Expul­sa­do un sar­gen­to de la guar­dia civil que hacía con­tra­vi­gi­lan­cia para nar­cos en Málaga

El Tri­bu­nal Supre­mo ha con­fir­ma­do la expul­sión de la Guar­dia Civil de un sub­te­nien­te que fue dete­ni­do mien­tras rea­li­za­ba labo­res de con­tra­vi­gi­lan­cia para una ban­da de nar­co­tra­fi­can­tes que pre­ten­día intro­du­cir una tone­la­da de hachís por la pla­ya de Guadalmar.

Los hechos ocu­rrie­ron en octu­bre de 2009, cuan­do el agen­te tenía el ran­go de sar­gen­to y esta­ba des­ti­na­do en Rin­cón de la Vic­to­ria, pero la sen­ten­cia fir­me no lle­gó has­ta 2019: un año y seis meses de pri­sión y mul­ta de 713.644 euros por un deli­to con­tra la salud pública.

En junio de 2020 el Minis­te­rio de Defen­sa le impu­so como san­ción dis­ci­pli­na­ria la sepa­ra­ción del ser­vi­cio y el con­de­na­do recu­rrió al Supre­mo, que en una sen­ten­cia de este diciem­bre rati­fi­ca la expulsión.

Según los hechos pro­ba­dos en la sen­ten­cia, fue con­tra­ta­do por un gru­po de nar­co­tra­fi­can­tes para rea­li­zar fun­cio­nes de con­tra­vi­gi­lan­cia la noche del des­em­bar­co de la dro­ga en la pla­ya de Gua­dal­mar y evi­tar así que la ope­ra­ción fue­ra detec­ta­da por las fuer­zas y cuer­pos de segu­ri­dad del Estado.

Fue dete­ni­do en el lugar (jun­to al res­to de la ban­da), con su car­net de sar­gen­to de la Guar­dia Civil, un revól­ver, car­tu­chos, diver­sos móvi­les y dine­ro en efectivo.

El guar­dia con­si­de­ró des­pro­por­cio­na­do que le sepa­ra­ran del ser­vi­cio por un deli­to con­tra la salud públi­ca al con­si­de­rar que no cau­só daño a la Admi­nis­tra­ción o alar­ma social; a su jui­cio, su con­duc­ta debe­ría haber sido cali­fi­ca­da como fal­ta gra­ve y cas­ti­ga­da con una sus­pen­sión de fun­cio­nes por el mis­mo tiem­po que la con­de­na penal (un año y seis meses).

Pero el Alto Tri­bu­nal coin­ci­de con Defen­sa, que sub­ra­yó que un deli­to con­tra la salud públi­ca supo­ne una “fla­gran­te trans­gre­sión” de los prin­ci­pios bási­cos que rigen la actua­ción de los inte­gran­tes de la Guar­dia Civil, obli­ga­dos a luchar con­tra el trá­fi­co de drogas.

El con­de­na­do argu­men­tó que su expe­dien­te san­cio­na­dor había cadu­ca­do, pero el Supre­mo coin­ci­de con la Abo­ga­cía del Esta­do en que si no se le pudo comu­ni­car la san­ción en el pla­zo pre­vis­to fue por su “abier­ta obs­truc­ción a ser noti­fi­ca­do”, ale­gan­do pri­me­ro que esta­ba de via­je y des­pués ingre­sa­do en una clí­ni­ca cuya direc­ción no reve­ló “por moti­vos de intimidad”. 

Fuen­te: Anda­lu­cía Infor­ma­ción.

La entra­da Expul­sa­do un sar­gen­to de la guar­dia civil que hacía con­tra­vi­gi­lan­cia para nar­cos en Mála­ga se publi­có pri­me­ro en La otra Anda­lu­cía.

Itu­rria /​Fuen­te

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