Eco­lo­gía Social. El máxi­mo tri­bu­nal de San­ta Fe rati­fi­có 1000 metros libres de agrotóxicos

Por Lucía Gua­dagno, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 24 de diciem­bre de 2021. 

En un fallo que sien­ta un pre­ce­den­te, la Cor­te Supre­ma pro­vin­cial dejó fir­me un kiló­me­tro de res­guar­do en la loca­li­dad de Zenón Perey­ra. Mien­tras, en Rafae­la, el Inten­den­te se vio obli­ga­do a vetar una orde­nan­za que redu­cía a 50 metros el uso de agro­quí­mi­cos. La Mul­ti­sec­to­rial Paren de Fumi­gar­nos exi­ge des­de hace una déca­da una ley pro­vin­cial que prio­ri­ce la salud. 

Mira­do des­de el arri­ba, la comu­na de Zenón Perey­ra es un pun­to en un mar de cam­pos en el cen­tro-oes­te san­ta­fe­sino. Hec­tá­reas fumi­ga­das con toda cla­se de agro­tó­xi­cos que lle­gan al pue­blo por aire, tie­rra y agua. Los Bas­si, una fami­lia can­sa­da de la con­ta­mi­na­ción, pre­sen­tó un recur­so de ampa­ro ante el Poder Judi­cial en 2014. Lo hicie­ron pese a las repre­sa­lias que impli­ca opo­ner­se al agro­ne­go­cio en un pue­blo de la lla­nu­ra pam­pea­na. Sie­te años des­pués, hicie­ron his­to­ria: la Cor­te Supre­ma de San­ta Fe rati­fi­có una dis­tan­cia de 1000 metros libres de vene­nos alre­de­dor de su vivienda.

El fallo del máxi­mo tri­bu­nal de la pro­vin­cia, del pasa­do 14 de diciem­bre, recha­za un que­ja pre­sen­ta­da por la Comu­na de Zenón Perey­ra, que pedía revi­sar una deci­sión de la Sala Segun­da de la Cáma­ra de Ape­la­ción Civil y Comer­cial de San­ta Fe. Ese tri­bu­nal, en junio de 2020, había esta­ble­ci­do 1000 metros de dis­tan­cia des­de la vivien­da de los Bas­si (ubi­ca­da en una calle lin­de­ra a los cam­pos) hacia todos los pun­tos car­di­na­les, den­tro de los cua­les se prohí­be la apli­ca­ción de agro­tó­xi­cos. La orde­nan­za local esta­ble­cía sólo 100 metros de pro­tec­ción, que inclu­so podían redu­cir­se a cero con auto­ri­za­ción de la Comuna.

“Lo rele­van­te del fallo de la Cor­te es que no sólo recha­za la que­ja de la Comu­na sino que va más allá y sos­tie­ne que la deci­sión de la Cáma­ra es cons­ti­tu­cio­nal”, expli­có Euge­nia Boc­cio, abo­ga­da de la familia.

Los jue­ces de la Cáma­ra —ava­la­dos aho­ra por el máxi­mo tri­bu­nal— no sólo esta­ble­cie­ron una dis­tan­cia de pro­tec­ción de 1000 metros, sino que exhor­ta­ron a la Comu­na y a los due­ños de los cam­pos a cum­plir con la Ley Pro­vin­cial del Árbol, que pro­mue­ve la fores­ta­ción en áreas rura­les. Ade­más, seña­la­ron la nece­si­dad de reorien­tar la pro­duc­ción hacia “otras explo­ta­cio­nes menos depen­dien­tes de agro­quí­mi­cos, que superen la mira­da extre­ma­da­men­te de cor­to plazo”.

Otra par­ti­cu­la­ri­dad del fallo de los cama­ris­tas Rober­to Sode­ro y Luciano Pagliano (Luis Dra­go se abs­tu­vo) es que apun­tan con­tra dipu­tados y sena­do­res pro­vin­cia­les, a quie­nes les repro­chan la demo­ra en ampliar las zonas de res­guar­do. “La demo­ra en la actua­li­za­ción de los cáno­nes en la ley pro­vin­cial vigen­te ya se ha tor­na­do obje­ti­va­men­te injus­ta”, sos­tu­vie­ron. Des­de hace años, la Mul­ti­sec­to­rial Paren de Fumi­gar­nos (for­ma­da por asam­bleas veci­na­les y orga­ni­za­cio­nes de toda la pro­vin­cia) lucha por una ley que esta­blez­ca una dis­tan­cia de 1500 metros y pro­mue­va la agro­eco­lo­gía. Sin embar­go, has­ta aho­ra la Legis­la­tu­ra nun­ca lo tra­tó en ambas cámaras.

Foto: el cam­po de Zenón Perey­ra don­de se rea­li­za­ban fumi­ga­cio­nes con agrotóxicos

Fallos con­tra agro­tó­xi­cos en San­ta Fe

La abo­ga­da Boc­cio, quien expli­có que la fami­lia Bas­si pre­fie­re no dar tes­ti­mo­nio para evi­tar la expo­si­ción, des­ta­có que es la pri­me­ra vez que el máxi­mo tri­bu­nal de la pro­vin­cia se expi­de sobre un fallo rela­ti­vo a las distancias.

Un ante­ce­den­te es el de Are­qui­to, cono­ci­da como la “Capi­tal Nacio­nal de la Soja”. En esa opor­tu­ni­dad, la Cor­te pro­vin­cial resol­vió que era cons­ti­tu­cio­nal —y por lo tan­to dejó fir­me— una orde­nan­za que esta­ble­cía prohi­bi­cio­nes y lími­tes a las fumi­ga­cio­nes con pro­duc­tos espe­cí­fi­cos, nor­ma que había sido obje­ta­da por la empre­sa Speed Agro.

Otro pre­ce­den­te, no de la Cor­te sino de un juz­ga­do de pri­me­ra ins­tan­cia, fue la reso­lu­ción del juez Dui­lio Hail, del Juz­ga­do Civil y Comer­cial de Rafae­la, que esta­ble­ció 1000 metros de pro­tec­ción en la loca­li­dad de Sas­tre, en sep­tiem­bre de 2020.

Mar­cha atrás en Rafaela

En la mis­ma sema­na en que la Cor­te pro­vin­cial rati­fi­ca­ba los 1000 metros, en la loca­li­dad de Rafae­la —pago chi­co del gober­na­dor Omar Perot­ti y de Ricar­do Loren­zet­ti, juez de la Cor­te Supre­ma de Jus­ti­cia de la Nación — , el inten­den­te Luis Cas­te­llano se vio obli­ga­do a vetar una orde­nan­za que redu­cía de 200 a 50 metros el lími­te para apli­car agroquímicos.

La nor­ma había sido san­cio­na­da el pasa­do 2 de diciem­bre, en una sesión don­de la mayo­ría de los con­ce­ja­les recha­za­ron un pro­yec­to que amplia­ba a 1000 metros la zona de res­guar­do y, en cam­bio, apro­ba­ron otro que acor­ta­ba la dis­tan­cia. Esta­ble­cie­ron que del metro 50 al 200, don­de has­ta aho­ra no podía apli­car­se nin­gún agro­quí­mi­co, podrían apli­car­se “pro­duc­tos bio­ló­gi­cos”, sin espe­ci­fi­car a qué se refe­rían. Y de los 200 en ade­lan­te, per­mi­tía con­ti­nuar con las fumi­ga­cio­nes con agrotóxicos.

Al ser regre­si­va, la nor­ma es incons­ti­tu­cio­nal, según advir­tie­ron espe­cia­lis­tas en dere­cho ambien­tal e inclu­so el pro­pio Muni­ci­pio. Por lo tan­to, el inten­den­te Cas­te­llano, en lo que lla­mó un “veto pro­po­si­ti­vo”, deci­dió sus­pen­der­la por seis meses y crear una comi­sión para eva­luar qué pro­duc­tos bio­ló­gi­cos podrían apli­car­se en los pri­me­ros 150 metros, medi­das de pre­ven­ción y otra infor­ma­ción relacionada.

Esta medi­da está muy lejos de lo que recla­man fami­lias afec­ta­das y orga­ni­za­cio­nes loca­les. “El veto a la orde­nan­za es una bue­na noti­cia por­que al menos no se retro­ce­de, pero está cla­ro que ni el Inten­den­te ni el Gober­na­dor son par­ti­da­rios de ampliar los lími­tes”, sos­tu­vo Jor­ge Que­ve­do, de la orga­ni­za­ción Ami­gos de la Vida que inte­gra la Mul­ti­sec­to­rial Paren de Fumi­gar­nos. “Aho­ra se vuel­ve todo a cero y habrá que con­ti­nuar la lucha. Mien­tras tan­to, se sigue pos­ter­gan­do la salud de la pobla­ción”, sostuvo.

Fuen­te: Agen­cia Tie­rra Viva

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