El presidente de Kazajistán ha declarado el estado de emergencia durante dos semanas en algunas partes del país y ha destituido a todo su gabinete tras días de protestas por el aumento de los precios del combustible. En la madrugada del miércoles, los manifestantes del país rico en petróleo irrumpieron en la oficina del alcalde en Almaty, la ciudad más grande de Kazajstán, e intentaron ingresar en la residencia presidencial.
Kazajistán produce importantes cantidades de hidrocarburos, con una producción final de 86,7 millones de toneladas en 2021, según cifras oficiales. Sin embargo, se procesaron poco más de 17 millones de toneladas, menos de una quinta parte del total. Kazajistán produce entre dos y tres veces más gas licuado de petróleo propano-butano que la demanda interna: a las empresas les resulta más rentable exportarlo, vendiéndolo a un precio entre cinco y siete veces superior.
El estratégico sector energético kazajo ha ido privatizándose y pasando a manos extranjeras hasta el punto de que se concretó un consorcio empresarial para la explotación de los campos petrolíferos de Tengiz y Korolev –al norte del Mar Caspio- donde las empresas estadounidenses Chevron y ExxonMobil controlan el 50% y el 25% del accionariado, respectivamente. La parte rusa del consorcio era, a su vez, compartida entre la rusa Lukoil y la norteamericana Arco, pero fue comprada completamente por la parte rusa, controlando un 5% de la explotación de los campos. El otro 20% pertenece a KazMunayGas, la empresa estatal kazaja.
Las autoridades anunciaron reducciones de precios de gas hasta 50 tenge por litro en las regiones Manguistau y Aktobe. El mandatario también ordenó controlar durante seis meses los precios del gas licuado y la gasolina. Según el economista Serguéi Smirnov, las protestas podrían haberse evitado si las autoridades kazajas no hubieran retrasado las reparaciones de la planta de procesamiento de gas de Zhanaozen, que funciona desde 1973. El Gobierno mantendrá los precios del gas durante un tiempo más para tranquilizar a la población, “pero las autoridades no podrán hacerlo durante mucho tiempo. No hay tanto dinero en el presupuesto. Además, nuestro gas barato puede filtrarse a los países vecinos”, señaló Smirnov.
El presidente del país, Kasim-Zhomart Tokáyev, denunció que las protestas fueron orquestadas por un grupo de instigadores, aunque no reveló su identidad. Los vídeos que se han podido ver de las mismas apuntan a un alto grado de organización y al manejo de abundantes cócteles molotov y armas ligeras.
El Consejo de Seguridad Colectiva de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) decidió enviar las fuerzas de la paz a Kazajistán. Es la respuesta a la solicitud del presidente kazajo tras sus conversaciones telefónicas con Putin y Lukashenko de los últimos días. Según el canal de Telegram Eurasia & Multipolarity Rusia desplegará 3000 efectivos, Bielorrusia 500, Tayikistán 200 y Armenia 70 soldados.
Fuentes: Sputnik /Democracy Now /Descifrando la guerra /Eurasia & Multipolarity.
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