Por Roger Taboada*, Resumen Latinoamericano, 4 de noviembre de 2021.
El escritor inglés George Orwell, en su novela (considerada una de las cien 1984 mejor escritas del siglo XX) describe e a un burócrata defenestrado del poder, quejándose de su desgracia ante el personaje Winston Smith y califica el hecho como “un grave momento que vive lla patria” cuando en el fondo, se trataba de un vulgar caso de corrupción.
Así razona la derecha apátrida. Dice que el Perú atraviesa uno de los peores momentos de su historia porque tenemos un presidente cholo, campesino, rondero y ellos no ponen sus ministros ladrones: sienten perder la continuidad de sus privilegios inmorales y fortunas mal habidas en base al entreguismo cuando no al saqueo de nuestras riquezas naturales durante 200 años de vida republicana.
Dicen, a través de opinólogos, dinosaurios políticos, columnistas alquilados y televisión basura, que el Perú es un caos, que les preocupa la patria, el cierre de minas, porque nos gobierna un comunista. Que el pollo, el pan y el dólar subieron porque Guido Bellido era primer ministro, que con su salida bajó de precio todo y que ahora las cosas han vuelto a subir porque, a pesar de tener una premier suavecita, el presidente Pedro Castillo ha anunciado la nacionalización del gas, las reformas tributarias e insiste en una nueva Constitución. Los Butters, las Beto Ortices,la gorda Rosa María, la berrinche Milagros Leiva, la caprichosa Chichi, la sexy Juliana, la escuálida Carla García y el sionista Álvarez Rodrich, despotrican a su regalado gusto del partido oficialista y han calificado a los ministros, con absoluta impunidad, de forajidos e impresentables.
Semejantes especímenes nos recuerdan que fue Jorge Luis Borges (si la memoria no nos falla), quien le atribuye al poeta de la antigua Persia Omar Khayyam, la autoría de la frase: Preero el eructo de un borracho antes que el suspiro de un hipócrita. Por eso nos preguntamos ¿Qué se esconde detrás de esa hipócrita preocupación por el futuro del país? Un comportamiento servil, pagos contantes y sonantes de los poderes fácticos, de la gran minería, la Confiep, los agroexportadores, AFP y banqueros, a los grandes medios orquestados por la embajada yanqui para defender intereses trasnacionales si se lllegase a ejecutar el plan de gobierno con el cual Perú Libre derrotó a la hija del sátrapa condenado por criminal y ladrón.
A cien días de la gestión presidencial de Pedro Castillo, es justo y necesario recordar los ejes del plan de gobierno de Perú Libre: Salud y educación de calidad e incremento presupuestario,
Asamblea constituyente, Nacionalización del gas, Amnistía para Antauro Humala.
Salud y educación. Se planteó el incremento para estos sectores del 10% del presupuesto nacional. A pesar de la oposición rabiosa de la vieja clase política,
la prensa oligárquica y el contenido fondomonetarista que el ministro Pedro Francke le ha dado al Presupuesto General de la República, hay un incremento en estos pliegos pero muy lejos para cumplir con el ofrecimiento primigenio. Existe la necesidad de poner énfasis en la reactivación económica y en los cuidados que demanda reanudar la educación presencial en los planteles. Esto no se logra pagando 6 millones de soles a los medios de comunicación, como lo ha hecho Dina Boluarte.
Asamblea Constituyente. A pesar de los disfuerzos de la derecha, la necesidad urgente de una nueva Carta Magna ya es parte del debate nacional y ha dado pasos importantes. Han presentado una ley en el Congreso de la República colisionando con los remanentes ultraderechistas y furibundos. Su cumplimiento dependerá de dos factores: Avanzar con el recojo de firmas en cada una de las regiones trazándose metas y plazos específicos. Organizar desde el Congreso Audiencias Públicas en cada una de las regiones y provincias, promoviendo el debate, la organización popular y la necesidad de cambiar la constitución inmoral tramada por dos reos (Fujimori y Montesinos) que hoy purgan carcelería por asesinos y ladrones, y además fue concebida para consagrar la violación de los derechos laborales y legalizar la depredación de los recursos naturales. Es importante destacar la importancia de un nuevo pacto social y la validez histórica de plantearse la refundación de la patria. Castillo está llamado a impulsar este compromiso electoral y aclarar a la suavecita Mirtha Vásquez y a Francke que impulsar una nueva Constitución forma parte de la agenda política nacional.
Nacionalizar el gas. Sólo quedan dos alternativas: negociación o nacionalización. Sobre lo primero, hay una comisión que está discutiendo tibiamente los parámetros de la negociación. La invocación presidencial al Congreso por una ley que viabilice estos tratos, ha sido recibida con el crujir de dientes de los periodísticos y políticos al servicio del Consorcio Camisea y de la Sociedad Nacional de Minería y Petróleo. Si no hay acuerdo, el Estado peruano debe proceder a nacionalizar el gas. No es posible que en nuestro país que cuenta con ingentes re-
servas de este recurso natural se venda el gas más caro del continente. Para hacerlo más simple preguntamos ¿Es justo que al Perú le paguen 54 céntimos de dólar por cada unidad determinada de gas, vendida luego a 14 dólares en el extranjero? ¿Es justo, señores políticos y periodistas vendepatria que sus patrones paguen apenas mil 135 millones en impuestos cuando deberían pagar 23 mil millones de dólares, con lo que podríamos cuadruplicar el presupuesto en salud o educación? Esperemos que el presidente retome la firmeza que le puso Guido Bellido a estas negociaciones y deje de lado sus posiciones gelatinosas.
Libertad para Antauro Humala. El líder etnocacerista que a fines del 2004 se levantó en armas en Andahuaylas contras el cocainómano y corrupto Alejandro Toledo, lleva más de 17 años secuestrado por el Estado peruano purgando injusta carcelería. Castilloen campaña se comprometió a amnistiar a Antauro Humala y le EXIGIMOS que cumpla su palabra de maestro empeñada. Está demostrado que el levantamiento en armas de Antauro fue un acto de rebelión y tuvo una connotación estrictamente política, no fue un delito común, tal como lo afirma el jurista Javier Valle Riestra. Antauro no dio muerte a ningún policía. Los agentes PNP recibieron disparos de atrás hacia adelante y de arriba hacia abajo,según establece el informe de la Dircote y sustentado por su abogada Carmen Huidobro. Está demostrado que fueron francotiradores de las FF.AA. apostados en las faldas de los cerros colindantes con Andahuaylas quienes efectuaron disparos y es casi seguro que fueron los autores de las muertes. Sobre esto deben responder los generales Otto Guibovich, Morazo y Williams Zapata. Cumpla su palabra señor presidente, haga oídos sordos al fujimorista Aníbal Torres, ministro de Justicia, dedicado a perseguir al neurocirujano Vladimir Cerrón y al partido Perú Libre. La moral en política, presidente, también se mide por el cumplimiento de las promesas en campaña. Eso nos permitirá conocer la dimensión ética de un líder magisterial. No se deje seducir por lo cantos de sirena de la derecha, presidente. Esa gente, hasta podría apelar al magnicidio si no lo vacan. Vea cómo ha terminado el traidor Ollanta Humala, despreciado y escupido por nuestros soldados en todas las regiones del Perú.
Por nuestra parte, no olvidemos que dentro de todo ingrato, mora un traidor.
*Director del diario EL PUKA