Nuestramérica. Cumbre Celac, la nueva ola del continente sale desde México

Nues­tra­mé­ri­ca. Cum­bre Celac, la nue­va ola del con­ti­nen­te sale des­de México

Por Geral­di­na Colot­ti, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 18 de sep­tiem­bre de 2021. 

Méxi­co se encuen­tra actual­men­te en el cen­tro del pro­yec­to para relan­zar la inte­gra­ción regio­nal. Pre­ci­sa­men­te hoy, 18 de sep­tiem­bre, se reúne allí la Comu­ni­dad de Esta­dos de Amé­ri­ca Lati­na y el Cari­be (Celac). En el momen­to de su fun­da­ción en 2011, el orga­nis­mo esta­ba inte­gra­do por 33 paí­ses de Amé­ri­ca excep­to Esta­dos Uni­dos y Cana­dá. El blo­que regio­nal más gran­de, que com­pren­día más del 8,5% de la pobla­ción glo­bal y repre­sen­ta­ba apro­xi­ma­da­men­te el 7,5% del PIB mun­dial. Núme­ros afec­ta­dos por el aban­dono, el año pasa­do, del Bra­sil de Bol­so­na­ro, la mayor eco­no­mía de la región des­pués de México.

Sin temor al ridícu­lo, el gobierno bra­si­le­ño acu­só a la Celac de haber­se con­ver­ti­do en «un esce­na­rio para gobier­nos auto­ri­ta­rios como Vene­zue­la, Cuba y Nica­ra­gua». Bajo el impul­so de Fidel Cas­tro y Hugo Chá­vez, la Celac entró en vigen­cia hace diez años a par­tir de la Cum­bre de Cara­cas, con el obje­ti­vo de pro­mo­ver el diá­lo­go y el pro­ce­so de inte­gra­ción en los ámbi­tos polí­ti­co, social y eco­nó­mi­co orien­ta­dos al desa­rro­llo de los paí­ses miembros.

Obje­ti­vos que se pro­po­ne relan­zar aho­ra que la pre­si­den­cia pro tem­po­re toca a Méxi­co, que ha vuel­to a la izquier­da con el pre­si­den­te Manuel López Obra­dor. Tam­bién es impor­tan­te la pre­sen­cia de Argen­ti­na que, a pesar del «voto de bron­ca» en las elec­cio­nes de mediano pla­zo y el sello mode­ra­do de su gobierno, está hacien­do su par­te y plan­tea resuel­ta­men­te el tema de la deu­da y la asfi­xia de las gran­des ins­ti­tu­cio­nes inter­na­cio­na­les. En la reu­nión de julio pasa­do, Obra­dor dijo: «Tene­mos que cons­truir algo pare­ci­do a la Unión Euro­pea», pero pro­por­cio­na­do al con­tex­to, la his­to­ria y la reali­dad de la región.

La reali­dad de la región nece­si­ta la recu­pe­ra­ción de la eco­no­mía, fuer­te­men­te gol­pea­da por la pan­de­mia, y la inde­pen­den­cia del exte­rior para la pro­duc­ción de vacu­nas, que esta­rán en el cen­tro de la cum­bre. Tam­bién sobre la mesa está la pro­pues­ta de dejar a la Orga­ni­za­ción de Esta­dos Ame­ri­ca­nos (OEA), subor­di­na­da a los obje­ti­vos hege­mó­ni­cos de Esta­dos Uni­dos sobre la región.

Un deba­te espi­no­so, con­si­de­ran­do la pre­sen­cia de paí­ses vasa­llos de EE.UU. como Colom­bia que, como otros gobier­nos neo­li­be­ra­les, con­tri­bu­ye al altí­si­mo nivel de des­igual­dad en el con­ti­nen­te, aún más des­ca­ra­do con el enri­que­ci­mien­to de pocos en la pan­de­mia. Según el cálcu­lo del Pro­gra­ma de Nacio­nes Uni­das para el Desa­rro­llo (PNUD), en 2021 el núme­ro de mul­ti­mi­llo­na­rios en Amé­ri­ca Lati­na pasó de 76 a 107 y su for­tu­na total pasó de 284.000 millo­nes de dóla­res a 480.000 millo­nes. Como si dije­ra que el núme­ro de super­ri­cos ha aumen­ta­do en un 41% y su rique­za se ha dis­pa­ra­do al 69%.

En 2014, la fuer­za impul­so­ra de los gobier­nos de izquier­da en la región silen­ció los obje­ti­vos de los defen­so­res de la eco­no­mía de gue­rra y, en la cum­bre de La Haba­na de 2014, Celac fue decla­ra­da «zona de paz» y libre de armas nuclea­res. Esto es lo opues­to al de la UE, cuyos paí­ses han segui­do aumen­tan­do el pre­su­pues­to de gas­to mili­tar den­tro de la OTAN, como desea­ba Esta­dos Uni­dos. Cifras exhi­bi­das des­ca­ra­da­men­te inclu­so en tiem­pos de pan­de­mia, ante la esca­sez de ins­ta­la­cio­nes de salud, redu­ci­das a la mitad en diez años de privatización.

En los 27 paí­ses de la UE, el gas­to mili­tar es alre­de­dor de 185 mil millo­nes de dóla­res al año en com­pa­ra­ción con los 778 mil millo­nes en los EE. UU. Según un infor­me del Ins­ti­tu­to Inter­na­cio­nal de Inves­ti­ga­ción para la Paz de Esto­col­mo (Sipri), duran­te la pan­de­mia, el gas­to mili­tar en el pla­ne­ta siguió cre­cien­do (+2,6), mien­tras que el PIB mun­dial cayó un 4,4%. Este ha sido el mayor aumen­to anual des­de la cri­sis «finan­cie­ra» de 2008 – 2009.

El año pasa­do, 12 paí­ses de la OTAN gas­ta­ron al menos el 2% de su PIB en sus fuer­zas arma­das, el obje­ti­vo esta­ble­ci­do por la orga­ni­za­ción nor­te­ame­ri­ca­na. Una sola fra­ga­ta de cla­se FREMM cues­ta $ 936 millo­nes: es igual al pro­me­dio anual sala­rio de 10.662 médi­cos en un país de la OCDE. Estos buques de gue­rra están en ser­vi­cio en Ita­lia y Fran­cia, pero Esta­dos Uni­dos está nego­cian­do su com­pra por un mon­to equi­va­len­te a más de mil millo­nes de dóla­res. El nue­vo tan­que Leo­pard 2, fabri­ca­do en Ale­ma­nia, cues­ta once millo­nes de dóla­res, has­ta 440 sis­te­mas de ven­ti­la­ción pul­mo­nar. Un solo car­tu­cho vale $ 3,200, como 90 prue­bas para Covid. El pre­su­pues­to anual de armas nuclea­res, a nivel mun­dial, es diez veces mayor que la suma de los pre­su­pues­tos de la ONU y la OMS.

Si bien el Covid ha des­ta­ca­do la inefi­ca­cia del mode­lo capi­ta­lis­ta, la idea de «segu­ri­dad» sigue sien­do impues­ta por el com­ple­jo mili­tar-indus­trial. Y aho­ra la pre­si­den­ta de la Comi­sión Euro­pea, Ursu­la von der Leyen ha anun­cia­do el naci­mien­to del ejér­ci­to euro­peo. Una «fuer­za de expe­di­ción» que per­mi­te a la UE inter­ve­nir en los tea­tros de la gue­rra tenien­do alre­de­dor de 5.000 efec­ti­vos a su dis­po­si­ción bajo las órde­nes de un man­do gene­ral en Bru­se­las: pero «en armo­nía» con la OTAN, con la que se dis­cu­ti­rá el pró­xi­mo año, duran­te la pre­si­den­cia fran­ce­sa. Fran­cia, una poten­cia nuclear, de hecho tie­ne pro­ble­mas para poner en común sus arse­na­les y aspi­ra a coman­dar el nue­vo ejér­ci­to. Obvia­men­te, un pro­yec­to de este tipo requie­re un aumen­to de los gas­tos, espe­cial­men­te en los sec­to­res de la «gue­rra ciber­né­ti­ca» y de la eco­no­mía espa­cial, un nego­cio de un billón de dóla­res para 2029.nY, mien­tras tan­to, las cosas se com­pli­can para el lan­za­mien­to de la OTAN en el Pací­fi­co entre Esta­dos Uni­dos, Gran Bre­ta­ña y Australia.

En la Celac, el eje de paí­ses socia­lis­tas quie­re seguir mar­can­do un rum­bo dife­ren­te. A Méxi­co tam­bién lle­gó el pre­si­den­te vene­zo­lano Nico­lás Madu­ro. Es el pri­mer via­je ofi­cial des­de que, en mar­zo de 2020, el Depar­ta­men­to de Jus­ti­cia de Esta­dos Uni­dos lle­gó a poner una recom­pen­sa de $ 15 millo­nes por su cabe­za y la de otros diri­gen­tes cha­vis­tas: por car­gos de «nar­co­te­rro­ris­mo, nar­co­trá­fi­co y pose­sión de armas».

Méxi­co es tam­bién esce­na­rio de nego­cia­cio­nes entre el gobierno boli­va­riano y la opo­si­ción gol­pis­ta, enca­be­za­da por el auto­pro­cla­ma­do Juan Guai­dó. Para hacer que sus intere­ses pesen sobre el pro­ce­so de diá­lo­go, que ha sen­ta­do bue­nas bases, el pre­si­den­te colom­biano Iván Duque y Guai­dó, apo­ya­dos por los hal­co­nes del Pen­tá­gono, están tra­tan­do de rete­ner los bie­nes del pue­blo vene­zo­lano que se encuen­tran en el exte­rior, y que man­tie­nen incau­ta­dos, con la com­pli­ci­dad de Esta­dos Uni­dos y de los gobier­nos que los siguie­ron en la impo­si­ción de medi­das coer­ci­ti­vas uni­la­te­ra­les. Este es un pun­to fun­da­men­tal, entre los pues­tos sobre la mesa por el gobierno boli­va­riano. La línea expre­sa­da por el pró­fu­go de la jus­ti­cia vene­zo­la­na Julio Bor­ges y Guai­dó es, en cam­bio, entre­gar el botín a quie­nes con­si­de­ran “auto­ri­da­des neu­tra­les”, como el Ban­co Mun­dial o el Fon­do Mone­ta­rio Internacional.

Para ello, Duque inten­ta con­fis­car frau­du­len­ta­men­te a la empre­sa vene­zo­la­na Monó­me­ros, que se encuen­tra ubi­ca­da en Barran­qui­lla y que pro­du­ce y comer­cia­li­za diver­sos petro­quí­mi­cos, inclui­dos fer­ti­li­zan­tes. Según Guai­dó, Duque con­fis­có a Monó­me­ros «para defen­der los intere­ses del pue­blo vene­zo­lano», del que dijo ser «un gran alia­do». Los acti­vos vene­zo­la­nos ‑agre­gó el auto­pro­cla­ma­do- «a par­tir de 2019 están y segui­rán pro­te­gi­dos para que la dic­ta­du­ra no los siga saquean­do». El gobierno boli­va­riano ha denun­cia­do públi­ca­men­te la manio­bra y la Fis­ca­lia vene­zo­la­na ha abier­to otro caso con­tra Guai­dó por robo agra­va­do de pro­pie­dad públi­ca y alta trai­ción. Vere­mos que hará el gobierno colom­biano en la cumbre.

Tam­bién ha lle­ga­do a Méxi­co el pre­si­den­te peruano, Pedro Cas­ti­llo, que lue­go se tras­la­da­rá a Esta­dos Uni­dos. Será una oca­sión impor­tan­te para acla­rar qué posi­ción asu­mi­rá el Perú a nivel inter­na­cio­nal: si real­men­te man­tie­ne la deci­sión anun­cia­da por el excan­ci­ller Héc­tor Béjar, obli­ga­do a renun­ciar, a dejar el Gru­po de Lima, o si cede­rá ante chan­ta­je por par­te de los Esta­dos Unidos.

La oli­gar­quía perua­na está en pie de gue­rra más que nun­ca y la muer­te del líder de Sen­de­ro Lumi­no­so, Abi­mael Guz­mán, quien fall­ció en pri­sión a los 86 años, ha reabier­to otras heri­das y frac­tu­ras, en las que la dere­cha ha logra­do una sádi­ca vic­to­ria. El gobierno apro­bó un decre­to para inci­ne­rar el cuer­po de Guz­mán sin entre­gár­se­lo a su fami­lia, es decir, a otra pre­sa polí­ti­ca, desig­na­da por su espo­sa Ele­na Ipa­rra­gui­rre, ex gue­rri­lle­ra dete­ni­da. Las otras pre­sas están en huel­ga de hambre.

Itu­rria /​Fuen­te

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