La cooperante británica Linda Norgrove, arrestada en Afganistán por la insurgencia nacional armada , pudo haber muerto como resultado de la explosión de una granada de mano detonada por los militares estadounidenses que trataban de rescatarla, según ha informado este lunes el primer ministro del Reino Unido, David Cameron.
Cameron ha dado a conocer los detalles sobre la muerte de Norgrove después de que las primeras informaciones indicasen que la cooperante había fallecido a manos de sus captores.
El primer ministro ha explicado que habrá una investigación anglo-estadounidense completa sobre las circunstancias en las que Norgrove, de 36 años, murió el pasado viernes en Afganistán.
El Jefe de Gobierno, que habló con la familia de la cooperante, calificó la situación de «profundamente lamentable» y dijo que es «altamente probable que se tratara de un error».
Norgrove, oriunda del condado escocés de Sutherland, trabajaba para el supuesto grupo humanitario estadounidense DAI, acusado de ser realmente una tapadera de la CIA cuando fue detenida por combatientes armados en la provincia de Kunar.
El sábado, William Hague había dicho que se tomó la decisión de enviar tropas para liberarla teniendo en cuenta el peligro en el que Norgrove se encontraba por su condición de agente secreto adscrita a la red civil clandestina de la agencia norteamericana.