dos Uni­dos y Méxi­co. El IGM no cuen­ta con el dato exac­to de cuán­tas per­so­nas han sido expul­sa­das al país des­de que comen­zó la cri­sis, hace unas 4 sema­nas, según la voce­ra, Ale­jan­dra Mena.

Las ins­ti­tu­cio­nes pre­sen­tes en el lugar no tie­nen capa­ci­dad para aten­der a los cien­tos de migran­tes que, según orga­ni­za­cio­nes como Casa del Migran­te Belén, no se les está pro­por­cio­nan­do una asis­ten­cia huma­ni­ta­ria digna.

Andrés Tori­bio, quien diri­ge la Casa del Migran­te Belén, en El Cei­bo, dijo que ese alber­gue tie­ne la capa­ci­dad para aten­der a 30 per­so­nas, pero en la situa­ción actual atien­den a un pro­me­dio de 100 per­so­nas al día, prio­ri­zan­do a muje­res, niñas, niños y ado­les­cen­tes, por su vul­ne­ra­bi­li­dad a los ata­ques de gru­po cri­mi­na­les, señaló.

Los migran­tes son expul­sa­dos sin infor­ma­ción de dón­de los van a dejar ni quién los va a asis­tir. Lo más duro es que la gen­te cuan­do lle­ga, lo hace con una cri­sis tre­men­da, por­que han sufri­do en el tra­yec­to hacia EE.UU., resal­tó Toribio.

Tori­bio lle­va más de 13 años tra­ba­jan­do en la asis­ten­cia de migran­tes y dice que en todos esos años no ha vis­to una situa­ción como esta. “Hemos vis­to las cara­va­nas, sí, pero esto es más que una cara­va­na por­que la gen­te lle­ga a dia­rio, son más de 2 mil per­so­nas las que esta­mos aten­dien­do”, indicó.

A decir del entre­vis­ta­do, inclu­so los migran­tes se han teni­do que que­dar en la calle, por­que ellos ya no tie­nen la capa­ci­dad para brin­dar­les apo­yo. “Qui­sié­ra­mos aten­der a todas estas per­so­nas y dar­les cobi­jo, pero no tene­mos cómo”, destacó.

Tam­bién sub­ra­yó que estas per­so­nas no han sido depor­ta­das o retor­na­das, sino que han sido expul­sa­das ile­gal­men­te por­que las regre­san sin nin­gu­na asis­ten­cia. Las están deja­do en la fron­te­ra como que si sus vidas no valie­ran y ellos miran cómo hacen, dijo.

¿Qué nece­si­tan los migrantes?

Entre las nece­si­da­des más apre­mian­tes para los migran­tes están agua puri­fi­ca­da, ali­men­tos para pre­pa­rar, ropa para niños, zapa­tos y kits de higiene.

El alber­gue Casa del Migran­te está ubi­ca­do en la fron­te­ra El Cei­bo, a cin­co minu­tos de la línea divi­so­ria con Méxi­co, pero a unos 178 kiló­me­tros de San­ta Ele­na, la cabe­ce­ra depar­ta­men­tal de Petén.

Ante la ausen­cia del Esta­do que no les brin­da orien­ta­ción, cuan­do los migran­tes lle­gan están des­ubi­ca­dos y no saben si están cer­ca de sus luga­res de ori­gen. “Dicen, ‘yo me voy’”, pero enton­ces el equi­po de Casa del Migran­te les infor­ma don­de están. “El depar­ta­men­to de Petén es enor­me en su exten­sión, no es como lle­gar de Quetzal­te­nan­go a Toto­ni­ca­pán o de San Mar­cos a Huehue­te­nan­go, les expli­ca­mos que esta­mos más lejos”, seña­ló Toribio.

Sin asis­ten­cia del Estado

Eduar­do Wolt­ke, defen­sor de las per­so­nas migran­tes de la Pro­cu­ra­du­ría de los Dere­chos Huma­nos (PDH), con­fir­mó la situa­ción rela­ta­da por Tori­bio y dijo que han cons­ta­ta­do que en El Cei­bo y en la fron­te­ra El Car­men, de San Mar­cos, se están dan­do este tipo de ingre­sos. En El Cei­bo hay un vacío de ins­ti­tu­cio­nes del Esta­do y la dele­ga­ción de Migra­ción ahí no está pre­pa­ra­da, es más, no tie­ne ins­truc­cio­nes sobre cómo pro­ce­der en estos casos por­que no es una dele­ga­ción que se uti­li­ce para el ingre­so de retor­na­dos, dijo.

Según el defen­sor, los migran­tes son obli­ga­dos a regre­sar al país, sin un regis­tro ofi­cial de par­te del IGM y no se han apli­ca­do los pro­to­co­los de pre­ven­ción a la COVID-19.

Wolt­ke men­cio­nó que las per­so­nas no tie­nen un lugar a don­de diri­gir­se ni faci­li­da­des ni con­di­cio­nes para aban­do­nar fácil­men­te el lugar en con­di­cio­nes dig­nas y de segu­ri­dad. Son pocas las orga­ni­za­cio­nes que han esta­do asis­tien­do a las per­so­nas. “Bási­ca­men­te están a la deri­va, no tie­nen una asis­ten­cia direc­ta por par­te del Esta­do”, añadió.

Agre­gó que el IGM no ha expli­ca­do por qué los migran­tes están sien­do expul­sa­dos a esa fron­te­ra y sobre qué coor­di­na­cio­nes hará la ins­ti­tu­ción para dar­le res­pues­ta a esta situación.

Se con­sul­tó al IGM qué tipo de apo­yo se les está dan­do a los migran­tes y res­pon­die­ron que ayer se envió una dele­ga­ción de 4 per­so­nas al lugar, para “cono­cer de cer­ca la problemática”.

Asi­mis­mo, infor­mó que el Minis­te­rio de Rela­cio­nes Exte­rio­res ha soli­ci­ta­do a Méxi­co que los tras­la­dos se reali­cen por la fron­te­ra de Tecún Umán, San Mar­cos, don­de tie­nen la capa­ci­dad para aten­der a la población.

La expul­sión de los migran­tes cen­tro­ame­ri­ca­nos de EE.UU. y Méxi­co a Gua­te­ma­la, según las orga­ni­za­cio­nes que defien­den los dere­chos de los migran­tes, se han rea­li­za­do bajo el Títu­lo 42.

El Títu­lo 42, según la Agen­cia de la ONU para los Refu­gia­dos (ACNUR), es una orden emi­ti­da en 2020 por los Cen­tros para el Con­trol y la Pre­ven­ción de Enfer­me­da­des, por la pan­de­mia de la COVID-19, que prohí­be la entra­da a Esta­dos Uni­dos de per­so­nas sin auto­ri­za­ción, ya sean migran­tes o soli­ci­tan­tes de asilo.

Bajo este títu­lo, las per­so­nas que tra­ten de ingre­sar a Esta­dos Uni­dos por vía terres­tre, son devuel­tas de inme­dia­to por el país don­de ingre­sa­ron, que sería Méxi­co y si no es posi­ble, a sus paí­ses de origen.

Fuen­te: pren­sa Comunitaria

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