Eco­lo­gía Social. Los ayo­reos ape­lan a la Comi­sión Inter­ame­ri­ca­na de Dere­chos Huma­nos para sal­var su bos­que de la destrucción

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 6 de octu­bre de 2021.

La super­vi­ven­cia del últi­mo pue­blo indí­ge­na no con­tac­ta­do de Amé­ri­ca fue­ra de la Ama­zo­nía está en riesgo.

Los ayo­reos blo­quea­ron pre­via­men­te la carre­te­ra trans-Cha­co para lla­mar la aten­ción sobre la inac­ción del gobierno por la des­truc­ción de su bosque.

El pue­blo indí­ge­na Ayo­reo-Toto­bie­go­so­de del Cha­co para­gua­yo, que vive en uno de los bos­ques con mayor índi­ce de defo­res­ta­ción del mun­do, ha ape­la­do a la Comi­sión Inter­ame­ri­ca­na de Dere­chos Huma­nos para sal­var­lo de la des­truc­ción total. Sus fami­lia­res no con­tac­ta­dos huyen de un rin­cón a otro de lo que que­da del bos­que, bus­can­do refu­gio de las exca­va­do­ras que avan­zan sobre su territorio.

Des­de 1993, cuan­do pre­sen­ta­ron una peti­ción for­mal de la titu­la­ri­dad de su tie­rra, los ayo­reos han inten­ta­do pro­te­ger su bos­que de la rápi­da expan­sión de la fron­te­ra agrícola.

En 2013, ante la fal­ta total de volun­tad polí­ti­ca en Para­guay para hacer cum­plir la ley y dete­ner la des­truc­ción de sus tie­rras, los ayo­reos soli­ci­ta­ron la inter­ven­ción de la Comi­sión Inter­ame­ri­ca­na de Dere­chos Humanos.

En 2016, a pro­pues­ta del pro­pio gobierno, acce­die­ron a enta­blar nego­cia­cio­nes for­ma­les por sus títu­los terri­to­ria­les, pero cin­co años y 42 reunio­nes des­pués, su tie­rra con­ti­núa en manos de empre­sas agro­ga­na­de­ras y la des­truc­ción de su bos­que avan­za sin freno. Las foto­gra­fías sate­li­ta­les reve­lan que los ayo­reos viven actual­men­te en una isla de bos­que rodea­da de mono­cul­ti­vos y ran­chos de ganado.

Ante esta situa­ción, los ayo­reos aca­ban de anun­ciar que se reti­ran de las nego­cia­cio­nes, y han soli­ci­ta­do de nue­vo a la Comi­sión Inter­ame­ri­ca­na que orde­ne a las auto­ri­da­des para­gua­yas que les devuel­van su tie­rra y expul­sen a las empre­sas agro­ga­na­de­ras que se han apo­de­ra­do de ella.

El bosque de los ayoreos está siendo deforestado a un ritmo vertiginoso
El bos­que de los ayo­reos está sien­do defo­res­ta­do a un rit­mo ver­ti­gi­no­so © Earthsight

Aun­que la mayo­ría de los ayo­reo-toto­bie­go­so­des fue­ron con­tac­ta­dos a la fuer­za por misio­ne­ros evan­gé­li­cos esta­dou­ni­den­ses hace algu­nos años, un núme­ro des­co­no­ci­do per­ma­ne­ce sin con­tac­to vivien­do en una peque­ña isla de bos­que que está en ries­go de ser com­ple­ta­men­te destruída.

Este año, un gru­po de ayo­reos no con­tac­ta­dos se comu­ni­có, has­ta en dos oca­sio­nes, con algu­nos de sus parien­tes con­tac­ta­dos median­te gri­tos y can­cio­nes, para expre­sar su mie­do ante la des­truc­ción de sus tie­rras, antes de vol­ver a escon­der­se en el bosque.

El líder ayo­reo-toto­bie­go­so­de Porai Pica­ne­rai, quien fue con­tac­ta­do de mane­ra for­za­da por la Misión Nue­vas Tri­bus en 1986, dijo: Mi gen­te que vive en el mon­te [los no con­tac­ta­dos] sufren mucho y están en peli­gro por­que ya tie­nen muy poco espa­cio don­de mover­se y vivir. Hay mucha gen­te extra­ña ocu­pan­do nues­tras tie­rras y que­man­do el mon­te para pro­du­cir ganado”.

Porai tam­bién aña­dió: “Tras haber par­ti­ci­pa­do en la mayo­ría de las 42 reunio­nes he com­pro­ba­do nue­va­men­te que el Esta­do no cum­ple con las comu­ni­da­des indí­ge­nas, que no cum­ple su pala­bra, que mien­te y no tie­ne volun­tad de pro­te­ger a mi gen­te y devol­ver las tie­rras que siem­pre habi­ta­mos y cui­da­mos”. Y con­cluía: “Solo recu­rrien­do a otras auto­ri­da­des como la CIDH con­se­gui­re­mos que el Esta­do haga algo por mi gente”.

La inves­ti­ga­do­ra de Sur­vi­val Inter­na­tio­nal Tere­sa Mayo dijo hoy: “Los ayo­reo-toto­bie­go­so­des han con­clui­do el pro­ce­so de nego­cia­ción por­que el gobierno lo ha esta­do dila­tan­do mien­tras per­mi­tía la des­truc­ción desen­fre­na­da del bos­que ayo­reo. El Esta­do sabe que sim­ple­men­te “no hacien­do nada” con­de­na a muer­te de mane­ra efec­ti­va a los ayo­reos no con­tac­ta­dos y, si un gobierno ve el exter­mi­nio de un pue­blo como la solu­ción a su “pro­ble­ma”, esta­mos hablan­do de genocidio».

© GAT/​Sur­vi­val

Fuen­te: https://​www​.sur​vi​val​.es/​n​o​t​i​c​i​a​s​/​1​2​666, Rebe­lión.



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