La mayoría sindical vasca, lleva dos años movilizándose contra esta crisis. En este tiempo desde CCOO y UGT se le ha acusado, entre otras cosas, de crear alarma social, de falsear la realidad con respecto a la crisis, de hacer huelgas políticas disfrazadas de rechazo a la crisis, etc.
Durante estos dos años CCOO y UGT han estado negociando tanto con el Gobierno en Madrid como con la patronal a espaldas de la clase trabajadora, han ocultado deliberadamente los contenidos de esas negociaciones, durante estos dos años miles de trabajadores y trabajadoras han sufrido expedientes de regulación de empleo o han perdido su puesto de trabajo y, mientras tanto CCOO y UGT mantenían la interlocución con el Estado y la patronal, hacían oidos sordos a los llamamientos a la movilización por parte de la clase trabajadora, y han silenciado las huelgas generales en otros paises de la Unión Europea.
Ante la ofensiva orquestada por la patronal y dirigida por el Gobierno de Madrid, no les ha quedado otro remedio que convocar la movilización del día 29. Pero, independientemente de dicha convocatoria y su resultado, la apuesta de CCOO y UGT por un diálogo social al servicio de los intereses de la patronal y el Gobierno es firme y no va a variar, carecen de propuestas para el día después y esto determina su voluntad política de continuar con el infame Pacto Social que nos ha traído hasta aquí.
Han vestido la convocatoria del día 29 como una huelga general a nivel europeo convocada por la CES, ya que no se han atrevido a decir claramente que esta huelga es en contra de las medidas que nos quieren imponer la patronal y el Gobierno de Zapatero, sin embargo no hay ninguna huelga a nivel europeo convocada por el CES.
Hay que recordarles que las reformas laborales aprobadas en estos últimos años han sido puestas en marcha con el aval de CCOO y UGT, reformas que han aportado a la clase trabajadora más precariedad y pérdida de derechos; reformas que han ido abriendo el camino a la que nuevamente ahora nos quieren imponer.
Utilizan el discurso de que ante estos ataques es imprescindible la respuesta unitaria de toda la clase trabajadora del Estado; pero lo que verdaderamente están buscando con la convocatoria de huelga general es fortalecer su interlocución frente al Gobierno español y la patronal.
Es incompatible realizar llamamientos a la huelga general contra la reforma laboral al mismo tiempo que se está negociando la reforma de las pensiones, mediten acerca de esto los acríticos y entusiastas defensores de la convocatoria y mediten acerca de su falta de objetivos políticos.
Es incompatible realizar llamamientos a la huelga general contra la reforma laboral al mismo tiempo que se está negociando con la patronal cómo reformar la negociación colectiva. Dicha reforma supone un ataque frontal al actual sistema de negociación colectiva ya que limita la ultractividad de los convenios y plantea la desaparición de los convenios provinciales en favor de la centralización de los mismos, es incompatible realizar llamamientos a la huelga general contra la reforma laboral al mismo tiempo que se está, un día si y otro también, tomando parte en “mesas de diálogo social” en las que lo único que se hace es justificar las políticas neoliberales de los distintos gobiernos.
La mayoría sindical vasca, además de realizar dinámicas de denuncia (manifestaciones, huelgas generales tanto sectoriales como confederales,…) de la actual situación, ha elaborado una alternativa (decálogo) en la que ha enumerado las medidas a adoptar no solo de cara a superar la crisis, sino a modificar el actual modelo de diálogo social.
Es seguro que la mayoría sindical vasca, va a seguir implementando dinámicas tanto de denuncia de la actual situación y de las medidas que se están adoptando en torno a ella, como en favor del decálogo y del marco vasco de relaciones laborales y protección social., se va a seguir movilizando por una sociedad más justa donde la clase trabajadora vasca tenga instrumentos desde los que abordar nuestro propio modelo de relaciones laborales y protección social sin estar a expensas de lo que decidan agentes ajenos a la realidad sindical de Euskal Herria y de los trabajadores y trabajadoras en general, donde no se nos impongan decisiones que, no solo no respetan la voluntad de la clase trabajadora vasca, sino que tienen la clara intención de recortar, neutralizar y unificar tanto modelos de intervención como espacios de decisión, supeditándolos a los órganos estatales, ya sea en Madrid como en París y verticalizando jerarquicamente las decisiones y los ámbitos sindicales.
La postura de la izquierda sindical vasca ante esta convocatoria de huelga general es clara, no vamos a secundar una pamema reformista que amaga por la izquierda para asumir mayores cuotas de poder de la mano del estado y las oligarquías anti obreras, reforzando la política criminal de Pacto Social de las burocracias sindicales de UGT y CC.OO.
Añadamos a lo dicho que UGT y CCOO con el PSN y UPN han echado de las instituciones laborales en Nafarroa a LAB y a ELA, igual intento llevan adelante con el gobierno golpista de Patxi López y Basagoiti, es decir, con la unidad neo fascista que componen PP y PSOE. En el CES CCOO y UGT han tratado de desarrollar su pantomima de pacto social y en Osalan sucede lo mismo.
Apoyan la represión contra la izquierda Abertzale, el marco divisionista vascongado y nabarro y aplauden cada detención silenciando las torturas, su papel en la negociación colectiva es el de firmar convenios colectivos – basura que no han podido ir adelante en muchos casos dado su carácter minoritario frente a la mayoría sindical vasca.
Pretende alguien que dice ser de la izquierda sindical y del anticapitalismo que la mayoría sindical vasca regale el 29 una foto del movimiento obrero vasco puesto a los pies de Mendez y Toxo. Debe entender la izquierda de clase en el estado que los minoritarios UGT y CCOO no nos van a utilizar en absoluto, aclaren los del sindicalismo vertical estatalista representado por la ugeté y comisiones su propuesta para negociar en Euskal Herria y asuman construir la necesaria unidad sindical del total de las fuerzas sindicales vascas sobre la base de un programa democrático común, de no ser así no trabajaremos para fortalecer al estado mediante la acción de sus cúpulas para – sindicales, maniobreras, corruptas y entreguistas: no cuenten con la izquierda sindical vasca para este fin.
En relación a quienes sí la secunden, hay que señalar que si este paro no va de la mano de la conformación de un frente estable de rechazo y movilización a las imposiciones verticales de las burocracias sindicales su gesto solo sirve para acompañar en el entierro de la clase obrera, las limitaciones que la izquierda sindical tiene en el ámbito estatal no las tiene la Mayoría Sindical Vasca, tampoco las políticas, ya que la vía de la Soberanía Nacional es el norte dialéctico de nuestro horizonte, romper el pacto social de las mafias pseudosindicales fortaleciendo la negociación directa entre las partes en los ámbitos nacionales.
Incluya estos objetivos la izquierda sindical en sus reivindicaciones o tan solo le queda acompañar a las burocracias antiobreras en su viaje a ninguna parte. Obviamente, la realidad socio – política vasca no es igual a otras, pero recapaciten quienes nos llaman a entregarnos acerca de lo que significa el desarrollo desigual y combinado de los procesos y las realidades políticas, haganlo pensando en términos políticos y no solo desde la debilidad que tengan frente a los aparatos contrarevolucionarios de UGT y CCOO ya que en Euskal Herria son ellos los que carecen de fuerza movilizadora. Recuerden: programa, programa, programa, sin excepciones y sin rocambolescas contradicciones ya que la burocracia antisindical y parasitaria lo es todos los días, incluído el 29 – S.