El sindicato LAB felicita a los trabajadores y trabajadoras que durante estos últimos 3 días han defendido el convenio del metal de Gipuzkoa. Durante 3 días se han realizado huelgas en muchas empresas y movilizaciones en los eskualdes, donde han participado miles de trabajadores y trabajadoras. Este es el ejemplo más gráfico de la voluntad de la clase trabajadora del metal. Durante este año, desde que se inició el proceso negociador son 7 días de huelga en el sector. 7 días de compromiso y dignidad en defensa del futuro del metal en Gipuzkoa. No se puede decir lo mismo de ADEGI, patronal prepotente donde las haya que no tiene ningún reparo en jugar con 60.000 trabajadores. Nos quiere quitar el convenio, nos quiere quitar las mejoras logradas en los últimos años mediante la negociación y, ante las huelgas que realizamos, nos acusa de poner en peligro la viabilidad de las empresas cuando ADEGI, sin ningún reparo, pone en peligro la viabilidad de 60.000 familias. Acusa de irresponsables a los que hacen huelgas y oculta que ha sido la patronal la que con su cerrazón en la Mesa de negociación del Convenio nos ha llevado a las mismas. Mientras ADEGI mantenga esa cerrazón ante la negociación será ella quien lleve a las huelgas a los miles de trabajadores y trabajadoras, será ella la que ponga en riesgo la viabilidad de las empresas por no poder cumplir con los pedidos. ADEGI dice que quiere negociar y mantiene medidas regresivas en su plataforma. Dice que quiere negociar y se levanta de la Mesa de Negociación en septiembre, bloqueándola de nuevo. Cuando LAB y ELA posibilitan la negociación para solucionar el conflicto en el sector, la irresponsabilidad es de quien se levanta de la Mesa y da un portazo al salir. Si ADEGI acepta negociar un convenio sin retrocesos nos encontraremos en el camino, si mantiene la cerrazón en noviembre el sector vivirá más días de huelga. Tenemos muy claro qué tipo de convenio queremos y el reto que tenemos por delante para conseguirlo, pero si algo no nos falta es voluntad para conseguirlo. Donostia, 15 de octubre de 2010 |
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