Por Jorge Vázquez. Resumen Latinoamericano, 30 de diciembre de 2021.
¿Se intentó refundar el ministerio del Interior? ¿Por qué fueron desplazados profesionales capacitados con mucha experiencia? ¿Se purgó a todos los que tuvieron cargo bajo los gobiernos del Frente Amplio? ¿Se apostó a la confianza política frente a la idoneidad? ¿Renace la corrupción policial?
1) Con respecto al tema refundación. Habría que conocer nuevos objetivos, marco teórico, planes, programas y proyectos para saber si se quiere hacer un nuevo Ministerio del Interior (MI) y una policía nueva. No parece ser así, se hicieron algunos cambios hasta donde yo sé, que tendrían que ver más con una visión antigua de la policía que viene de la mano de policías que estuvieron en administraciones anteriores, del FA o antes del FA pero que no estaban al tanto o no estaban comprometidos o no había entendido los cambios que se implementaron en la Nueva Policía en los últimos años.
2) Se cambiaron los Policías de más alto rango y que estuvieron más cerca de las autoridades del MI, aunque hubo ceses de funcionarios con alta capacitación que no eran funcionarios de jerarquía policial. Pero también se mantuvieron algunos sub jefes de Policía de la administración anterior. Es tradicional que con los cambios de gobierno cambian las autoridades Policiales. En estos cambios el MI perdió policías con mucha experiencia en temas muy sensibles, con lo cual algunas funciones sustantivas debieron haberse deteriorado, o en lugares con alta tecnología o a nivel de análisis estratégico.
3) En algunos casos fue clara su designación por afinidad política. Algunos ya habían desempeñado cargos en la administración anterior, y no fueron relevados por su afinidad política sino por discrepancias en la manera de cómo desempeñaban su función. Creo que debido a esto se sacaron los cargos de becarios (estudiantes universitarios) que estaban en la atención al público y recepción de denuncias en las comisarías, se eliminó el PADO que es una forma de prevención del delito de acuerdo al análisis del comportamiento del mismo, basado en la evidencia. Y se le sigue llamando PADO al patrullaje aleatorio, que está demostrado en todo el mundo que tiene un nivel de efectividad reducido para la prevención del delito. Puede ser más ostentoso y «llenar más el ojo», pero mucho menos efectivo. Parecería que se volvió a viejos estilos de trabajo que ya demostraron ser ineficientes. La baja del número de denuncias está sin duda vinculada a que a la Policía la evalúan por resultados numéricos. Entonces si yo tengo responsabilidad sobre los resultados y soy el que hace los registros, voy a tener que registrar menos para que mis resultados sean buenos. Saco los becarios, no estimulo la denuncia, no registro algunas, o las registró de acuerdo al criterio que me convenga más. El observatorio del MI es el mismo, pero puede sacar conclusiones sobre los datos que le llegan, si no le llegan datos, los números son lo que son. Por eso llama la atención que el MI diga que hay 1500 presos más y haya menos delitos, que los productores busquen una app para registrar los abigeatos (cuando el sistema de registros ya existe) y por otro lado digan que el abigeato bajó, que haya bajado la violencia intrafamiliar en un contexto de mayor encierro y mayor aproximación donde la convivencia en general se deteriora, y donde la víctima no puede denunciar porque tiene al victimario al lado. Nadie habla de la cifra negra, (que son los delitos que no se denuncian), cuando en la administración anterior fue todo un tema y se buscó bajar la cifra negra para ser más eficientes en el combate y prevención del delito. Pedimos al BID una evaluación de los datos que se manejaban en la administración anterior y se nos otorgó la mejor calificación posible (A), ya que sin buenos datos y sin buena información no se puede ser eficiente en los resultados.
4) Con respecto a la corrupción policial, éste no es un tema nuevo, ya en la administración anterior se dieron de baja muchos policías por éste tipo de delito. Habría que hablar de los que tienen interés en tener una policía corrupta y analizar los distintos tipos de corrupción. Porque no hay corrupción solamente en la Policía, aunque la corrupción aquí favorece el desarrollo de grandes bandas criminales y del crimen organizado internacional. Creo que se hacen cosas que favorecen éste delito. Por ejemplo, en la administración anterior había eliminado, luego de un penoso estudio, las comisiones de apoyo policial. Esto daba pie para que se saliera a pedir plata a los ciudadanos (que ya habían aportado sus impuestos), para nafta, neumáticos, canastas de apoyo, útiles escolares para los hijos de los policías. Pero las comisiones tercerizaban los pedidos de colaboración y había empresas que se dedicaban a recaudar y a quedarse con un porcentaje de lo recaudado, no había una administración transparente de los recursos, y a pesar de que había excelentes comisiones y excelentes ciudadanos trabajando en alguna de ellas, hubo otras que fueron a dar a la justicia. En mi opinión no hay que abrir puertas para que entre la corrupción a la institución. Hay que fortalecer Asuntos Internos, mejorar el salario de la policía, facilitar el acceso a la vivienda y a una educación basada en valores. No por ganar poco o por ser pobre se es corrupto. Pero una actividad tan importante para el país y para beneficio de todos los ciudadanos debería tener una consideración diferente. Mejor paga, más profesional, más protegida desde el punto de vista social e institucional, mejor considerada por la población, digna de la función que realiza y orgullosa de ser Policía.
Sería buena cosa si lográramos que esto se transformara en política de estado, sino vamos a seguir así hasta el infinito. No podemos llenar el país de cárceles ni de policías, ni de excluidos. Nadie rehabilita, todos hacemos algo, pero fracasamos. No se rehabilita un preso por plantar papas o por estudiar o por ir al polo tecnológico. Tiene que haber planes de rehabilitación con objetivos claros, no todas las personas son iguales, los planes tienen que estar orientados a las características de grupos o individuos. No puede haber un plan único que le sirva al que está preso primario o al que tiene 10 homicidios o 10 violaciones, o que ha pasado su vida robando. Hay que sentarse a pensar cómo hacer para que los gurises de ahora no sean los chorros de mañana. El estado gasta mucha plata en salas de buen nacer y luego la policía con una bala que vale medio dólar lo mata. Hay que pensar el país de forma diferente. Y si queremos dentro de unos años tener un país tranquilo, que cada cual ponga lo que tiene que poner, pero para un proyecto con base científica, interdisciplinario, intersectorial, etc. Hay mucha tela para cortar.
Fuente: Semanario Voces.