Resumen Medio Oriente /02 de septiembre de 2021 – La figura de Maher Al Akhras ha sintetizado y visibilizado, por un lado, lo que significa el estado sionista para la población palestina y, por el otro, el papel de la Autoridad Nacional Palestina en tanto estructura represiva y de silenciamiento desplegada contra los propios palestinos.
Por Lisandro Brusco y Ángel Horacio Molina
La ocupación israelí
El 27 de julio de 2020 Maher Al-Akhras, palestino de 49 años y padre de seis hijos, fue detenido por fuerzas israelíes bajo lo que se conoce como “detención administrativa”. Dicha figura, que se instrumenta incluso contra menores de edad, es contraria a los más elementales derechos humanos consagrados en Derecho Internacional Humanitario y el Cuarto Convenio de Ginebra ya que supone la detención sin acusación ni juicio durante períodos de seis meses, renovables de manera arbitraria y que ha llegado a durar hasta ocho años.
El grado de impunidad y arbitrariedad que supone este tipo de detenciones se multiplica cuando señalamos que el detenido y su abogado no pueden nunca acceder a las pruebas en su contra, por lo que las fuerzas de ocupación (según datos aportados por la Organización Addameer[1], con sede en Ramallah) se han valido de las mismas para encarcelar a “(…) más de 800.000 palestinos, que constituyen casi el 20% del total de la población palestina de los Territorios Palestinos Ocupados”[2] desde 1967.
Maher Al-Akhras su sumó, entonces, a los más de trescientos palestinos detenidos arbitrariamente y la suya fue una de las 30000 órdenes de detención emitidas por los ocupantes sionistas contra los palestinos sólo en los últimos veinte años. Sin embargo, su caso consiguió romper con el cerco informativo israelí cuando decidió convertir su cuerpo en la herramienta de denuncia iniciando una huelga de hambre para visibilizar las violaciones a los derechos humanos llevadas a cabio por Israel e interpelar, al mismo tiempo, a comunidad internacional que tibiamente ha señalado las acciones de las fuerzas ocupantes.
Maher decidió realizar una huelga de hambre con la que pudo visibilizar mundialmente las prácticas israelíes contrarias a las leyes internacionales y obligar a funcionarios internacionales, como el enviado de la ONU para Oriente Medio Nickolay Mladenov, a manifestarse sobre el asunto, ejerciendo presión sobre el sistema judicial del estado sionista. Tras 103 días de huelga de hambre Maher obtuvo su libertad el 26 de noviembre del 2020.
La función policial de la Autoridad Nacional Palestina
La Autoridad Nacional Palestina y sus órganos afines (embajadas, consulados y medios) cubrieron esas 103 jornadas de lucha de Maher Al Akhras con el cuidado de no difundir también su posición política, claramente crítica de lo que significa el gobierno de Mahmud Abbas para los palestinos y su causa.
No pasó mucho tiempo para las fuerzas militares de la ANP corroborara su rol como fuerza represiva “palestina” al servicio de Israel. El 24 de junio de 2021, el periodista y artista palestino Nizar Banat, opuesto a la ANP y candidato independiente para las elecciones de mayo que Abbas decidió suspender, fue sacado de su casa por las Fuerzas de Seguridad Preventiva bajos las órdenes de la ANP. Según relata su familia “(…) una veintena de agentes de las fuerzas especiales de la ANP vestidos de civil irrumpieron en la vivienda y tres cabecillas entraron en la habitación en la que dormía, lo molieron a palos con porras metálicas y se lo llevaron a rastras a un centro de detención para ser interrogado”[1]. Apenas cuarenta minutos más tarde se conocía la muerte de Nizar Banat despertando la indignación de la población palestina que se lanzó a las calles para pedir la renuncia de Mahmud Abbas y el castigo para los responsables del crimen.
En esas manifestaciones también estuvo Maher Al Akhras; a pesar de estar recuperándose de las secuelas dejadas por la extensa huelga de hambre contra las medidas del estado sionista, Al Akhras vio, como lo hace la mayor parte del pueblo palestino, el triste papel que cumple la ANP reprimiendo y asesinando a sus propios connacionales. A poco más de un año de ser detenido por las fuerzas israelíes, Maher Al Akras fue nuevamente encarcelado, esta vez por las fuerzas dirigidas por Mahmud Abbas.
Silenciamiento
En esta oportunidad, la cobertura de su detención iba a ser distinta. No sólo las embajadas, consulados y medios afines a la ANP guardaron un silencio cómplice ante este gesto represivo; muchos espacios académicos próximos a la ANP también prefirieron ignorar lo que significaba (incluso en términos simbólicos) esta nueva afrenta contra Maher Al Akhras.
Aquellos que, un año atrás, se habían mostrado horrorizados, por lo menos declamativamente, ante las acciones israelíes no tuvieron problemas para avalar con su silencio las prácticas de la ANP contra el pueblo palestino.
Maher Al Akras recuperó su libertad el pasado 22 de agosto; su cuerpo (marcado por las secuelas de la huelga de hambre y los golpes de las fuerzas de la ANP) sintetiza los sufrimientos del pueblo palestino bajo la ocupación colonial del estado sionista y el colaboracionismo de la ANP, pero también expresa una voluntad de lucha que no se doblega ante la adversidad y que, tarde o temprano, será la que conduzca al pueblo palestino hacia su victoria definitiva.
[1] https://www.addameer.org/
[2] https://www.addameer.org/es/content/detenci%C3%B3n-administrativa
Fuente: AlMayadeen