Pro­pa­gan­da mediá­ti­ca y gue­rra psi­co­ló­gi­ca al ser­vi­cio de Esta­dos Uni­dos y la OTAN (III)

El pasa­do nazi del que Euro­pa no se ter­mi­na de desprender

El avan­ce de los movi­mien­tos de ultra­de­re­cha en Euro­pa, lega­les e ile­ga­les, ha sido evi­den­te en los últi­mos años y su ascen­so es un hecho preo­cu­pan­te. En paí­ses como Fran­cia, Ita­lia, Espa­ña, Ale­ma­nia, Aus­tria, Sui­za, Norue­ga, Bul­ga­ria, Gre­cia, Polo­nia, Litua­nia, Ruma­nia, Hun­gría agru­pa­cio­nes de ideo­lo­gía nazi­fas­cis­ta van ganan­do cada vez más espa­cios, sobre todo en la acti­vi­dad polí­ti­ca. El apo­yo que gozan entre muchos sec­to­res de la pobla­ción joven es otro hecho inquie­tan­te. El ultra­na­cio­na­lis­mo, la xeno­fo­bia, el racis­mo, la isla­mo­fo­bia, es lo que iden­ti­fi­ca a estos movi­mien­tos que se expan­den con la par­ti­ci­pa­ción de jóve­nes que, des­en­can­ta­dos con la cri­sis eco­nó­mi­ca y social que vive la Euro­pa del capi­tal, deci­den sumar­se a ellas.

Las gue­rras des­ata­das en Áfri­ca y Medio Orien­te han sido las cul­pa­bles direc­tas de olea­das migra­to­rias hacia el vie­jo con­ti­nen­te. Esta­dos Uni­dos y los mis­mos paí­ses euro­peos son los res­pon­sa­bles his­tó­ri­cos de los con­flic­tos que se viven en esas regio­nes del pla­ne­ta, aun así, sec­to­res de la pobla­ción euro­pea, gol­pea­dos tam­bién por la cri­sis eco­nó­mi­ca que ha vivi­do Euro­pa, res­pon­sa­bi­li­zan en gran medi­da a los refu­gia­dos afri­ca­nos y de Orien­te Medio de su situa­ción, con­vir­tién­do­se el nacio­na­lis­mo extre­mo, acom­pa­ña­do de un pro­fun­do des­pre­cio a los migran­tes, en ban­de­ra de su lucha.

La apli­ca­ción del mode­lo neo­li­be­ral ha cau­sa­do desas­tres en el mun­do ente­ro. La Euro­pa del capi­tal no ha esta­do exen­ta de situa­cio­nes que se creía solo se vivían en los paí­ses de la peri­fe­ria lati­no­ame­ri­ca­na o afri­ca­na. Des­em­pleo, pre­ca­ri­za­ción labo­ral, fal­ta de empleo, des­aten­ción en la salud, dis­mi­nu­ción de sala­rios, aumen­to de jor­na­das de tra­ba­jo, así como de años para jubi­lar­se, son algu­nas de las con­se­cuen­cias del neo­li­be­ra­lis­mo que tam­bién han vivi­do los europeos.

La cri­sis del capi­tal, una vez más, la han teni­do que sopor­tar los sec­to­res más vul­ne­ra­bles. La cla­se tra­ba­ja­do­ra y la juven­tud des­em­plea­da en Euro­pa han sido gol­pea­das por las medi­das neo­li­be­ra­les que han des­trui­do las con­quis­tas logra­das como resul­ta­do de las luchas socia­les y la exis­ten­cia de un Esta­do de bien­es­tar que fue nece­sa­rio en una eta­pa his­tó­ri­ca para con­so­li­dar la domi­na­ción bur­gue­sa, man­te­nien­do a la pobla­ción sose­ga­da ante la creen­cia de que bajo el capi­ta­lis­mo si era posi­ble cons­truir una mejor socie­dad para todos sus inte­gran­tes, sin impor­tar su con­di­ción de clase.

De ese espe­jis­mo, se pasó a la reali­dad: el capi­ta­lis­mo se basa en la obten­ción de ganan­cias a cual­quier cos­to, para lo cual no duda en come­ter cual­quier cri­men para lograr su pro­pó­si­to. Mien­tras unos se enri­que­cen, la gran mayo­ría es some­ti­da a pro­ce­sos que la con­du­cen al empo­bre­ci­mien­to o pre­ca­ri­za­ción de las con­di­cio­nes de su vida.

La Euro­pa del capi­tal, civi­li­za­da y huma­ni­ta­ria, sumió en la des­gra­cia eco­nó­mi­ca a los paí­ses de Euro­pa del Este tras la caí­da del lla­ma­do socia­lis­mo real y lue­go a otros como Gre­cia don­de el Fon­do Mone­ta­rio Inter­na­cio­nal arrui­nó, sin pie­dad algu­na, la vida de la mayo­ría de habi­tan­tes de esa nación euro­pea, a lo que lla­mó eufe­mís­ti­ca­men­te como un «res­ca­te». Aumen­to de impues­tos, de los pre­cios de los com­bus­ti­bles, recor­tes de pen­sio­nes y dis­mi­nu­ción de sala­rios, pri­va­ti­za­cio­nes son algu­nas de las medi­das apli­ca­das en ese res­ca­te que con­du­jo a la catástrofe.

La situa­ción en Espa­ña tam­bién es com­ple­ja, con altas tasas de des­em­pleo, desahu­cios y pér­di­da del valor real del sala­rio. En Por­tu­gal, Fran­cia e Ita­lia se viven situa­cio­nes simi­la­res, empeo­ra­das des­de el desa­rro­llo de la pan­de­mia del Covid-19.

El docu­men­tal Catas­troi­ka de Kate­ri­na Kiti­di, Aris Chatzis­te­fa­nou y Leo­ni­das Vati­kio­tis, que se estre­nó en abril de 2012, des­nu­da las polí­ti­cas neo­li­be­ra­les apli­ca­das en los anti­guos paí­ses del cam­po socia­lis­ta de Euro­pa del Este y en Gre­cia que con­du­je­ron al empo­bre­ci­mien­to, la dis­mi­nu­ción de la espe­ran­za de vida, el desa­rro­llo de la pros­ti­tu­ción, mien­tras se daba paso a la pri­va­ti­za­ción de los bie­nes públi­cos y se impo­nían medi­das con­tra los dere­chos de la pobla­ción tra­ba­ja­do­ra por órde­nes del Fon­do Mone­ta­rio Inter­na­cio­nal, la Comi­sión Euro­pea y el Ban­co Cen­tral Euro­peo, acom­pa­ña­do esto de una bru­tal represión.

La situa­ción para los migran­tes es toda­vía peor. Por un lado, se les prohí­be la entra­da a Euro­pa a quie­nes huyen de la pobre­za y la gue­rra y, por otro, a quie­nes logran ingre­sar se los some­te a una cruel per­se­cu­ción y dis­cri­mi­na­ción, mien­tras son some­ti­dos a jor­na­das labo­ra­les exte­nuan­tes, en con­di­cio­nes de explo­ta­ción bru­tal, como suce­de en fábri­cas tex­ti­les don­de se con­fec­cio­na ropa de mar­ca de las gran­des empre­sas dise­ña­do­ras. Igual suce­de en la agri­cul­tu­ra o el tra­ba­jo doméstico.

El impe­ria­lis­mo esta­dou­ni­den­se y euro­peo, jun­to al sio­nis­mo israe­lí, han con­ver­ti­do a Medio Orien­te y Áfri­ca en zonas de con­flic­tos arma­dos. La apro­pia­ción de recur­sos por par­te de las poten­cias capi­ta­lis­tas, ha con­lle­va­do a la fabri­ca­ción de gue­rras que son nece­sa­rias tam­bién para los nego­cios de la indus­tria mili­tar de los Esta­dos Uni­dos y de paí­ses de Euro­pa que se dedi­can al desa­rro­llo de arma­men­to. Israel, por su par­te, lle­va ade­lan­te una polí­ti­ca de exter­mi­nio del pue­blo pales­tino, por supues­to con el apo­yo de Esta­dos Uni­dos y Europa.

En el año 2004 se estre­nó la pelí­cu­la Hotel Rwan­da, del direc­tor Terry Geor­ge. En ella se rela­ta con cru­de­za el con­flic­to entre las etnias Hutu y Tutsi. El perio­dis­ta argen­tino Fer­nan­do Duclos, cono­ci­do como «Perio­dis­tán», expli­ca con cla­ri­dad y pre­ci­sión, en una serie de tuits publi­ca­dos duran­te 2020, lo que suce­dió en Rwan­da: Bél­gi­ca pro­vo­có la divi­sión entre etnias y lue­go Fran­cia, bajo el gobierno de Fra­nçois Mit­te­rrand, apo­yó con armas y entre­na­mien­to mili­tar a los gru­pos para­mi­li­ta­res hutus del Inter­aham­we para lle­var ade­lan­te su plan cri­mi­nal de la «solu­ción final», median­te el exter­mi­nio de todas las «cuca­ra­chas» tutsis.

La hipó­cri­ta Euro­pa que abo­ga por la paz y que hoy mani­fies­ta su indig­na­ción por la ope­ra­ción mili­tar rusa en Ucra­nia, es la mis­ma que pro­vee de armas a paí­ses de Medio Orien­te y Áfri­ca para ati­zar los con­flic­tos béli­cos. Fran­cia, Ita­lia y Espa­ña son, por ejem­plo, los paí­ses que abas­te­cen de armas a la coa­li­ción lide­ra­da por Ara­bia Sau­dí con­tra Yemen. La Unión Euro­pea sumi­nis­tró de arma­men­to a terro­ris­tas y mer­ce­na­rios, a los que eufe­mís­ti­ca­men­te han lla­ma­do «opo­si­ción mode­ra­da», para com­ba­tir al gobierno legí­ti­mo de Bashar al-Assad, en un con­flic­to que ha desan­gra­do Siria y des­trui­do su infra­es­truc­tu­ra mate­rial, inclui­dos monu­men­tos his­tó­ri­cos, patri­mo­nio cul­tu­ral de la huma­ni­dad que han sido vola­dos por los cri­mi­na­les de ISIS, como suce­dió en la ciu­dad de Palmira.

Todo lo expues­to es nece­sa­rio para com­pren­der el auge y desa­rro­llo de los movi­mien­tos de la ultra­de­re­cha en Europa.

En 1922 Ale­ma­nia esta­ba sumi­da en la pobre­za. Las san­cio­nes impues­tas tras su derro­ta en la Pri­me­ra Gue­rra Mun­dial, con­te­ni­das en el Tra­ta­do de Ver­sa­lles de 1919, hun­die­ron en la mise­ria a la mayo­ría de la pobla­ción. En el pró­lo­go al libro de León Trotsky La lucha con­tra el fas­cis­mo, Alan Woods dice que Ale­ma­nia «pare­cía no tener espe­ran­za debi­do a la cruel­dad de los Alia­dos. Des­pués de la derro­ta ale­ma­na, las poten­cias triun­fan­tes, espe­cial­men­te Fran­cia y Gran Bre­ta­ña, impu­sie­ron unos tér­mi­nos rui­no­sos a Ale­ma­nia. El resul­ta­do fue el caos eco­nó­mi­co, des­em­pleo de masas y pobre­za a una esca­la sin pre­ce­den­tes». El mar­xis­ta bri­tá­ni­co expli­ca que «los tra­ba­ja­do­res ale­ma­nes tuvie­ron que acep­tar sus sala­rios en carre­ti­llas lle­nas de papel mone­da sin valor. Con un millón de mar­cos ape­nas se podía com­prar una caja de cerrillas».

Sec­to­res empo­bre­ci­dos de la socie­dad ale­ma­na, polí­ti­ca­men­te amor­fos y des­or­ga­ni­za­dos, vie­ron como una espe­ran­za al Par­ti­do Nacio­nal­so­cia­lis­ta lide­ra­do por Hitler que, median­te un dis­cur­so dema­gó­gi­co, sos­te­ni­do a lo lar­go de su exis­ten­cia median­te un pode­ro­so apa­ra­to de pro­pa­gan­da, ofre­cía con­ver­tir a Ale­ma­nia en una poten­cia y sacar de la cri­sis a los tra­ba­ja­do­res y a la cla­se media, fundamentalmente.

Al igual que en esa épo­ca, se pue­de apre­ciar hoy que el avan­ce de la ultra­de­re­cha y de los movi­mien­tos neo­na­zis en Euro­pa se debe, en gran medi­da, a la fal­ta de accio­nes con­cre­tas por par­te de los gobier­nos que se han suce­di­do, inclui­dos los lla­ma­dos de izquier­da, para aca­bar con el fla­ge­lo de la pobre­za, el des­em­pleo o la fal­ta de vivien­da. Sin com­pren­der las cau­sas de los pro­ble­mas socia­les, sec­to­res de la juven­tud, de la cla­se media y del lum­pen, se suman a las orga­ni­za­cio­nes de la ultra­de­re­cha que, al igual que en la épo­ca de Hitler, les ofre­cen sacar­les de esa situa­ción cala­mi­to­sa, enfo­can­do sus ata­ques con­tra los migran­tes a quie­nes res­pon­sa­bi­li­zan de la pre­ca­rie­dad cada vez mayor en la que viven.

El pro­ble­ma para ellos no es el sis­te­ma domi­nan­te, son los migran­tes que lle­gan a Euro­pa a qui­tar­les el empleo, a fomen­tar la inse­gu­ri­dad, a más que no cum­plen con los pará­me­tros racia­les para ser acep­ta­dos, es decir ser rubios, blan­cos y de ojos cla­ros. Los dis­cur­sos xeno­fó­bi­cos, machis­tas, homo­fó­bi­cos, acom­pa­ña­dos de expre­sio­nes públi­cas vio­len­tas, en las que se usan insig­nias y ban­de­ras nazis, con ves­ti­men­tas mili­ta­res y cuer­pos tatua­dos con esvás­ti­cas o sím­bo­los de las SS, mien­tras se hace el salu­do hitle­riano, son algu­nos de los ele­men­tos que carac­te­ri­zan a muchos jóve­nes cau­ti­va­dos por estos movi­mien­tos de la ultraderecha.

El ascen­so de la Agru­pa­ción Nacio­nal de Mari­ne Le Pen en Fran­cia, del par­ti­do Liga Nor­te de Mat­teo Sal­vi­ni en Ita­lia, del Fidez-Unión Cívi­ca de Vik­tor Orbán en Hun­gría, de Vox de San­tia­go Abas­cal Con­de en Espa­ña, del par­ti­do Alter­na­ti­va para Ale­ma­nia de Ale­xan­der Gau­land, del PiS, Ley y Jus­ti­cia de Jaros­law Kaczyns­ki en Polo­nia, del par­ti­do Nue­va Alian­za Fla­men­ca de Geert Bour­geo­is en Bél­gi­ca o de la ile­ga­li­za­da agru­pa­ción nazi­fas­cis­ta, Ama­ne­cer Dora­do en Gre­cia demues­tran que la ideo­lo­gía basa­da en men­sa­jes ultra­na­cio­na­lis­tas, racis­tas, xenó­fo­bos, dis­cri­mi­na­do­res y dema­gó­gi­cos no son un hecho ais­la­do o acci­den­tal en Europa.

En Espa­ña, por ejem­plo, agru­pa­cio­nes falan­gis­tas como Bas­tión Fron­tal o Antas Klan se des­ta­can por su islamofobia.

El avan­ce de esta «pes­te par­da», como la deno­mi­na Michael Lowy, no pue­de mini­mi­zar­se o redu­cir­se a un fenó­meno oca­sio­nal, pasa­je­ro. Lo que suce­de en Ucra­nia, en don­de exis­te una alian­za entre los orga­nis­mos del Esta­do y los gru­pos neo­na­zis, es una señal del peli­gro que repre­sen­tan estas agru­pa­cio­nes para las socie­da­des don­de su pre­sen­cia se con­so­li­da. Hoy por hoy, Ucra­nia se ha con­ver­ti­do en el cen­tro fun­da­men­tal de entre­na­mien­to mili­tar, finan­cia­mien­to y cone­xión de las agru­pa­cio­nes neo­na­zis, como lo seña­la Ame­lia Mar­tí­nez-Lobo de la Fun­da­ción Rosa Luxemburg.

Casas edi­to­ria­les, barras bra­vas de equi­pos de fút­bol, gru­pos de rock, tien­das con artícu­los nazis se espar­cen por diver­sos luga­res de Euro­pa con el pro­pó­si­to de con­so­li­dar la pre­sen­cia de los movi­mien­tos ultras y ampliar el núme­ro de sus partidarios.

Los Ultra Sur del Real Madrid, el Fren­te Atlé­ti­co del Atlé­ti­co de Madrid, los Sup­por­ters Sur del Real Betis son gru­pos vio­len­tos de extre­ma dere­cha, faná­ti­cos racis­tas que alien­tan a sus equi­pos en los esta­dios: «El Reti­ro es espa­ñol, no es un par­que de Ecua­dor», gri­ta­ba la hin­cha­da del Fren­te Atlé­ti­co, mien­tras emi­tían soni­dos imi­tan­do a un mono para insul­tar al juga­dor del Real Madrid, Peter Fede­ri­co González.

La músi­ca tam­bién es un ins­tru­men­to para atraer a la juven­tud para que par­ti­ci­pen en las filas de los gru­pos neo­na­zis. Men­sa­jes de odio, anti­in­mi­gran­tes, homo­fó­bi­cos, anti­co­mu­nis­tas se des­ta­can en las can­cio­nes inter­pre­ta­das por ban­das neo­na­zis en los con­cier­tos cono­ci­dos como «Rock Again Com­mu­nism»: «maca­rris­mo por ban­de­ra, pegan­do a tra­ves­tis, vio­lan­do a shar­pe­ras, maca­rris­mo por favor al mari­cón», «¡Eh! negro, vuel­ve a la sel­va, Euro­pa es blan­ca y no es tu tie­rra», «Otra gue­rra ha empe­za­do, esta vez en tu ciu­dad. El enemi­go el de siem­pre, sabes bien con quien hay que acabar».

Varias de estas agru­pa­cio­nes, con nom­bres uti­li­za­dos en home­na­je a los nazis, se for­ma­ron déca­das atrás como Skrew­dri­ver, Land­ser, Divi­sión 250, Bata­llón de Cas­ti­go, Bri­ga­da Toten­kopf, Estir­pe Impe­rial. «Músi­ca del odio», docu­men­tal rea­li­za­do por el Movi­mien­to Con­tra la Into­le­ran­cia, des­nu­da el accio­nar de estas ban­das que cuen­tan con sellos dis­co­grá­fi­cos para la pro­duc­ción y dis­tri­bu­ción de sus can­cio­nes en las que se exal­ta al nazis­mo, como Rock O Rama Records.

El 9 de mayo de 1945 la Ale­ma­nia nazi se rin­dió ante la Unión Sovié­ti­ca. El nazi­fas­cis­mo había sido derro­ta­do tras una cruen­ta gue­rra en la que la URSS sopor­tó los mayo­res ata­ques y la pér­di­da de 26 millo­nes de vidas.

En Nürem­berg, ciu­dad ale­ma­na ubi­ca­da al nor­te de Bavie­ra, se for­mó un tri­bu­nal mili­tar inter­na­cio­nal para juz­gar a los cri­mi­na­les del régi­men nazi. Los fis­ca­les de Fran­cia, Gran Bre­ta­ña, Esta­dos Uni­dos y la URSS fue­ron los encar­ga­dos de pre­sen­tar las acu­sa­cio­nes con­tra los prin­ci­pa­les líde­res del régi­men hitle­riano que fue­ron cap­tu­ra­dos y que más ade­lan­te fue­ron con­de­na­dos a la pena capi­tal. Her­mann Göring elu­dió la hor­ca al sui­ci­dar­se en su cel­da con una cáp­su­la de cia­nu­ro. Otros, como Hitler y Goeb­bels, se enve­ne­na­ron antes de la capi­tu­la­ción ale­ma­na. En Nürem­berg se die­ron a cono­cer las atro­ci­da­des come­ti­das por los nazis: cam­pos de con­cen­tra­ción, tra­ba­jo escla­vo, tor­tu­ras, ampu­tacio­nes, uti­li­za­ción de gases tóxi­cos, incen­dio de pobla­cio­nes, ham­bru­nas pro­vo­ca­das, expe­ri­men­tos con per­so­nas, este­ri­li­za­cio­nes, vio­la­cio­nes, ahor­ca­mien­tos, for­man par­te de una lar­ga lis­ta de crí­me­nes atro­ces de los ofi­cia­les de las SS, de la Ges­ta­po o de la Wehrmacht.

La pelí­cu­la docu­men­tal del fran­cés Alain Res­nais, Noche y Nie­bla, difun­di­da en 1955, expo­ne la bes­tia­li­dad del nazismo.

Tras los jui­cios de Nürem­berg, el mun­do podía sen­tir­se repa­ra­do moral y legal­men­te. No obs­tan­te, no todos los cri­mi­na­les nazis fue­ron juz­ga­dos y quie­nes sos­tu­vie­ron eco­nó­mi­ca­men­te al régi­men hitle­riano, ni siquie­ra fue­ron lla­ma­dos a sen­tar­se en el ban­qui­llo de los acu­sa­dos en ese momen­to. Otros invo­lu­cra­dos reci­bie­ron sen­ten­cias cor­tas, mien­tras muchos ofi­cia­les nazis logra­ron huir, inclu­so con la com­pli­ci­dad de los pro­pios Esta­dos Uni­dos, tal como se des­pren­de de archi­vos des­cla­si­fi­ca­dos por la CIA.

L. Smir­nov, quien fue­ra ayu­dan­te del fis­cal prin­ci­pal sovié­ti­co en los jui­cios de Nürem­berg, en el pró­lo­go del libro de Arka­diĭ Iosi­fo­vich Pol­to­rak Nürem­berg: Epí­lo­go seña­la que «el hitle­ris­mo fue un engen­dro del capi­tal mono­po­lis­ta ale­mán» que «lle­gó al poder, se con­so­li­dó y pudo come­ter sus innú­me­ras fero­ci­da­des mer­ced al apo­yo y ayu­da direc­ta que le pres­tó la reac­ción impe­ria­lis­ta inter­na­cio­nal». Como seña­la Smir­nov, fue­ron los mag­na­tes y hom­bres de nego­cio de Ale­ma­nia como Gus­tav Krupp, repre­sen­tan­te del sec­tor indus­trial o Hjal­mar Schacht, liga­do a la ban­ca, los que «res­pal­da­ban a los ban­di­dos de las SS».

Pero no solo fue­ron ellos, sino el capi­tal inter­na­cio­nal, repre­sen­ta­dos por per­so­na­jes como Henry Ford. Gran­des com­pa­ñías capi­ta­lis­tas tra­ba­ja­ron estre­cha­men­te con el régi­men nazi como la Stan­dard Oil de los Roc­ke­fe­ller, la IBM de Tho­mas Watson, que fue con­de­co­ra­do con la Gran Cruz del Águi­la, la Nestlé, Coca Cola y las ale­ma­nas BMW, Sie­mens, Bayer-IG Far­ben que fabri­ca­ron el Zyklon B para ase­si­nar a los pri­sio­ne­ros en las cáma­ras de gases.

En 1946, nue­vos jui­cios se lle­va­ron a cabo para juz­gar, entre otros, a los res­pon­sa­bles del finan­cia­mien­to eco­nó­mi­co del nazis­mo. Fue el abo­ga­do John J. McCloy, nom­bra­do Alto Comi­sa­rio de los Esta­dos Uni­dos en Ale­ma­nia Occi­den­tal en 1949, el que hizo las ges­tio­nes nece­sa­rias para revo­car las sen­ten­cias que se dic­ta­mi­na­ron con­tra esos cri­mi­na­les, lo cual se con­cre­tó en 1951. Kon­rand Ade­nauer, pri­mer Can­ci­ller de la Repú­bli­ca Fede­ral Ale­ma­na, jun­to al ban­que­ro del nazis­mo, Her­mann Josef Abs, tam­bién abo­ga­ron para la modi­fi­ca­ción de las sen­ten­cias, como rela­ta Julio Mar­tín Alar­cón en un artícu­lo publi­ca­do en El Con­fi­den­cial, el 25 de febre­ro de 2018, con el títu­lo McCloy, el «virrey» ame­ri­cano que libe­ró a los empre­sa­rios de Hitler».

El régi­men hitle­riano no hubie­se podi­do con­so­li­dar­se si no logra­ba el res­pal­do de gran­des empre­sa­rios e indus­tria­les que die­ron el vis­to bueno para el avan­ce del pro­yec­to cri­mi­nal nazi, mien­tras veían con bene­plá­ci­to el ata­que a la cla­se obre­ra, la des­truc­ción de sin­di­ca­tos y la repre­sión al movi­mien­to comunista.

Ter­mi­na­da la Segun­da Gue­rra Mun­dial, ini­ció la Gue­rra Fría entre Esta­dos Uni­dos y la URSS. En este con­tex­to, cri­mi­na­les de gue­rra nazis fue­ron uti­li­za­dos por los Esta­dos Uni­dos para rea­li­zar tareas de espio­na­je e inte­li­gen­cia con­tra la Unión Sovié­ti­ca, así como para con­for­mar los apa­ra­tos de inte­li­gen­cia y de segu­ri­dad de Ale­ma­nia Occi­den­tal. El cri­mi­nal Klaus Bar­bie fue uno de esos colaboradores.

Des­de antes del final de la con­fla­gra­ción mun­dial, los Esta­dos Uni­dos, de la mano de Allen Dulles, man­tu­vie­ron con­tac­tos secre­tos con repre­sen­tan­tes del régi­men nazi como Karl Wolff, Ernst Kal­ten­brun­ner, Wal­ter Sche­llen­berg y el pro­pio Himm­ler para nego­ciar la ren­di­ción ale­ma­na a espal­das de la URSS y así fre­nar su avance.

«Estáis en medio de una lucha entre la demo­cra­cia y los oli­gar­cas», dijo Joe Biden a los sol­da­dos esta­dou­ni­den­ses des­ple­ga­dos en la fron­te­ra entre Ucra­nia y Polo­nia el pasa­do 25 de mar­zo de 2022. El apa­ra­to de pro­pa­gan­da esta­dou­ni­den­se quie­re mos­trar a la poten­cia capi­ta­lis­ta y su gobierno como defen­so­res de las mayo­rías, de los pue­blos que com­ba­ten a los pode­ro­sos oli­gar­cas, hoy repre­sen­ta­dos por el Kremlin.

Nada más ale­ja­do de la reali­dad. El gobierno de Esta­dos Uni­dos es el prin­ci­pal repre­sen­tan­te del capi­tal inter­na­cio­nal que tra­ba­ja en fun­ción de los intere­ses de las trans­na­cio­na­les y sus oligarcas.

En 2008, Barack Oba­ma ela­bo­ró un Plan de Res­ca­te Finan­cie­ro (TARP) median­te el cual entre­gó 50.000 millo­nes de dóla­res para sal­var a la ban­ca y a las ase­gu­ra­do­ras, mien­tras 8 millo­nes de per­so­nas se que­da­ron sin hogar al no poder pagar las hipo­te­cas con intere­ses exor­bi­tan­tes. En Esta­dos Uni­dos, el 1% de la pobla­ción más rica goza del 40% de la rique­za de la nación. A nivel mun­dial las 20 mayo­res for­tu­nas exis­ten­tes están en manos de esta­dou­ni­den­ses como Jeff Bezos, Elon Musk o Bill Gates.

La hipo­cre­sía del man­da­ta­rio esta­dou­ni­den­se es evi­den­te, por­que encu­bre esta reali­dad, pero ade­más pre­ten­de tapar el hecho de que el capi­ta­lis­mo es con­tra­rio a la demo­cra­cia, pues­to que el pue­blo no es el que gobier­na, ni el que deci­de sobre las polí­ti­cas que se apli­can en una nación regi­da por ese sis­te­ma polí­ti­co y económico.

De las diez per­so­nas más ricas del mun­do, ocho son esta­dou­ni­den­ses. La OXFAM, en un infor­me publi­ca­do el 17 de enero de 2022, seña­la que «los diez hom­bres más ricos del mun­do han dupli­ca­do con cre­ces su for­tu­na, que ha pasa­do de 700.000 millo­nes de dóla­res a 1,5 billo­nes de dóla­res (a un rit­mo de 15.000 dóla­res por segun­do, o lo que es lo mis­mo, 1.300 millo­nes de dóla­res al día) duran­te los pri­me­ros dos años de una pan­de­mia que habría dete­rio­ra­do los ingre­sos del 99 % de la huma­ni­dad y que ha empu­ja­do a la pobre­za a más de 160 millo­nes de per­so­nas más».

Hablar en nom­bre de la demo­cra­cia con estos datos, es cíni­co, así como lo es hablar en nom­bre de la liber­tad y la paz cuan­do se fomen­ta la guerra.

Tras la inter­ven­ción mili­tar rusa en Ucra­nia, el apa­ra­to de pro­pa­gan­da de Esta­dos Uni­dos no ha cesa­do en uti­li­zar todo tipo de recur­sos para eri­gir­se como la poten­cia que le hace fren­te a la tira­nía, al des­po­tis­mo y la represión.

El 26 de mar­zo de 2002, en el Cas­ti­llo Real de Var­so­via, en Polo­nia, el pre­si­den­te de Esta­dos Uni­dos no dudó en cali­fi­car a Putin de «dic­ta­dor empe­ci­na­do en recons­truir un impe­rio», dis­cur­so en el cual hizo refe­ren­cia a la exSe­cre­ta­ria de Esta­do del gobierno de Bill Clin­ton, Made­lie­ne Kor­bel Albright, falle­ci­da el pasa­do 23 de mar­zo, de quien dijo fue «una de las más fer­vien­tes defen­so­ras de la demo­cra­cia en el mun­do». Biden, en una reu­nión con refu­gia­dos ucra­nia­nos en el PGE Naro­dowy de Var­so­via, sos­te­ni­da el mis­mo día 26, cali­fi­có a Putin de «car­ni­ce­ro».

La uti­li­za­ción per­ma­nen­te de insul­tos por par­te del man­da­ta­rio esta­dou­ni­den­se hacia el líder del Krem­lin, con el pro­pó­si­to de des­acre­di­tar­lo, se ha con­ver­ti­do en un bume­rán para Biden que en 1998 sugi­rió bom­bar­dear Bel­gra­do y enviar pilo­tos esta­dou­ni­den­ses para des­truir todos los puen­tes del Dri­na, mien­tras Made­lei­ne Albright se con­ver­tía en la prin­ci­pal res­pon­sa­ble de los crí­me­nes per­pe­tra­dos por Esta­dos Uni­dos en la extin­ta Yugos­la­via, país sobre el cual la OTAN, duran­te 78 días, com­pren­di­dos entre el 24 de mar­zo y el 11 de junio de 1999, lan­zó 14.000 bom­bas, muchas con ura­nio empo­bre­ci­do, bom­bar­deos que mata­ron a más de 1.700 civi­les, entre ellos cer­ca de 400 niños, resul­tan­do ade­más heri­das de gra­ve­dad más de 10.000 personas.

«No se pue­de ser y no ser algo al mis­mo tiem­po y bajo el mis­mo aspec­to», decía Aris­tó­te­les. Esta­dos Uni­dos y sus socios de la OTAN pre­ten­den ser, negan­do lo que en reali­dad son. La fal­si­fi­ca­ción, la dis­tor­sión y el ocul­ta­mien­to de la his­to­ria for­ma par­te de su estra­te­gia para ver­se a sí mis­mos como ada­li­des de la liber­tad, la demo­cra­cia y la paz.

Biden ha dicho que la lucha es entre la demo­cra­cia y los oli­gar­cas, sin embar­go, Esta­dos Uni­dos no dudó en apo­yar el gol­pe de Esta­do de 2014 en Ucra­nia, en el que muchos oli­gar­cas de ese país, apo­ya­dos por oli­gar­cas extran­je­ros, se hicie­ron del poder tras la derro­ta de Vík­tor Yanu­kó­vich. Como ejem­plos está el de la ex pri­me­ra minis­tra ucra­nia­na, Yulia Timoshen­ko, cono­ci­da como la «Prin­ce­sa del Gas», quien no dudó en expre­sar su res­pal­do a quie­nes cali­fi­có como «héroes» del Euro­mai­dán o la del mul­ti­mi­llo­na­rio esta­dou­ni­den­se, Geor­ge Soros que esta­ble­ció una fun­da­ción en Ucra­nia, la cual en estre­cha cola­bo­ra­ción con las ONG al ser­vi­cio de la CIA como la USAID o la Free­dom Hou­se, lle­vó ade­lan­te un sin­nú­me­ro de accio­nes para pro­pi­ciar el derro­ca­mien­to de Yanukóvich.

Mien­tras el pre­si­den­te de Esta­dos Uni­dos y sus socios de la OTAN insis­ten en que ellos luchan por la paz, siguen envian­do millo­nes de dóla­res en ayu­da mili­tar a Ucra­nia, a la vez que entre­gan arma­men­to sofis­ti­ca­do para el com­ba­te con­tra las tro­pas rusas. Y, por supues­to, no han teni­do nin­gún pro­ble­ma en tra­ba­jar jun­to a los bata­llo­nes de neo­na­zis que han come­ti­do crí­me­nes con­tra la pobla­ción en Don­bass. En lo que va del pre­sen­te año, Esta­dos Uni­dos ha entre­ga­do 1.200 millo­nes de dóla­res en ayu­da mili­tar a Ucra­nia, lo cual repre­sen­ta un nego­cio muy pro­ve­cho­so para el apa­ra­to mili­tar de la poten­cia imperialista.

Para Biden tam­bién es impor­tan­te que la aten­ción se cen­tre sobre lo que hoy pasa en Ucra­nia, para así silen­ciar los actos de corrup­ción en los que se halla inmer­so su hijo Hun­ter Biden, inves­ti­ga­do por el Depar­ta­men­to de Jus­ti­cia de su país por una pre­sun­ta vio­la­ción de las leyes de lava­do de dine­ro, impues­tos y cabil­deo extran­je­ro. Hun­ter Biden per­te­ne­ció entre el año 2014 y 2019 a la jun­ta direc­ti­va de la empre­sa ucra­nia del gas Buris­ma, con un suel­do men­sual de 50.000 dólares.

El Con­gre­so esta­dou­ni­den­se ha apro­ba­do un paque­te de 13.600 millo­nes de dóla­res en ayu­da eco­nó­mi­ca y mili­tar para Ucra­nia y Euro­pa del Este. De este mon­to, «25 millo­nes se des­ti­na­rán a téc­ni­cas para com­ba­tir la des­in­for­ma­ción y 120 millo­nes irán a la Agen­cia Esta­dou­ni­den­se para el Desa­rro­llo Inter­na­cio­nal (USAID) para ayu­dar a acti­vis­tas y medios inde­pen­dien­tes», infor­ma la agen­cia ale­ma­na Deu­ts­che Welle.

Esta­dos Uni­dos no quie­re dete­ner la gue­rra, entre­tan­to des­ti­na can­ti­da­des ingen­tes de dine­ro para que su apa­ra­to de pro­pa­gan­da y el de Kiev con­ti­núen difun­dien­do al mun­do sus men­ti­ras y ocul­tan­do las atro­ci­da­des que come­ten con­tra la pobla­ción civil en Donetsk y Lugansk.

En una encues­ta rea­li­za­da en 2015 en Fran­cia, Ale­ma­nia y Rei­no Uni­do, el 43% de las 3.000 per­so­nas que par­ti­ci­pa­ron, indi­ca­ron que el ejér­ci­to de Esta­dos Uni­dos había juga­do el papel prin­ci­pal en la libe­ra­ción de Euro­pa. La noti­cia publi­ca­da por Rusia Today, el 29 de abril de 2015, seña­la que «más del 50% de los ale­ma­nes y más del 61% de los fran­ce­ses creen que sus paí­ses fue­ron libe­ra­dos por los nor­te­ame­ri­ca­nos» mien­tras que «un 50% de los bri­tá­ni­cos pien­sa que las fuer­zas arma­das de su país juga­ron el papel cla­ve en el fin de la Segun­da Gue­rra Mundial».

Es indu­da­ble que el apa­ra­to de pro­pa­gan­da esta­dou­ni­den­se y las indus­trias del entre­te­ni­mien­to y la alie­na­ción, fun­da­men­tal­men­te el cine holly­woo­den­se, han juga­do un rol esen­cial para el incre­men­to de esta creencia.

El 22 de junio de 1941 se dio ini­cio a la inva­sión nazi a la Unión Sovié­ti­ca. La Ope­ra­ción Bar­ba­rro­ja tenía como obje­ti­vos la ani­qui­la­ción de la pobla­ción sovié­ti­ca, a la que pen­sa­ban some­ter por ham­bre. Las tro­pas de Hitler pro­vo­ca­ron la des­truc­ción com­ple­ta de pue­blos, mien­tras se apro­pia­ban de gran­des exten­sio­nes de tie­rra para la pro­duc­ción de cerea­les, así como de recur­sos mine­ros. La URSS sufrió la cruel­dad de los nazis que logra­ron avan­zar has­ta las cer­ca­nías de Moscú.

La Wehr­macht, que pen­sa­ba lle­var a cabo una ope­ra­ción relám­pa­go para derro­tar a los sovié­ti­cos, se encon­tró con una feroz resis­ten­cia des­de el momen­to mis­mo de la inva­sión. La defen­sa de la for­ta­le­za de Brest es un ejem­plo de heroi­ci­dad de los sol­da­dos del Ejér­ci­to Rojo.

Fue la URSS la que sopor­tó el mayor peso de la agre­sión nazi en Euro­pa. Y fue la URSS la que pro­pi­nó las mayo­res derro­tas al ejér­ci­to hitle­riano des­de la con­tra­ofen­si­va de Mos­cú en el verano de 1941.

Jac­ques R. Pau­wels, en un artícu­lo titu­la­do El cur­so de la Segun­da Gue­rra Mun­dial cam­bia fren­te a Mos­cú, publi­ca­do el 4 de diciem­bre de 2021 en la pági­na web Rebe​lion​.org, expli­ca que «el 5 de diciem­bre [de 1941] a las tres de la madru­ga­da, en medio del frío y de una neva­da, el Ejér­ci­to Rojo lan­zó de pron­to un impor­tan­te y bien pre­pa­ra­do con­tra­ata­que. Se abrie­ron bre­chas en muchos pun­tos de las líneas de la Wehr­macht y los días siguien­tes se hizo retro­ce­der a los ale­ma­nes entre 100 y 280 kiló­me­tros, ade­más de sufrir gra­ves pér­di­das de hom­bres y de equi­pa­mien­to. Solo con gran­des difi­cul­ta­des se evi­tó un cer­co catas­tró­fi­co. El 8 de diciem­bre Hitler orde­nó a su ejér­ci­to aban­do­nar la ofen­si­va y pasar a posi­cio­nes defen­si­vas». Había ini­cia­do con ello la derro­ta del nazi­fas­cis­mo, aun­que para ello tuvie­ron que pasar cua­tro años más que la Unión Sovié­ti­ca debió sopor­tar cruel­da­des, sufri­mien­tos y tam­bién reveses.

El direc­tor de cine y guio­nis­ta Yuri Óze­rov pro­du­jo dos obras monu­men­ta­les a tra­vés de las cua­les los espec­ta­do­res se aden­tran en las duras con­di­cio­nes que el pue­blo sovié­ti­co tuvo que vivir duran­te la Segun­da Gue­rra Mun­dial, así como el valor que sos­tu­vo en la con­fla­gra­ción béli­ca, en la que las tro­pas hitle­ria­nas iban sufrien­do derro­ta tras derro­ta y per­dien­do la moral de com­ba­te. La bata­lla de Mos­cú y Libe­ra­ción son fil­mes imprescindibles.

Hoy Rusia se enfren­ta al poder eco­nó­mi­co, mili­tar y pro­pa­gan­dís­ti­co de Esta­dos Uni­dos y sus socios de la OTAN y la Unión Euro­pea. Fue Bruno Le Marie, minis­tro de Eco­no­mía y Finan­zas de Fran­cia, el que sin­te­ti­zó la polí­ti­ca de Esta­dos Uni­dos y la Unión Euro­pea con­tra Rusia: «Gue­rra eco­nó­mi­ca y finan­cie­ra total». Y aña­dió: «Vamos a pro­vo­car el colap­so de la eco­no­mía rusa», pala­bras que recuer­dan a Nixon cuan­do dijo que para aca­bar con Allen­de ¡había que hacer chi­llar la economía!

Mien­tras Esta­dos Uni­dos, la Unión Euro­pea y la OTAN brin­dan todo su res­pal­do al régi­men ucra­na­zi lide­ra­do por Zelensky, Rusia ten­drá que resis­tir los emba­tes de las fuer­zas impe­ria­lis­tas tal como lo hizo duran­te los 872 días que duró el sitio de Leningrado.

La reali­dad his­tó­ri­ca demues­tra que es impres­cin­di­ble vol­ver a des­na­zi­fi­car Europa.

Dax Tos­cano Segovia

6 de abril de 2022

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