Son 93 años ya de la mayor gesta revolucionaria de la Humanidad. Se acabó con la I Guerra Mundial, en la II se derrotó al eje nazi – fascista, decenas de millones de combatientes de los pueblos dejaron sus vidas en la resistencia al imperialismo. No se pueden olvidar los resultados de aquellos combates aún teniendo en frente la dolorosa realidad del final momentaneo de aquellas experiencias.
Lenin convirtió el arte de la dialéctica en una victoria popular, la teoría,la práctica y la ética militante puestos al servicio del pueblo trabajador demostraron todo su potencial. No consideramos herederos de los combatientes y las combatientes comunistas a los nuevos empresarios rojos. Pero aún hoy los pueblos colonizados por Europa, EE.UU. o Japón han salido adelante también por gestas similares.
La teoría y el fusil se fundieron con el debate, la práctica y la militancia. Recordamos en esta semana a las hijas e hijos del pueblo que acudieron a la llamada de la lucha de clases en su más trágica y genuina expresión, las guerras imperialistas.
Depositamos un clavel rojo sobre los millones de campesinos, estudiantes, desocupados, técnicos, soldados o militares que abrazaron la causa del pueblo trabajador y perdieron su vida o su integridad física en aquellos combates anti imperialistas, antifascistas.
Y nos citamos en las mujeres y los hombres comunistas de Euskal Herria o cualquier otro lugar en breve en otro Lenin Eguna en recuerdo de quienes con sus vidas y ejemplo nos legaron décadas de aparente bienestar ya que el capitalismo entendió perfectamente que su situación era de debilidad frente a las fuerzas comunistas revolucionarias cediendo parte de sus ganancias para escenificar la existencia de un supuesto estado del bienestar que sin la presión de la URSS como realidad tangible nunca el imperialismo hubiese variado un ápice su rumbo.
Sin aquellas mujeres y hombres comunistas abnegados nunca hubiese sido posible disfrutar de décadas de semi libertad y servicios públicos con los que el mundo unípolar imperialista ha decidido acabar. Recordemos el principio leninista de teoría y práctica, esa es nuestra guía y debe aplicarse ahora, en la lucha final.
¡Proletarias y proletarios del mundo, unámonos!