Arge­lia. Su lucha con­tra Israel en África

Hus­sam Abdel Kareem, Resu­men Medio Orien­te, 13 de noviem­bre de 2021.

Debi­do a la fuer­te opo­si­ción arge­li­na, la adhe­sión de «Israel» es casi imposible.

El 16 de octu­bre de 2021, el Con­se­jo Eje­cu­ti­vo de la Unión Afri­ca­na anun­ció el apla­za­mien­to de su deci­sión sobre la apro­ba­ción o el recha­zo del «esta­tu­to de obser­va­dor» de «Israel» en la Unión has­ta la pró­xi­ma cum­bre afri­ca­na pre­vis­ta para febre­ro de 2022. Esta deci­sión es, de hecho, la cul­mi­na­ción de un gran esfuer­zo polí­ti­co y diplo­má­ti­co rea­li­za­do por Arge­lia a lo lar­go de tres meses entre los paí­ses afri­ca­nos para opo­ner­se y hacer fren­te a la repen­ti­na deci­sión toma­da por el pre­si­den­te de la Comi­sión de la Unión Afri­ca­na, Mous­sa Faki, de acep­tar la soli­ci­tud de «Israel» para ingre­sar en la Unión Afri­ca­na como miem­bro obser­va­dor, y la pos­te­rior pre­sen­ta­ción por par­te del emba­ja­dor israe­lí en Etio­pía (país sede) de sus cre­den­cia­les ante la Unión el 22 de junio de 2021.

Des­de el pri­mer día de la deci­sión de Mous­sa Faki, un ex pri­mer minis­tro cha­diano edu­ca­do en Fran­cia, Arge­lia entró en algo así como un esta­do de emer­gen­cia, y se tomó la deci­sión al más alto nivel de lan­zar una amplia cam­pa­ña diplo­má­ti­ca y uti­li­zar todo el peso y las capa­ci­da­des polí­ti­cas de Arge­lia para hacer fren­te a la deci­sión per­so­nal de Faki. El Minis­te­rio de Asun­tos Exte­rio­res arge­lino anun­ció su total recha­zo a la admi­sión de «Israel» en las filas de la Unión Afri­ca­na y afir­mó que el pre­si­den­te de la Comi­sión no había con­sul­ta­do a los Esta­dos miem­bros a este respecto.

Arge­lia empe­zó a mover­se y con­si­guió con­ven­cer a seis paí­ses ára­bes afri­ca­nos (sin incluir a Marrue­cos y Sudán, que están inmer­sos en un pro­ce­so de nor­ma­li­za­ción), a saber, Túnez, Egip­to, Mau­ri­ta­nia, Yibu­ti, Libia y las Islas Como­ras, para que anun­cia­ran su opo­si­ción a la deci­sión de Faki en una decla­ra­ción el 3 de agos­to. Mous­sa Faki se sin­tió rápi­da­men­te seña­la­do por las pre­sio­nes de la diplo­ma­cia arge­li­na, repre­sen­ta­da por el minis­tro Ram­tan Lamam­ra, por lo que emi­tió un comu­ni­ca­do ofi­cial el 6 de agos­to en el que res­pon­día a Arge­lia y afir­ma­ba que su deci­sión de acep­tar a «Israel» como miem­bro obser­va­dor entra­ba den­tro de sus competencias.

La cam­pa­ña arge­li­na con­tra «Israel» en Áfri­ca no se detu­vo (Sudá­fri­ca, que tenía reser­vas sobre la deci­sión de Mous­sa Faki des­de el pri­mer día, coope­ró con ella), y logró con­ven­cer a Sudán de que se unie­ra a los paí­ses que se opo­nían a la deci­sión de Faki en una decla­ra­ción emi­ti­da por el Minis­te­rio de Asun­tos Exte­rio­res suda­nés el 15 de octu­bre. Y al día siguien­te, Arge­lia con­si­guió lide­rar un gru­po de 24 paí­ses afri­ca­nos que tam­bién anun­cia­ron su obje­ción a Faki, lo que hizo que el Con­se­jo Eje­cu­ti­vo deci­die­ra final­men­te pos­po­ner la deci­sión de acep­tar la adhe­sión de «Israel» has­ta la pró­xi­ma cum­bre. Se tra­ta de una impor­tan­te vic­to­ria diplo­má­ti­ca para Arge­lia, por­que en reali­dad sig­ni­fi­ca, casi con toda segu­ri­dad, el fra­ca­so del pro­yec­to de adhe­sión de «Israel», ya que apro­bar­lo en la cum­bre afri­ca­na; debi­do a la fuer­te opo­si­ción arge­li­na, la adhe­sión de «Israel» es casi imposible.

Esta acti­vi­dad y efi­ca­cia arge­li­nas se deben, en par­te, a su deseo de com­pen­sar los años de rela­ti­va inac­ción que carac­te­ri­za­ron a la diplo­ma­cia arge­li­na duran­te el gobierno del ex pre­si­den­te enfer­mo, Abde­la­ziz Bute­fli­ka, lo que per­mi­tió a «Israel» pene­trar en círcu­los afri­ca­nos a los que antes no lle­ga­ba. Ben­ja­mín Netan­yahu inten­si­fi­có los con­tac­tos con los paí­ses de Áfri­ca Occi­den­tal y sub­saha­ria­na en 2016 y aco­gió una con­fe­ren­cia agrí­co­la en «Israel» en la que par­ti­ci­pa­ron 15 paí­ses. Tam­bién reali­zó varias visi­tas a la región y se sen­tía tan triun­fan­te has­ta el pun­to de decir públi­ca­men­te, duran­te su visi­ta a Libe­ria «¡Israel vuel­ve con fuer­za a Áfri­ca!». «Israel» con­si­guió esta­ble­cer rela­cio­nes diplo­má­ti­cas con un núme­ro récord de paí­ses afri­ca­nos (46 paí­ses de los 55 miem­bros de la Unión Africana).

His­tó­ri­ca­men­te, el difun­to Gamal Abdel Nas­ser se encar­gó, en los años cin­cuen­ta y sesen­ta del siglo pasa­do, de com­ba­tir la pene­tra­ción israe­lí en el con­ti­nen­te afri­cano. Y apro­ve­chó el peso de Egip­to en la épo­ca y sus rela­cio­nes con los movi­mien­tos de libe­ra­ción nacio­nal del con­ti­nen­te para ase­diar la pre­sen­cia israe­lí y man­te­ner­la den­tro de unos lími­tes míni­mos (sobre todo con el régi­men racis­ta del apartheid en Sudá­fri­ca). Tras la gue­rra de octu­bre de 1973, «Israel» sólo man­te­nía rela­cio­nes diplo­má­ti­cas con cua­tro paí­ses afri­ca­nos. Pero el gol­pe de Sadat en Egip­to y los Acuer­dos de Camp David abrie­ron de nue­vo las puer­tas afri­ca­nas a «Israel». La ban­de­ra de la lucha con­tra la expan­sión israe­lí en Áfri­ca pasó enton­ces al coro­nel Gada­fi en Libia, que pres­tó gran aten­ción a los paí­ses del con­ti­nen­te y cons­tru­yó una red de estre­chas rela­cio­nes con ellos y les pro­por­cio­nó apo­yo finan­cie­ro y con­tri­bu­yó en gran medi­da a man­te­ner a la mayo­ría de los paí­ses afri­ca­nos, espe­cial­men­te a sus paí­ses occi­den­ta­les y sub­saha­ria­nos, fue­ra de la influen­cia israe­lí has­ta que fue ase­si­na­do en 2011.

Las cre­cien­tes rela­cio­nes marro­quíes-israe­líes son una de las razo­nes de esta acti­vi­dad arge­li­na en el ámbi­to afri­cano. Arge­lia ya no con­si­de­ra a «Israel» como un peli­gro pan­ára­be, sino que se ha con­ver­ti­do en una ame­na­za direc­ta en sus fron­te­ras. Cuan­do «Israel» y Marrue­cos coro­na­ron déca­das de sus rela­cio­nes no ofi­cia­les anun­cian­do el esta­ble­ci­mien­to de rela­cio­nes diplo­má­ti­cas ple­nas en diciem­bre de 2020, el pre­si­den­te arge­lino Abdel­ma­jid Tab­boun dijo: «Nota­mos una espe­cie de pri­sa hacia la nor­ma­li­za­ción. No par­ti­ci­pa­re­mos en ella ni la ben­de­ci­re­mos. La cau­sa pales­ti­na es sagra­da para noso­tros aquí en Arge­lia, y es la madre de todas las cau­sas». Su Pri­mer Minis­tro, Abde­la­ziz Jerad, siguió con una fuer­te decla­ra­ción en la que dijo que «Arge­lia está en el pun­to de mira» y que hay una volun­tad extran­je­ra de que el sio­nis­mo lle­gue a las fron­te­ras de Argelia.

Es decir, los diri­gen­tes arge­li­nos han lle­ga­do a con­si­de­rar las rela­cio­nes y acti­vi­da­des de «Israel» en el vecino Marrue­cos como una ame­na­za direc­ta a la segu­ri­dad y a la estra­te­gia, lo que ha pro­vo­ca­do una gran ten­sión en la opi­nión arge­li­na del régi­men gober­nan­te marro­quí. El perió­di­co arge­lino «Al-Sho­rouk» publi­có un artícu­lo titu­la­do «Por estas razo­nes, la enti­dad sio­nis­ta apun­ta a Arge­lia». Y lo que empeo­ró las cosas fue la infor­ma­ción de inte­li­gen­cia de que «Israel» había ayu­da­do a Marrue­cos a esta­ble­cer una base mili­tar cer­ca de la fron­te­ra arge­li­na. Las cosas cru­za­ron sus líneas rojas cuan­do Arge­lia sin­tió que «Israel», a tra­vés de Marrue­cos, inten­ta­ba inter­fe­rir en los asun­tos inter­nos arge­li­nos. Y recien­te­men­te, la tele­vi­sión arge­li­na anun­ció que el movi­mien­to sepa­ra­tis­ta «MAK» tie­ne víncu­los con «Israel» y Marrue­cos y que sus inte­gran­tes esta­ban en con­tac­to con par­ti­dos israe­líes bajo la cober­tu­ra de «orga­ni­za­cio­nes de la socie­dad civil». Final­men­te, Arge­lia deci­dió cor­tar las rela­cio­nes diplo­má­ti­cas con Marrue­cos el pasa­do agosto.

«Israel», por su par­te, res­pon­dió a Arge­lia, acu­sán­do­la de for­mar par­te de un eje que inclu­ye a Irán. Su minis­tro de Asun­tos Exte­rio­res, Meir Lapid, expre­só des­de Casa­blan­ca su preo­cu­pa­ción «por el papel de Arge­lia en la región, su acer­ca­mien­to a Irán y la cam­pa­ña que diri­gió con­tra la admi­sión de Israel como miem­bro obser­va­dor de la Unión Africana».

Hoy asis­ti­mos a un gran ascen­so arge­lino para com­ba­tir y frus­trar la expan­sión sio­nis­ta en Áfri­ca. Esto no es sor­pren­den­te para un país con una glo­rio­sa his­to­ria de revo­lu­ción y resis­ten­cia al colo­nia­lis­mo, que des­de los días de su gran revo­lu­ción, hace sesen­ta años, ha esta­do aso­cia­do a Pales­ti­na, a su revo­lu­ción y a su cau­sa, y la ha con­si­de­ra­do como la geme­la de su alma y de su lucha, y sigue en la mis­ma posición.

Fuen­te: AlMayadeen

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