Resumen Latinoamericano, 13 de noviembre de 2021.
Apenas unas horas después de que el portavoz de la Oficina del Presidente afirmara, como ya había hecho unos días atrás el Ministerio de Defensa de Ucrania, que no había signo de movimientos sospechosos de tropas rusas en la frontera ucraniano-rusa, Volodymyr Zelensky agradecía a sus socios occidentales la información sobre la nueva amenaza rusa. “Nuestros socios occidentales han suministrado información sobre el movimiento activo de tropas rusas a lo largo de las fronteras ucranianas y un aumento de su concentración… Se trata de una prueba de apoyo a Ucrania, de interés por parte de nuestros socios sobre la situación en Donbass”, afirmó el presidente ucraniano.
Zelensky añadió que “es sorprendente que esto sea una revelación para algunos expertos, periodistas y blogueros que han hecho de ello una sensación mediática. Los bombardeos y las explosiones, la acumulación y movimiento de tropas se producen por octavo año consecutivo, la presión psicológica rusa ha trabajado sobre nosotros durante mucho tiempo”. En otras palabras, sin abandonar la retórica de amenaza y agresión rusa ‑aunque no es Rusia quien bombardea las localidades de Donbass‑, el presidente ucraniano no ha hecho más que confirmar que nada ha cambiado, la situación continúa siendo la misma que hace unas semanas, meses y años.
Sin embargo, desde hace varias semanas, Estados Unidos ha vuelto a insistir en la idea de movimiento de tropas y ha utilizado a medios afines ‑fundamentalmente Politico, un medio favorable al Partido Demócrata- para alertar sobre una supuesta acumulación de tropas cerca de la frontera de Ucrania, en la localidad rusa de Yelnya, más cercana a la frontera bielorrusa que a la ucraniana. Estos días se ha conocido también que uno de los temas tratados por el director de la CIA, Bill Burns, en su reciente visita a Moscú fue la “seria” preocupación estadounidense por esa supuesta acumulación de tropas rusas en territorio ruso.
Mientras la situación en el frente de Donbass se mantiene tensa, con un evidente aumento de la presión militar de Ucrania, Estados Unidos parece ser la parte con más interés por hacer aumentar también la tensión en el frente diplomático. Aunque sea explotando una amenaza que no existe.
Así lo reflejaba el miércoles Vzglyad:
Estados Unidos está preocupado por la inusual actividad militar de Rusia “cerca de Ucrania” y “teme un intento de Moscú de volver a hacer lo que hizo en 2014”, afirmó el secretario de Estado de Estados Unidos Anthony Blinken tras su reunión con su homólogo ucraniano Dmitro Kuleba. “Estamos preocupados sobre los informes de actividad inusual rusa cerca de Ucrania. Estamos monitorizando de cerca la situación en la región, como siempre. Seguiremos consultando de cerca con nuestros aliados en este tema. Como ya hemos dicho, cualquier escalada o acción agresiva causa preocupación para Estados Unidos”, afirmó Blinken según cita TASS.
“Seguimos apoyando la desescalada en la región y la resolución del conflicto en el este de Ucrania por medios diplomáticos”, añadió. “Como he dicho, estamos preocupados por los informes sobre actividad militar inusual cerca de Ucrania. Lo estamos siguiendo muy, muy de cerca (…). No tenemos claras las intenciones de Moscú, pero conocemos sus métodos. Y estamos preocupados de que Rusia vaya a cometer un grave error volviendo a hacer lo que hizo en 2014”, concluyó el jefe de la diplomacia estadounidense.
A finales de octubre, Estados Unidos alegó que Rusia estaba trasladando tropas hacia la frontera de Ucrania y que el conflicto en el sudeste de Ucrania estaba “entrando en una nueva fase”. Sin embargo, el 5 de noviembre, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania negó ante la prensa cualquier acumulación de tropas en la frontera. Más adelante, la Oficina del Presidente de Ucrania afirmó no tener información sobre tropas rusas cerca de las fronteras de Ucrania. El Kremlin respondió a las alegaciones recordando que Rusia mantiene presencia militar en su territorio donde lo considera necesario.
Estados Unidos prometió también más armamento letal para Ucrania, una muestra más del respaldo incondicional a sus aliados de Kiev, a quien advierte además de una amenaza que incluso el Ejército Ucraniano sabe que es falsa. La guerra de trincheras continúa mientras Rusia intenta presionar a Ucrania y a sus socios para que cumplan con los acuerdos de Minsk, que significarían el retorno de Donbass a Ucrania a cambio de un estatus especial que suponga cierta autonomía política.
Fuente: Slavyangrad