Brasil. 7 de septiembre en São Paulo: «Salí a la calle porque el fascismo está ahí»

Bra­sil. 7 de sep­tiem­bre en São Pau­lo: «Salí a la calle por­que el fas­cis­mo está ahí»

Por Thais Halis­ki. Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 8 de sep­tiem­bre de 2021.

El gri­to «Fue­ra, Bol­so­na­ro» uni­fi­ca mani­fes­tan­tes de dife­ren­tes per­fi­les que asis­tie­ron a la pro­tes­ta en São Paulo

El 7 de sep­tiem­bre, Día de la Inde­pen­den­cia, el acto con­tra el gobierno de Jair Bol­so­na­ro en Vale do Anhan­ga­baú, en São Pau­lo (SP), reu­nió a 50 mil per­so­nas, según esti­ma­cio­nes de los orga­ni­za­do­res. La capi­tal de São Pau­lo fue una de las apro­xi­ma­da­men­te 200 ciu­da­des de Bra­sil y del exte­rior que tuvie­ron pro­tes­tas uni­das al his­tó­ri­co Gri­to de Exclui­dos y Exclui­dos con­tra el gobierno fede­ral y por la democracia.

Bra­sil de Fato reco­rrió Anhan­ga­baú y escu­chó a mani­fes­tan­tes con dife­ren­tes per­fi­les. Ya sea por ham­bre, fal­ta de vivien­da dig­na o mie­do a una ofen­si­va anti­de­mo­crá­ti­ca, todos lle­va­ban en común la con­sig­na «Fue­ra, Bolsonaro «.

Maria Ara­poty, 55 años

«Cada año empeo­ra. Tie­nes que pro­te­ger a los espí­ri­tus de los árbo­les». Foto: Thais Haliski

Maria Ara­poty es una de los 60 habi­tan­tes del pue­blo de Jara­guá, del pue­blo gua­ra­ní, ubi­ca­do en el lado oes­te de São Paulo.

“Cree­mos que este gobierno de Bol­so­na­ro nece­si­ta dejar­nos vivir en paz en nues­tro terri­to­rio. Esta­mos sien­do ata­ca­dos. Nece­si­ta pro­te­ger la natu­ra­le­za», dijo, al jus­ti­fi­car su pre­sen­cia en el acto.

Sin­tien­do de pri­me­ra mano los efec­tos de la polí­ti­ca anti-indí­ge­na de Bol­so­na­ro, via­jó 25 kiló­me­tros para par­ti­ci­par en la protesta.

“Que­re­mos la demar­ca­ción de nues­tro terri­to­rio. Hay que pro­te­ger los bos­ques y la mata atlán­ti­ca. La natu­ra­le­za solo exis­te don­de hay indí­ge­nas”, defendió.

Sil­ma­ra Sil­va, 45 años

Vine por noso­tros para poder cam­biar la situa­ción en el país». (Foto: Thais Haliski)

A los 45 años, Sil­ma­ra vive con unas 2.000 fami­lias en la ocu­pa­ción Nova Canu­dos, en Tai­pas, en el nor­te de São Pau­lo. El lugar reúne a resi­den­tes que, sin tra­ba­jo ni ingre­sos, no tie­nen dine­ro para pagar una vivien­da en la ciu­dad más cara del país.

«Hoy hay más per­so­nas en ocu­pa­cio­nes que antes de este gobierno. La gen­te no tie­ne dine­ro para com­prar comi­da, mucho menos para pagar el alqui­ler. Vine por­que tene­mos que cam­biar esta situa­ción», dice.

Wil­son Rai­mun­do Rodri­gues, 72 años

«Ten­dre­mos que luchar más, ser más radi­ca­les» Foto: Thais Haliski

La edad no fue un impe­di­men­to para que Wil­son se unie­ra a la mul­ti­tud en el cen­tro de São Pau­lo. Vacu­na­do y con más­ca­ra, opi­nó que es res­pon­sa­bi­li­dad de la pobla­ción fre­nar las ame­na­zas gol­pis­tas de Bolsonaro.

“Espe­ro que esta mani­fes­ta­ción sea una mani­fes­ta­ción en Bra­sil con­tra el inten­to de una dic­ta­du­ra poc­ket­nis­ta. Creo que hay poca gen­te aquí, tie­ne que aumen­tar ”, acusó.

«Vamos a tener que luchar más, ser más radi­ca­les con­tra esta poten­cia que está tra­tan­do de aca­bar con Bra­sil», con­clu­ye el jubilado.

Feli­pe Rozi­ni, 30 años

«Hoy demos­tra­mos que tam­bién tene­mos poder» /​Thais Haliski

Con el anti­fas­cis­mo estam­pa­do en el ros­tro, Feli­pe se fue de casa por­que creía en la impor­tan­cia de los actos popu­la­res para con­te­ner la ola anti­de­mo­crá­ti­ca lide­ra­da por narra­do­res de bolsillo.

“Ya se ha demos­tra­do que el fas­cis­mo está ahí. Por otro lado, quie­ren vio­len­cia. Tene­mos que estar pre­pa­ra­dos. Par­ti­cu­lar­men­te encuen­tro ven­ta­jo­so hacer actos. Demues­tra que la gen­te se ha opues­to, demues­tra uni­dad. Nece­si­ta­mos un fren­te amplio «, dice.

Luzia Pau­la Can­tal, 54 años

«Las mani­fes­ta­cio­nes son movi­mien­tos demo­crá­ti­cos» /​Thais Haliski

Luzia es una de las abo­ga­das que inte­gra­ron el gru­po de obser­va­do­res del Cole­gio de Abo­ga­dos de Bra­sil (OAB) encar­ga­do de pre­ve­nir las vio­la­cio­nes de dere­chos huma­nos come­ti­das por mili­ta­res y civi­les duran­te la pro­tes­ta en São Paulo.

“Mi expec­ta­ti­va es que la pobla­ción demues­tre pací­fi­ca y demo­crá­ti­ca­men­te su des­con­ten­to. Las mani­fes­ta­cio­nes son movi­mien­tos demo­crá­ti­cos. Es un dere­cho pleno. Sea cual sea la fies­ta «, dijo.

«No lo veo como un acto nega­ti­vo aquí o en (la ave­ni­da) Pau­lis­ta (don­de se con­cen­tra­ron los mani­fes­tan­tes en apo­yo del pre­si­den­te), siem­pre que, como pau­tas demo­crá­ti­cas, no per­ju­di­quen la Constitución».

Las ame­na­zas del bol­so­na­ris­mo no se materializaron

La OAB eva­luó que la expec­ta­ti­va de vio­len­cia con­tra la pobla­ción y actos de des­or­ga­ni­za­ción ins­ti­tu­cio­nal por par­te de sim­pa­ti­zan­tes del gobierno fede­ral, anun­cia­dos públi­ca­men­te en los días pre­vios al 7 de sep­tiem­bre, no se materializó.

«Todas las ame­na­zas que había­mos reci­bi­do, com­par­ti­das en redes socia­les por poli­cías mili­ta­res ins­tan­do a los com­pa­ñe­ros a com­pa­re­cer arma­dos en la mani­fes­ta­ción, ante todo esto, de ver­dad creo que los hechos trans­cu­rrie­ron sin con­tra­tiem­pos y en paz», eva­luó Ana Amé­lia Mas­ca­renhas, pre­si­den­ta de la Comi­sión de Dere­chos Huma­nos de la OAB-SP.

«Sin entrar en los méri­tos de los absur­dos con­tra el Esta­do demo­crá­ti­co y legal que for­man par­te de los dis­cur­sos del pre­si­den­te, la Poli­cía Mili­tar de São Pau­lo tuvo sufi­cien­te orga­ni­za­ción para pre­ve­nir dis­tur­bios y actos de vio­len­cia en la mani­fes­ta­ción que abar­có agen­das con­tra­rias a la demo­cra­cia y Esta­do legal, en la Ave­ni­da Pau­lis­ta ”, dijo el abo­ga­do, quien tam­bién es pro­fe­sor de la carre­ra de Dere­cho de la PUC-SP.

Fuen­te: Bra­sil de Fato

Itu­rria /​Fuen­te

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