Hon­du­ras. “Vivi­mos con mie­do, vivi­mos ate­rro­ri­za­dos”: rela­ta defen­so­ra de Guapinol

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 9 de noviem­bre de 2021.

Jua­na Ramo­na Zúñi­ga es una lide­re­sa en la defen­sa de los ríos Gua­pi­nol y San Pedro, y las 34 cuen­cas de agua de la zona núcleo del Par­que Nacio­nal Car­los Esca­le­ra en Tocoa, Colón. Sin embar­go, este res­guar­do de los bie­nes natu­ra­les ha cau­sa­do la mili­ta­ri­za­ción de las comu­ni­da­des y la cri­mi­na­li­za­ción de la población.

Zúñi­ga cono­ce de pri­me­ra mano lo que esta per­se­cu­ción sig­ni­fi­ca, pues su com­pa­ñe­ro de hogar, José Abe­lino Cedi­llo, lle­va 26 meses en deten­ción ile­gal jun­to a otros sie­te defen­so­res por los supues­tos deli­tos de incen­dio agra­va­do y pri­va­ción injus­ta de la liber­tad en per­jui­cio de la mine­ra Inver­sio­nes Los Pina­res S.A. de C.V. y San­tos Her­nán­dez Corea.

Jua­na Ramo­na Zúñi­ga cono­ce de pri­me­ra mano lo que sig­ni­fi­ca la per­se­cu­ción , pues su com­pa­ñe­ro de hogar, José Abe­lino Cedi­llo, lle­va 26 meses en deten­ción ile­gal jun­to a otros sie­te defensores

Duran­te su par­ti­ci­pa­ción en el webi­nar «Defen­sorxs del Medio Ambien­te: En la Pri­me­ra Línea de la Lucha Con­tra el Cam­bio Cli­má­ti­co», orga­ni­za­do por la orga­ni­za­ción Pea­ce Bri­ga­des Inter­na­tio­nal en el mar­co de la Con­fe­ren­cia de las Nacio­nes Uni­das sobre el Cam­bio Cli­má­ti­co de 2021 (COP26); la ambien­ta­lis­ta narró el supli­cio que viven quie­nes defien­den el medio ambien­te en Honduras.

«Vivi­mos con mie­do, vivi­mos ate­rro­ri­za­dos», afir­mó la lide­re­sa al rela­tar que no hay un solo ente del Esta­do que vea por la pro­tec­ción de quie­nes defien­den los bie­nes comu­nes. Cali­fi­có la situa­ción que viven como difí­cil, pues «todos los que lucha­mos por defen­der nues­tros recur­sos natu­ra­les, por opo­ner­nos a estos pro­yec­tos, somos cri­mi­na­li­za­dos, somos per­se­gui­dos» y las comu­ni­da­des son militarizadas.

Seña­ló que esta for­ma de actuar por par­te del Esta­do de Hon­du­ras cuan­do cri­mi­na­li­za a quie­nes se opo­nen a la implan­ta­ción de pro­yec­tos que oca­sio­nan con­ta­mi­na­ción es un «patrón» que bus­ca ate­mo­ri­zar. Al ser encar­ce­la­dos, «el mie­do entra a las comu­ni­da­des», pues no es fácil estar pri­va­do de liber­tad y lejos de la fami­lia, como es el caso de los ocho defen­so­res de Guapinol.

La defen­so­ra de Gua­pi­nol con­tó que al alzar sus voces por la defen­sa del Par­que Nacio­nal Car­los Esca­le­ras fue­ron cri­mi­na­li­za­das 32 per­so­nas, de estas 13 fue­ron sobre­seí­das y ocho per­ma­ne­cen des­de hace más de dos años bajo deten­ción ile­gal. Esto pese a que son reco­no­ci­dos defen­so­res ambien­ta­les y que el mis­mo Gru­po de Tra­ba­jo de Nacio­nes Uni­das sobre Deten­ción Ile­gal con­clu­yó que su deten­ción era arbi­tra­ria y debían ser libe­ra­dos a la brevedad.

CONTAMINACIÓN Y ENFERMEDADES

Zúñi­ga, quien for­ma par­te del Comi­té Muni­ci­pal de Defen­sa de los Bie­nes Comu­nes y Públi­cos (CMDBCP), con­tó que cuan­do estas empre­sas lle­gan a las mon­ta­ñas con el obje­ti­vo de extraer mate­rial ‑en este caso óxi­do de hie­rro a cie­lo abierto‑, lo hacen ofre­cien­do empleo. Sin embar­go, el cos­to en con­ta­mi­na­ción sobre­pa­sa los bene­fi­cios que se podrían obte­ner en empleos.

En el caso de la con­ta­mi­na­ción del agua, la defen­so­ra plan­teó que inclu­so pre­pa­rar el bibe­rón de un bebé es pro­ble­má­ti­co. Ante la con­ta­mi­na­ción de las fuen­tes de agua a la que recu­rrían antes, la gen­te que no pue­de com­prar bote­llo­nes de agua hace uso del líqui­do con­ta­mi­na­do. Esto pro­vo­có que la niñez de las comu­ni­da­des afec­ta­das pade­cie­ra alte­ra­cio­nes de la salud, espe­cí­fi­ca­men­te en piel, estó­ma­go e intestinos.

«Eso fue para noso­tros un moti­vo de lucha, un moti­vo de indig­na­ción, cuan­do nues­tros ríos apa­re­cie­ron de un día a otro con­ta­mi­na­dos. Era un agua que duró sie­te meses inser­vi­ble, que ni los ani­ma­les la que­rían y que, sin embar­go, había per­so­nas que así la toma­ban», contó.

No es que las comu­ni­da­des no quie­ran desa­rro­llo, fuen­tes de empleo, decla­ró Zúñi­ga, «que­re­mos desa­rro­llo, que­re­mos fuen­tes de empleo, pero fuen­tes de empleo que no trai­gan con­ta­mi­na­ción, que no ven­gan a dañar nues­tras fuen­tes de agua, a dañar nues­tros ríos».

Fuen­te: Cri­te­rio Fotos: Jor­ge Burgos/Criterio.hn

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