Brasil. ¡El capital está interesado en la violencia, y nosotras, ​​en la emancipación!

Bra­sil. ¡El capi­tal está intere­sa­do en la vio­len­cia, y noso­tras,​en la emancipación!

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 8 de noviem­bre de 2021.

En la colum­na Aro­mas de mar­zo de este mes, Mulhe­res Sem Terra ana­li­za la lucha con­tra las vio­len­cias diarias.

Lle­ga­mos a otro noviem­bre, un mes que renue­va en nues­tra lucha la urgen­cia de supe­rar la vio­len­cia estruc­tu­ral nece­sa­ria para la repro­duc­ción del capi­tal, la vio­len­cia racis­ta y patriar­cal que hie­re nues­tros cuer­pos y nues­tra exis­ten­cia. La vio­len­cia no tie­ne cabi­da en la socie­dad que esta­mos cons­tru­yen­do. No rima con socia­lis­mo, agro­eco­lo­gía, soli­da­ri­dad o Refor­ma Agra­ria Popu­lar. Por lo tan­to, debe­mos ser intran­si­gen­tes con la vio­len­cia. Que ten­ga­mos la fir­me­za polí­ti­ca y la cohe­ren­cia ideo­ló­gi­ca para iden­ti­fi­car­lo, denun­ciar­lo y enfren­tar­lo en todas sus expresiones.

La ocu­pa­ción de la tie­rra reve­la la lógi­ca per­ver­sa de la pro­pie­dad pri­va­da, la divi­sión de cla­ses, el ham­bre y la des­truc­ción pro­vo­ca­da por la agroindustria.

Con cada tie­rra que con­quis­ta­mos y en ella nos atre­ve­mos a hacer cre­cer ali­men­tos salu­da­bles, a tra­vés de rela­cio­nes no vio­len­tas entre noso­tros y con la natu­ra­le­za, cons­trui­mos otra trin­che­ra para defen­der nues­tros sue­ños. Esta debe ser una revo­lu­ción cul­tu­ral per­ma­nen­te y dia­ria, para vivir­la tan­to en las rela­cio­nes colec­ti­vas y polí­ti­cas, como en las más ínti­mas y pri­va­das. La vio­len­cia es tan natu­ral en nues­tras vidas que a menu­do ni siquie­ra nos damos cuen­ta de cuan­do ocu­rre bajo nues­tros ojos, o inclu­so cuan­do la sufri­mos en nues­tra pro­pia piel. Pero está ahí, no empie­za con una bofe­ta­da o una vio­la­ción en la pri­me­ra cita, sin embar­go, deja sus mar­cas y cuan­do nos damos cuen­ta de que pue­de ser dema­sia­do tar­de para algu­nos de nosotros …

¡Cul­ti­va los afec­tos, derro­ta la violencia!

Vio­len­cia psicologica

Cual­quier con­duc­ta que cau­se daño emo­cio­nal y dis­mi­nu­ción de la auto­es­ti­ma; dañar y per­tur­bar el pleno desa­rro­llo de la mujer; o tener como obje­ti­vo con­tro­lar sus deci­sio­nes, com­por­ta­mien­tos, creen­cias o acciones.

Ejem­plos: ame­na­zas, humi­lla­cio­nes, vigi­lan­cia cons­tan­te; prohi­bir estu­diar, via­jar o hablar con la gen­te; per­se­cu­ción, insul­tos, bur­las, chan­ta­jes; limi­ta­ción del dere­cho de ir y venir; dis­tor­sio­nar u omi­tir hechos dejan­do a la mujer en duda sobre su cordura.

UN CASO NUESTRO DÍA A DÍA

«Es solo una broma»

La asam­blea del asen­ta­mien­to esta­ba a pun­to de comen­zar. Jor­na­da de deba­te sobre títu­los de pro­pie­dad, hora de unir fuer­zas con­tra otra polí­ti­ca que inten­ta debi­li­tar la lucha por la Refor­ma Agra­ria. Se reúne el colec­ti­vo de coor­di­na­ción y un miem­bro toma la palabra:

-Vamos, gen­te mía, ten­go una suge­ren­cia. Nozinho y yo pode­mos coor­di­nar el mon­ta­je. Juca pre­sen­ta la pro­pues­ta del INCRA y Alcin­do las pau­tas cons­trui­das por el Movi­mien­to y, mien­tras tan­to, las muje­res se encar­gan del almuer­zo colectivo

-¡¿Qué es esto, Tonho ?! ¿Estas loco? Las tareas se divi­die­ron en la reu­nión prin­ci­pal. – pro­tes­ta Juçara.

-¡Es bro­ma, negro! Solo esta­ba pro­ban­do si la poli­cía de muje­res esta­ba al ace­cho … Los hom­bres se echa­ron a reír.

¿De qué se ríen? Una par­te muy com­pli­ca­da de la vio­len­cia está en los chis­tes. Cuan­do no nos enfren­ta­mos a nin­gún tipo de “bro­ma” que des­pre­cie a las muje­res, esta­mos per­mi­tien­do que este tipo de vio­len­cia hoy evo­lu­cio­ne hacia otro tipo de vio­len­cia mañana.

Vio­len­cia moral

Calum­nia (atri­buir un hecho delic­ti­vo o fal­so), difa­ma­ción (atri­buir un deli­to a la dig­ni­dad) o insul­to (atri­buir un hecho ofen­si­vo a la reputación).

Ejem­plos: acu­sar a la mujer de trai­ción; emi­tir jui­cios mora­les sobre la con­duc­ta; hacer crí­ti­cas men­ti­ro­sas, expo­ner la vida ínti­ma, degra­dar a la mujer con insul­tos; deva­lúa a la víc­ti­ma por su for­ma de vestir.

UN CASO NUESTRO DÍA A DÍA

» Esta­ba preguntando …»

-Rogé­rio, ¿vis­te lo que le pasó a la hija de doña Rita? Este mun­do está patas arri­ba, ¡la chi­ca esca­pó por poco de ser atacada!

-Hmm, pero esta chi­ca no es una flor para oler, Joa­na. ¡Mira la ropa que usa! Una mujer que quie­re res­pe­to no se vis­te así, solo pregunta …

Algo que ocu­rre muy a menu­do es la ren­di­ción de cuen­tas de las muje­res por la vio­len­cia que se come­te con­tra ellas, por su com­por­ta­mien­to, por la ropa que vis­ten, por los luga­res que fre­cuen­tan… Tene­mos que luchar con todas nues­tras fuer­zas argu­men­tos per­ver­sos como estos que inten­tan jus­ti­fi­car lo injus­ti­fi­ca­ble, trans­for­man­do al agre­sor en víc­ti­ma. Debe­mos crear un ambien­te segu­ro para que nues­tras muje­res y niñas vivan libre­men­te y sin mie­do, por­que el lugar de una mujer es don­de quie­ra, con la ropa que le sien­ta bien.

Vio­len­cia sexual

Cual­quier con­duc­ta que lo obli­gue a pre­sen­ciar, man­te­ner o par­ti­ci­par en rela­cio­nes sexua­les no deseadas.

Ejem­plos: vio­lar u obli­gar a una mujer a tener actos sexua­les, en con­tra de su volun­tad, inclu­so con su pare­ja o cón­yu­ge; obli­gar a la mujer a rea­li­zar actos sexua­les que le pro­vo­quen males­tar o repul­sión; pre­ve­nir el uso de méto­dos anti­con­cep­ti­vos, o obli­gar a la mujer a abor­tar; for­zar el matri­mo­nio, el emba­ra­zo o la pros­ti­tu­ción; limi­tar o can­ce­lar el ejer­ci­cio de los dere­chos sexua­les y repro­duc­ti­vos de las muje­res; con­tac­to no desea­do o inten­to de inter­ac­ción de natu­ra­le­za sexual.

UN CASO NUESTRO DÍA A DÍA

«No te gus­tan los elo­gios, ¿ver­dad?»

Una noche de sere­na­tas en el cam­pa­men­to, el terrei­ro se lle­na de pare­jas bai­lan­do al son de una xote. Pau­lo saca a Ana a bai­lar, ella acep­ta son­rien­do y los dos se mez­clan entre la mul­ti­tud. En medio del bai­le, Ana sien­te que Pau­lo se acer­ca cada vez más, se fro­ta … ella ten­sa el cuer­po, mien­tras él le dice al oído: – ¡chi­ca, estás muy calien­te! Ana, asus­ta­da, se va inme­dia­ta­men­te, mien­tras Pau­lo, tra­tan­do de tomar­la de la mano, pro­tes­ta: – No te gus­tan los cum­pli­dos, ¿ver­dad?

Nece­si­ta­mos hablar sobre el aco­so. Algo que moles­ta tan­to a los com­pa­ñe­ros no pue­de ser con­si­de­ra­do «nor­mal» o una mier­da. Los hom­bres deben refle­xio­nar sobre si exte­rio­ri­zar sus deseos sexua­les está cau­san­do males­tar a otra per­so­na. El dere­cho al pri­mer coque­teo se le da a todos (res­pe­tan­do el tema de la menor de edad y recor­dan­do que la pedofi­lia es un deli­to), sin embar­go cuan­do una pare­ja dice «NO», quie­re decir «NO».

Vio­len­cia física

Con­duc­ta que ofen­de la inte­gri­dad o la salud del cuer­po de la mujer.

Ejem­plos: gol­pes; arro­jar obje­tos, sacu­dir y apre­tar; estran­gu­la­mien­to y asfi­xia; lesio­nes con obje­tos pun­zan­tes o pun­zan­tes; lesión cau­sa­da por que­ma­du­ra o arma de fuego.

UN CASO NUESTRO DÍA A DÍA

» Hace tan­to calor hoy … ¿no quie­res qui­tar­te este abrigo?»

El día era muy calu­ro­so, ni una hoja col­gan­do de las ramas, ni una nube en el cie­lo, pero Ida­li­na toda­vía esta­ba meti­da en un abri­go mien­tras ayu­da­ba a cla­si­fi­car la comi­da que iría a las canas­tas soli­da­rias. El sudor le corría por el cue­llo, la espal­da y la cara, recor­dan­do el sabor sala­do de sus lágri­mas de la noche ante­rior. – Hace tan­to calor hoy… ¿no quie­res qui­tar­te este abri­go? – pre­gun­tó la madri­na. Pero ella se nie­ga, sopor­tan­do en silen­cio el calor que escon­de la ver­güen­za de la paliza.

Nece­si­ta­mos crear una atmós­fe­ra de con­fron­ta­ción dia­ria con la vio­len­cia. Tene­mos que mirar con otros ojos, colec­ti­va e indi­vi­dual­men­te, cuan­do apa­re­ce en cual­quier espa­cio cual­quier com­por­ta­mien­to ofen­si­vo o vio­len­to con­tra las muje­res. Ellos son los que, cuan­do pasan una, dos veces y nadie es extra­ño, nadie recri­mi­na… per­mi­ten la vio­len­cia físi­ca, o inclu­so el feminicidio.

Vio­len­cia de propiedad

Reten­ción, sus­trac­ción, des­truc­ción par­cial o total de sus obje­tos, ins­tru­men­tos de tra­ba­jo, docu­men­tos per­so­na­les, bie­nes, valo­res y dere­chos o recur­sos económicos.

Ejem­plos: con­tro­lar el dine­ro; no paga la manu­ten­ción de los hijos; des­truc­ción de docu­men­tos per­so­na­les; hur­to, extor­sión, daño, mal­ver­sa­ción de fon­dos; pri­var de bie­nes, valo­res y dere­chos o recur­sos eco­nó­mi­cos; cau­sar daño deli­be­ra­do a los obje­tos de la mujer

UN CASO NUESTRO DÍA A DÍA

» Nues­tro dine­ro, lo administro»

-Clei­de, el per­so­nal de la coope­ra­ti­va dijo que el dine­ro de Fomen­to Mulher ya está en la cuen­ta. ¿Dón­de está tu tar­je­ta, que voy a trans­fe­rir a mi cuen­ta? Ya he pla­nea­do lo que gas­ta­ré. Pue­des dejar­me manejar.

El tema eco­nó­mi­co tam­bién es un ele­men­to que favo­re­ce la vio­len­cia físi­ca. Este es otro tipo de vio­len­cia, la Vio­len­cia Patri­mo­nial. Cuan­do siem­pre es el hom­bre quien con­tro­la los gas­tos, quien tie­ne el dine­ro, quien deci­de dón­de gas­tar­lo… ya es un comien­zo preo­cu­pan­te de un camino vio­len­to en la rela­ción. Es como si el hom­bre, con este com­por­ta­mien­to, se apo­de­ra­ra de la mujer, ella se con­vier­te en par­te de las “cosas” que tie­ne, así como de niños, obje­tos, ani­ma­les, herra­mien­tas de trabajo.

Muje­res sin tie­rra con­tra los virus y la violencia

Rebel­de,
ante quien pla­nea la muer­te,
mani­pu­la las con­cien­cias,
movi­li­za la des­truc­ción,
nego­cia los dere­chos,
alien­ta la igno­ran­cia,
des­tru­ye el sue­ño.
Mar­zo está sobre noso­tros.
Rebel­de, Res­tau­rar
la insur­gen­cia,
el fer­vor del cal­de­ro,
la deci­sión de no reti­rar­se,
de man­te­ner­se en ban­da.
Rebel­de,
recu­pe­ra el cora­je para enfren­tar­te a la maqui­na­ria que pro­du­ce la muer­te, el ham­bre y la vio­len­cia,
la deci­sión de ata­car, de defen­der­te.
Rebel­de,
somos muje­res, nos intere­sa la feli­ci­dad,
hacer ger­mi­nar la semi­lla,
pro­du­cir ali­men­to en la tie­rra,
bañar­nos en el mar,
vul­ca­ni­zar­nos con­tra los que opri­men,
¡Ser una canas­ta de amor! ¡
Ser una mul­ti­tud que lucha por el dere­cho a exis­tir!
(Diva Lopes)

Edi­ta­do por Fer­nan­da Alcântara

Foto de por­ta­da: Ju Adriano 

Tra­duc­ción: Resu­men Latinoamericano

Fuen­te: MST

Itu­rria /​Fuen­te

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