Motril, Alha­ma de Gra­na­da y Villa­me­na, entre los muni­ci­pios con las aguas más con­ta­mi­na­das por gli­fo­sa­to de Andalucía

Eco­lo­gis­tas en Acción ana­li­za la pre­sen­cia del her­bi­ci­da gli­fo­sa­to y su meta­bo­li­to de degra­da­ción AMPA en las aguas super­fi­cia­les y sub­te­rrá­neas de las demar­ca­cio­nes hidro­grá­fi­cas espa­ño­las duran­te el perío­do 2015 – 2019. Tres muni­ci­pios de la pro­vin­cia de Gra­na­da están entre las diez loca­li­da­des más afec­ta­das por esta pro­ble­má­ti­ca: Motril, Alha­ma de Gra­na­da y Villa­me­na.

Pro­fun­di­zan­do, Alha­ma de Gra­na­da sufrió con­ta­mi­na­ción por gli­fo­sa­to en aguas super­fi­cia­les en 2015 y 2016; Motril, por su par­te, la tuvo en aguas sub­te­rrá­neas en 2017, 2018 y2019; y Villa­me­na tuvo con­ta­mi­na­ción por Gli­fo­sa­to en aguas sub­te­rrá­neas en 2017.

Los resul­ta­dos con­clu­yen que el gli­fo­sa­to con­ta­mi­na el medio acuá­ti­co y que es nece­sa­ria su prohi­bi­ción. Los datos, pro­por­cio­na­dos por el Minis­te­rio para la Tran­si­ción Eco­ló­gi­ca y el Reto Demo­grá­fi­co (MITERD) en res­pues­ta a una peti­ción ambien­tal for­mu­la­da por Eco­lo­gis­tas en Acción, mues­tran la ele­va­da pre­sen­cia de gli­fo­sa­to y AMPA en todas las demar­ca­cio­nes hidro­grá­fi­cas en las que se han rea­li­za­do aná­li­sis de con­trol de estos dos contaminantes.

El gli­fo­sa­to fue detec­ta­do en el 31 % de las aguas super­fi­cia­les. El valor lími­te de 0,1 μg/​l, esta­ble­ci­do como refe­ren­cia de acuer­do a la Guía para la Eva­lua­ción del Esta­do de las Aguas, se superó en un 22 % de las mues­tras. En cuan­to al AMPA, se detec­tó en un 42 % de las mues­tras y su valor de refe­ren­cia de 1,6 μg/​l se superó en un 17 % de muestras.

Res­pec­to a las aguas sub­te­rrá­neas, en un 11 % y un 0,3 % de las ana­lí­ti­cas se han detec­ta­do res­pec­ti­va­men­te gli­fo­sa­to y AMPA, mien­tras que un 7 % y un 0,3% de las mues­tras ana­li­za­das han supe­ra­do el valor lími­te que esta­ble­ce la Direc­ti­va de Aguas Subterráneas.

Algu­nas de las supera­cio­nes de los valo­res lími­te pue­den ser cla­si­fi­ca­das como de extre­ma­da preo­cu­pa­ción por haber­se detec­ta­do con­cen­tra­cio­nes del pla­gui­ci­da cen­te­na­res de veces supe­rio­res a los valo­res de referencia.

A la luz de la ele­va­da con­ta­mi­na­ción del medio acuá­ti­co, Eco­lo­gis­tas en Acción reco­mien­da al MITERD y al Minis­te­rio de Agri­cul­tu­ra, Pes­ca y Ali­men­ta­ción: Que reti­re la auto­ri­za­ción a aque­llos pla­gui­ci­das de uso agra­rio que con­ten­gan gli­fo­sa­to; y que redac­te nor­mas de mues­treo y aná­li­sis de pla­gui­ci­das en aguas super­fi­cia­les y sub­te­rrá­neas para que la infor­ma­ción sea com­ple­ta, des­agre­ga­da por terri­to­rios y com­pa­ra­ble en cuan­to a núme­ro de pun­tos de mues­treo y perio­di­ci­dad de las muestras.

Fuen­te: Gra­na­da Hoy.

La entra­da Motril, Alha­ma de Gra­na­da y Villa­me­na, entre los muni­ci­pios con las aguas más con­ta­mi­na­das por gli­fo­sa­to de Anda­lu­cía se publi­có pri­me­ro en La otra Anda­lu­cía.

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