Resumen Latinoamericano, 11 de noviembre de 2021.
El pasado mes de octubre, Jair Bolsonaro evacuó un proyecto de ley sobre la salud menstrual en la población femenina, peró excluyó la continuación de la distribución gratuita de productos de higiene menstrual para mujeres empobrecidas.
La pobreza menstrual se define como la falta de productos necesarios durante el periodo menstrual de la mujer, causando un impacto en su vida productiva y educativa. De acuerdo a una encuesta nacional realizada por la antropóloga Mirian Goldemberg, investigadora de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), un 25 % de las jóvenes ha faltado a clases en los últimos meses debido a que no cuenta con los recursos para comprar tampones.
Al respecto, Bolsonaro afirmó que, “No voy a crear ni a aumentar impuestos para financiar esto”.
La medida del ultraderechista afecta al menos a 5 millones de mujeres empobrecidas y en etapa de estudios.
Vanessa Moraes, de 39 años y residente del Complexo do Alemão, una de las mayores favelas de Río de Janeiro, indicó que muy pocas veces puede permitirse comprar productos de higiene: “Las toallas higiénicas son caras, por eso usamos un pañal, una tela, una funda de almohada”.
Asimismo, Miriam Firmino, de 51 años y madre de tres niñas, narró que desde pequeña siempre ha usado “tela”, pero espera que con la ayuda de donaciones sus hijas no pasen por el mismo problema.
Según un estudio del fabricante Sempre Livre, se estima que el 28% de las mujeres de bajos ingresos sufren pobreza menstrual, o sea, la falta de condiciones mínimas de higiene durante el período.
Debido a esto gobernaciones municipales, alcaldías y distintas personas públicas del país se han unido para protestar y buscar soluciones al problema.
Una de las campañas más destacadas, es el programa «Livres para Estudar» (Libres para Estudiar), anunciado por la alcaldía de Río, cuyo objetivo es distribuir más de 8 millones de toallas higiénicas por año a alrededor de 100.000 estudiantes del sistema educativo municipal, cubriendo también a los niñas trans y a las personas no binarias que menstrúan.
Según la Unicef sobre pobreza menstrual en Brasil, 713.000 niñas jóvenes no tienen baños ni duchas en casa y más de cuatro millones no “tienen acceso a la higiene necesaria en las escuelas”.
Fuente: Kaos en la red